martes, 21 de julio de 2015

El día en que Pedro IV, acabó con la Unión Aragonesa

Tal día como hoy , 21 de julio de 1348, Pedro IV de Aragón, “el Ceremonioso”, llamado también “el del puyalet”- en castellano  el del puñalito”- debido a la costumbre de portar siempre una de estas armas a la cintura, somete en la “Batalla de Épila” a la poderosa Unión Aragonesa,  . 

Los privilegios ante el poder real de la Unión de Aragón, fueron concedidos en 1287 por el rey Alfonso III “el Franco”, como resultado de su debilidad en las lucha de nobles, mesnaderos e infanzones del reino, producto de una rebelión abierta por parte de estos, que aunque el Justicia de Aragón condenó y derogó en 1301, fueron restaurados otra vez en 1347 por el propio Pedro IV.

No obstante Pedro IV, no estaba contento con la concesión de tales privilegios, por lo que acabó por derrotar a la Unión al año siguiente en la batalla de Épila, destruyendo con su propio puñal el documento que los contenía. 

En estos fueros o privilegios, se prohibía al soberano detener a ningún ricohombre, mesnadero, caballero, infanzón o ciudadano de la Unión, a menos que el Justicia local lo pidiese, obligándole también a convocar cortes todos los años el día de Todos los Santos y si obraba en contra de lo estipulado, los nobles podían “desnaturarse” - negar obediencia y elegir otro soberano -  lo cual dio motivo a decir: “Que había en Aragón tantos reyes como ricoshombres”.

El enfrentamiento del monarca con la Unión, surgió por la decisión real de hacer jurar como heredera a su hija Constanza, lo cual perjudicaba al hermano del rey, que ya ejercía como Gobernador de Aragón y levantó contra su hermano a la nobleza.

Los nobles, se posicionaron en apoyo del infante y, aunque Pedro procuró solucionar el problema de forma diplomática; convocando Cortes, revocando su decisión y confirmando los Privilegios de la Unión, declaró en secreto nada más concederlos, que todo quedaba sin efecto, por haberlo hecho contra su voluntad. 

Poco después, el hermano del rey murió en Barcelona - probablemente envenenado por orden de este – siendo ahora su hermanastro Fernando quien encabezó la rebelión contra el monarca. 

El conflicto se resolvió de forma definitiva en Épila el día 21 de julio, en una batalla centrada en el río Jalón, donde los mercenarios castellanos bien armados y expertos en la lucha, se abrieron paso hasta la otra orilla, atacando a los nobles que se mantenían en reserva los cuales se dieron a la fuga.

La victoria de las tropas realistas fue completa y definitiva y Pedro IV mando convocar Cortes en Zaragoza donde revocó definitivamente todos los privilegios de la Unión y con su propio puñal, rasgó e hizo luego quemar públicamente, los documentos que los recogían.


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