Tal día como hoy, 18 de diciembre de 1118: Alfonso I "el Batallador" conquista la ciudad de Zaragoza.
En 1118, Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y Pamplona, conquistó Zaragoza a los almorávides tras un asedio de siete meses.Esta conquista, fue un hito fundamental en la expansión del Reino de Aragón, y la ciudad se convirtió en su nueva capital. La batalla finalizó el 18 de diciembre de 1118, cuando las tropas de Alfonso I, entraron en la ciudad.
El 18 de diciembre Alfonso I, el rey batallador, entra en la ciudad y visita la Aljafería y al día siguiente, toma posesión de la Azuda o palacio del gobierno, que estaba adosado a la muralla.
En 1118, tras un asedio de siete meses, la dominación islámica toca a su fin. El día 18 de diciembre la ciudad capitula ante el rey aragonés Alfonso I. Para sitiar y conquistar Zaragoza, el Batallador tiene el apoyo de un ejército internacional, capitaneado por Gastón de Bearn.
Alfonso I, es uno de los reyes más importantes de Aragón, porque al arrebatar importantes zonas a los musulmanes, el reino alcanza una gran expansión territorial. Esta expansión le crea importantes problemas, para atraer vecindario a las tierras conquistadas.
En un Privilegio Real, conservado en el Archivo Mmunicipal de Zaragoza, Alfonso I, concede fueros a los habitantes de Zaragoza, para fomentar su repoblación y encarga a veinte hombres buenos, elegidos por los pobladores, la observancia de los mismos. Este privilegio es conocido, como "Privilegio de los Veinte"
Se denomina privilegio de los veinte, a un antiguo derecho medieval otorgado el 5 de febrero de 1129 por el rey Alfonso I de Aragón a la ciudad de Zaragoza. Dicho privilegio autorizaba a los ciudadanos de Zaragoza, que hubieran sufrido daños a capturar y castigar al malhechor, estando permitido el ataque a sus propiedades, incluso fuera de la ciudad.
Dado que el gobierno municipal, se regía por un comité de sus "veinte mejores hombres", este derecho se ejercía, a través de las decisiones que estos tomaban, ante los actos cometidos contra la ciudad.
Aunque fue dado, en extensión del fuero de Zaragoza y junto a otros derechos de la ciudad, cuya defensa debía permitir (pastura, tala...), la excepcionalidad jurídica de este privilegio, hace que no se suela considerar incluido en el propio fuero, cuando este se aplica a ciudades que seguían, el mismo régimen foral.
El caso más similar es el de Tudela, que contaba con un derecho parecido, aunque solo el privilegio de Zaragoza reconocía la capacidad de la ciudad, de ejercer su castigo sin presencia de la justicia real.
Su concesión formaba parte, de la creación por parte de la monarquía aragonesa, de un poder burgués que contrapesara el poder de la nobleza, garantizara los ingresos derivados del comercio y repoblara, un territorio recientemente reconquistado a los musulmanes.
La ciudad de Zaragoza, le dedicó un monumento a Alfonso I el Batallador, en el Cabezo de Buena Vista y una de las calles, más importantes de la ciudad lleva su nombre.


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