martes, 2 de mayo de 2023

La leyenda del monstruo del lago Ness

 

Tal día como hoy 2 de mayo de 1933 nace el mito del monstruo del Lago Ness. Un periódico local de Inverness «The Inverness Courier» publica un relato de una pareja local que afirmó haber visto «un enorme animal rondando y hundiéndose en la superficie» del lago Ness.

De entre todas las leyendas de Escocia, seguramente la leyenda del monstruo del lago Ness sea la más conocida. Y es que ya son muchos los que se han acercado hasta el Loch Ness con la intención de avistar a Nessie . nombre que ha dado al monstruo -entre sus oscuras aguas. Exista o no, el monstruo del lago Ness lleva siglos despertando curiosidad y ya son muchos los que se han lanzado a intentar comprobar su existencia.

La época de mayor auge de los avistamientos de Nessie fueron los años 30, aunque existen diversos documentos mucho más antiguos que parecen hacer alusión a esta legendaria criatura. Basándose en ellos, se puede ubicar el primer avistamiento del monstruo del lago Ness en el siglo VI, en época de Saint Columba.

Según se cuenta en Vida de san Columba, cuando el santo paseaba por el lago, vio cómo enterraban a un hombre que murió al ser mordido por un monstruo que estaba en el lago. Paseando él por aquellos lares, la criatura se lanzó a atacar a otro hombre que estaba nadando en el lago. El santo hizo la señal de la cruz, le regañó y le ordenó dar media vuelta. El monstruo obedeció en el momento como si tirasen de él con cuerdas.

A lo largo de la historia, le han dado muchas formas a Nessie, siendo la más típica la clásica imagen del plesiosauro. Hubo quien lo definía como un kelpie, una criatura mitológica con forma de caballo. En 1930, un periódico, el Northern Chronicle, anunciaba el avistamiento de una singular y enorme criatura en el lago, al que le siguió el testimonio de K. MacDonald, en 1932, quien afirmaba haber visto un cocodrilo fuera de lo común en el Loch Ness. 

En 1933, el Inverness Courier, se refería a la criatura como un «monstruo», al anunciar que una pareja lo había visto. Fue aquí cuando empezó a asociarse su imagen con la de un plesiosauro.

La noticia gozó de tal credibilidad que, tres años más tarde, el naturalista Sir Peter Scott le puso su propio nombre científico a Nessie, y lo incluyó en el registro británico de fauna protegida. Hasta el año 2014, parecía no haber rastro de más avistamientos de Nessie. Hasta que Andrew Dixon, consiguió descubrir al monstruo más legendario de la historia. En un primer vistazo al lago Ness, no veía nada raro, pero al poco pudo ver una extraña silueta, que parecía corresponderse con la figura de la famosa criatura. Finalmente, se descubrió que pertenecía a la estela de un barco en movimiento.

Dos años más tarde, volvía a armarse revuelo alrededor de esta leyenda, al encontrarse en el fondo del lago lo que parecía ser Nessie. Y Nessie era… pero el enorme modelo que habían usado en la película "La vida privada de Sherlock Holmes", que se había hundido durante el rodaje.

Aunque, de momento, no existan pruebas concluyentes de la existencia de Nessie, tampoco se descarta que alguna criatura marina haya existido en sus profundas aguas. De hecho, hay varias hipótesis sobre qué tipo de animal podemos encontrar en las profundas aguas del lago Ness.Un plesiosauro prehistórico

Al parecer, este tipo de animales salían a la superficie para respirar, por lo que, de existir, dejaría verse con más frecuencia. Además, para que aún existiera un Nessie en las aguas del lago Ness, se necesitaría una colonia de ellos y teniendo en cuenta que las dimensiones del lago no son suficientes para darle alimento a toda una colonia y que este estuvo totalmente congelado,la cosa no pinta fácil. Sin embargo, los defensores de su existencia recalcan la salida del lago Ness al mar, lo que le permitiría al animal ir y venir cuando quisiera.

Algunos de los avistamientos describían otro tipo de animales, como era kelpie. Otras formas coinciden con la descripción de un elefante. Hay quienes hablaban de un pez enorme que bien podría corresponderse con un esturión gigante o incluso un tiburón boreal. También afirman que todo se trata de una pareidolia, un fenómeno psicológico por el que la mente responde a un estímulo visual o auditivo percibiendo algo que realmente no está ahí.

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