Tal día como hoy 19 de febrero de 1942,en el marco de la II Guerra Mundial, el presidente de los EE.UU. Franklin D. Roosevelt firma la orden ejecutiva que permite internar en campos de concentración a los japoneses americanos. Para muchos de ellos comenzará así un auténtico y cruel calvario, al ser vistos con recelo por sus propios vecinos.
Durante la II Guerra Mundial, los japoneses eran una amenaza para los norteamericanos. Para garantizar que Japón tuviera un buen comportamiento el 18 de agosto de 1941 el representante de Michigan John Dingell envió una carta al presidente Roosevelt en la que sugería encarcelar a los 10.000 estadounidenses japoneses hawaianos. Pero no fue hasta el ataque de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 cuando EE UU decidió tomar medidas. En 48 horas, detuvieron a 1.291 personas sin cargos formales y sin dejarles ponerse en contacto con sus familias.
El 19 de febrero de 1942, Roosevelt firma la Orden Ejecutiva 9066 que permite a las autoridades militares retener a cualquier persona sin juicio o audiencia y que ordenaba la construcción de diez campamentos de reubicación para internar a japoneses. La construcción del campo de concentración de Colorado, conocido como Amache, comenzó entre julio y agosto y pero los internos comenzaron a llegar de forma inmediata. En octubre había 6.785 evacuados en el campamento.
En febrero los barracones llegaron a albergar a 7.318 japoneses, lo que convirtió a Amache en la décima ciudad más grande de Colorado. Además de Camp Amache, se construyeron centros de reubicación en California, Arizona, Idaho, Wyoming, Utah y Arkansas, en los que fueron encerrados más de 120.000 japoneses estadounidenses.
En su apogeo, Amache retuvo a más de 7.300 internos, que fueron confinados dentro de 1,5 kilómetros cuadrados alambre de púas y guardias armados. En pocas semanas, se disparó el racismo antijaponés por el ataque de Pearl Harbor y miles de japoneses fueron obligados a hacer las maletas, abandonar sus casas y sus negocios para ser internados en estos centros. A pesar de las pésimas condiciones de vida y el trato cruel por parte de los guardias, más de 950 japoneses estadounidenses internos decidieron alistarse en ejército norteamericano para luchar en la Segunda Guerra Mundial, de los que 31 murieron en combate.
Amache se cerró formalmente en octubre de 1945, después de haber albergado a más de 10.000 japoneses. En 1947, la Administración de Activos de Guerra, comenzó a deshacerse de los edificios y estructuras del antiguo campamento, incluidos el tanque de agua y la torre. Había que borrar las huellas de un hecho avergonzante de la historia. Sólo quedaron los cimientos, árboles plantados por los internos, antiguos jardines, caminos y un cementerio. La WRA vendió la mayoría de los recursos excedentes a personas y empresas de la región. En 1947, el tanque de agua y la torre de Amache encontraron un nuevo hogar en un rancho.
Sin embargo, en la década de 1980, los estadounidenses de origen japonés comenzaron a hacer peregrinaciones anuales al sitio para conmemorar la resistencia de aquellos que fueron internados injustamente en un lugar que fue nombrado Monumento Histórico Nacional en 2006.
Fruto del interés mostrado por los japoneses se puso en marcha un plan para rescatar del olvido lo que allí ocurrió y 2003 se otorgó una subvención del Fondo Histórico del Estado a la ciudad de Granada para inspeccionar el sitio y crear un plan de gestión. La inspección reveló aspectos de la cultura japonesa estadounidense en campamento, los internos construyeron una variedad de características del paisaje, como jardines ornamentales o completos con estanques koi en algunos casos.
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