sábado, 14 de diciembre de 2024

Puebla de Guzmán, el pueblo que proclamó la Segunda República Española antes de tiempo

Tal día como hoy,  15 de diciembre de 1930, los vecinos de la localidad onubense de Puebla de Guzmán, proclamaban por su cuenta la Segunda República Española. Lo hacían cuatro meses antes de que la bandera tricolor, ondease en la ciudad vasca de Eibar.

Éibar fue la primera ciudad en alzar la bandera tricolor, la madrugada del martes 14 de abril de 1931, a las seis y media de la mañana. La corporación municipal recién elegida en las elecciones del domingo, proclamó en la Segunda República. La bandera tricolor fue izada por el concejal más joven, de la recién elegida corporación,  que era un miembro del Grupo de Acción Republicana.

Según las crónicas de la época, la proclamación de la Segunda República Española, antes de tiempo causó gran revuelo. Se produjo tres días después, de que la Guarnición de Jaca, comandada por los capitanes Galán y García Hernández, proclamase la Segunda República Española, mediante un golpe de Estado, que finalmente fracasó.

La noticia de la sublevación de Jaca, corrió como la pólvora a lo largo de toda la geografía española y llegó a pequeñas localidades, como Puebla de Guzmán. Sin embargo, en aquella época la trasmisión de noticias, no era la de hoy en día ya que solía basarse, en el boca a boca, esta realidad daba lugar a muchos malentendidos.

Precisamente eso fue lo que pasó, el 15 de diciembre de 1930, en la localidad onubense de Puebla de Guzmán cuando, erróneamente informados por los viajantes, del éxito de la sublevación de Jaca, un grupo de revolucionarios, encabezados por el maestro Francisco Liánez empuñaron y exhibieron la bandera republicana, por las calles de la localidad.

El revuelo fue sonado. La Guardia Civil tuvo que acudir hasta el lugar para ver con sus propios ojos lo sucedido, también protagonizaron un enfrentamiento callejero, contra los republicanos allí presentes que se saldó, con más de cuarenta detenidos y un mayor número de heridos.

Puebla de Guzmán realmente fue la primera localidad española, en proclamar la Segunda República aunque, lo hizo antes de tiempo. Este hecho trajo consecuencias años más tarde, durante la Guerra Civil Española, conflicto durante el cual la población de esta pequeña localidad onubense, sufrió una terrible represión.

 


viernes, 13 de diciembre de 2024

Michel de Nostredame, astrólogo y adivino francés

Tal día como hoy, 14 de diciembre de 1503, nace Nostradamus, cuyo nombre original era Michel de Nostredame.

Michel de Nôtre-Dame, también llamado Michel Nostradame, usualmente latinizado como Nostradamus, fue un boticario francés y supuesto adivino, más conocido por su libro "Las Profecías", una colección de 942 cuartetas poéticas que supuestamente predicen eventos futuros.

El libro se publicó por primera vez en 1555. La familia de Nostradamus era originalmente judía, pero se había convertido al catolicismo, antes de que él naciera. Estudió en la Universidad de Aviñón, pero se vio obligado a dejar sus estudios, después de poco más de un año, cuando la universidad cerró debido a un brote de la peste.

Trabajó como boticario durante varios años, antes de ingresar a la Universidad de Montpellier, con la esperanza de obtener un doctorado, pero fue casi inmediatamente expulsado, después de que se descubrió su trabajo como boticario -un comercio manual prohibido, por los estatutos universitarios-.

Se casó por primera vez en 1531, pero su esposa y sus dos hijos murieron en 1534, durante otro brote de peste. Trabajó junto a otros médicos contra la plaga antes de volver a casarse, con Anne Ponsarde, con quien tuvo seis hijos.

Escribió un almanaque para 1550 y, como resultado de su éxito, continuó escribiéndolo para los años futuros, mientras comenzaba a trabajar como astrólogo, para varios clientes ricos. Catalina de Médici, se convirtió en una de sus principales partidarias. Sus profecías, publicadas en 1555, se basaron en gran medida en precedentes históricos, y literarios y recibieron inicialment, una recepción mixta.

Sufrió de gota severa hacia el final de su vida, enfermedad que finalmente le provocó un edema, muriendo el 2 de julio de 1566. 

Según la predicciones  de Nostradamus. para  el año 2025 iniciaremos una nueva etapa que nos acompañe en estos días, que tenemos por delante y que puede acabar siendo lo que marque la diferencia. Nostradamus hace siglos, parece que ya pensó en este 2025, como un periodo de conflictos y de novedades destacadas..

Una de las profecías habla,del pánico a nivel mundial a una nueva pandemia, después de que una nueva variante de la gripe aviar, se extienda por Asia afectando a China Vietnam y Tailandia. Esta situación activaría todas las alarmas a nivel mundial, y supondrá una nueva prueba de fuego, para los gobiernos de los países, más importantes del mundo.

La siguiente de las profecías para 2025, habla de un nuevo descubrimiento en el espacio. La Nasa y la Agencia Espacial Europea, podrían anunciar la presencia de vida microbiana en Marte, lo que haría necesario poder ir a este planeta, para poder explorar una nueva forma de vida, en unas condiciones distintas.

Sin duda, hay algo que preocupa especialmente al mundo, el resultado de las urnas en Estados Unidos, podría acabar con un país dividido. Nostradamus aventuró que Estados Unidos quedará al borde de la desintegración, con estados como Texas y California que se levantarán, contra Washington para lograr la secesión.

La política, no sólo se ha convertido en algo que Nostradamus conoce bien, sino que también los efectos sobre el clima y la propia naturaleza, fueron parte de estas previsiones. 

Siguiendo con la explicación de este profeta, este 2025 llegaría cargado de novedades destacadas. Japón sufrirá un terremoto de alta intensidad, que será seguido de un tsunami. 

En Italia, el Vesubio despertaría y obligaría a la evacuación de Nápoles. En Indonesia, la erupción del volcán Krakatoa, desataría un infierno de fuego y agua.

Los niveles de pobreza en todo el mundo están aumentando, es algo que estamos viendo en España, pero no es el único país que lucha contra estos elementos. Nostradamus predijo que el mundo arderá bajo los incendios de las desigualdades sociales y ciudades como París, Chicago o Los Ángeles, se convertirán en campos de batalla. 

En Brasil, las personas con menos recursos podrían unirse, y formar milicias para desafiar al Estado.

Estas son algunas de las profecías que ponen los pelos de punta de Nostradamus, pero cuidado, porque pueden ser la antesala de un cambio global. La espiritualidad, podría acabar siendo un elemento a tener en cuenta en estos días que tenemos por delante. El cambio es algo que debemos ver llegar.

De cualquier forma no debemos creer en estas predicciones catastrofistas, el futuro es un misterio que solo con el paso del tiempo se desvelará.


jueves, 12 de diciembre de 2024

La proclamación de Isabel "la Católica" como Reina de Castilla

Tal día como hoy, 13 de diciembre de 1474, dos días después del fallecimiento del Rey Enrique IV de Castilla, Isabel "la Católica" era proclamada en el atrio de la Iglesia de San Miguel de Segovia, como Reina de Castilla.

Hija de Juan II de Castilla y de Isabel de Portugal, Isabel la Católica nunca estuvo llamada a reinar. Sin embargo, tras la muerte de su hermano el infante Alfonso de Castilla y, más tarde, la de su hermanastro, el Rey Enrique IV, fue proclamada como Reina de Castilla.

El 13 de diciembre de 1474, en la Iglesia de San Miguel de Segovia, Isabel se proclamó reina y propietaria del reino de Castilla y a Fernando, como su legítimo marido. El objetivo era posicionarse, por delante de su sobrina Juana "la Beltraneja".

Sus primeros años de reinado, no fueron nada fáciles, pues tuvo que enfrentarse a los partidarios de su sobrina Juana "la Beltraneja", en una sangrienta guerra civil que finalmente, se decantó a favor de Isabel, tras la batalla de Toro.

A pesar de ello, los combates se sucedieron en la frontera portuguesa hasta 1479, año en que Portugal la reconoció finalmente, como Reina de Castilla.

El reinado de Isabel "la Católica" pasó a la historia, por el afianzamiento y la expansión del poder real, el estímulo de la economía, el fin de la reconquista con la toma de Granada y el fortalecimiento de la fe católica.

Su matrimonio con Fernando II de Aragón, supuso la consiguiente unión dinástica, que no territorial, de los Reinos de Castilla y Aragón. Unión que sentaría las bases de la actual España.

Isabel de Castilla, tuvo un impacto monumental en el mundo: inició la unificación de España y ayudó económicamente, a la exploración del Nuevo Mundo. A su muerte, el pueblo de Castilla, lloró la pérdida de una gran reina. 

En su testamento, la reina Isabel les pidió a sus sucesores que se esforzasen, en conquistar para el cristianismo el Norte de África, continuando la reconquista peninsular​ y que se convirtiese al cristianismo, a los habitantes de América —"las yslas y Tierra Firme del Mar Oçéano"— y se les tratase justamente.​

El testamento original de la reina, se conserva en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe. Una copia se envió al monasterio de Santa Isabel de la Alhambra de Granada. Y otra, a la catedral de Toledo, aunque desde 1575 pasó al Archivo General de Simancas

Tras su fallecimiento, en el aniversario de su muerte y durante muchos años, las campanas doblaron para conmemorar a la reina Isabel de Castilla.


miércoles, 11 de diciembre de 2024

Álvaro de Bazán, el invicto héroe de la Armada española

Tal día como hoy, 12 de diciembre de 1526, nacía en Granada el marino español Don Álvaro de Bazán, el invicto héroe de la Armada española.

Álvaro de Bazán, fue un militar y almirante español del siglo XVI. Ofició como comendador mayor de León y de Villamayor, Alhambra y La Solana en la Orden de Santiago, miembro del Consejo de su Majestad Felipe II, y capitán general del Mar Océano y de la gente de guerra del Reino de Portugal.

Fue un Almirante líder, tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico, se le considera el mayor comandante naval de la historia de España. Fue pionero en el desarrollo de la guerra anfibia, y el uso de los galeones ibéricos como buques de guerra, además de otras técnicas y embarcaciones, diseñadas por él mismo, lo que haría posible muchos de los éxitos logísticos y militares, de la Monarquía Hispánica.

Ostenta así mismo el logro, de no haber perdido jamás una batalla bajo su mando, habiéndose enfrentado a franceses, ingleses y musulmanes en una carrera militar, de casi cincuenta años.

Siguiendo la tradición familiar, Álvaro de Bazán ingresó en la Armada española. Su padre, de igual nombre que él, ya había sido capitán general de las galeras de la monarquía hispánica.

Sus primeras acciones navales, fueron proteger la flota de Indias de los corsarios, que actuaban en aguas del golfo de Cádiz, socorrer a Mazalquivir y Orán del ataque de los berberiscos, reconquistar y fortificar el peñón de Vélez de la Gomera, y socorrer a los caballeros de la Orden de Malta, frente a un ataque turco.

En 1568 fue nombrado capitán general de las galeras de Nápoles. Cargo que le llevó a combatir a los piratas en el norte de África, y con el que realizó su primera acción ofensiva, al participar en el mayor enfrentamiento naval de la historia moderna, la batalla de Lepanto, enfrentamiento en el que sus órdenes, salvaron la situación de la flota cristiana en tres momentos críticos, actuando en todos ellos de la forma correcta, al maximizar los pocos recursos que tenía.

La batalla de Lepanto supuso, la pérdida de la hegemonía del Imperio Otomano en el Mediterráneo. Con los turcos cada vez más debilitados, el Océano Atlántico se convirtió en el nuevo escenario naval prioritario, escenario en el que Álvaro de Bazán jugó un papel clave.

Tras la Batalla de Lepanto, Álvaro de Bazán participó en la ofensiva que Juan de Austria dirigió con éxito sobre Túnez. En diciembre de 1576, fue nombrado capitán general de las Galeras de España.

Como capitán general de las Galeras de España, participó en la ocupación de Portugal, destacándose en la conquista de las Islas Azores, tras la  batalla de la Isla Terceira, el último reducto de la resistencia lusa, contra Felipe II. 

La batalla de la Isla Terceira terminó con la victoria española. Las tropas de Álvaro de Bazán, sufrieron doscientas veinticuatro bajas y quinientos treinta y tres heridos, siendo la nao María y el galeón San Mateo, con cuarenta y cinco y cuarenta muertos y cincuenta y dos y setenta y cuatro heridos, los que más bajas sufrieron, por parte española.

Las bajas francesas, ascendieron a entre mil doscientos y mil quinientos muertos, perdiendo diez buques (dos incendiados, cuatro hundidos y cuatro abandonados). Por esta acción, el Rey le hizo grande de España, y capitán general de la Mar Océana.

Su último encargo, fue comandar la invasión de Inglaterra en 1588. Sin embargo, Don Álvaro de Bazán, falleció en la ciudad de Lisboa mientras preparaba la que con el paso de los años, sería la mal llamada Armada Invencible.

Álvaro de Bazán falleció en Lisboa el 9 de febrero de 1588. Sus restos fueron depositados en la iglesia de Nuestra señora de la Asunción, de Viso del Marqués, hasta que se trasladaron en 1645 al panteón familiar, situado en el convento de San Francisco de la misma localidad.

En 1836, con motivo de la desamortización de Mendizábal, sus restos fueron trasladados a la iglesia nuevamente y en 1988 la Armada Española, le organizó un funeral que ubicó nuevamente el féretro, en el Palacio del Marqués de Santa Cruz.

 

martes, 10 de diciembre de 2024

Cuando Fray Luis de León, fue absuelto por la Inquisición

Tal día como hoy, 11 de diciembre de 1576, Fray Luis de León era absuelto por la Inquisición española, tras ser acusado de traducir la Biblia al castellano.

Tras casi cinco años de encarcelamiento sin ningún tipo de juicio, Fray Luis de León era absuelto por la Inquisición española.

Fray Luis de León, es uno de los poetas más importantes de la segunda fase del Renacimiento español, junto con Francisco de Aldana, Alonso de Ercilla, Fernando de Herrera y San Juan de la Cruz.

Su obra forma parte de la literatura ascética, de la segunda mitad del siglo XVI y está inspirada por el deseo del alma, de alejarse de todo lo terrenal, para poder alcanzar lo prometido por Dios, identificado con la paz y el conocimiento. Los temas morales y ascéticos, dominan toda su obra.

De ascendencia judía, Fray Luis de León ingresó de muy joven en la Orden de los Agustinos. Estudió en la Universidad de Alcalá de Henares, también en la Universidad de Salamanca. En ellas obtuvo dos cátedras: la primera de filosofía moral y, la segunda, de Sagradas escrituras, cátedra que abandonó más tarde, para dedicarse a su orden.

En el año 1573 fue detenido por la Inquisición y encarcelado durante casi cinco años, sin ningún tipo de juicio, a causa de su traducción al castellano de las sagradas escrituras, traducción por aquel entonces prohibida.

Ya exonerado de toda culpa, y aun cuando la Inquisición le había reconocido el derecho a regresar a su cátedra de Escritura, renunció a ella en favor del padre Castillo, quien la estuvo desempeñando, desde su encarcelamiento; de este modo el claustro, poco menos que obligado, le concedió en enero de 1577, la cátedra de Teología.

Sus biógrafos cuentan, que fray Luis acostumbraba, en sus años de docencia, resumir las lecciones explicadas en la clase anterior; y que, al volver a la Universidad a su nueva cátedra, retomó sus lecciones con la frase “Decíamos ayer…” como si sus cuatro años de prisión, no hubieran transcurrido

En 1591 Fray Luis de León conoció el deterioro de su salud. Imposibilitado para dar clases se dedicó a escribir. En agosto de aquel año, fue elegido Provincial de la Orden ,en el capítulo celebrado en Madrigal de las Altas Torres (Ávila), donde murió en el convento de San Agustín, el 23 de agosto, siendo trasladado y enterrado en el convento agustino, de San Pedro de Salamanca.

En 1856, reducido este convento a la ruina, sus restos fueron trasladados con solemnidad, a la capilla de San Jerónimo de la Universidad de Salamanca. En su memoria fue colocado en 1869, en el Patio de Escuelas de la Universidad salmantina, un monumento en bronce realizado por el escultor Nicasio Sevilla, hoy día convertido en uno de los principales iconos, de la ciudad charra

Fray Luis de León, fue un gran humanista de espíritu cristiano, al que se le considera el máximo exponente, de la literatura ascética del Renacimiento y, junto a San Juan de la Cruz, una de las principales figuras de la poesía religiosa, del Siglo de Oro.

lunes, 9 de diciembre de 2024

El Tratado de París, la pérdida de España, de los territorios de ultramar

Tal día como hoy, 10 de diciembre de 1898, se firmaba el Tratado de París, acuerdo mediante el cual no solo finalizaba la guerra hispano-estadounidense, sino que España perdía también, los últimos restos del Imperio que fue.

Ante el desarrollo de la guerra, que España mantenía contra Estados Unidos desde abril de 1898, a causa de la explosión del acorazado Maine en el puerto de la Habana y el temor de que el conflicto, se trasladara al otro lado del Atlántico, el Gobierno de Práxedes Mateo Sagasta comenzó, a finales de julio de 1898, a negociar el fin de las hostilidades,

El Tratado de París de 1898 se considera el punto final del Imperio español de ultramar y el principio del periodo de poder colonial de los Estados Unidos.

La guerra hispano-estadounidense había tenido un desenlace rápido y previsible, debido a la superioridad armamentística estadounidense. A fines de julio de 1898, y todavía en plena guerra, España comenzó a negociar el fin de las hostilidades, con la ayuda del embajador francés en Washington, Jules Cambon.

Las negociaciones se llevaron a cabo en París, en el Ministerio de Asuntos Exteriores. En ellas, a España no le quedó más remedio, que aceptar todas y cada una de las imposiciones, estadounidenses.

El resultado de estos encuentros, entre diplomáticos españoles y estadounidenses se tradujo en el Tratado de París, acuerdo por el cual se ponía fin a las hostilidades entre ambos países. Además, España perdía el dominio sobre Cuba, Puerto Rico y Filipinas, territorio este último, que fue entregado a Estados Unidos, a cambio de 20 millones de dólares.

Aunque durante las negociaciones, España intentó incluir numerosas enmiendas, finalmente no tuvo más remedio que aceptar todas las imposiciones estadounidenses, puesto que había perdido la guerra y era consciente, de que el superior poderío armamentístico estadounidense, podría poner en peligro otras posesiones españolas en Europa y África.

El Tratado de París, tampoco fue visto con buenos ojos en los países firmantes. En Estados Unidos, el pacto fue ratificado por dos tercios del Senado. Por su parte, en España, las Cortes rechazaron el acuerdo. Sin embargo, la Reina regente María Cristina de Habsburgo-Loren, lo terminó aceptando a pesar de estar inhabilitada, por el artículo 55 de la Constitución Española de 1876.

En Estados Unidos el tratado también encontró una fuerte oposición, ya que según se discutió en el Senado de los Estados Unidos, en realidad no hacia otra cosa que oficializar la sustitución de un imperio por otro.

Los republicanos,generalmente apoyaban el tratado, mientras que los que se oponían o querían derrotar al tratado o excluir la disposición, que estipulaba la adquisición de Filipinas.

Los demócratas en general también favorecieron la expansión, particularmente los demócratas del sur. Una minoría de demócratas también favoreció el tratado, sobre la base de poner fin a la guerra y conceder la independencia, a Cuba y Filipinas.

El tratado se firmó, sin la presencia de los representantes de los territorios invadidos por Estados Unidos, lo que provocó un gran descontento, entre la población de esas nuevas colonias, especialmente en el caso de Filipinas, que acabaría enfrentándose contra los Estados Unidos, en la guerra filipino-estadounidense.


domingo, 8 de diciembre de 2024

La Constitución de 1931, de la Segunda República Española

Tal día como hoy,  9 de diciembre de 1931, las Cortes Constituyentes de la Segunda República Española, aprobaban la Constitución Española de 1931.

El 9 de diciembre de 1931, el Presidente de las Cortes, Julián Besteiro, promulgó la Constitución de la Segunda República española. Se ha dicho que esta Constitución, no fue mejor ni peor que las anteriores, que España había conocido o que sus contemporáneas vigentes en Europa.

Sin embargo, aquella Constitución recogió las ilusiones colectivas que suscitó el cambio de régimen político en España. La República y la Constitución, fueron la consecuencia inevitable, de la dictadura agotada de Primo de Rivera, que había dado paso a una solución democrática, que se plasmó en este texto jurídico.

Se ha dicho que esta Constitución no fue ni mejor ni peor que las anteriores que España había tenido, pero, a diferencia de estas, fue el resultado de un compromiso entre socialistas y republicanos de izquierdas, para establecer una República democrática y no confesional.

El texto constitucional de 1931, consagraba la separación entre Iglesia y Estado y establecía una marcada división de poderes. Las Cortes tenían una única cámara, el Congreso de los Diputados, con una amplia capacidad legislativa y de control al Gobierno.

Por su parte, la Jefatura del Estado se atribuyó al presidente de la República, mientras que la Justicia, se basaba en la independencia profesional de los tribunales.

Además, recogía una amplia declaración de derechos y libertades, como el sufragio femenino, el establecimiento del matrimonio civil, el divorcio, así como el derecho a una educación primaria obligatoria, laica y gratuita.

Y, si bien se respetaba la propiedad privada, se asumía el principio de que la riqueza del país, quedaba subordinada a los intereses generales.

La Constitución de la Segunda República Española recogía, por primera vez en España, un Estado distinto del unitario, que había existido desde la Constitución de Cádiz, hasta la Restauración canovista.

También reconoció, mientras estuvo vigente hasta el final de la Guerra Civil española, el derecho de algunas provincias a conformar un régimen de autonomía, que debía configurarse y regularse, por medio de la aprobación de estatutos.

Miguel de Unamuno, diputado en las Cortes Constituyentes, nada más producirse la aprobación del polémico artículo 26,que prohibía el ejercicio de la enseñanza a las órdenes religiosas, denunció que se trataba de una "constitución urdida -o tramada- no por choque y entrecruce de doctrinas diversas, sino de intereses de partidos, o mejor de clientelas políticas sometidas a una disciplina que nada tiene de disciplinado. 

Así se forja, claro que no más que en el papel, un código de compromiso, henchido no ya de contradicciones íntimas, sino de ambigüedades hueras de verdadero contenido. Así se llega al camelo Y menos mal que lo más de ello se quedará en el papel, es decir, sujeto no ya a revisión, sino a borrón".

La Constitución de 1931 ha sido una de las más polémicas de nuestra historia. Mientras que para unos fue "la más terminante y rigurosa expresión del realismo español", para otros representó "un modelo teórico y doctrinal", que no tomó suficientemente en cuenta a la sociedad de su época.