Tal día como hoy, 11 de diciembre de 1738, a pocos kilómetros de la ciudad de Nápoles, -Italia-, un grupo de arqueólogos, descubre la ciudad de Herculano, enterrada el mismo día que Pompeya, por las cenizas volcánicas del Vesubio.
Herculano fue una antigua ciudad romana, de la región de la Campania, sur de Italia. En su tiempo, era más pequeña, pero sus más mundanos comerciantes y mercaderes eran más ricos, cultos e intelectuales, que la élite de la vecina Pompeya. Fue declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, junto con Pompeya y otros yacimientos arqueológicos, de la zona, en 1997.
Es conocida por haberse conservado, al igual que Pompeya, enterrada en las cenizas de la erupción del volcán Vesubio, del 24 de octubre del año 79 d.C. Muchos de sus habitantes, perecieron debido al flujo piroclástico, de la erupción.
Como la ciudad estaba más cerca, del volcán que Pompeya, el flujo piroclástico la alcanzó, a una temperatura superior, estimada en 400-500 °C, por lo que las víctimas, fueron reducidas al instante, a esqueletos abrasados, mientras que en Pompeya, por el contrario, la ceniza se endureció, alrededor de los cuerpos, que conservaron la carne, que al pudrirse, dejaba la forma hueca; desde 1860 empezaron a rellenarlas con yeso, para crear los famosos moldes.
Como Pompeya, Herculano desapareció en el olvido, bajo una capa de 25 m de ceniza por más de un milenio.
En 1709 Emmanuel Mauricio de Lorena, Duque de Elbeuf, mientras construía su residencia en la costa de Portici, oyó hablar de un hombre, que había descubierto mármoles y columnas antiguas, mientras cavaba un pozo, en la cercana ciudad de Resina. El duque compró su granja y comenzó, a cavar pozos y galerías subterráneas y excavó estatuas, columnas y mármoles que utilizó para su residencia de Portici, que también regaló a sus amigos, familiares y monarcas de toda Europa.
Las excavaciones, realizadas por Roque Joaquín de Alcubierre, comenzaron en la actual Ercolano, un suburbio de Nápoles, en 1738. La elaborada publicación de "Las antigüedades de Herculano expuestas", bajo el patrocinio del rey Carlos V de las Dos Sicilias, tuvo un importante efecto, en el incipiente neoclasicismo europeo.
A finales del siglo XVIII, comenzaron a descubrirse en Herculano una gran diversidad de objetos, como pinturas murales, trípodes, braseros, estatuas de bronce, botellas de perfume y cerámica etc..
Se encontraron en 1980, cientos de esqueletos de habitantes, que se habían refugiado en los cobertizos para barcas. Estas excavaciones, realizadas en el área del puerto de Herculano, permitieron hallar más de 200 esqueletos, de diversas edades y condición social.
La más famosa de las lujosas villas herculanas, es la Villa de los Papiros, identificada como el fastuoso retiro con vistas al mar, que Lucio Calpurnio Pisón, suegro de Julio César, mandó construir.
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