Tal día como hoy, 14 de octubre de 1292 en la península ibérica, tiene lugar la conquista de Tarifa, en manos del Sultanato benimerín, por Sancho IV de Castilla, con ayuda de la Corona de Aragón, la República de Génova y el Emirato de Granada.
La conquista o toma de Tarifa, fue una operación militar liderada por la Corona de Castilla-León, con apoyo genovés, aragonés y granadino, mediante la cual se conquistó en 1292 la ciudad de Tarifa, en poder de los benimerines. Es uno de los episodios más importante de la Batalla del Estrecho. El 14 de octubre de 1292 las huestes de Sancho IV de Castilla conquistaban una de las puertas del Mediterráneo: Tarifa.
Este rey, apodado "el Bravo", es conocido entre otras cosas, por disputarle el trono a su propio padre, Alfonso X, ya que las reformas legislativas, que introdujo "El Sabio" conllevaron una serie de problemas sucesorios, de los que Sancho no iba a salir muy bien parado. En teoría. tras la muerte de Alfonso X a la presión, que el reino de Aragón, había ejercido en él, por medio de su esposa, Violante de Aragón para modificar sus disposiciones testamentarias, Sancho acabó por rebelarse contra ellas y levantarse en armas contra su padre.
Por eso, el 14 de octubre de 1292 Sancho IV entraba en Tarifa tras expulsar a los benimerines de la plaza, quienes la habían ocupado aprovechando la llamada del infante don Juan, en lucha con su hermano Sancho IV. El Sultán de Marruecos había visto una inmejorable situación para obtener una cabeza de puente, al otro lado del Estrecho y, consciente de ello, la reacción de Sancho "el Bravo" no se hizo esperar.
Para lograr la conquista de Tarifa y eliminar el bloqueo que los benimerines, podían imponer en el Estrecho de Gibraltar, Sancho contó con la ayuda de Jaume II de Aragón; El rey aragonés dispuso el envío de diez galeras para auxiliar a Sancho IV en la campaña, con el objetivo de bloquear la entrada a Tarifa y ampliar de este modo el cerco al mar; impidiendo así el envío de cualquier ayuda desde Marruecos.
Estas galeras estarían comandadas por Berenguer de Montoliu. Junto a su colega al mando de la flotilla castellana, Benedetto Zaccaria, ocuparon la zona del Estrecho desde septiembre, hasta que las tropas pudieron al fin entrar en Tarifa, el 14 de octubre.
Los años siguientes a la toma, no serían tranquilos: apenas un año después, Jaume II de Aragón, tuvo que volver a enviar, otra flota de 15 galeras al Estrecho, para prevenir un ataque, desde Marruecos; y en 1294, durante el sitio musulmán de Tarifa, el gobernador de la plaza, Guzmán "el Bueno", veía como su hijo era asesinado, ante las murallas de la ciudad, por negarse a rendirla.
Ante la inminente llegada de una flota aragonesa para romper el cerco, el sultán Abenjacob y el infante Juan, quisieron acelerar la rendición de la plaza, capturando al hijo de Guzmán y amenazando con matarle, si el alcaide no rendía Tarifa; según la leyenda, Guzmán, no sólo no se rindió, sino que lanzó a los sitiadores su propio puñal, para que cumplieran su amenaza, gesto heroico que le valió el sobrenombre de "el Bueno"
El hijo de Guzmán fue, efectivamente, asesinado, pero el asedio fracasó, y hubo de ser levantado enseguida. Guzmán el Bueno, continuó combatiendo en Andalucía, contra los musulmanes, hasta que halló la muerte, en la Serranía de Ronda.
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