Tal día como hoy, 27 de abril de 1522, en la batalla de Bicoca, las fuerzas del Reino de España, derrotan al ejército francés y veneciano
La batalla de Bicoca, es el nombre que recibió el combate, librado el 27 de abril de 1522, en el ámbito de la guerra de los Cuatro Años, cerca de la localidad homónima, situada en el antiguo Milanesado.
El ejército compuesto por las fuerzas combinadas de Francia y la República de Venecia, se enfrentó al imperial español, al mando de Prospero Colonna. Merced a una mejor táctica, las tropas de Carlos I lograron una aplastante victoria, que precedió a la decisiva batalla de Pavía de 1525.
Los mercenarios suizos, que no habían recibido su salario, exigieron librar una batalla inmediatamente, obligando al jefe francés Odet de Lautrec, a atacar la posición fortificada de Colonna. en el parque de Bicoca, al norte de los muros de Milán ,-actualmente Bicoca es el nombre de un barrio de la ciudad-.
La superioridad numérica, se inclinaba del lado francés, y la infantería suiza confiaba en las grandes formaciones de picas, para envolver y masacrar al enemigo. Los suizos se dispusieron en dos cuadros, al comenzar la batalla y avanzaron con paso firme, hacia las tropas españolas de Prospero Colonna, mientras resistían los disparos de cañón del enemigo.
No obstante, al cruzar el camino que separaba a ambos ejércitos, los suizos se vieron obligados a subir una ligera cuesta. Esto les impidió cargar inmediatamente, contra los españoles y les convirtió en un blanco perfecto para los arcabuceros, que castigaron con un fuego continuo a los suizos.
No obstante, no desistieron en su empeño, y lanzaron desesperadas embestidas contra las líneas imperiales. Grupos de piqueros lograron alcanzar el terraplén defendido por las tropas de Carlos I, enfrentando a los lansquenetes -mercenarios alemanes que respaldaban la causa imperial-.
Después de treinta minutos de acometidas inútiles, los soldados de la vanguardia suiza se retiraron hacia las filas principales francesas.
Tras ellos, yacían más de tres mil caídos, incluyendo veintidós capitanes. En el bando español, la única baja se debió a un accidente con una mula.
Según algunos autores, esta batalla supuso un importante cambio en las prácticas bélicas, por el papel que en ella tuvieron las armas de fuego portátiles, en especial los arcabuces de los españoles.
La doctrina ofensiva suiza, la acometida de picas sin apoyo de armas de fuego, había quedado obsoleta. De hecho, las doctrinas ofensivas en general fueron reemplazadas por otras más defensivas.
La combinación de arcabuces y fortificaciones de campo, hicieron que los asaltos frontales a posiciones atrincheradas, fuesen demasiado costosos, de modo que no se repitieron durante el resto de las guerras italianas.
Bicoca, junto a la posterior batalla de Pavía, puso de manifiesto que la época de la pica y la caballería pesada había llegado a su fin, dejando paso a las emergentes armas de fuego, que trastocarían el campo de batalla para siempre.
Desde entonces en español, la palabra "bicoca"se emplea para señalar algo muy fácil de conseguir o de hacer o algo que es una ganga, es decir, que se adquiere a un precio muy por debajo del que le corresponde.
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