lunes, 22 de mayo de 2017

Richard Wagner, un profundo nacionalista alemán

 
Tal día como hoy 22 de mayo de 1813, nace el compositor Richard Wagner.

Wilhelm Richard Wagner nació en Leipzig, - Alemania -  y con apenas seis meses de edad perdió a su padre, no obstante su madre y su padrastro, le educaron y mantuvieron.

Wagner fue compositor, director de orquesta y teórico musical alemán y su influencia en la música es un hecho incuestionable pues las grandes corrientes musicales posteriores, encuentran en él su verdadero origen, hasta el punto de que algunos sostienen que toda la música contemporánea nace de la armonía, de Tristán e Isolda.

La literatura, además de la música, fue desde el principio su gran pasión y al ser autodidacta en su formación, sus progresos fueron lentos y difíciles, agravados por una inestable situación financiera,  y dificultades para dar a conocer sus composiciones.

En 1843, “El holandés errante”, y sus obras posteriores “Tannhäuser” y “Lohengrin” señalaron el camino hacia el drama musical y la renovación de la música escénica que llevó a cabo Wagner.

Pero no sólo en el aspecto formal, fue revolucionaria la aportación wagneriana, sino en los campos de la melodía, y la orquestación, con el uso de una orquesta de proporciones muy superiores a las que tenían las de la época.

Sus ideas tuvieron muchos partidarios y uno de sus más entusiastas seguidores fue el rey Luis II de Baviera, gracias a cuya ayuda el músico pudo construir un teatro destinado exclusivamente a la representación de sus dramas musicales.

Wagner fue y es, uno de los compositores más influyentes de la historia y su música no deja a nadie indiferente: hay quien la ama, y hay quien la odia. Se dice que sobre su vida y obra se ha escrito más que sobre cualquier otro personaje de la historia, salvo Jesucristo o Napoleón Bonaparte.

Respecto a la vinculación de su música con el nazismo, hay que decir que en una entrevista publicada por el diario alemán 'Tagesspiegel' en 2013, la bisnieta del compositor, aseguró que donaría documentos heredados de su padre, "para ofrecer a los investigadores la posibilidad de acceder" al pasado de la familia cercana al dictador alemán Hitler.

Si bien existen pruebas que delatan a Wagner como un antisemita y está como muestra el ensayo que él publicó en 1850, bajo el título de 'Das Judenthum in der Musik'  -El judaísmo en la música -, sin embargo no es motivo para restarle el valor que tiene su música, que marcó un antes y un después.

Respecto al lugar que - como símbolo -  ocupó dentro de la ideología nazi no deja de ser sólo parte de la voluntad de Hitler, lo cual no debe ser motivo alguno para vincular a Wagner - muerto 50 años antes - con las atrocidades cometidas por este régimen.

Hitler pocas veces le menciona en sus escritos y cuando hacía referencia a Wagner, no era en relación con el antisemitismo, sino como líder alemán y visionario y aunque las óperas de Wagner reflejan una visión nacionalista, no se pueden admitir, de ninguna forma, como ‘música nazi’.


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