Tal día como hoy 30 de abril de 1945, el dictador alemán Adolf Hitler y su esposa Eva Braun se suicidan un día después de casarse, poco antes de que las tropas rusas entraran en su búnker de Berlín al final de la Segunda Guerra Mundial.
Desde el desembarco de Normandía en junio de 1944, los Aliados avanzaban hacia Berlín desde el oeste. Los soviéticos, por su parte, ya habían tomado Polonia y se dirigían a la capital alemana por el este.
El führer, Adolf Hitler, decidió retirarse en enero de 1945 al búnker de la Cancillería del Reich. Desde allí siguió dirigiendo a sus hombres con la ayuda de Hermann Goering, Heinrich Himmler y Joseph Goebbels, pero la batalla de Berlín entre las tropas soviéticas y la última resistencia nazi supondría la derrota final del régimen. Hitler se suicidó en su búnker junto a su mujer, Eva Braun, en la tarde del 30 de abril de 1945.
La última vez que Adolf Hitler salió del búnker había sido el 20 de abril para celebrar su 56 cumpleaños. Dos días después, con los tanques soviéticos en Berlín, le manifestó a su círculo cercano que habían perdido la guerra y mostró su voluntad de morir en la ciudad. Hitler, que sufría de hipocondría y párkinson, le pidió entonces a su médico, que le recomendara el mejor método para suicidarse. Este le sugirió ingerir una dosis de cianuro antes de dispararse en la cabeza.
Días antes de su muerte, Hitler recibió la noticia de que su ministro de Interior, Heinrich Himmler, había estado negociando la rendición con los Aliados occidentales con los prisioneros de guerra como moneda de cambio. A esa traición se le unió la ejecución de Mussolini y de su amante, Clara Petacci, por los partisanos italianos.
Temeroso de sufrir la misma suerte que el dictador italiano, el führer elaboró una lista de instrucciones que su equipo tendría que seguir tras su muerte. En su testamento, además, nombraba a Goebbels canciller y a Karl Dönitz presidente del Reich.
Rápidamente, Hitler se casó con Eva Braun y se despidió del personal de confianza. Su ayudante de cámara, Heinz Linge, encontró los cuerpos al día siguiente. El grupo de afines al dictador siguió sus directrices y trasladó los cadáveres al jardín de la Cancillería, donde fueron incinerados. Cuando los soviéticos registraron el terreno, solo encontraron dos puentes dentales y un maxilar inferior. Estudios posteriores determinaron que pertenecían a la pareja.
Con la muerte de Adolf Hitler, la rendición de Alemania no tardó en llegar. El general Alfred Jodl firmó el 7 de mayo en Reims la rendición incondicional de las fuerzas nazis ante los Aliados. Al día siguiente, altos dirigentes alemanes se desplazaron hacia Berlín para firmar un documento similar que recogía una rendición explícita ante la URSS.
Pero Hitler no fue el único jerarca nazi que se suicidó. Goebbels y su esposa también acabaron con su vida en el búnker después de haber matado a sus seis hijos, y Himmler, que intentó esconderse, lo hizo durante su arresto a manos de los británicos. La Segunda Guerra Mundial dejaba entre cuarenta y cincuenta millones de muertos.