Tal día como hoy 30 de septiembre de 1864, España y Portugal firman el Tratado de Lisboa por el que se establecen las actuales fronteras entre ambos países.
También conocido como “Tratado de Lindes de Lisboa” en él se fijaron las fronteras vigentes en la actualidad, quedando por determinar el que Portugal no reconocía la soberanía española sobre Olivenza y dejando por delimitar el área fronteriza en torno a esta ciudad.
En el tratado, Portugal recibió la soberanía sobre los denominados “pueblos promíscuos” en los que parte de sus casas estaban situadas en la misma línea fronteriza, siendo utilizada por sus habitantes para burlar a las autoridades aduaneras de ambos países, al no estar clara su pertenencia exclusiva a ninguno de ellos.
El contencioso de Olivenza se remonta casi a su origen. A mediados del siglo XIII la Orden del Temple, se instaló en el territorio tras la conquista de Badajoz en 1230 por Alfonso IX de León y más tarde, por el Tratado de Alcañices de 1297, se fijó de nuevo la frontera entre Castilla y Portugal y la soberanía de la ciudad, pasó al rey portugués.
Pero en 1801, Olivenza fue conquistada por el ejército franco-español durante la “Guerra de las Naranjas” y anexionada a España el 6 de junio de 1801, mediante el Tratado de Badajoz.
En los años siguientes, Portugal la reclamó para su soberanía, pero progresivamente renunció a toda reclamación, aunque en algunos sectores de opinión portugueses se fomentó la pervivencia del litigio mediante una visión propagandística de los hechos, intentando obligar a la diplomacia lusa a retomar la cuestión de la retrocesión.
Portugal y España han firmado después diversos tratados, como el de Amistad y Cooperación de 1977, en donde se reafirma la inviolabilidad de fronteras y tanto el proceso de integración en la Unión Europea, como la firma del tratado de Schengen, al que pertenecen ambos países, ha relegado esta antigua disputa territorial a un ámbito menor.
En cuanto a los “pueblos promiscuos” el más importante es Soutelinho da Raia con 150 habitantes -llegó a tener 559 en 1950 - en las alturas de la Sierra de la Panadeira, con un clima riguroso de inviernos muy fríos y frecuentes nevadas.
Al estar ubicado en la misma línea fronteriza, resultaba incontrolable por las autoridades de ambos países, y a este respecto se contaba:
“El estado de los pueblos promíscuos era no menos singular: puestos cabalmente en la raya de ambas naciones, parte de una casa solía pertenecer a España y otra a Portugal. De esa manera el vecino, perseguido por las autoridades españolas, por ejemplo, sin salir de su morada y con solo presentarse a la puerta, que todas o casi todas las casas tenían por la espalda, se hallaba en Portugal y a salvo de todo castigo. ¡ Grande aliento al crimen y a la impunidad !”.
Relación efemérides históricas; cuentos, reflexiones, poesias...
domingo, 30 de septiembre de 2018
sábado, 29 de septiembre de 2018
El asesinato de “Pompeyo el Grande”
Tal día como hoy 29 de septiembre del 48 a. C., el rey Ptolomeo XIII de Egipto manda asesinar a “Pompeyo el Grande”.
Cneo Pompeyo Magno conocido como “Pompeyo el Grande” fue un político y general romano que alcanzó por sí mismo el rango de nobleza romana, a través de su éxito como líder en diversas campañas bélicas.
Formó parte del Primer Triunvirato, junto con Marco Craso y Julio Cesar y tras la muerte del primero, luchó contra el segundo por el liderazgo del estado romano en una guerra civil.
Pompeyo combatió por “los optimates”, facción aristocrática del Senado Romano, hasta que fue definitivamente derrotado por César en la batalla de Farsalia.
Buen conocedor de la calidad de las tropas de César, era partidario de una estrategia de desgaste, pero los senadores le presionaron para enfrentarse en una batalla campal en agosto del 48 a. C. en Farsalia y aunque la ventaja numérica era favorable a Pompeyo, los errores pompeyanos llevaron a la victoria de César.
Para salvar su vida, tuvo que huir a Egipto con la intención de pedir ayuda al faraón Ptolomeo y al llegar a Egipto, Pompeyo envió un mensajero al joven Ptolomeo, que se hallaba en Pelusio guerreando contra su hermana y esposa, Cleopatra VII.
El eunuco Potino, verdadero gobernante en la sombra, reunió a los consejeros reales y éstos decidieron que había que dar muerte a Pompeyo y al desembarcar fue apuñalado hasta la muerte por sus propios compañeros.
Los egipcios le cortaron la cabeza y se la llevaron con su sello al rey Ptolomeo, que lo entregó a César, quien lloró al recibirlo y castigó a sus asesinos y conspiradores.
A diferencia de César, Pompeyo carecía de instinto político y no supo sacar provecho del sistema político romano y al final, su respeto por el orden establecido resultó ser su talón de Aquiles, tal como expuso su contemporáneo Veleyo Patérculo: "Excelente por su honradez, egregio en su integridad, de moderada aptitud para la elocuencia, muy ambicioso de la autoridad que le conferían las magistraturas, pero no por la fuerza. Jamás, o casi nunca, hizo uso de su poder para imponerse".
Ante su asesinato, César no reaccionó como Ptolomeo esperaba y restableció de nuevo como reina a Cleopatra, ofreciendo a él la isla de Chipre, que se negó a aceptar alzándose en armas, pero César le derrotó en Alejandría y en su huida se ahogó en el rio Nilo.
Cneo Pompeyo Magno conocido como “Pompeyo el Grande” fue un político y general romano que alcanzó por sí mismo el rango de nobleza romana, a través de su éxito como líder en diversas campañas bélicas.
Formó parte del Primer Triunvirato, junto con Marco Craso y Julio Cesar y tras la muerte del primero, luchó contra el segundo por el liderazgo del estado romano en una guerra civil.
Pompeyo combatió por “los optimates”, facción aristocrática del Senado Romano, hasta que fue definitivamente derrotado por César en la batalla de Farsalia.
Buen conocedor de la calidad de las tropas de César, era partidario de una estrategia de desgaste, pero los senadores le presionaron para enfrentarse en una batalla campal en agosto del 48 a. C. en Farsalia y aunque la ventaja numérica era favorable a Pompeyo, los errores pompeyanos llevaron a la victoria de César.
Para salvar su vida, tuvo que huir a Egipto con la intención de pedir ayuda al faraón Ptolomeo y al llegar a Egipto, Pompeyo envió un mensajero al joven Ptolomeo, que se hallaba en Pelusio guerreando contra su hermana y esposa, Cleopatra VII.
El eunuco Potino, verdadero gobernante en la sombra, reunió a los consejeros reales y éstos decidieron que había que dar muerte a Pompeyo y al desembarcar fue apuñalado hasta la muerte por sus propios compañeros.
Los egipcios le cortaron la cabeza y se la llevaron con su sello al rey Ptolomeo, que lo entregó a César, quien lloró al recibirlo y castigó a sus asesinos y conspiradores.
A diferencia de César, Pompeyo carecía de instinto político y no supo sacar provecho del sistema político romano y al final, su respeto por el orden establecido resultó ser su talón de Aquiles, tal como expuso su contemporáneo Veleyo Patérculo: "Excelente por su honradez, egregio en su integridad, de moderada aptitud para la elocuencia, muy ambicioso de la autoridad que le conferían las magistraturas, pero no por la fuerza. Jamás, o casi nunca, hizo uso de su poder para imponerse".
Ante su asesinato, César no reaccionó como Ptolomeo esperaba y restableció de nuevo como reina a Cleopatra, ofreciendo a él la isla de Chipre, que se negó a aceptar alzándose en armas, pero César le derrotó en Alejandría y en su huida se ahogó en el rio Nilo.
viernes, 28 de septiembre de 2018
Biografía breve del líder socialista Julián Besteiro
Tal día como hoy 27 de septiembre de 1940, muere víctima de tuberculosis Julián Besteiro, socialista y ex-presidente de las Cortes Españolas durante la II República, recluido en la cárcel de Carmona -Sevilla-.
Julián Besteiro Fernández fue un catedrático y político, que tras la huida de los miembros del Consejo de Defensa de Madrid, quedó como máxima autoridad republicana, entregando el poder a los vencedores de la Guerra Civil Española.
De origen gallego, ingresó a los nueve años en la Institución Libre de Enseñanza, de Francisco Giner de los Ríos que dejó una huella imborrable en su personalidad, para cursar luego estudios de Filosofía y Letras en Madrid, consiguiendo el doctorado en 1895.
En marzo de 1897 gana la cátedra de Psicología, Lógica y Ética de Instituto y en 1912 de Lógica de la Universidad de Madrid, en cuya facultad de Filosofía fue profesor de varias generaciones.
Su actividad antibelicista contra la Guerra de Marruecos le llevó a la cárcel, y al poco solicitó y obtuvo el ingreso en el Partido Socialista Obrero Español -PSOE- y en su sindicato, la Unión General de Trabajadores.
En agosto de 1917, la UGT convocó una huelga general revolucionaria que no obtuvo resultados y Besteiro, junto a los demás componentes del comité de huelga, es juzgado y condenado a cadena perpetua, aunque en las elecciones de febrero de 1918, todos fueron elegidos diputados y liberados.
Durante la dictadura de Primo de Rivera, fue partidario de colaborar con el dictador, para anular a la organización anarco-sindicalista CNT, lo que le llevó a serias discrepancias con otros líderes del partido, pese a lo cual sucedió a Pablo Iglesias al frente del PSOE.
En julio de 1931, proclamada la República, Besteiro es elegido presidente de las Cortes Constituyentes y dentro de su línea moderada, se mantuvo al margen de la progresiva radicalización del PSOE, que llevó a la Revolución de 1934 en Asturias, a la que siempre se opuso.
Cuando estalló la Guerra Civil, se mostró contrario a la preponderancia del Partido Comunista y partidario de intentar una paz negociada, negándose a abandonar Madrid cuando el gobierno de la República se trasladó a Valencia.
Besteiro se suma a la iniciativa del coronel Segismundo Casado que, el 6 de marzo de 1939, dio un golpe contra la República, para iniciar negociaciones con el general Franco, pero Franco, con una guerra ya ganada, no quería más que una rendición sin condiciones.
El 27 de marzo de 1939, realiza la entrega del poder a los vencedores, siendo detenido – ya enfermo - en los sótanos del actual Ministerio de Hacienda, donde tenía su despacho y prácticamente vivía.
Su depuración como catedrático, sin proceso contradictorio, se produjo mediante Orden Ministerial en 1939 y ese año es sometido a un Consejo de Guerra bajo la acusación de "Delito de Adhesión a la Rebelión Militar", por “haber promovido un Socialismo Moderado mucho más peligroso que el Socialismo Revolucionario”.
Condenado a 30 años de prisión, es trasladado a la cárcel de Carmona - Sevilla- en donde, con gran dignidad, murió el 27 de septiembre de 1940, al parecer, de una septicemia causada por la tuberculosis, agravada por las deficientes condiciones del presidio.
Madrid le rindió homenaje en 2003, cuando inauguró la estación de metro Julián Besteiro en Leganés, frente al centro cultural del mismo nombre.
Julián Besteiro Fernández fue un catedrático y político, que tras la huida de los miembros del Consejo de Defensa de Madrid, quedó como máxima autoridad republicana, entregando el poder a los vencedores de la Guerra Civil Española.
De origen gallego, ingresó a los nueve años en la Institución Libre de Enseñanza, de Francisco Giner de los Ríos que dejó una huella imborrable en su personalidad, para cursar luego estudios de Filosofía y Letras en Madrid, consiguiendo el doctorado en 1895.
En marzo de 1897 gana la cátedra de Psicología, Lógica y Ética de Instituto y en 1912 de Lógica de la Universidad de Madrid, en cuya facultad de Filosofía fue profesor de varias generaciones.
Su actividad antibelicista contra la Guerra de Marruecos le llevó a la cárcel, y al poco solicitó y obtuvo el ingreso en el Partido Socialista Obrero Español -PSOE- y en su sindicato, la Unión General de Trabajadores.
En agosto de 1917, la UGT convocó una huelga general revolucionaria que no obtuvo resultados y Besteiro, junto a los demás componentes del comité de huelga, es juzgado y condenado a cadena perpetua, aunque en las elecciones de febrero de 1918, todos fueron elegidos diputados y liberados.
Durante la dictadura de Primo de Rivera, fue partidario de colaborar con el dictador, para anular a la organización anarco-sindicalista CNT, lo que le llevó a serias discrepancias con otros líderes del partido, pese a lo cual sucedió a Pablo Iglesias al frente del PSOE.
En julio de 1931, proclamada la República, Besteiro es elegido presidente de las Cortes Constituyentes y dentro de su línea moderada, se mantuvo al margen de la progresiva radicalización del PSOE, que llevó a la Revolución de 1934 en Asturias, a la que siempre se opuso.
Cuando estalló la Guerra Civil, se mostró contrario a la preponderancia del Partido Comunista y partidario de intentar una paz negociada, negándose a abandonar Madrid cuando el gobierno de la República se trasladó a Valencia.
Besteiro se suma a la iniciativa del coronel Segismundo Casado que, el 6 de marzo de 1939, dio un golpe contra la República, para iniciar negociaciones con el general Franco, pero Franco, con una guerra ya ganada, no quería más que una rendición sin condiciones.
El 27 de marzo de 1939, realiza la entrega del poder a los vencedores, siendo detenido – ya enfermo - en los sótanos del actual Ministerio de Hacienda, donde tenía su despacho y prácticamente vivía.
Su depuración como catedrático, sin proceso contradictorio, se produjo mediante Orden Ministerial en 1939 y ese año es sometido a un Consejo de Guerra bajo la acusación de "Delito de Adhesión a la Rebelión Militar", por “haber promovido un Socialismo Moderado mucho más peligroso que el Socialismo Revolucionario”.
Condenado a 30 años de prisión, es trasladado a la cárcel de Carmona - Sevilla- en donde, con gran dignidad, murió el 27 de septiembre de 1940, al parecer, de una septicemia causada por la tuberculosis, agravada por las deficientes condiciones del presidio.
Madrid le rindió homenaje en 2003, cuando inauguró la estación de metro Julián Besteiro en Leganés, frente al centro cultural del mismo nombre.
jueves, 27 de septiembre de 2018
Pedro de Ursúa y el desquiciado Lope de Aguirre
Tal día como hoy 26 de septiembre de 1560, el conquistador español Pedro de Ursúa con tres bergantines y 370 hombres, parte hacia la Amazonia, en busca del mítico “El Dorado”, muriendo en el empeño.
Este conquistador llegó a América con 15 años, para reunirse con su tío, Juez de residencia de Indias y en 1545 con solo 17 años, se convirtió en Teniente de Gobernación del Nuevo Reino de Granada, donde su tío le encomendó conquistar diferentes tribus como las Muzo y Guanes.
Lideró campañas en la sierra Nevada de Santa Marta, desempeñando satisfactoriamente pese a su poca edad, el puesto de Gobernador provisional y destacando en la pacificación de los indios panches, fundando la villa de Pamplona, en 1549 y la ciudad de Tudela, luego destruida por los indios.
Nombrado Justicia Mayor por Andrés Hurtado de Mendoza, nuevo Virrey del Perú, reprimió a los cimarrones y tras una feroz campaña apresó a su líder Bayano para ser juzgado en España, lo cual le valió el favor de Hurtado de Mendoza.
Deslumbrado por las leyendas, organizó una expedición en busca del “Dorado”- mítico reino donde abundaba el oro –emprendiendo esta aventura fatídica para él, con 370 soldados, 500 esclavos indios y algunos negros.
A su mando, el 26 de septiembre de 1560 partieron los expedicionarios por el río Marañón, en dos bergantines, dos barcazas y unas cuantas balsas y canoas y entre estos figuraban Lope de Aguirre y su joven hija mestiza Elvira, pero Ursúa despertaba poca confianza entre sus hombres, pues solo pensaba en su amante mestiza Inés de Atienza, que le acompañaba.
Un año más tarde, Lope de Aguirre participó en el asesinato de Ursúa y de su sucesor, poniéndose él al frente de la expedición, asesinando a las poblaciones nativas a su paso y firmando en marzo de 1561, una declaración de guerra al Imperio español, mientras se proclamaba “príncipe del Perú, Tierra Firme y Chile”, en carta a Felipe II, al que explicaba sus planes de libertad y autogobierno, mientras se deshacía de Inés Atienza – amante del asesinado Ursúa – matándola también, al haber disputas entre sus hombres por estar con ella.
En julio de 1561, Aguirre tomó la Isla de Margarita, apresó al gobernador y los miembros del Cabildo y, tras matar a garrote al gobernador y a 50 vecinos, escribió una nueva carta al rey español retándolo e insultándolo.
En agosto de 1561, abandonó Margarita rumbo a tierra firme, donde saqueó Borburata e intentó tomar Panamá, matando en el camino a Juan Rodríguez Suárez y sus hombres y, tras atravesar la serranía cayó donde le esperaba el maestre de campo Diego García de Paredes para detenerlo y ajusticiarlo, pues el 26 de octubre de 1561 dos de sus hombres le mataron de un disparo cortándole luego la cabeza.
Su cuerpo fue descuartizado y sus restos comidos por los perros a excepción de su cabeza, que fue expuesta como escarmiento en una jaula y declarado en juicio tras su muerte culpable de lesa majestad, mientras varios de sus hombres, culpables también de los crímenes cometidos fueron sentenciados a muerte.
Antes de morir Aguirre mató a puñaladas a su hija, Elvira, diciendo: "Porque alguien a quien quiero tanto no debería llegar a acostarse con personas ruines".
La figura del desquiciado Aguirre fue inmortalizada en el cine en la película alemana: “Aguirre o la cólera de Dios”
Este conquistador llegó a América con 15 años, para reunirse con su tío, Juez de residencia de Indias y en 1545 con solo 17 años, se convirtió en Teniente de Gobernación del Nuevo Reino de Granada, donde su tío le encomendó conquistar diferentes tribus como las Muzo y Guanes.
Lideró campañas en la sierra Nevada de Santa Marta, desempeñando satisfactoriamente pese a su poca edad, el puesto de Gobernador provisional y destacando en la pacificación de los indios panches, fundando la villa de Pamplona, en 1549 y la ciudad de Tudela, luego destruida por los indios.
Nombrado Justicia Mayor por Andrés Hurtado de Mendoza, nuevo Virrey del Perú, reprimió a los cimarrones y tras una feroz campaña apresó a su líder Bayano para ser juzgado en España, lo cual le valió el favor de Hurtado de Mendoza.
Deslumbrado por las leyendas, organizó una expedición en busca del “Dorado”- mítico reino donde abundaba el oro –emprendiendo esta aventura fatídica para él, con 370 soldados, 500 esclavos indios y algunos negros.
A su mando, el 26 de septiembre de 1560 partieron los expedicionarios por el río Marañón, en dos bergantines, dos barcazas y unas cuantas balsas y canoas y entre estos figuraban Lope de Aguirre y su joven hija mestiza Elvira, pero Ursúa despertaba poca confianza entre sus hombres, pues solo pensaba en su amante mestiza Inés de Atienza, que le acompañaba.
Un año más tarde, Lope de Aguirre participó en el asesinato de Ursúa y de su sucesor, poniéndose él al frente de la expedición, asesinando a las poblaciones nativas a su paso y firmando en marzo de 1561, una declaración de guerra al Imperio español, mientras se proclamaba “príncipe del Perú, Tierra Firme y Chile”, en carta a Felipe II, al que explicaba sus planes de libertad y autogobierno, mientras se deshacía de Inés Atienza – amante del asesinado Ursúa – matándola también, al haber disputas entre sus hombres por estar con ella.
En julio de 1561, Aguirre tomó la Isla de Margarita, apresó al gobernador y los miembros del Cabildo y, tras matar a garrote al gobernador y a 50 vecinos, escribió una nueva carta al rey español retándolo e insultándolo.
En agosto de 1561, abandonó Margarita rumbo a tierra firme, donde saqueó Borburata e intentó tomar Panamá, matando en el camino a Juan Rodríguez Suárez y sus hombres y, tras atravesar la serranía cayó donde le esperaba el maestre de campo Diego García de Paredes para detenerlo y ajusticiarlo, pues el 26 de octubre de 1561 dos de sus hombres le mataron de un disparo cortándole luego la cabeza.
Su cuerpo fue descuartizado y sus restos comidos por los perros a excepción de su cabeza, que fue expuesta como escarmiento en una jaula y declarado en juicio tras su muerte culpable de lesa majestad, mientras varios de sus hombres, culpables también de los crímenes cometidos fueron sentenciados a muerte.
Antes de morir Aguirre mató a puñaladas a su hija, Elvira, diciendo: "Porque alguien a quien quiero tanto no debería llegar a acostarse con personas ruines".
La figura del desquiciado Aguirre fue inmortalizada en el cine en la película alemana: “Aguirre o la cólera de Dios”
miércoles, 26 de septiembre de 2018
Batalla de Farsalia, fin de la República Romana
Tal día como hoy 26 de septiembre del año 46 a. C., en Roma, Julio César inaugura el templo de su antepasada mítica Venus Generatriz, cumpliendo una promesa realizada antes de la batalla de Farsalia.
La batalla de Farsalia fue un enfrentamiento ocurrido en Grecia central, el 9 de agosto del año 48 a. C., decisivo en la guerra civil romana, donde Julio César y sus aliados lucharon contra el ejército de Pompeyo Magno, que contaba con una mayoría de senadores, pero su ejército era de inferior calidad a las legiones de César y que supuso el fin de la República y el inicio del Imperio romano.
Antes de la batalla, César estaba en una posición extrema con solo la mitad de su ejército, unos 30. 000 hombres, sin capacidad para abastecerse por mar y con un apoyo local limitado porque las ciudades griegas eran en su mayoría leales a Pompeyo.
Por su parte Pompeyo, tenía un ejército muy numeroso, de unos 100.000 hombres, sin embargo, sus tropas eran en su mayoría reclutas novatos y los soldados de César veteranos endurecidos, pero la situación cambió para Cesar, cuando Marco Antonio, aliado suyo, logró llegar a Grecia con 20.000 hombres de refuerzo, con lo cual se sintió preparado para enfrentarse a Pompeyo.
Sin embargo, las ideas de los dos comandantes sobre el desarrollo de la batalla diferían sustancialmente, ya que mientras Pompeyo intentaría vencer con su superioridad numérica, César planeó primero derrotar a la caballería enemiga y contraatacar por el flanco y para ello, reforzó su caballería con infantería, lo cual debilitó el centro del ejército, pero lo hizo confiando en que sus veteranos aguantarían el empuje.
La caballería pompeyana se lanzó al ataque, pero ante su acometida la de Cesar se retiró, en una fingida huida sin otro objetivo que atraer al enemigo hacia la infantería, bien pertrechada para combatirlos y cuando ambos bandos entraron en contacto, César ordenó a su reserva atacar el centro del ejército rival y con esa maniobra, los pompeyanos empezaron a desmoronarse y la caballería cesariana persiguió a la de Pompeyo, por lo que viendo la batalla perdida, este se retiró a su campamento, dando la lucha por conclusa.
César escribe en sus comentarios de la batalla, que tuvo 200 bajas entre los legionarios y 30 entre los centuriones y su enemigo unas 15.000, aunque es muy posible que las bajas totales de César alcanzaran los 1.200 hombres.
Pompeyo huyó a Egipto, donde fue asesinado por orden del faraón Ptolomeo XIII, que envió la cabeza a César para ganar su favor, pero en su lugar se aseguró un enemigo, pues no tuvo en cuenta que César concedió la amnistía a gran número de sus enemigos e incluso a sus más acérrimos, se les permitió no solo volver a Roma, sino asumir sus posiciones anteriores en la sociedad.
Farsalia puso fin a la guerra del Primer Triunvirato, pero no a la guerra civil entre romanos, pues dos hijos de Pompeyo, Cneo y Sexto, y la facción pompeyana, dirigida por Metelo Escipión y Catón, lucharon en nombre de Pompeyo, pero la superioridad militar ya la había ganado César en Farsalia irrevocablemente.
Después de destruir a todos sus enemigos y llevar la paz a Roma, fue asesinado por sus amigos, en una conspiración organizada por Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, el 15 de marzo del año 44 a. C.
La batalla de Farsalia fue un enfrentamiento ocurrido en Grecia central, el 9 de agosto del año 48 a. C., decisivo en la guerra civil romana, donde Julio César y sus aliados lucharon contra el ejército de Pompeyo Magno, que contaba con una mayoría de senadores, pero su ejército era de inferior calidad a las legiones de César y que supuso el fin de la República y el inicio del Imperio romano.
Antes de la batalla, César estaba en una posición extrema con solo la mitad de su ejército, unos 30. 000 hombres, sin capacidad para abastecerse por mar y con un apoyo local limitado porque las ciudades griegas eran en su mayoría leales a Pompeyo.
Por su parte Pompeyo, tenía un ejército muy numeroso, de unos 100.000 hombres, sin embargo, sus tropas eran en su mayoría reclutas novatos y los soldados de César veteranos endurecidos, pero la situación cambió para Cesar, cuando Marco Antonio, aliado suyo, logró llegar a Grecia con 20.000 hombres de refuerzo, con lo cual se sintió preparado para enfrentarse a Pompeyo.
Sin embargo, las ideas de los dos comandantes sobre el desarrollo de la batalla diferían sustancialmente, ya que mientras Pompeyo intentaría vencer con su superioridad numérica, César planeó primero derrotar a la caballería enemiga y contraatacar por el flanco y para ello, reforzó su caballería con infantería, lo cual debilitó el centro del ejército, pero lo hizo confiando en que sus veteranos aguantarían el empuje.
La caballería pompeyana se lanzó al ataque, pero ante su acometida la de Cesar se retiró, en una fingida huida sin otro objetivo que atraer al enemigo hacia la infantería, bien pertrechada para combatirlos y cuando ambos bandos entraron en contacto, César ordenó a su reserva atacar el centro del ejército rival y con esa maniobra, los pompeyanos empezaron a desmoronarse y la caballería cesariana persiguió a la de Pompeyo, por lo que viendo la batalla perdida, este se retiró a su campamento, dando la lucha por conclusa.
César escribe en sus comentarios de la batalla, que tuvo 200 bajas entre los legionarios y 30 entre los centuriones y su enemigo unas 15.000, aunque es muy posible que las bajas totales de César alcanzaran los 1.200 hombres.
Pompeyo huyó a Egipto, donde fue asesinado por orden del faraón Ptolomeo XIII, que envió la cabeza a César para ganar su favor, pero en su lugar se aseguró un enemigo, pues no tuvo en cuenta que César concedió la amnistía a gran número de sus enemigos e incluso a sus más acérrimos, se les permitió no solo volver a Roma, sino asumir sus posiciones anteriores en la sociedad.
Farsalia puso fin a la guerra del Primer Triunvirato, pero no a la guerra civil entre romanos, pues dos hijos de Pompeyo, Cneo y Sexto, y la facción pompeyana, dirigida por Metelo Escipión y Catón, lucharon en nombre de Pompeyo, pero la superioridad militar ya la había ganado César en Farsalia irrevocablemente.
Después de destruir a todos sus enemigos y llevar la paz a Roma, fue asesinado por sus amigos, en una conspiración organizada por Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, el 15 de marzo del año 44 a. C.
martes, 25 de septiembre de 2018
Historia del estadio del Fútbol Club Barcelona
Tal día como hoy 25 de septiembre de 1957 se disputaron en el campo de Les Corts y el Palacio Municipal de Deportes, una serie de partidos internacionales celebrando la inauguración del Camp Nou, estadio del Fútbol Club Barcelona, efectuada el día anterior.
El Camp Nou, que en castellano significa "Campo Nuevo", es un recinto deportivo ubicado en Barcelona cuyo nombre iba a ser “Estadio Joan Gamper”, pero la iniciativa no se llevó a efecto ya que el parecer el entonces presidente del club, Francesc Miró-Sans, quería que el estadio llevara su nombre, como en el caso del Bernabéu en Madrid.
Los problemas de la última fase de su presidencia hicieron que se reafirmara el nombre que popularmente había empezado a dársele, “Camp Nou” aunque en el momento de su inauguración, en 1957, fue bautizado simplemente como “Estadio del F. C. Barcelona” y en el año 2001 se adoptó oficialmente el nombre actual, que es la denominación con la que popularmente siempre ha sido conocido.
Con su capacidad de 99.354 espectadores es el estadio con más aforo de Europa y el sexto del mundo, aunque esta capacidad ha sufrido diversos cambios debido a las diferentes ampliaciones que se han hecho. Inicialmente, en 1957 cabían 93.053 espectadores, cifra que llegó hasta los 120.000 en 1982, coincidiendo con la celebración del Mundial de fútbol.
Cuando en los años 90 la normativa obligó a eliminar las localidades de a pie, el aforo se situó en 98.000 espectadores y en un concierto del cantante estadounidense Michael Jackson en 1988, alcanzó los 135.000 asistentes, récord mundial en un concierto en estadio.
En 1998 fue catalogado como estadio categoría “élite” por la UEFA, siendo el primero de España en conseguir esta categoría.
El campo ha dado nombre a los aficionados. Así el nombre “culé” por el que se conoce a los seguidores del Barça, tiene diferentes versiones sobre el origen. Una de ellas dice que el primer campo del club estaba situado en un antiguo campo de coles -cols-.
Aunque la más factible, es la que dice que el nombre proviene de que en una de las partes del campo, se veían desde fuera los traseros de los aficionados sentados sobre unas barras que hacían de asientos.
Fuera como fuese, esa denominación fue ganando proyección, sobre todo cuando los medios de comunicación comenzaron a utilizarla.
El Camp Nou, que en castellano significa "Campo Nuevo", es un recinto deportivo ubicado en Barcelona cuyo nombre iba a ser “Estadio Joan Gamper”, pero la iniciativa no se llevó a efecto ya que el parecer el entonces presidente del club, Francesc Miró-Sans, quería que el estadio llevara su nombre, como en el caso del Bernabéu en Madrid.
Los problemas de la última fase de su presidencia hicieron que se reafirmara el nombre que popularmente había empezado a dársele, “Camp Nou” aunque en el momento de su inauguración, en 1957, fue bautizado simplemente como “Estadio del F. C. Barcelona” y en el año 2001 se adoptó oficialmente el nombre actual, que es la denominación con la que popularmente siempre ha sido conocido.
Con su capacidad de 99.354 espectadores es el estadio con más aforo de Europa y el sexto del mundo, aunque esta capacidad ha sufrido diversos cambios debido a las diferentes ampliaciones que se han hecho. Inicialmente, en 1957 cabían 93.053 espectadores, cifra que llegó hasta los 120.000 en 1982, coincidiendo con la celebración del Mundial de fútbol.
Cuando en los años 90 la normativa obligó a eliminar las localidades de a pie, el aforo se situó en 98.000 espectadores y en un concierto del cantante estadounidense Michael Jackson en 1988, alcanzó los 135.000 asistentes, récord mundial en un concierto en estadio.
En 1998 fue catalogado como estadio categoría “élite” por la UEFA, siendo el primero de España en conseguir esta categoría.
El campo ha dado nombre a los aficionados. Así el nombre “culé” por el que se conoce a los seguidores del Barça, tiene diferentes versiones sobre el origen. Una de ellas dice que el primer campo del club estaba situado en un antiguo campo de coles -cols-.
Aunque la más factible, es la que dice que el nombre proviene de que en una de las partes del campo, se veían desde fuera los traseros de los aficionados sentados sobre unas barras que hacían de asientos.
Fuera como fuese, esa denominación fue ganando proyección, sobre todo cuando los medios de comunicación comenzaron a utilizarla.
lunes, 24 de septiembre de 2018
El "Rainbow Warrior", un sabotaje gubernamental
Tal día como hoy 24 de septiembre de 1985, el Presidente de Francia François Mitterrand, admite la actuación de los servicios secretos franceses en el hundimiento del buque Rainbow Warrior, donde se produjo una muerte.
El Rainbow Warrior, - “Guerrero del Arco iris” - era el buque insignia de la organización no gubernamental internacional Greenpeace.
Construido en 1955 e inicialmente utilizado como buque de investigación, se convirtió luego en barco de pesca hasta su adquisición por Greenpeace en 1978.
Su nombre proviene de una antigua profecía de los nativos de América del Norte y fue usado como barco soporte para manifestaciones de protesta, organizadas por Greenpeace en favor del medio ambiente y las especies marinas, contra actividades realizadas por diversos países.
Fue hundido con explosivos, por agentes de la Dirección General de la Seguridad Exterior francesa en 1985, para evitar una incursión que Greenpeace quería llevar a cabo en protesta por las pruebas nucleares que realizaría Francia en el Atolón de Mururoa, en el Pacífico Sur.
Tras su hundimiento fue reflotado, pero las averías eran tan graves que hicieron imposible su reparación, siendo definitivamente hundido en las islas Cavalli -Nueva Zelanda - para contribuir a formar un santuario de fauna marina.
Los causantes del hundimiento fueron sometidos a juicio y condenados en Nueva Zelanda, pero Francia los repatrió adjudicándoles nuevos destinos, ya que habían actuado obedeciendo “órdenes superiores”.
Leyenda india de la que proviene el nombre del barco Rainbow Warrior ;
“Llegará un tiempo en que los pájaros caerán del cielo, los animales de los bosques morirán, el mar se ennegrecerá y los ríos correrán envenenados. En ese tiempo, hombres de todas las razas y pueblos se unirán como guerreros del arco iris para luchar contra la destrucción de la tierra.”
El Rainbow Warrior, - “Guerrero del Arco iris” - era el buque insignia de la organización no gubernamental internacional Greenpeace.
Construido en 1955 e inicialmente utilizado como buque de investigación, se convirtió luego en barco de pesca hasta su adquisición por Greenpeace en 1978.
Su nombre proviene de una antigua profecía de los nativos de América del Norte y fue usado como barco soporte para manifestaciones de protesta, organizadas por Greenpeace en favor del medio ambiente y las especies marinas, contra actividades realizadas por diversos países.
Fue hundido con explosivos, por agentes de la Dirección General de la Seguridad Exterior francesa en 1985, para evitar una incursión que Greenpeace quería llevar a cabo en protesta por las pruebas nucleares que realizaría Francia en el Atolón de Mururoa, en el Pacífico Sur.
Tras su hundimiento fue reflotado, pero las averías eran tan graves que hicieron imposible su reparación, siendo definitivamente hundido en las islas Cavalli -Nueva Zelanda - para contribuir a formar un santuario de fauna marina.
Los causantes del hundimiento fueron sometidos a juicio y condenados en Nueva Zelanda, pero Francia los repatrió adjudicándoles nuevos destinos, ya que habían actuado obedeciendo “órdenes superiores”.
Leyenda india de la que proviene el nombre del barco Rainbow Warrior ;
“Llegará un tiempo en que los pájaros caerán del cielo, los animales de los bosques morirán, el mar se ennegrecerá y los ríos correrán envenenados. En ese tiempo, hombres de todas las razas y pueblos se unirán como guerreros del arco iris para luchar contra la destrucción de la tierra.”
domingo, 23 de septiembre de 2018
Los orígenes de la villa de Estepona
La “Provisión Real” era una disposición de uso común en Castilla desde el siglo XIII, que regulaba actos de gobernación y orden público, dictadas por el rey, firmadas por él o con su consentimiento y tenidas por leyes, debido al carácter absolutista que fue adquiriendo la Corona frente a la nobleza.
A mediados del siglo XV, los musulmanes residentes en la villa de Estepona se negaron a pagar las “parias”o tributos a Enrique IV y este, al objeto de su corrección, autorizó una incursión de castigo.
Tomada la plaza, Enrique la otorgó en 1457 a Juan Pacheco marqués de Villena; "por ser muy llana, muy metida dentro de tierra de moros y lejos de los lugares de Castilla".
Para su defensa mandó construir una fortaleza, junto a la cual nació la nueva Estepona cristiana, pero ante las enormes dificultades para protegerla, en 1458, encargó la demolición de la villa "...my merced es derribar e asolar e poner por el suelo de todo punto la dicha villa, e cerca e torres e casas de ella, por manera que en ella no quede cerca ni torre ni otra cosa alguna en píe", orden que no llegó a ejecutarse.
Sin embargo la plaza había sido para Enrique objeto de preocupación constante, ya que su posición dentro del territorio musulman la hacía estratégica, dictando para su defensa disposiciones de carácter extraordinario.
Así, en junio de 1456 firmó en Sevilla una “carta de privilegio” según la cual, se otorgaba el perdón real a todos los reos de homicidio, “que se refugiasen y permaneciesen durante diez meses en la villa de Estepona”.
En este mismo sentido, con ocasión de la represión en Vizcaya de unos nobles levantiscos, obligó por orden de abril de 1957, que fueran enviados a Estepona, en donde habían de permanecer el tiempo a cada cual fijado “guerreando a su costa, con sus propias personas, caballos y armas”.
No les estaba permitido salir de su término salvo “cuando lo hicieran para hacer daño a los moros” y siempre bajo la licencia del alcaide del castillo, so pena de ser condenados a perdimiento de bienes, y a la decapitación “con un cuchillo de fierro agudo”.
Pero pese a los esfuerzos por conseguir su repoblación y defensa, Enrique IV terminó por abandonarla y destruirla a fin de que no pudiese ser retomada por los musulmanes y en mayo de 1460 ordena - por segunda vez - su demolición y abandono, que esta vez si se llevó a cabo, tardándose más de 40 años en volver a edificarse.
No será hasta la conquista de Ronda, en mayo de 1485 por los Reyes Católicos - que significara la caída de toda la serranía - cuando la ciudad sea definitivamente repoblada por cristianos.
sábado, 22 de septiembre de 2018
Alzhéimer, una enfermedad terrible
Tal día como ayer 21 de septiembre, se celebró el “Día Internacional del Alzhéimer” elegido por la OMS y la federación internacional de esta enfermedad.
El mal de Alzheimer - cuya causa es desconocida - se manifiesta como deterioro del conocimiento y trastornos de conducta y se caracteriza por una pérdida progresiva de la memoria y otras capacidades, a medida que las células nerviosas mueren y distintas zonas del cerebro se atrofian.
La enfermedad suele tener una duración media de 10 años, aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la misma o el momento del diagnóstico, siendo – hasta ahora - incurable y apareciendo con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años, aunque se dan tambien casos en edades más tempranas.
El síntoma inicial es la dificultad para recordar y a medida que avanza el proceso, aparece confusión mental, agresividad, cambios del humor, trastornos del lenguaje y deseo de aislarse. Luego se pierden las funciones biológicas y finalmente lleva a la muerte, sin que exista tratamiento definitivo que retarde o detenga la enfermedad.
El avance de la afección puede ser más rápido o más lento en función del entorno. Son “aceleradores”: el estrés familiar, los cambios en las rutinas diarias, o los cambios de domicilio y, se consideran “retrasadores”, un ambiente familiar feliz, hacer ejercicio y relacionarse con personas.
El grupo de empresas Grifols del sector sanitario, anunció el 19 de septiembre de 2012 el ensayo clínico en humanos de una vacuna contra el Alzheimer que llevó a cabo durante el primer trimestre de 2013.
Tras pasar la fase de experimentación animal, está pendiente de aprobación por la Agencia Española del Medicamento y está pensada para pacientes clínicamente sanos para que estimule su sistema inmunitario.
La previsión es que sería un "éxito rotundo", porque lograría ralentizar la enfermedad y elevar la calidad de vida de sus pacientes.
Uno de los principales objetivos de las decenas de medicamentos que se han ido desarrollando a lo largo de estos últimos 15 años ha sido el de disminuir la acumulación de proteína amiloide en el cerebro, considerada una de las bases patológicas fundamentales del Alzheimer, así como frenar la desestructuración neuronal que provoca la enfermedad.
Aunque algunos de estos fármacos han tenido efectos positivos en la “limpieza del cerebro”, en cuanto a disolución del amiloide, no han mejorado el estado cognitivo de los pacientes. Es decir, no han conseguido revertir o frenar los síntomas de la enfermedad.
El Alzheimer afecta a mas de 25 millones de personas en todo el mundo, con algo más medio millón en España, y se trata de una patología que afecta al 10% de los mayores de 65 años y al 25% de los mayores de 85.
El mal de Alzheimer - cuya causa es desconocida - se manifiesta como deterioro del conocimiento y trastornos de conducta y se caracteriza por una pérdida progresiva de la memoria y otras capacidades, a medida que las células nerviosas mueren y distintas zonas del cerebro se atrofian.
La enfermedad suele tener una duración media de 10 años, aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la misma o el momento del diagnóstico, siendo – hasta ahora - incurable y apareciendo con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años, aunque se dan tambien casos en edades más tempranas.
El síntoma inicial es la dificultad para recordar y a medida que avanza el proceso, aparece confusión mental, agresividad, cambios del humor, trastornos del lenguaje y deseo de aislarse. Luego se pierden las funciones biológicas y finalmente lleva a la muerte, sin que exista tratamiento definitivo que retarde o detenga la enfermedad.
El avance de la afección puede ser más rápido o más lento en función del entorno. Son “aceleradores”: el estrés familiar, los cambios en las rutinas diarias, o los cambios de domicilio y, se consideran “retrasadores”, un ambiente familiar feliz, hacer ejercicio y relacionarse con personas.
El grupo de empresas Grifols del sector sanitario, anunció el 19 de septiembre de 2012 el ensayo clínico en humanos de una vacuna contra el Alzheimer que llevó a cabo durante el primer trimestre de 2013.
Tras pasar la fase de experimentación animal, está pendiente de aprobación por la Agencia Española del Medicamento y está pensada para pacientes clínicamente sanos para que estimule su sistema inmunitario.
La previsión es que sería un "éxito rotundo", porque lograría ralentizar la enfermedad y elevar la calidad de vida de sus pacientes.
Uno de los principales objetivos de las decenas de medicamentos que se han ido desarrollando a lo largo de estos últimos 15 años ha sido el de disminuir la acumulación de proteína amiloide en el cerebro, considerada una de las bases patológicas fundamentales del Alzheimer, así como frenar la desestructuración neuronal que provoca la enfermedad.
Aunque algunos de estos fármacos han tenido efectos positivos en la “limpieza del cerebro”, en cuanto a disolución del amiloide, no han mejorado el estado cognitivo de los pacientes. Es decir, no han conseguido revertir o frenar los síntomas de la enfermedad.
El Alzheimer afecta a mas de 25 millones de personas en todo el mundo, con algo más medio millón en España, y se trata de una patología que afecta al 10% de los mayores de 65 años y al 25% de los mayores de 85.
viernes, 21 de septiembre de 2018
La reconquista de Jerusalén por Saladino
Tal día como hoy 20 de septiembre de 1187 el sultán Saladino comienza el sitio de Jerusalén.
El resultado fue la reconquista de la ciudad, el colapso del Reino de Jerusalém y el pretexto para los cristianos del inicio de la Tercera Cruzada.
Tras la derrota de “Los Cuernos de Hattin”el 4 de julio de 1187, el cristiano Balián de Ibelín, pidió a Saladino salvoconducto para Jerusalém que le fue concedido, a condición de que no permaneciera en la ciudad, pero los habitantes le suplicaron que se hiciera cargo de la defensa y Balián aceptó.
Encontró una situación calamitosa, con Jerusalém llena de refugiados y preparó el almacenamiento de alimentos para el asedio. Saladino quería tomar la ciudad sin derramar sangre, pero los cristianos preferían destruirla antes de verla entregada y así comenzó el sitio.
El 26 de septiembre los muros fueron atacados por máquinas de guerra y proyectiles y una parte de la pared se derrumbó, pero los musulmanes no pudieron penetrar en la ciudad, por lo que tras larga negociación, se aceptó la rendición y se acordó que se entregaría pacíficamente el 2 de octubre.
Todos los habitantes tenían un mes para pagar su rescate, pero Saladino - mucho más generoso que en su día lo fueron los cristianos - liberó a muchos sin el pago permitiendo una marcha ordenada e impidiendo el asesinado en masa que se había producido, cuando los cruzados tomaron la ciudad en 1099.
Incluso el sultán permitió al patriarca de Jerusalém evacuar tesoros de iglesias y relicarios, hecho que escandalizó a los musulmanes. Algunos de los refugiados se dirigieron a Trípoli, donde se les negó la entrada y fueron despojados de sus posesiones por los propios cristianos.
Otros marcharon a Egipto, de donde embarcaron para Europa y Saladino permitió peregrinaciones cristianas a Jerusalém, y dejó la Iglesia del Santo Sepulcro en manos cristianas.
Mientras, las noticias de la desastrosa derrota fueron traídas a Europa y se hicieron planes para una nueva cruzada; el papa Gregorio VIII emitió la bula “Audita tremendi”, instaurándose los “diezmos de Saladino” con el fin de financiar los gastos.
En la película Kingdom of Heaven, - El reino de los cielos - de Ridley Scott, el sitio de Jerusalém, es su parte más histórica, aunque tenga mucha imaginación añadida.
El resultado fue la reconquista de la ciudad, el colapso del Reino de Jerusalém y el pretexto para los cristianos del inicio de la Tercera Cruzada.
Tras la derrota de “Los Cuernos de Hattin”el 4 de julio de 1187, el cristiano Balián de Ibelín, pidió a Saladino salvoconducto para Jerusalém que le fue concedido, a condición de que no permaneciera en la ciudad, pero los habitantes le suplicaron que se hiciera cargo de la defensa y Balián aceptó.
Encontró una situación calamitosa, con Jerusalém llena de refugiados y preparó el almacenamiento de alimentos para el asedio. Saladino quería tomar la ciudad sin derramar sangre, pero los cristianos preferían destruirla antes de verla entregada y así comenzó el sitio.
El 26 de septiembre los muros fueron atacados por máquinas de guerra y proyectiles y una parte de la pared se derrumbó, pero los musulmanes no pudieron penetrar en la ciudad, por lo que tras larga negociación, se aceptó la rendición y se acordó que se entregaría pacíficamente el 2 de octubre.
Todos los habitantes tenían un mes para pagar su rescate, pero Saladino - mucho más generoso que en su día lo fueron los cristianos - liberó a muchos sin el pago permitiendo una marcha ordenada e impidiendo el asesinado en masa que se había producido, cuando los cruzados tomaron la ciudad en 1099.
Incluso el sultán permitió al patriarca de Jerusalém evacuar tesoros de iglesias y relicarios, hecho que escandalizó a los musulmanes. Algunos de los refugiados se dirigieron a Trípoli, donde se les negó la entrada y fueron despojados de sus posesiones por los propios cristianos.
Otros marcharon a Egipto, de donde embarcaron para Europa y Saladino permitió peregrinaciones cristianas a Jerusalém, y dejó la Iglesia del Santo Sepulcro en manos cristianas.
Mientras, las noticias de la desastrosa derrota fueron traídas a Europa y se hicieron planes para una nueva cruzada; el papa Gregorio VIII emitió la bula “Audita tremendi”, instaurándose los “diezmos de Saladino” con el fin de financiar los gastos.
En la película Kingdom of Heaven, - El reino de los cielos - de Ridley Scott, el sitio de Jerusalém, es su parte más histórica, aunque tenga mucha imaginación añadida.
jueves, 20 de septiembre de 2018
El hexaquisoctaedro
Don Remigio fue, al final de la década de los años cincuenta, director del instituto de la calle Gaona de Málaga, en el que impartía la asignatura de Ciencias Naturales. Se encargaba además, por propia iniciativa, de hacer las suplencias cuando faltaba algún colega suyo, así como vigilar, con extremado celo y eficacia, que funcionase todo en el centro de forma correcta, desde el orden en clase, hasta el agua en los lavabos.
Don Remigio era por tanto - en aquellos años de penuria - una persona excepcional, que daba al Ministerio de Educación mucho más de lo que de este recibía.
Mediana estatura, pelo canoso y ralo y una voz chillona cuando se exasperaba, lo que no obstante llamaba más la atención en él eran sus orejas, que al ser grandes y carecer casi de cabello en su cabeza, sobresalían de esta en forma ostensible. Por tales apéndices y porque debido a sus múltiples ocupaciones siempre iba corriendo por los pasillos y patios del instituto, los estudiantes le habían bautizado como “la liebre”, alias por el que todos le conocía.
Como antes dije, su asignatura “oficial” era la de ciencias naturales, que enseñaba en un aula de la primera planta del edificio, cuyas paredes estaban cubiertas de ejemplares disecados de mamíferos, aves y peces, al parecer solo para dar ambiente ya que jamás se usaba ninguno de ellos en explicaciones prácticas.
Estábamos en el tercer curso de bachillerato y aquellos días estudiábamos la cristalográfica y sus figuras poliédricas, por lo que al objeto de entender tan árido tema, disponíamos de una colección de estas figuras en madera, para hacer en ellas las necesarias explicaciones.
Aún no sé por qué, ni posiblemente lo sepa nunca, pero desde su inicio el estudio de los sólidos poliédricos atrajo mi atención y lo que a mis condiscípulos costaba esfuerzos infinitos entender yo lo captaba enseguida, por lo que me pasaba el tiempo de los recreos presumiendo más que un pavo real, mientras contestaba sus preguntas.
Un día - con la clase ya empezada - estábamos de tertulia cuando entró en ella - corriendo como siempre - “la liebre” y al ser mi voz la que más se destacada del grupo, tras lograr el silencio, me hizo subir a la tarima con intención de hacer un escarmiento ante los demás.
Con deliberada parsimonia, Don Remigio extrajo del armario la bandeja que contenía los sólidos poliédricos y luego con irónica sonrisa dijo.- Puesto que tienes tantas ganas de hablar, quiero que nos expliques las características de esta figura...
Y mientras hablaba, deslizó su mano hacia la bandeja y como si fuese por casualidad, cogió de ella la que, por su dificultad, era el terror de todos los estudiantes; el hexaquisoctaedro.
En medio de un silencio total, tomé de manos de Don Remigio el cuerpo geométrico y con seguridad empecé a disertar sobre su estructura: Los 48 triángulos escalenos que lo formaban, el punto de corte de sus ejes, las 72 aristas y el orden de los 26 vértices...
Desde la mesa, “la liebre” me miraba desconcertado, pues lo que él había previsto como castigo, se había convertido de forma incomprensible en todo lo contrario.
Cuando al final, ante la expectación general concluí sin haber cometido ningún error, en el paroxismo de la confianza hacia mi mismo, pregunté: -Don Remigio, ¿Quieres usted que coja otra...?
Nuestro hombre, sin mirarme siquiera, me mandó sentar y al poco rato salió del aula – corriendo de nuevo - para atender alguna de sus muchas ocupaciones.
Dicen, que en la vida, todos los cretinos tienen alguna vez su minuto de gloria.
Yo pienso – querido lector –que sin duda, ese fue el mio...
J. M. Hidalgo (Recuerdos de adolescencia)
El escándalo del “estraperlo”
Tal día como hoy 20 de septiembre de 1935, se inicia en España, el escándalo del “estraperlo” que provoca una crisis gubernamental.
El origen del término “estraperlo o straperlo” surge de un caso de corrupción política durante la Segunda República, a consecuencia de la introducción del juego de ruleta eléctrica llamado "Straperlo", nombre derivado de Strauss y Perlowitz, apellidos de los promotores del negocio.
Aunque el juego estaba prohibido en España, en junio de 1934, empresarios y políticos acordaron explotarlo en el Casino de San Sebastián y miembros del Partido Radical, en el poder, influyeron para conseguir la autorización, a cambio de un porcentaje en el negocio y acordaron, para asegurar la cooperación del ministro de la Gobernación, sobornarle con 100.000 pesetas.
Strauss y Perlowitz ya habían explotado su ruleta en 1933 en un casino de Bélgica y en otro de Holanda, donde pusieron en funcionamiento varios “straperlos”, percibiendo grandes ganancias.
En España, se repartiendo relojes de oro, dinero y otros regalos entre los políticos y su creador Strauss, sostuvo que su ruleta tenía un fondo científico, pues teóricamente el jugador, si dominaba el cálculo podía ganar y al parecer esto fue creído por alguien en el Ministerio de Gobernación.
Lo cierto es, que la ruleta tenía algún mecanismo que permitía al banquero detenerla y regular así las ganancias, y a las tres horas de su funcionamiento se descubrió que era una burda estafa, por lo que la policía clausuró el casino llevándose la ruleta, pues la banca ganaba cuando quería.
Acto seguido, el juego fue prohibido, lo que - incomprensiblemente - no impidió que funcionara después también en el Hotel Formentor de Mallorca, donde luego fue clausurado.
El "escándalo del estraperlo" salió a la luz pública en octubre de 1935, a raíz de la denuncia que presentó Strauss al propio presidente de la República Alcalá Zamora, en la que exigía una "indemnización por los gastos de instalación del juego”.
Según la versión de Strauss, el jefe del Partido Radical, Alejandro Lerroux, recibiría el 25 por ciento de los beneficios y porcentajes menores para otros políticos, reconociendo también haberse comprometido a hacer llegar 100.000 pesetas, al Ministro de Gobernación.
El estraperlo terminó hundiendo al gobierno de derechas y motivó la convocatoria de elecciones en febrero de 1936, que ganaría el Frente Popular, asociándose desde entonces la palabra “estraperlo” a todo tipo de práctica fraudulenta y tanto en la Guerra Civil, como en la posguerra, la venta de productos en el mercado negro se conoció con este término, recibiendo el apelativo de “estraperlistas” los que se dedicaban a esta actividad.
Hoy en el 2018 - salvando todas las distancias - tenemos un panorama similar: rebelión territorial; corrupción política generalizada; desencanto nacional, etc.. y de no actuar con celeridad y acierto, corremos el riesgo de andar de nuevo el camino, de aquellos trágicos días.
El origen del término “estraperlo o straperlo” surge de un caso de corrupción política durante la Segunda República, a consecuencia de la introducción del juego de ruleta eléctrica llamado "Straperlo", nombre derivado de Strauss y Perlowitz, apellidos de los promotores del negocio.
Aunque el juego estaba prohibido en España, en junio de 1934, empresarios y políticos acordaron explotarlo en el Casino de San Sebastián y miembros del Partido Radical, en el poder, influyeron para conseguir la autorización, a cambio de un porcentaje en el negocio y acordaron, para asegurar la cooperación del ministro de la Gobernación, sobornarle con 100.000 pesetas.
Strauss y Perlowitz ya habían explotado su ruleta en 1933 en un casino de Bélgica y en otro de Holanda, donde pusieron en funcionamiento varios “straperlos”, percibiendo grandes ganancias.
En España, se repartiendo relojes de oro, dinero y otros regalos entre los políticos y su creador Strauss, sostuvo que su ruleta tenía un fondo científico, pues teóricamente el jugador, si dominaba el cálculo podía ganar y al parecer esto fue creído por alguien en el Ministerio de Gobernación.
Lo cierto es, que la ruleta tenía algún mecanismo que permitía al banquero detenerla y regular así las ganancias, y a las tres horas de su funcionamiento se descubrió que era una burda estafa, por lo que la policía clausuró el casino llevándose la ruleta, pues la banca ganaba cuando quería.
Acto seguido, el juego fue prohibido, lo que - incomprensiblemente - no impidió que funcionara después también en el Hotel Formentor de Mallorca, donde luego fue clausurado.
El "escándalo del estraperlo" salió a la luz pública en octubre de 1935, a raíz de la denuncia que presentó Strauss al propio presidente de la República Alcalá Zamora, en la que exigía una "indemnización por los gastos de instalación del juego”.
Según la versión de Strauss, el jefe del Partido Radical, Alejandro Lerroux, recibiría el 25 por ciento de los beneficios y porcentajes menores para otros políticos, reconociendo también haberse comprometido a hacer llegar 100.000 pesetas, al Ministro de Gobernación.
El estraperlo terminó hundiendo al gobierno de derechas y motivó la convocatoria de elecciones en febrero de 1936, que ganaría el Frente Popular, asociándose desde entonces la palabra “estraperlo” a todo tipo de práctica fraudulenta y tanto en la Guerra Civil, como en la posguerra, la venta de productos en el mercado negro se conoció con este término, recibiendo el apelativo de “estraperlistas” los que se dedicaban a esta actividad.
Hoy en el 2018 - salvando todas las distancias - tenemos un panorama similar: rebelión territorial; corrupción política generalizada; desencanto nacional, etc.. y de no actuar con celeridad y acierto, corremos el riesgo de andar de nuevo el camino, de aquellos trágicos días.
miércoles, 19 de septiembre de 2018
Trajano y Adriano, los primeros emperadores hispanos
Tal día como hoy 19 de septiembre del año 53, en Itálica - actual Santiponce – cerca de Sevilla, nace Marco Ulpio Trajano que será el primer emperador romano de origen hispano.
Su padre era general de Roma y desde pequeño se educó en un ambiente militar, participando en los ejércitos dirigidos por su progenitor en Siria, donde era gobernador.
En el año 89, su creciente prestigio le llevó a la limes - frontera - germana donde se acreditó como excelente conductor de hombres y tres años después le fue otorgado el título de cónsul de la Germania Superior, y poco más tarde el emperador Nerva le adoptó oficialmente, con el consenso de Senado y Ejército.
Durante su mandato, se conquistaron nuevos territorios y desde el 101 al 106, sometió a los dacios, en la actual Rumanía, que junto a la conquista de Armenia, Asiria y Mesopotamia, llevó al Imperio a su máxima extensión.
Según Plinio, su ascenso al poder supuso para el senado “un tiempo nuevo”, con la implantación del voto secreto, un plan de regeneración moral y política en la administración, la justicia y la economía y una eficaz gestión de construcciones y mejoras públicas.
Su actitud con los cristianos fue tolerante, determinando que no debían ser perseguidos y solo si eran denunciados y reconocidos culpables, había que condenarlos.
Trajano contó entre sus leales con muchos hispanos en los estamentos político, económico y militar como generales, oficiales o tropas de combate y en el año 117, mientras regresaba de una de sus campañas de Oriente, se sintió enfermo y un fatídico mal lo paralizó progresivamente, falleciendo en agosto de aquel año.
Su viuda, Pompeya Plotina, potenció la candidatura de Publio Adriano - según algunos amante suyo - que nacido también en Itálica y sobrino de Trajano, sería el más reconocido emperador hispano.
Los historiadores romanos, se hicieron eco del rumor de que fue Plotina, la que fingió la adopción de Adriano, y para ello escondió a un esclavo de su confianza bajo las sábanas del emperador, cuando ya estaba muerto, quien susurró el nombre de Adriano como presunta última voluntad del moribundo.
Cuentan que durante su gobierno, Trajano mandó escribir sobre su puerta:“Publico palatio” para que todo el mundo pudiese entrar libremente, recibiendo personalmente a quien quisiera conseguir de él justicia.
Se refiere sobre esto la anécdota de que su secretario, se quejó de que confiase incautamente en todo el mundo, a lo que Trajano le contestó: “Trato a todos como quisiera que el Emperador me tratase a mí, si yo fuese un ciudadano particular”.
Su padre era general de Roma y desde pequeño se educó en un ambiente militar, participando en los ejércitos dirigidos por su progenitor en Siria, donde era gobernador.
En el año 89, su creciente prestigio le llevó a la limes - frontera - germana donde se acreditó como excelente conductor de hombres y tres años después le fue otorgado el título de cónsul de la Germania Superior, y poco más tarde el emperador Nerva le adoptó oficialmente, con el consenso de Senado y Ejército.
Durante su mandato, se conquistaron nuevos territorios y desde el 101 al 106, sometió a los dacios, en la actual Rumanía, que junto a la conquista de Armenia, Asiria y Mesopotamia, llevó al Imperio a su máxima extensión.
Según Plinio, su ascenso al poder supuso para el senado “un tiempo nuevo”, con la implantación del voto secreto, un plan de regeneración moral y política en la administración, la justicia y la economía y una eficaz gestión de construcciones y mejoras públicas.
Su actitud con los cristianos fue tolerante, determinando que no debían ser perseguidos y solo si eran denunciados y reconocidos culpables, había que condenarlos.
Trajano contó entre sus leales con muchos hispanos en los estamentos político, económico y militar como generales, oficiales o tropas de combate y en el año 117, mientras regresaba de una de sus campañas de Oriente, se sintió enfermo y un fatídico mal lo paralizó progresivamente, falleciendo en agosto de aquel año.
Su viuda, Pompeya Plotina, potenció la candidatura de Publio Adriano - según algunos amante suyo - que nacido también en Itálica y sobrino de Trajano, sería el más reconocido emperador hispano.
Los historiadores romanos, se hicieron eco del rumor de que fue Plotina, la que fingió la adopción de Adriano, y para ello escondió a un esclavo de su confianza bajo las sábanas del emperador, cuando ya estaba muerto, quien susurró el nombre de Adriano como presunta última voluntad del moribundo.
Cuentan que durante su gobierno, Trajano mandó escribir sobre su puerta:“Publico palatio” para que todo el mundo pudiese entrar libremente, recibiendo personalmente a quien quisiera conseguir de él justicia.
Se refiere sobre esto la anécdota de que su secretario, se quejó de que confiase incautamente en todo el mundo, a lo que Trajano le contestó: “Trato a todos como quisiera que el Emperador me tratase a mí, si yo fuese un ciudadano particular”.
martes, 18 de septiembre de 2018
Pedro de Estopiñán, el conquistador de Melilla
Tal día como hoy 18 de septiembre de 1497, Pedro de Estopiñán toma la ciudad de Melilla, en nombre de los Duques de Medina Sidonia, para la Corona de Castilla.
Tras la conquista de Granada, los Reyes Católicos ponían fin a la Reconquista que había durado ocho siglos y por motivos políticos y estratégicos, para prevenir nuevas invasiones, decidieron establecer en la costa norteafricana plazas que sirvieran como centinelas y con este fin, enviaron emisarios que les informaran de la situación de aquellas costas, al haber tenido noticias de que Melilla estaba casi despoblada.
No obstante, los reyes no se decidieron a llevar a cabo la empresa y el Duque de Medina Sidonia, decidió tomarla a su cargo, y una vez obtenida la autorización real, comisionó a su Contador Pedro de Estopiñán para que explorara el lugar, cosa que este realizó haciéndose pasar por mercader.
El arrojo y la prudencia de Pedro, hizo que le fuese confiado el ejército, que desembarcando en el norte de África y conquistó la ciudad de Melilla en Septiembre de 1497, hecho que los Reyes Fernando e Isabel recibieron con gran satisfacción, pese a que aquellos días habían perdido a su hijo, el Príncipe Juan.
En carta enviada al Duque le decían: "Os certificamos que el servicio que nos hicisteis en la toma de Melilla y el plazer que hobimos con la buena nueva que nos enviasteis, nos ha aprovechado para templar en algo el dolor que tenemos, porque esperamos en Dios, que desto, será mucho servido...".
Tras la conquista, Estopiñán regresó a la península, dejando una guarnición en la plaza, así como canteros, carpinteros y albañiles con la orden de reparar las fortificaciones de la ciudad y construir nuevas murallas defensivas.
Al año siguiente los musulmanes redoblaron sus esfuerzos por recuperarla y el duque, de acuerdo con los Reyes, decidió enviar nuevas tropas encabezadas por Estopiñán que los derrotó totalmente persiguiendo a los fugitivos hasta la región de Orán, y capturando a más de 250 musulmanes.
En 1503, sus servicios fueron de nuevo requeridos por el Rey Fernando, para auxiliar a la ciudad de Salses, en el Rosellón, cercada por las tropas del rey francés Luis XII, y cumplido su cometido, en recompensa le nombró Adelantado de Indias y Capitán General de Santo Domingo, con lo que se ponía colofón a su carrera .
El día 3 de septiembre de 1505, durante una visita al monasterio de Guadalupe, Estopiñán falleció súbitamente, manejándose la hipótesis de un envenenamiento por parte de algún enemigo, envidioso de las prebendas dadas en su favor por el rey, lo cual en nuestro país no resulta nada extraño.
El nombre del ilustre jerezano, ha quedado unido para siempre al de la ciudad de Melilla, la cual ha dedicado el nombre de una plaza de la ciudad vieja, a la memoria de su conquistador.
Tras la conquista de Granada, los Reyes Católicos ponían fin a la Reconquista que había durado ocho siglos y por motivos políticos y estratégicos, para prevenir nuevas invasiones, decidieron establecer en la costa norteafricana plazas que sirvieran como centinelas y con este fin, enviaron emisarios que les informaran de la situación de aquellas costas, al haber tenido noticias de que Melilla estaba casi despoblada.
No obstante, los reyes no se decidieron a llevar a cabo la empresa y el Duque de Medina Sidonia, decidió tomarla a su cargo, y una vez obtenida la autorización real, comisionó a su Contador Pedro de Estopiñán para que explorara el lugar, cosa que este realizó haciéndose pasar por mercader.
El arrojo y la prudencia de Pedro, hizo que le fuese confiado el ejército, que desembarcando en el norte de África y conquistó la ciudad de Melilla en Septiembre de 1497, hecho que los Reyes Fernando e Isabel recibieron con gran satisfacción, pese a que aquellos días habían perdido a su hijo, el Príncipe Juan.
En carta enviada al Duque le decían: "Os certificamos que el servicio que nos hicisteis en la toma de Melilla y el plazer que hobimos con la buena nueva que nos enviasteis, nos ha aprovechado para templar en algo el dolor que tenemos, porque esperamos en Dios, que desto, será mucho servido...".
Tras la conquista, Estopiñán regresó a la península, dejando una guarnición en la plaza, así como canteros, carpinteros y albañiles con la orden de reparar las fortificaciones de la ciudad y construir nuevas murallas defensivas.
Al año siguiente los musulmanes redoblaron sus esfuerzos por recuperarla y el duque, de acuerdo con los Reyes, decidió enviar nuevas tropas encabezadas por Estopiñán que los derrotó totalmente persiguiendo a los fugitivos hasta la región de Orán, y capturando a más de 250 musulmanes.
En 1503, sus servicios fueron de nuevo requeridos por el Rey Fernando, para auxiliar a la ciudad de Salses, en el Rosellón, cercada por las tropas del rey francés Luis XII, y cumplido su cometido, en recompensa le nombró Adelantado de Indias y Capitán General de Santo Domingo, con lo que se ponía colofón a su carrera .
El día 3 de septiembre de 1505, durante una visita al monasterio de Guadalupe, Estopiñán falleció súbitamente, manejándose la hipótesis de un envenenamiento por parte de algún enemigo, envidioso de las prebendas dadas en su favor por el rey, lo cual en nuestro país no resulta nada extraño.
El nombre del ilustre jerezano, ha quedado unido para siempre al de la ciudad de Melilla, la cual ha dedicado el nombre de una plaza de la ciudad vieja, a la memoria de su conquistador.
lunes, 17 de septiembre de 2018
La conquista de Antequera
Tal día como hoy 17 de septiembre de 1410, se lucha ferozmente en las calles de la ciudad de Antequera tras el asalto a sus murallas el día anterior, por las tropas del infante Fernando - luego Fernando I de Aragón - llamado desde entonces “el de Antequera”.
El infante era regente de Castilla, en nombre de su sobrino Juan II de 6 años y, en abril de 1410 reunido con sus nobles y capitanes, decidieron atacar Antequera.
Durante la marcha, se suscitó una controversia sobre la conveniencia de pasar el rio Yeguas, muy caudaloso en aquellos días, que el Infante al parecer cortó diciendo :”Partimos, señores; crucemos el río y sálganos el sol por Antequera...”, cruzando el ejército sin novedad y quedando la célebre frase para la historia.
Al enterarse de la expedición, el rey Yusuf III de Granada movilizó un poderoso ejército que, el 6 de mayo el infante Fernando con su ejército derrotó, muriendo unos 15.000 musulmanes por tan solo 120 cristianos, y aunque tras el desastre, el emir intentó concertar la paz, el regente se negó decidido a conquistar la plaza.
A finales de mayo llegaron a Antequera las primeras "bastidas" de asedio - “castillos de madera, más altos que las murallas, que se movían con ruedas e infundían en los sitiados gran espanto, pues los peones y ballesteros de asalto, iban en ellas” - iniciándose el ataque, que fue rechazado por los defensores.
En septiembre, llegaron nuevas bastidas aún más altas, pero para acercarlas a la muralla, tuvo que cegarse un gran foso que lo impedía, donde los peones, sufrieron grandes bajas por los proyectiles de los sitiados. El Infante desmontó del caballo bajo una lluvia de flechas y tomando en sus manos una espuerta llena de tierra, la vació en el foso diciendo:“Habed vergüenza y haced lo que yo hago”.
Al momento, todos los caballeros y hombres de armas hicieron lo mismo y el foso fue cegado muy pronto, por lo que la noche del 16 de septiembre varios soldados cristianos se descolgaron desde una bastida hasta la torre más expuesta y la tomaron y comenzó entonces una feroz lucha cuerpo a cuerpo en la villa que obligó a los defensores a retirarse a la alcazaba, donde pidieron negociar la entrega de la fortaleza a cambio de sus vidas, familias y bienes.
Refugiados en el castillo, su Alcaide pidió capitulación y parlamento, que fueron aceptados y el día 24 de septiembre de 1.410, hizo Fernando su entrada solemne en la plaza, incorporándola a la Corona de Castilla, en nombre de su sobrino el Rey Don Juan II.
Dos años más tarde, el Infante Fernando, sería elegido en el “Compromiso de Caspe” rey de Aragón, donde reinaría como Fernando I, si bien la Historia le recordará siempre con el sobrenombre de la plaza que conquistase con tanto valor : Fernando “El de Antequera”.
El infante era regente de Castilla, en nombre de su sobrino Juan II de 6 años y, en abril de 1410 reunido con sus nobles y capitanes, decidieron atacar Antequera.
Durante la marcha, se suscitó una controversia sobre la conveniencia de pasar el rio Yeguas, muy caudaloso en aquellos días, que el Infante al parecer cortó diciendo :”Partimos, señores; crucemos el río y sálganos el sol por Antequera...”, cruzando el ejército sin novedad y quedando la célebre frase para la historia.
Al enterarse de la expedición, el rey Yusuf III de Granada movilizó un poderoso ejército que, el 6 de mayo el infante Fernando con su ejército derrotó, muriendo unos 15.000 musulmanes por tan solo 120 cristianos, y aunque tras el desastre, el emir intentó concertar la paz, el regente se negó decidido a conquistar la plaza.
A finales de mayo llegaron a Antequera las primeras "bastidas" de asedio - “castillos de madera, más altos que las murallas, que se movían con ruedas e infundían en los sitiados gran espanto, pues los peones y ballesteros de asalto, iban en ellas” - iniciándose el ataque, que fue rechazado por los defensores.
En septiembre, llegaron nuevas bastidas aún más altas, pero para acercarlas a la muralla, tuvo que cegarse un gran foso que lo impedía, donde los peones, sufrieron grandes bajas por los proyectiles de los sitiados. El Infante desmontó del caballo bajo una lluvia de flechas y tomando en sus manos una espuerta llena de tierra, la vació en el foso diciendo:“Habed vergüenza y haced lo que yo hago”.
Al momento, todos los caballeros y hombres de armas hicieron lo mismo y el foso fue cegado muy pronto, por lo que la noche del 16 de septiembre varios soldados cristianos se descolgaron desde una bastida hasta la torre más expuesta y la tomaron y comenzó entonces una feroz lucha cuerpo a cuerpo en la villa que obligó a los defensores a retirarse a la alcazaba, donde pidieron negociar la entrega de la fortaleza a cambio de sus vidas, familias y bienes.
Refugiados en el castillo, su Alcaide pidió capitulación y parlamento, que fueron aceptados y el día 24 de septiembre de 1.410, hizo Fernando su entrada solemne en la plaza, incorporándola a la Corona de Castilla, en nombre de su sobrino el Rey Don Juan II.
Dos años más tarde, el Infante Fernando, sería elegido en el “Compromiso de Caspe” rey de Aragón, donde reinaría como Fernando I, si bien la Historia le recordará siempre con el sobrenombre de la plaza que conquistase con tanto valor : Fernando “El de Antequera”.
domingo, 16 de septiembre de 2018
El asesinato del cantautor Víctor Jara
Tal día como hoy 16 de septiembre de 1973, en el actual Estadio Víctor Jara, en Santiago de Chile, agentes de la dictadura de Pinochet torturan y asesinan al cantautor Víctor Jara.
Víctor Lidio Jara Martínez, fue un músico, cantautor y director de teatro chileno, militante del Partido Comunista de Chile, siendo un referente internacional de la canción protesta, y uno de los artistas más emblemáticos de la “Nueva Canción Chilena”.
Nació en el seno de una familia de campesinos, caracterizada por un arraigado folclore y por causa de las necesidades familiares, Víctor se vio obligado desde niño a ayudar a la familia en los trabajos del campo. Influenciado por su madre, tomó también contacto a temprana edad con la música, además de asistir al colegio.
Por consejo de un sacerdote, ingresó en el seminario de la Congregación del Santísimo Redentor, y dos años después de su ingreso, lo abandonó al comprobar su falta de vocación y realizó el servicio militar, tras al cual en 1957, ingresó en el conjunto folclórico "Cuncumén" y conoció a la cantautora Violeta Parra, que lo animó a continuar su carrera musical.
Al asumir Salvador Allende la presidencia de Chile, Jara fue nombrado embajador cultural, y trabajó como compositor en la Televisión Nacional de Chile de 1972 a 1973.
El golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, encabezado por Augusto Pinochet contra Allende, lo sorprendió en la Universidad Técnica del Estado, donde fue detenido junto a otros profesores y alumnos y llevado al Estadio Chile, convertido en centro de internamiento, donde permaneció durante cuatro días.
Alli lo torturaron salvajemente durante horas, con quemaduras de cigarrillo, le rompieron los dedos, le cortaron la lengua y lo sometieron a simulacros de fusilamiento y, finalmente, el 16 de septiembre lo acribillaron junto al director de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, con mas de 44 impactos de bala.
En 1990, la “Comisión de Verdad y Reconciliación” determinó que fue acribillado en el Estadio Chile y que fue arrojado a unos matorrales en los alrededores del Cementerio Metropolitano y luego fue llevado al depósito de cadáveres, donde más tarde sería identificado por su esposa.
Sus restos fueron enterrados en el Cementerio General y la viuda, años después, mencionaría que el diario chileno “La Segunda”, al día siguiente del entierro, publicó un párrafo que daba a entender que Jara había muerto sin violencia y que su sepelio había sido de carácter privado.
Como homenaje a su memoria, 30 años después del golpe militar, en septiembre de 2003, se puso su nombre al hasta entonces denominado Estadio Chile.
A finales de 2012 un juez especial de la Corte de Apelaciones de Santiago, dictó enjuiciamiento contra los militares que en esa fecha estaban a cargo de los prisioneros confinados en el Estadio Chile y el 4 de julio de 2018, la justicia chilena condenó a ocho de estos a penas de 15 años y un día, en calidad de autores del asesinato y a penas menores el resto de los encausados.
Una vez finalizados los estudios forenses, en noviembre de 2009, se realizó un acto de homenaje, permaneciendo tres días los restos mortales del artista en la sede de la Fundación Víctor Jara y, posteriormente, recibieron sepultura en el Cementerio General de Santiago, en un sepelio multitudinario.
Víctor Lidio Jara Martínez, fue un músico, cantautor y director de teatro chileno, militante del Partido Comunista de Chile, siendo un referente internacional de la canción protesta, y uno de los artistas más emblemáticos de la “Nueva Canción Chilena”.
Nació en el seno de una familia de campesinos, caracterizada por un arraigado folclore y por causa de las necesidades familiares, Víctor se vio obligado desde niño a ayudar a la familia en los trabajos del campo. Influenciado por su madre, tomó también contacto a temprana edad con la música, además de asistir al colegio.
Por consejo de un sacerdote, ingresó en el seminario de la Congregación del Santísimo Redentor, y dos años después de su ingreso, lo abandonó al comprobar su falta de vocación y realizó el servicio militar, tras al cual en 1957, ingresó en el conjunto folclórico "Cuncumén" y conoció a la cantautora Violeta Parra, que lo animó a continuar su carrera musical.
Al asumir Salvador Allende la presidencia de Chile, Jara fue nombrado embajador cultural, y trabajó como compositor en la Televisión Nacional de Chile de 1972 a 1973.
El golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, encabezado por Augusto Pinochet contra Allende, lo sorprendió en la Universidad Técnica del Estado, donde fue detenido junto a otros profesores y alumnos y llevado al Estadio Chile, convertido en centro de internamiento, donde permaneció durante cuatro días.
Alli lo torturaron salvajemente durante horas, con quemaduras de cigarrillo, le rompieron los dedos, le cortaron la lengua y lo sometieron a simulacros de fusilamiento y, finalmente, el 16 de septiembre lo acribillaron junto al director de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, con mas de 44 impactos de bala.
En 1990, la “Comisión de Verdad y Reconciliación” determinó que fue acribillado en el Estadio Chile y que fue arrojado a unos matorrales en los alrededores del Cementerio Metropolitano y luego fue llevado al depósito de cadáveres, donde más tarde sería identificado por su esposa.
Sus restos fueron enterrados en el Cementerio General y la viuda, años después, mencionaría que el diario chileno “La Segunda”, al día siguiente del entierro, publicó un párrafo que daba a entender que Jara había muerto sin violencia y que su sepelio había sido de carácter privado.
Como homenaje a su memoria, 30 años después del golpe militar, en septiembre de 2003, se puso su nombre al hasta entonces denominado Estadio Chile.
A finales de 2012 un juez especial de la Corte de Apelaciones de Santiago, dictó enjuiciamiento contra los militares que en esa fecha estaban a cargo de los prisioneros confinados en el Estadio Chile y el 4 de julio de 2018, la justicia chilena condenó a ocho de estos a penas de 15 años y un día, en calidad de autores del asesinato y a penas menores el resto de los encausados.
Una vez finalizados los estudios forenses, en noviembre de 2009, se realizó un acto de homenaje, permaneciendo tres días los restos mortales del artista en la sede de la Fundación Víctor Jara y, posteriormente, recibieron sepultura en el Cementerio General de Santiago, en un sepelio multitudinario.
sábado, 15 de septiembre de 2018
La operación “León Marino”
Tal día como hoy 15 de septiembre de 1940, ante los continuos bombardeos sufridos en Londres, la RAF – Real Fuerza Aérea- lanza un contraataque contra una formación de bombarderos alemanes que se acercan por el Canal de la Mancha, derribando, según informes, a 185 aviones.
Estas bajas, unidas a las sufridas por las fuerzas de invasión estacionadas en los puertos franceses a manos de los bombarderos británicos, serán lo bastante serias como para convencer a Hitler de dejar a un lado sus planes de invadir Gran Bretaña.
La Operación “León Marino” fue un plan alemán para invadir Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, que no llegó a ejecutarse, si bien sus preparativos fueron muy intensos y la amenaza de invasión se mantuvo durante bastante tiempo.
El fracaso de la Luftwaffe en su lucha contra la RAF durante la batalla de Inglaterra, fue un factor clave para la cancelación de este plan, que fue mencionado por primera vez ante Hitler el 21 de mayo de 1940.
Planteaba una invasión por sorpresa a pequeña escala, seguida por una segunda oleada que incluiría divisiones panzer y motorizadas. El alto mando de la Luftwaffe reseñó, que “la operación puede ser considerada solo en condiciones de absoluta superioridad aérea”, puesto que la Royal Navy tenía un poderío muy superior al alemán en buques de superficie.
Sólo cuando se hizo patente que el gobierno inglés no estaba dispuesto a entablar negociaciones de paz, Hitler, permitió que se analizase y planificase la operación y en julio se cursaron las órdenes para preparar la invasión y se sugería realizar acciones preliminares, como la toma de la isla de Wight, estableciendo que todos los preparativos debían estar terminados para el 15 de agosto de 1940.
Tales objetivos eran: Que el poder ofensivo de la RAF debía ser reducido hasta el punto de evitar que interfiriese con el cruce del estrecho; las rutas marinas debían ser despejadas de minas enemigas; la artillería costera debería utilizarse para proteger el cruce del Canal y las fuerzas navales británicas debían ser hostigadas, al mismo tiempo que las fuerzas navales italianas apoyaban la acción atacando a la Royal Navy en el Mediterráneo antes del desembarco.
Un requisito esencial de la operación, como se ha señalado, era la superioridad aérea, clave para que pudiese mantenerse a la Royal Navy fuera de los Estrechos. Por ello, la primera parte de la operación consistió en grandes ataques aéreos en varias fases.
Sin embargo, la incompetencia del mariscal Goering y su cambio de objetivo a partir del 7 de septiembre de 1940, cuando, a consecuencia de los ataques ingleses sobre Berlín a fines de agosto, se interrumpieron los ataques masivos alemanes contra los aeródromos británicos y se tomó como blancos principales Londres y las ciudades de producción bélica.
Esto hizo, que no se consiguiese la necesaria supremacía aérea y los mandos alemanes recapacitasen sobre la oportunidad de la invasión hasta que finalmente, el plan terminó por ser arrinconado y olvidado ante las nuevas prioridades surgidas a los alemanes en el frente de Rusia.
Estas bajas, unidas a las sufridas por las fuerzas de invasión estacionadas en los puertos franceses a manos de los bombarderos británicos, serán lo bastante serias como para convencer a Hitler de dejar a un lado sus planes de invadir Gran Bretaña.
La Operación “León Marino” fue un plan alemán para invadir Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, que no llegó a ejecutarse, si bien sus preparativos fueron muy intensos y la amenaza de invasión se mantuvo durante bastante tiempo.
El fracaso de la Luftwaffe en su lucha contra la RAF durante la batalla de Inglaterra, fue un factor clave para la cancelación de este plan, que fue mencionado por primera vez ante Hitler el 21 de mayo de 1940.
Planteaba una invasión por sorpresa a pequeña escala, seguida por una segunda oleada que incluiría divisiones panzer y motorizadas. El alto mando de la Luftwaffe reseñó, que “la operación puede ser considerada solo en condiciones de absoluta superioridad aérea”, puesto que la Royal Navy tenía un poderío muy superior al alemán en buques de superficie.
Sólo cuando se hizo patente que el gobierno inglés no estaba dispuesto a entablar negociaciones de paz, Hitler, permitió que se analizase y planificase la operación y en julio se cursaron las órdenes para preparar la invasión y se sugería realizar acciones preliminares, como la toma de la isla de Wight, estableciendo que todos los preparativos debían estar terminados para el 15 de agosto de 1940.
Tales objetivos eran: Que el poder ofensivo de la RAF debía ser reducido hasta el punto de evitar que interfiriese con el cruce del estrecho; las rutas marinas debían ser despejadas de minas enemigas; la artillería costera debería utilizarse para proteger el cruce del Canal y las fuerzas navales británicas debían ser hostigadas, al mismo tiempo que las fuerzas navales italianas apoyaban la acción atacando a la Royal Navy en el Mediterráneo antes del desembarco.
Un requisito esencial de la operación, como se ha señalado, era la superioridad aérea, clave para que pudiese mantenerse a la Royal Navy fuera de los Estrechos. Por ello, la primera parte de la operación consistió en grandes ataques aéreos en varias fases.
Sin embargo, la incompetencia del mariscal Goering y su cambio de objetivo a partir del 7 de septiembre de 1940, cuando, a consecuencia de los ataques ingleses sobre Berlín a fines de agosto, se interrumpieron los ataques masivos alemanes contra los aeródromos británicos y se tomó como blancos principales Londres y las ciudades de producción bélica.
Esto hizo, que no se consiguiese la necesaria supremacía aérea y los mandos alemanes recapacitasen sobre la oportunidad de la invasión hasta que finalmente, el plan terminó por ser arrinconado y olvidado ante las nuevas prioridades surgidas a los alemanes en el frente de Rusia.
viernes, 14 de septiembre de 2018
Batalla de Muret, fin del sueño de la Gran Corona de Aragón
Tal día como hoy 14 de septiembre de 1213 al sur de Tolosa, durante la cruzada contra los cátaros o albigenses, concluye la batalla de Muret donde muere Pedro II de Áragón, “el católico”.
La contienda enfrentó al rey aragonés, sus vasallos y sus aliados, contra las tropas cruzadas papales y las de Felipe II de Francia lideradas por Simón de Montfort a quien correspondió la victoria.
La contienda hay que situarla en las luchas de intereses surgidas al sur de Francia tras el arraigo de la religión cátara, pues el Papa Inocencio III – temeroso de perder poder – los declaró herejes lo cual creó un grave problema a Pedro II ya que, por una parte eran súbditos suyos y por otra él se había comprometido a defender el papado.
La declaración de una cruzada por parte del papa, se debió a que, la existencia de esta iglesia - tolerada por los poderes locales - amenazaba su hegemonía y con su actitud ayudó los proyectos del Rey de Francia, dispuesto a servirse de cualquier argumento para obtener la investidura de estos ricos territorios.
Así pues, el papa encontró en la monarquía francesa el medio de atajar la “herejía” y aumentar su influencia, mostrándose siempre dispuesto a favorecer las empresas del rey francés, por lo que la “cruzada” fue en realidad el resultado de esta comunión de intereses, entre el papa y el rey galo a quien se legitimó su política expansiva.
Ante la disyuntiva, Pedro II optó por defender a sus vasallos y una vez cerrado el camino de la negociación sólo quedó la vía militar, por lo que al mando de un fuerte ejército, se dirigió contra los cruzados, para proteger a sus súbditos albigenses.
Aunque partía de una situación ventajosa en cuanto a fuerzas y avituallamientos, parece ser que sus huestes actuaron con precipitación y, sin esperar la llegada de todos los efectivos entablaron batalla, resultando muerto el rey al ser aislado por los franceses mientras ocupaba una posición de peligro, en lugar de situarse en la retaguardia.
La muerte de Pedro II trajo el desorden y la desbandada entre las fuerzas tolosano-aragonesas y la consiguiente derrota.
El cadáver del rey – que había sido excomulgado por el papa - fue recogido por los caballeros hospitalarios y enterrado en Tolosa hasta 1217, en que una bula papal autorizó su traslado al Monasterio de Santa María de Sigena – Huesca - donde fue inhumado, aunque fuera del recinto sagrado.
Muret supuso el abandono de las pretensiones de la Corona de Aragón sobre los territorios del otro lado de los Pirineos y el final de la posible formación de un poderoso reino aragonés-occitano que hubiese cambiado el curso de la historia de España y seguramente también la de Francia.
La contienda enfrentó al rey aragonés, sus vasallos y sus aliados, contra las tropas cruzadas papales y las de Felipe II de Francia lideradas por Simón de Montfort a quien correspondió la victoria.
La contienda hay que situarla en las luchas de intereses surgidas al sur de Francia tras el arraigo de la religión cátara, pues el Papa Inocencio III – temeroso de perder poder – los declaró herejes lo cual creó un grave problema a Pedro II ya que, por una parte eran súbditos suyos y por otra él se había comprometido a defender el papado.
La declaración de una cruzada por parte del papa, se debió a que, la existencia de esta iglesia - tolerada por los poderes locales - amenazaba su hegemonía y con su actitud ayudó los proyectos del Rey de Francia, dispuesto a servirse de cualquier argumento para obtener la investidura de estos ricos territorios.
Así pues, el papa encontró en la monarquía francesa el medio de atajar la “herejía” y aumentar su influencia, mostrándose siempre dispuesto a favorecer las empresas del rey francés, por lo que la “cruzada” fue en realidad el resultado de esta comunión de intereses, entre el papa y el rey galo a quien se legitimó su política expansiva.
Ante la disyuntiva, Pedro II optó por defender a sus vasallos y una vez cerrado el camino de la negociación sólo quedó la vía militar, por lo que al mando de un fuerte ejército, se dirigió contra los cruzados, para proteger a sus súbditos albigenses.
Aunque partía de una situación ventajosa en cuanto a fuerzas y avituallamientos, parece ser que sus huestes actuaron con precipitación y, sin esperar la llegada de todos los efectivos entablaron batalla, resultando muerto el rey al ser aislado por los franceses mientras ocupaba una posición de peligro, en lugar de situarse en la retaguardia.
La muerte de Pedro II trajo el desorden y la desbandada entre las fuerzas tolosano-aragonesas y la consiguiente derrota.
El cadáver del rey – que había sido excomulgado por el papa - fue recogido por los caballeros hospitalarios y enterrado en Tolosa hasta 1217, en que una bula papal autorizó su traslado al Monasterio de Santa María de Sigena – Huesca - donde fue inhumado, aunque fuera del recinto sagrado.
Muret supuso el abandono de las pretensiones de la Corona de Aragón sobre los territorios del otro lado de los Pirineos y el final de la posible formación de un poderoso reino aragonés-occitano que hubiese cambiado el curso de la historia de España y seguramente también la de Francia.
jueves, 13 de septiembre de 2018
La muralla de Adriano
El Muro o Muralla de Adriano funcionó como límite septentrional del territorio romano de Britania y es una antigua construcción defensiva, levantada entre los años 122 al 132 por orden del emperador romano Adriano para defender el territorio britano sometido, a las belicosas tribus de los pictos que se extendían más al norte del muro, en lo que llegaría a ser más tarde Escocia.
Este limes – frontera – fortificado, se extendía 117 kilómetros desde el golfo de Solway, en el oeste, hasta el río Tyne, en el este, entre la actual Newcastle y Wigton y tenía como función también mantener la estabilidad y crear condiciones de paz en la provincia romana de Britannia al sur del muro, así como marcar la frontera del Imperio romano.
La Muralla estaba construida con sillares de piedra y contaba con 14 fuertes militares principales y 80 fortines situados a cada milla romana - unos 1.500 metros, aproximadamente - que albergaban guarniciones en puntos clave de vigilancia, así como un foso y un camino militar.
Su función defensiva fue asumida posteriormente por la muralla de Antonino Pío, levantada más al norte y abandonada tras un breve período ante la hostilidad de las tribus caledonias, volviendo la muralla de Adriano a ser el límite septentrional del territorio romano de Britania.
Aún así, los pictos consiguieron atravesar esta mole de piedra en tres ocasiones: en 197, 296 y 367 y poco después, en el año 383, cuando Roma abandonó Britania para siempre el muro se vació de vida.
Hoy día aún subsisten importantes tramos de la muralla, mientras que otras secciones han desaparecido al haber sido reutilizadas sus piedras en construcciones vecinas durante siglos para construir granjas, iglesias y otros edificios.
Algunas de estas fortificaciones se han conservado sorprendentemente bien y hoy se pueden visitar, como Housesteads o Birdoswald, en Nortumbria.
Podían albergar entre 500 y 1.000 soldados y, en total, se calcula que el Muro estaba protegido por unos 10.000 hombres, entre caballería e infantería, siendo la muralla mas grande construida en suelo europeo de toda la historia.
La Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1987, a la que se sumaría el Limes de la Alta Germania en Alemania y el Muro Antonino en el Reino Unido, con el que forman la denominación conjunta de "Fronteras del Imperio Romano".
miércoles, 12 de septiembre de 2018
La presunta maldición del Diamante Hope
Tal día como hoy 12 de septiembre de 1792, en Inglaterra, seis hombres entran en la casa destinada al depósito de las joyas y roban “el Diamante Hope” junto con otras joyas de la corona británica.
El Diamante Hope, también conocido como "Piedra maldita" - y cuyo precio actual es de 9,8 millones de dolares - es un diamante de color azul marino, lo cual es debido a tener boro en su composición. Con el paso del tiempo, se ha vuelto legendario por la supuesta maldición que persigue a sus poseedores, la cual es atribuida al hurto del que fue objeto la joya, en un templo en honor a la diosa hindú Sītā.
En 1958, fue donado al Museo Nacional de Historia Natural norteamericano por el joyero estadounidense Harry Winston y, a partir de entonces, forma parte de la colección nacional de gemas del museo.
En 2005, el museo publicó los resultados de una investigación donde señalaba que, el diamante había formado parte de las joyas de la Corona de Francia hasta que fue robado en 1792, cuando el "Tesoro Nacional" fue tomado por alborotadores que robaron importantes joyas de su colección.
El primer poseedor, Jean-Baptiste Tavernier, mostró el diamante original - de 115 quilates - al rey Luis XIV de Francia y tras venderla, Tavernier cayó en quiebra y huyó a Rusia, en donde sería hallado muerto de frío, y su cadáver había sido devorado por alimañas.
En el año 1691, madame de Montespan, amante de Luis XIV quiso que este le obsequiara el diamante y poco después, cayó en desgracia y murió olvidada. En 1715, con motivo de la visita del embajador de Persia, el rey le mostró el diamante, para que viera que no podía hacerle ningún mal, pero Luis XIV murió ese mismo año, de manera inesperada y con su muerte, muchas personas comenzaron a creer que el diamante causaba desgracias a su poseedor.
En 1774, María Antonieta, esposa de Luis XVI, decidió lucir el diamante y prestarlo a la princesa de Lamballe, pero debido a que María Antonieta y Luis XVI murieron en la guillotina y la princesa fue brutalmente asesinada a manos de los revolucionarios, se ha atribuido también al diamante el asesinato de estos.
Durante la Revolución francesa, unos ladrones robaron la joya y sólo uno de ellos lo conservó hasta 1820, cuando la vendió al holandés Wilhelm Fals para cortarla en dos. La primera fue adquirida por el duque de Brunswick, que al poco fue a la quiebra y la segunda la conservó el holandés, cuyo hijo le robó la joya y la vendió al francés Beaulieu. Fals murió al poco tiempo y su hijo, se suicidó poco después.
El rumor de las desgracias por la supuesta maldición, concluyó en que Beaulieu vendiera el diamante a David Eliason, quien también la vendió al rey Jorge IV de Inglaterra, cuya muerte se atribuye también al uso del diamante, que había sido incrustado en su corona.
El siguiente poseedor fue el príncipe Iván Kanitowski, que lo obsequió a una vedette, a quien días después asesinaron y los siguientes propietarios, el griego Simón Montarides, Abdul Hamid II y la familia MacLean,. también tuvieron muertes trágicas, la mayoría de ellas atribuidas al diamante.
A partir de entonces, se ha vuelto legendario por la presunta maldición que alcanza a sus poseedores, y desde 1958, es una de las joyas más visitadas en el Museo Nacional de Historia Natural de Norteamérica.
Verdad o no, cualquiera se atreve ahora a lucir el diamante...
El Diamante Hope, también conocido como "Piedra maldita" - y cuyo precio actual es de 9,8 millones de dolares - es un diamante de color azul marino, lo cual es debido a tener boro en su composición. Con el paso del tiempo, se ha vuelto legendario por la supuesta maldición que persigue a sus poseedores, la cual es atribuida al hurto del que fue objeto la joya, en un templo en honor a la diosa hindú Sītā.
En 1958, fue donado al Museo Nacional de Historia Natural norteamericano por el joyero estadounidense Harry Winston y, a partir de entonces, forma parte de la colección nacional de gemas del museo.
En 2005, el museo publicó los resultados de una investigación donde señalaba que, el diamante había formado parte de las joyas de la Corona de Francia hasta que fue robado en 1792, cuando el "Tesoro Nacional" fue tomado por alborotadores que robaron importantes joyas de su colección.
El primer poseedor, Jean-Baptiste Tavernier, mostró el diamante original - de 115 quilates - al rey Luis XIV de Francia y tras venderla, Tavernier cayó en quiebra y huyó a Rusia, en donde sería hallado muerto de frío, y su cadáver había sido devorado por alimañas.
En el año 1691, madame de Montespan, amante de Luis XIV quiso que este le obsequiara el diamante y poco después, cayó en desgracia y murió olvidada. En 1715, con motivo de la visita del embajador de Persia, el rey le mostró el diamante, para que viera que no podía hacerle ningún mal, pero Luis XIV murió ese mismo año, de manera inesperada y con su muerte, muchas personas comenzaron a creer que el diamante causaba desgracias a su poseedor.
En 1774, María Antonieta, esposa de Luis XVI, decidió lucir el diamante y prestarlo a la princesa de Lamballe, pero debido a que María Antonieta y Luis XVI murieron en la guillotina y la princesa fue brutalmente asesinada a manos de los revolucionarios, se ha atribuido también al diamante el asesinato de estos.
Durante la Revolución francesa, unos ladrones robaron la joya y sólo uno de ellos lo conservó hasta 1820, cuando la vendió al holandés Wilhelm Fals para cortarla en dos. La primera fue adquirida por el duque de Brunswick, que al poco fue a la quiebra y la segunda la conservó el holandés, cuyo hijo le robó la joya y la vendió al francés Beaulieu. Fals murió al poco tiempo y su hijo, se suicidó poco después.
El rumor de las desgracias por la supuesta maldición, concluyó en que Beaulieu vendiera el diamante a David Eliason, quien también la vendió al rey Jorge IV de Inglaterra, cuya muerte se atribuye también al uso del diamante, que había sido incrustado en su corona.
El siguiente poseedor fue el príncipe Iván Kanitowski, que lo obsequió a una vedette, a quien días después asesinaron y los siguientes propietarios, el griego Simón Montarides, Abdul Hamid II y la familia MacLean,. también tuvieron muertes trágicas, la mayoría de ellas atribuidas al diamante.
A partir de entonces, se ha vuelto legendario por la presunta maldición que alcanza a sus poseedores, y desde 1958, es una de las joyas más visitadas en el Museo Nacional de Historia Natural de Norteamérica.
Verdad o no, cualquiera se atreve ahora a lucir el diamante...
martes, 11 de septiembre de 2018
La batalla del Cayo de San Jorge
La batalla, es un episodio menor de la lucha de los españoles en América, motivado por las aspiraciones inglesas para hacerse con enclaves en aquel continente.
El Cayo San Jorge - en inglés:St. George's Caye – conocido por los españoles como "Cayo Cocina", fue en los siglos XVII y XVIII, el mayor asentamiento de Honduras Británica, sin embargo, su importancia desapareció por el crecimiento de la ciudad de Belice y en el año 2000, tenía una población permanente de tan solo unas 20 personas.
El hecho que hoy glosamos, sucedió en las inmediaciones de este islote, muy próximo a la costa y a la actual Belize City, donde se desarrolló la batalla, que constituyó el ultimo intento español de desalojar a los británicos de la Bahía de Honduras, en la entonces llamada “Nueva España”.
Tiempo atrás, colonos ingleses se habían asentado en el lugar de forma pacifica, por tolerancia o dejación por parte de los españoles, de manera que con los años habían constituido una colonia inglesa en territorio dominado por España, aunque el gobierno británico no reconoció el asentamiento como colonia, por temor a provocar un ataque español.
No obstante, la tradicional desidia española, siempre dejó para más tarde esta cuestión y el retraso en la supervisión del lugar, permitió a los colonos el establecimiento de sus propias leyes y formas de gobierno, hasta el punto de que unos pocos colonos ricos, se hicieron con el control local, apoderándose de la mayor parte de las tierras y explotaciones de madera.
Cuando finalmente el gobierno colonial español intentó reaccionar ya era demasiado tarde, el rey de España dio instrucciones para que organizaran un ejército y expulsaran a los colonos de Belice, expedición que tardó año y medio en organizarse y en ese momento, hay que situar el hecho de la “Batalla de Cayo San Jorge” pomposo nombre que en realidad fue una escaramuza durante algunos días, que acabaron con la – teórica - posesión española de la isla.
La acción militar, duró desde el día 3 al 10 septiembre de 1798, pero la batalla final tuvo lugar el día 10, donde tropas españolas procedentes de lo que luego se convertiría en México, fueron repelidas por una pequeña fuerza de leñadores y colonos residentes, los llamado “Hombres de la Bahía,” que lucharon ayudados de los esclavos negros.
Para hacerse una idea de la entidad de la “batalla”, baste decir que durante la misma no se registró víctima alguna por ninguna de las dos partes, pero sin embargo costó a España la perdida de esta isla y el establecimiento definitivo de un enclave, usado a partir de ese momento para repostar la flota inglesa, pues como siempre, los españoles dejaron para mañana los asuntos que habían de haber hecho ayer, actuando tarde y mal...
Este acontecimiento es recordado como una fiesta nacional en Belice, celebrada todos los días 10 de septiembre como la Batalla de San Jorge, mateniendo el Ejército británico un establecimiento permanente de formación en la isla, la “Unidad de Apoyo y de Formación del Ejército británico a Belice”, donde más que actividades bélicas se realizan actividades deportivas como el buceo y la vela.
lunes, 10 de septiembre de 2018
La odisea de los restos de Cristóbal Colón
Tal día como hoy 10 de septiembre de 1877, en la Catedral de Santo Domingo en la República Dominicana, se hallan los restos de Cristóbal Colón.
Cristóbal Colón falleció en Valladolid el 20 de mayo de 1506, posiblemente por complicaciones de una artritis y tras su muerte, su cuerpo se trató con un proceso llamado “descarnación” mediante el cual se quitaba la carne de los huesos para la mejor conservación del cadáver.
Se le enterró en el Convento de San Francisco en Valladolid y posteriormente, sus restos fueron trasladados al Monasterio de la Cartuja de Sevilla y en 1523, su hijo Diego Colón, dispuso en testamento que tanto sus restos como los de su padre fueran enterrados en la catedral de Santo Domingo.
Los trámites para cumplir la voluntad de Diego, estuvieron a cargo de su viuda, María Álvarez de Toledo y Rojas, quien obtuvo del rey Carlos I de España, la autorización para que alli fueran trasladados y enterrados ambos y luego se amplió el derecho a favor de su hijo Luis Colón.
Existen discrepancias sobre cuando se efectuó el traslado, pero lo que resulta indubitable es que en 1548, cuando María redactó su testamento, los restos de ambos ya estaban en Santo Domingo, pues ella pidió que su cuerpo no fuera enterrado junto a su marido Diego, sino al lado del altar mayor.
Tras la conquista de Santo Domingo en 1795 por los franceses, los restos de Cristóbal se trasladaron a La Habana y, tras la guerra de independencia cubana en 1898, fueron trasladados a Cádiz y desde allí a la catedral de Sevilla, donde reposan en un suntuoso catafalco.
Posteriormente, se produjo una controversia sobre el destino de tales restos, tras aparecer, en la Catedral de Santo Domingo, una caja de plomo con fragmentos óseos y una inscripción donde se leía: “Varón ilustre y distinguido Cristóbal Colón”, los cuales en 1992, fueron trasladados a un monumento construido por la República Dominicana para homenajearlos, ya que se suponen también de Colón.
Al parecer, en el momento de exhumar en 1795 los restos de la catedral de Santo Domingo, no estuvo claro cuál era exactamente la tumba de Colón, debido al mal estado de las tumbas, con lo que resulta - al menos probable - que sólo se recogieran parte de los huesos y para averiguar cuáles eran los verdaderos se propuso tomar el ADN de ambos esqueletos: el de Sevilla y el de Santo Domingo, pero en enero de 2005 las autoridades dominicanas pospusieron la apertura de la tumba.
El 1 de agosto de 2006 el equipo de investigación que estudió los restos óseos atribuidos al almirante en la catedral de Sevilla, confirmó que “sí son los de Cristóbal Colón”, afirmación basada en el estudio del ADN.
Todavía se espera que las autoridades Dominicanas permitan el estudio de los atribuidos al Almirante, para completar la historia en torno a esta cuestión, aunque esto ya no es determinante para identificar los restos del descubridor, ya que se estima que pueda haberlos en otros lugares, pues los que hay en Sevilla no llegan al 15% del total del esqueleto, por lo que podría ser que los que están en Santo Domingo también correspondan a Colón.
Un misterio más que sumar, a los muchos que jalonan la vida de este singular personaje.
Cristóbal Colón falleció en Valladolid el 20 de mayo de 1506, posiblemente por complicaciones de una artritis y tras su muerte, su cuerpo se trató con un proceso llamado “descarnación” mediante el cual se quitaba la carne de los huesos para la mejor conservación del cadáver.
Se le enterró en el Convento de San Francisco en Valladolid y posteriormente, sus restos fueron trasladados al Monasterio de la Cartuja de Sevilla y en 1523, su hijo Diego Colón, dispuso en testamento que tanto sus restos como los de su padre fueran enterrados en la catedral de Santo Domingo.
Los trámites para cumplir la voluntad de Diego, estuvieron a cargo de su viuda, María Álvarez de Toledo y Rojas, quien obtuvo del rey Carlos I de España, la autorización para que alli fueran trasladados y enterrados ambos y luego se amplió el derecho a favor de su hijo Luis Colón.
Existen discrepancias sobre cuando se efectuó el traslado, pero lo que resulta indubitable es que en 1548, cuando María redactó su testamento, los restos de ambos ya estaban en Santo Domingo, pues ella pidió que su cuerpo no fuera enterrado junto a su marido Diego, sino al lado del altar mayor.
Tras la conquista de Santo Domingo en 1795 por los franceses, los restos de Cristóbal se trasladaron a La Habana y, tras la guerra de independencia cubana en 1898, fueron trasladados a Cádiz y desde allí a la catedral de Sevilla, donde reposan en un suntuoso catafalco.
Posteriormente, se produjo una controversia sobre el destino de tales restos, tras aparecer, en la Catedral de Santo Domingo, una caja de plomo con fragmentos óseos y una inscripción donde se leía: “Varón ilustre y distinguido Cristóbal Colón”, los cuales en 1992, fueron trasladados a un monumento construido por la República Dominicana para homenajearlos, ya que se suponen también de Colón.
Al parecer, en el momento de exhumar en 1795 los restos de la catedral de Santo Domingo, no estuvo claro cuál era exactamente la tumba de Colón, debido al mal estado de las tumbas, con lo que resulta - al menos probable - que sólo se recogieran parte de los huesos y para averiguar cuáles eran los verdaderos se propuso tomar el ADN de ambos esqueletos: el de Sevilla y el de Santo Domingo, pero en enero de 2005 las autoridades dominicanas pospusieron la apertura de la tumba.
El 1 de agosto de 2006 el equipo de investigación que estudió los restos óseos atribuidos al almirante en la catedral de Sevilla, confirmó que “sí son los de Cristóbal Colón”, afirmación basada en el estudio del ADN.
Todavía se espera que las autoridades Dominicanas permitan el estudio de los atribuidos al Almirante, para completar la historia en torno a esta cuestión, aunque esto ya no es determinante para identificar los restos del descubridor, ya que se estima que pueda haberlos en otros lugares, pues los que hay en Sevilla no llegan al 15% del total del esqueleto, por lo que podría ser que los que están en Santo Domingo también correspondan a Colón.
Un misterio más que sumar, a los muchos que jalonan la vida de este singular personaje.
domingo, 9 de septiembre de 2018
La única mujer gobernadora en la América colonial
Tal día como hoy 9 de septiembre de 1541, en Santiago de los Caballeros, Guatemala, la viuda del conquistador Pedro de Alvarado jura su cargo como gobernadora de Guatemala, muriendo dos días después cuando un terremoto derrumba la capilla donde rezaba.
Beatriz de la Cueva de Alvarado, fue una noble y la única mujer que ostentó un cargo tan alto en la América española, luego de enviudar del adelantado Pedro de Alvarado y como tal ocupó por dos días el mando interino de Guatemala, por fallecimiento en el cargo de su marido.
Beatriz de la Cueva nació en 1490 en la ciudad de Úbeda, - Jaén - y era una hermosa mujer de preciosos y expresivos ojos, que se unió en matrimonio con su cuñado Pedro de Alvarado, quien había sido convencido por Francisco de los Cobos, secretario de Estado del emperador Carlos V, para realizar un viaje a la América española y ser nombrado Adelantado en Guatemala.
Salieron de España comandando tres navíos, con un numeroso séquito de 250 hombres y 20 doncellas hidalgas para casarlas con los conquistadores y contribuir así a la nueva aristocracia colonial y una vez cruzaron el Atlántico, el 15 de septiembre de 1539, arribaron a la ciudad de Santiago de Guatemala.
Beatriz, además de buena salud, tenía muchas cualidades y entre ellas que era una mujer de gran belleza, pues así se la refiere en diferentes crónicas y dispuesta para la buena vida, que supo trasladar a las tierras americanas, parte de las costumbres imperantes en España. Así, hizo interesarse a las demás mujeres por los vestidos, las modas, las joyas y las viviendas, cosa que se descuidaban de manera sensible en las duras condiciones de vida de los conquistadores.
Pero poco tiempo disfrutaría Beatriz de paz y felicidad, pues su esposo, hombre inquieto, no salía de una aventura cuando ya estaba metido en otra y cuando fue llamado por el Virrey de Nueva España, para sofocar una rebelión de varias tribus aztecas en el estado de Nueva Galicia, la actual Jalisco, Alvarado se aprestó a ir en su ayuda.
El 24 de junio de 1541 entró en combate con los sublevados, refugiados en Nochistlan, plaza bien defendida y poco propicia para el despliegue de la caballería, por lo que hubieron de retirarse y en la retirada, un inexperto jinete resbaló con su caballo y rodaron pendiente abajo, con tan mala fortuna que arrollaron a Alvarado, causándole graves heridas y el cuatro de julio, ya agonizante, hizo testamento dejándolo todo a su esposa Beatriz, y muriendo al día siguiente.
Cuando el 29 de agosto llegó la noticia a Guatemala, el cabildo de Santiago de los Caballeros, reunido en cónclave, decidió que hasta no se nombrase por el Rey de España un nuevo gobernador, éste derecho recaía en su viuda que, por méritos propios, había obtenido un puesto relevante en la sociedad.
Dicen que la viuda, al enterarse de la muerte de Alvarado y al ser elegida - de forma democrática - como la primera mujer gobernadora del Nuevo Continente, bajo el acta del nombramiento escribió: "La Sin Fortuna. Doña Beatriz.", comenzando, sin demora, a ejercer sus nuevas funciones.
A los dos días de asumir el cargo, aconteció una tormenta en la noche del 10 de septiembre y un terremoto en la zona al día siguiente que hizo que el volcán de Agua provocara un alud y una inundación que destruyó todo a su alrededor y la gobernadora fallecería al estar rezando con sus damas de compañía en una capilla que sería arrasada, al igual que unos seiscientos vecinos, el día 11 de septiembre de 1541.
Sin duda fue un gobierno corto, pero ejemplarizante para todos "aquellos y aquellas" que pretendan llegar a donde no les corresponde usando el recurso de las "cuotas" u otros menos confesables.
Beatriz de la Cueva de Alvarado, fue una noble y la única mujer que ostentó un cargo tan alto en la América española, luego de enviudar del adelantado Pedro de Alvarado y como tal ocupó por dos días el mando interino de Guatemala, por fallecimiento en el cargo de su marido.
Beatriz de la Cueva nació en 1490 en la ciudad de Úbeda, - Jaén - y era una hermosa mujer de preciosos y expresivos ojos, que se unió en matrimonio con su cuñado Pedro de Alvarado, quien había sido convencido por Francisco de los Cobos, secretario de Estado del emperador Carlos V, para realizar un viaje a la América española y ser nombrado Adelantado en Guatemala.
Salieron de España comandando tres navíos, con un numeroso séquito de 250 hombres y 20 doncellas hidalgas para casarlas con los conquistadores y contribuir así a la nueva aristocracia colonial y una vez cruzaron el Atlántico, el 15 de septiembre de 1539, arribaron a la ciudad de Santiago de Guatemala.
Beatriz, además de buena salud, tenía muchas cualidades y entre ellas que era una mujer de gran belleza, pues así se la refiere en diferentes crónicas y dispuesta para la buena vida, que supo trasladar a las tierras americanas, parte de las costumbres imperantes en España. Así, hizo interesarse a las demás mujeres por los vestidos, las modas, las joyas y las viviendas, cosa que se descuidaban de manera sensible en las duras condiciones de vida de los conquistadores.
Pero poco tiempo disfrutaría Beatriz de paz y felicidad, pues su esposo, hombre inquieto, no salía de una aventura cuando ya estaba metido en otra y cuando fue llamado por el Virrey de Nueva España, para sofocar una rebelión de varias tribus aztecas en el estado de Nueva Galicia, la actual Jalisco, Alvarado se aprestó a ir en su ayuda.
El 24 de junio de 1541 entró en combate con los sublevados, refugiados en Nochistlan, plaza bien defendida y poco propicia para el despliegue de la caballería, por lo que hubieron de retirarse y en la retirada, un inexperto jinete resbaló con su caballo y rodaron pendiente abajo, con tan mala fortuna que arrollaron a Alvarado, causándole graves heridas y el cuatro de julio, ya agonizante, hizo testamento dejándolo todo a su esposa Beatriz, y muriendo al día siguiente.
Cuando el 29 de agosto llegó la noticia a Guatemala, el cabildo de Santiago de los Caballeros, reunido en cónclave, decidió que hasta no se nombrase por el Rey de España un nuevo gobernador, éste derecho recaía en su viuda que, por méritos propios, había obtenido un puesto relevante en la sociedad.
Dicen que la viuda, al enterarse de la muerte de Alvarado y al ser elegida - de forma democrática - como la primera mujer gobernadora del Nuevo Continente, bajo el acta del nombramiento escribió: "La Sin Fortuna. Doña Beatriz.", comenzando, sin demora, a ejercer sus nuevas funciones.
A los dos días de asumir el cargo, aconteció una tormenta en la noche del 10 de septiembre y un terremoto en la zona al día siguiente que hizo que el volcán de Agua provocara un alud y una inundación que destruyó todo a su alrededor y la gobernadora fallecería al estar rezando con sus damas de compañía en una capilla que sería arrasada, al igual que unos seiscientos vecinos, el día 11 de septiembre de 1541.
Sin duda fue un gobierno corto, pero ejemplarizante para todos "aquellos y aquellas" que pretendan llegar a donde no les corresponde usando el recurso de las "cuotas" u otros menos confesables.
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