viernes, 15 de mayo de 2015

Diego Marín Aguilera, el primer hombre que voló.

Tal día como hoy 15 de mayo de 1793, en Coruña del Conde -Burgos - Diego Marín Aguilera vuela cerca de 400 metros, con el primer “avión de plumas”.

Siempre se ha dicho, que fueron los hermanos Wright los primeros en volar, con un aparato más pesado que el aire, pero creemos que es justo desmentir esta afirmación ya que en verdad, fue el burgalés Diego Marín Aguilera quien surcó primero los cielos en la Historia.

Diego Marín, pastor de profesión, estuvo siempre observando el movimiento de los pájaros y -fascinado por su forma de volar - en la soledad de las montañas con sus rebaños, le vino la obsesión de elevarse por encima del suelo y ver el mundo desde lo más alto.

Era hijo de agricultores, de carácter emprendedor y dotado de gran inteligencia natural, quele permitió idear pequeños inventos, con los que facilitaba el trabajo de sus vecinos como; mejorar el funcionamiento del molino; aserrar mármoles en las canteras o aumentar la eficacia de los molinos de agua.

Diego, concibió la idea de poder llegar a volar como las aves, y mientras se dedicaba al pastoreo, estudió el vuelo de las águilas, madurando la idea de fabricar un aparato más pesado que el aire para transportar a una persona, e imitando lo que veía, quiso que tuviera la forma de un águila gigante y no dudo en ponerle unas alas de dos metros, hechas de varillas de hierro y forradas de plumas con un sistema articular para guiarlo y en el centro un fuselaje de madera y un asiento, en donde estaría el piloto, y luego una cola para equilibrar el vuelo.

Con la ayuda del herrero del pueblo, construyó esa especie de pájaro mecánico, cuyo armazón de madera aligeró de peso, con alas a escala de las de las águilas por finas varillas de hierro y recubiertas luego con plumas de este ave, con la misma colocación y con su cola también a escala, dotado todo de mecanismos y manivelas para moverlas y así poder gobernar el artilugio.

La noche de 15 de mayo de 1793, acompañado de un amigo pusieron el “gran avión de plumas” en la peña más alta del castillo del pueblo y desde allí emprendió su vuelo, aprovechando las térmicas, tal como hacen las aves. 

Subió el aparato, en el castillo de Coruña del Conde, vestido con un traje emplumado, mientras dijo a un amigo y su hermana, que hacían de testigos: “Voy a Burgo de Osma, de allí a Soria y volveré pasados unos días.”, luego, se lanzó al vació y, contra lo que todos temían, consiguió volar unas 431 varas castellanas, o 360 metros, - cien más que los hermanos Wright 110 años después – debido a que uno de los pernos de las alas se soltó y tuvo que aterrizar en un valle cercano, donde le encontraron ileso y contrariado, sentado en la hierba junto al aparato y, prometiendo al día siguiente volver a hacerlo.

A la mañana siguiente, al despertar y enterarse de lo acontecido, los parientes de Diego Marín encabezados por el cura del pueblo - la iglesia como siempre ayudando a la ciencia – junto a sus vecinos, se mofaron de él, e incluso le llamaron loco, hasta que acabaron quitándole su preciado ingenio y en un prado lo quemaron, lo que unido a sus burlas, le causó una profunda depresión que produjo su muerte el 11 de octubre de 1799 a la edad de 44 años. .

Tras cientos de años, poco a poco, se está volviendo a recuperar su memoria y su figura y, desde el 2009, existe en el Aeropuerto de Burgos, una placa homenajeando este hecho,

El Ejército del Aire, instaló en el pueblo natal de Diego Marín Aguilera, en el mismo lugar donde inicio su vuelo este casi desconocido – tal vez por ser español - un monumento para que nadie se olvide, de este maravilloso precursor de la aeronáutica, en cuya base puede leerse: “El Ejército del Aire al primer hombre que voló”.


1 comentario:

  1. Que el aeropuerto de Burgos se llame "Diego Marín Aguilera" en honor a este pionero de la aviación del siglo XVIII - ¡Firma la petición! chn.ge/2JbhaWY vía @change_es RT @rbriongosDB

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