jueves, 28 de mayo de 2015

Covadonga, el origen de la Guerra de la Reconquista

Tal día como hoy 28 de mayo del 722, tiene lugar la “Batalla de Covadonga”, origen de la guerra de la Reconquista, que duró 800 años.

La batalla, se libró en un lugar próximo a Cangas de Onís -Asturias-, entre el ejército cristiano de don Pelayo y tropas musulmana, siendo el primero un pequeño grupo de guerreros astures, vascos y gallegos, que derrotaron a un ejército regular musulmán .

Esta refriega -ya que no puede considerarse batalla - es tenida por los historiadores como el inicio del largo proyecto denominado Reconquista,

Según se cuenta, Pelayo era el jefe o un “espatario” - hombre de armas de la guardia personal del rey don Rodrigo - que sobrevivió a la batalla de Guadalete y tras la derrota, se refugió en Toledo, de donde luego se retiró al norte de la Península, cerca del lugar donde, al parecer, había nacido.

Pelayo acudió a Cangas, donde unos cristianos sometidos celebraban una asamblea, a los cuales  reprochó su cobarde comportamiento y les arengó para rebelarse contra los musulmanes, de donde surgió un grupo de irreductibles, que decidieron alzarse en armas tras reconocerle como caudillo, convirtiéndose en jefe del levantamiento popular.

Las crónica musulmanas de Córdoba, se refieren a ellos como unos “asnos salvajes que se han levantado en el norte de Hispania” a los que consideraban bárbaros y para someterlos se envió un ejército al mando de Alqama, uno de los mejores generales de Muza, con instrucciones de eliminarlos rápidamente, como ejemplo y para no correr riesgos de nuevas sublevaciones.

Los fieles de Pelayo, oscilaban entre unos pocos cientos de soldados, mientras el ejército enviado contra ellos se cifra modernamente en unos 20.000 hombres.

Pelayo se atrincheró con su gente en la Cova Dominica, en Covadonga, apostando a sus hombres en los desfiladeros de acceso,  pues eran todos expertos en el uso de los arcos y lanzamiento de piedras con ondas, además de conocer a la perfección la montaña, por lo que atacaban en emboscadas, replegándose luego y volviendo al ataque en otro lugar..

Este tipo de lucha, provocaba un elevado número de bajas entre los musulmanes, siendo de muy difícil respuesta, por lo que decidieron retroceder, lo cual supuso el incremento del ataque cristiano sobre ellos, que les hizo retirarse rápidamente y acrecentar el número de muertos en los desfiladeros.

Ante la enconada resistencia y la imposibilidad de vencer, sin un coste muy elevado de bajas, las tropas musulmanas con su jefe muerto en combate, junto con su séquito, en un valle del centro de Asturias, decidieron retirarse, ya que pensaron que poco daño podrían hacer en el futuro, tan reducido grupo de salvajes montañeses

Sin embargo, la rebelión no sería ya jamás dominada y Pelayo siguió siendo caudillo y nombrado luego rey hasta su muerte en el 737.

En las escuelas de Siria, en el año 1995, se enseñaba que Pelayo, era; "Una mula incivilizada de las montañas que derrotó a los musulmanes", lo cual demuestra la relevancia que, en su día,  se le dio al acontecimiento, y como fue percibido dentro del mundo musulmán de entonces.



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