lunes, 21 de agosto de 2017

La llamada "Primavera de Praga"

 
Tal día como hoy 21 de agosto de 1968, por orden de Leónidas Breznev, las tropas del Pacto de Varsovia, entran en Praga para sofocar el experimento de un comunismo abierto hacia la democracia, poniendo fin a la llamada "Primavera de Praga".

La Primavera de Praga fue un período de liberalización política en Checoslovaquia,  que duró desde  enero de 1968 hasta agosto de ese mismo año, cuando el país fue invadido por la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia.

La necesidad de reformas se planteaba a inicios de la década de 1960 por algunos miembros del Partido Comunista Checo, entre los que destacaba Alexander Dubcek, pero los sectores más inmovilistas, se impusieron a cualquier cambio, el cual no obstante se fue extendiendo por diversos sectores sociales, especialmente los grupos intelectuales, que protestaron abiertamente contra las prácticas dictatoriales del partido, hasta que en enero de 1968 accedió al poder Alexander Dubcek.

Dubcek emprendió una serie de actuaciones liberalizadoras, que fueron apoyadas por los medios de comunicación - favorecidos por el levantamiento de la censura - dando inicio a la "Primavera de Praga".

En abril, el Comité Central del Partido Comunista aprobó el denominado "Programa de Acción" que sintetizaba el "socialismo de rostro humano" de Dubcek y junto a una relativa liberalización económica, se planteó un programa reformista: creación de partidos, liberación de presos políticos,  derecho de huelga y libertad religiosa entre otras.

Sin embargo, la "Primavera de Praga" era vista con aprensión en Moscú y Breznev en mayo de 1968, mientras se celebraban maniobras militares del Pacto de Varsovia, diseñó un primer plan de invasión del país.

En agosto, Dubcek dio un paso más al publicar los nuevos estatutos del partido que incluían muchas referencias a términos como "humanitario" y "democrático", lo cual supuso su ruina.

El 20 de agosto, tropas del Pacto de Varsovia invadían Checoslovaquia y esa noche, 200.000 hombres y 2.000 tanques entraron al país

La oposición popular a la invasión, se expresó en numerosos actos de resistencia no violenta y el 19 de enero de 1969, el estudiante Jan Palach se quemó “a lo bonzo” en la Plaza Wenceslao de Praga para protestar contra la supresión de la libertad de expresión.

Finalmente, en abril de 1969, Husak sustituyó a Dubcek en la dirección del partido y el héroe de la "primavera de Praga" fue expulsado de este y tuvo que ganarse la vida como guardia forestal en Eslovaquia, mientras se produjo una gran purga en el Partido Comunista Checoslovaco y más de un veinte por ciento de sus militantes fueron expulsados.

La invasión permitió mantener, por la fuerza, un sistema que perdió todo su crédito entre la población checoslovaca y ante el resto del mundo en general.


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