Tal día como hoy, 14 de diciembre de 1927, del aeródromo de Carabanchel -Madrid- con destino a Barcelona despega el primer vuelo comercial de la compañía Iberia.
El 14 de diciembre de 1927, tuvo lugar el primer vuelo comercial de la compañía Iberia, entre las ciudades de Madrid y Barcelona. Lo que más tarde se convertiría, en el puente aéreo más concurrido del mundo, sirvió para un viaje inaugural, que contaría con la presencia del rey Alfonso XIII.
El avión, de diez plazas, despegó del aeropuerto de Cuatro Vientos y sus privilegiados ocupantes, pagaron 163 pesetas por el pasaje. La compañía, se había constituido apenas seis meses antes, por iniciativa del empresario vizcaíno, Horacio Echevarrieta, y contaba por entonces con tres aviones, Rohrbach Roland, aparatos con tres motores BMW y una velocidad punta, de 205 kilómetros por hora.
La compañía se vio beneficiada, por la inauguración en 1931 del aeropuerto de Barajas. Por aquel entonces, Iberia iniciaba los vuelos a Canarias y poco después, volaría también a Baleares. No sería hasta los años 40, cuando se abrirían las puertas de Europa, primero las capitales cercanas, Roma, París, Londres y Lisboa.
En 1946, se inaugura la ruta trasatlántica, que enlaza la Península con Hispanoamérica. Por aquel entonces, Iberia había sido nacionalizada y formaba parte, del Instituto Nacional de Industria.
Además del significado emotivo de la comunicación, con las antiguas colonias, el trayecto Madrid-Buenos Aires, supuso la primera conexión de Europa con América del Sur, tras la Segunda Guerra Mundial.
Como el vuelo no era precisamente corto, duraba 36 horas, los aviones introdujeron por primera vez, un servicio de azafatas, que se preocupaba, por la comodidad del pasaje y le ofrecía comidas y aperitivos.
En los años sesenta, llegaron los aviones a reacción, los populares "jets", toda una revolución para la aviación, pues cambiaron los antiguos motores de hélices, por turbinas, que aprovechaban la fuerza autopropulsora del aire.
Estos aviones volaban más alto, por lo que evitaban las inclemencias meteorológicas, y alcanzaban una gran velocidad, incorporando cabinas presurizadas y fuselajes más compactos. En los setenta la novedad fue el Boeing 747, el popular Jumbo, aviones de gran tamaño, idóneos para el transporte de pasajeros.
En 2001, la salida de Iberia a la Bolsa, concluía su proceso de privatización y cerraba el círculo de su singladura, regresando al ámbito privado, del que surgió.
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