martes, 5 de mayo de 2015

El genocidio del pueblo filipino

Tal día como hoy, 5 de mayo de 1902, la prensa de Nueva York denuncia el “Genocidio filipino”, perpetrado por el ejército estadounidense.

Los Estados Unidos, decidieron entrar en "el negocio" del colonialismo, por el expeditivo procedimiento de arrebatar, a una decadente España, lo poco que le quedaba de aquel imperio, donde “nunca se ponía el sol”.

Tras declararle la guerra en 1898, expulsó a España de Cuba y Filipinas, con la ayuda de la clase indígena y criolla, deseosas de obtener la libertad prometida por el “hermano americano”, después de librarse de los españoles.

Los filipinos, recibieron a los norteamericanos como aliados, ayudándoles contra los españoles, pero cuando comprobaron que llegaban como conquistadores, se desató una rebelión general pese a la cual, los Estados Unidos se apoderaron de las Filipinas convirtiéndolas en una colonia.

Realmente, en diciembre de 1898, el gobierno USA había adquirido las islas, en el Tratado de París, por 20 millones de dólares, pero los filipinos - que ya habían declarado su independencia - se opusieron a los términos del tratado. 


Al finalizar la guerra, el presidente McKinley y su gobierno decidieron que los territorios “liberados”, debían pasar a formar parte del "nuevo imperio colonial norteamericano" y, Cuba y otros territorios, como  Puerto Rico, Guam y Filipinas se convirtieron en colonias estadounidense.

Cuando los filipinos instauraron un gobierno propio, la nueva potencia colonial persiguió sin piedad a los independentistas, dando inicio a la llamada Guerra Filipino-Estadounidense.

En el caso filipino, esta resistencia dio origen a una represión espantosa, con la quema de aldeas, torturas y violaciones, durante las cuales murieron 20.000 militares filipinos y 4.234 americanos y el número de civiles muertos, sobrepasó el millón, sobre una población que rondaría los nueve millones.

El General Jacob H. Smith, al mando de las tropas USA, ordenó: "Maten a todos los que tengan más de diez. Son delincuentes debido a que nacieron diez años antes de que invadiéramos las Filipinas” - General Jacob H. Smith. (Publicado en el New York Journal, 5 de mayo de 1902).

Jacob H. Smith fue juzgado, no por asesinato o crímenes de guerra, sino por "conducta en perjuicio del buen orden y la disciplina militar" y su único castigo, fue pasar a la situación de retirado.

Las masacres indiscriminadas de filipinos, se prolongaron hasta 1913 y después, el país siguió siendo de hecho colonia de Estados Unidos hasta que se reconoció su independencia en 1946, tras la Segunda Guerra Mundial.

Lo que a nuestro entender hace grande -
pese a todos sus defectos - al pueblo norteamericano, es que este horrible crimen, fue denunciado por su propia prensa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario