Tal día como hoy , 21 de diciembre de 1598, tiene lugar "la Batalla de Curalaba", victoria decisiva de los mapuches, frente a las fuerzas españolas, considerada una de las principales acciones bélicas, de la Guerra de Arauco, que inicia una rebelión indígena generalizada.
La batalla de Curalaba, (conocida también como desastre de Curalaba o victoria de Curalaba), fue un importante enfrentamiento militar, entre las fuerzas hispanas y araucanas, ocurrido en la madrugada del 21 de diciembre de 1598.
Consistió en la total aniquilación de una columna, comandada por el gobernador real de Chile, Martín Óñez de Loyola, a manos de las huestes dirigidas por los toquis mapuches, Paillamachu, Pelantaro, Huaiquimilla y Anganamón. Esta derrota y la muerte del gobernador, desencadenaron la destrucción de las siete ciudades y fuertes hispanos, entre el río Biobío y el canal de Chacao.
En el contexto general de la guerra, esta batalla abrió la rebelión mapuche de 1598, y terminó con la estrategia hispana, de conquistar totalmente la región región de Arauco, abriendo paso, a los períodos de guerra defensiva y, posteriormente, a la implementación de una política diplomática, basada en los llamados parlamentos. La importancia de este combate, reside más en su efecto desmoralizador sobre los hispanos, que en su magnitud material, o el número de hombres involucrados.
El revés militar, hizo que el rey Felipe III decidiera, en 1599, enviar un oficial veterano de las campañas europeas, a dirigir la guerra de Arauco: Alonso de Ribera. Este gobernador, terminará por sentar las bases, de la estrategia militar en la frontera de facto mapuche, sobre la base de la profesionalización, de un ejército permanente y la consolidación, de una frontera defendible.
Diversos autores españoles contemporáneos, como el capitán Fernando Álvarez de Toledo, autor del poema épico "Purén indómito", y el cronista Diego de Rosales, refieren apariciones agoreras en el cielo de Chile, supuestamente vistas el día de Santo Tomás, 20 de diciembre, cuando Óñez de Loyola, partía de La Imperial, rumbo a su derrota.
Estos relatos, bastante difundidos, hablan de que en el cielo las nubes se abrieron extrañamente, dejando ver combatientes, aves enigmáticas y otras figuras.
Es un ejemplo curioso, pero no aislado, de la pervivencia de este tipo de relatos, folclóricos en la Guerra de Arauco, asociados desde la Antigüedad Clásica con batallas funestas y campañas mal dadas. Siendo sabido que desde la Antigua Roma, el vuelo de las aves, es considerado un presagio antes del combate.
Por otro lado, la mitología mapuche, concedía a la forma y movimiento de las nubes, un significado simbólico asociado a la guerra. Por lo que es posible, que estos relatos representen una forma de sincretismo, entre dos tradiciones culturales.


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