Relación efemérides históricas; cuentos, reflexiones, poesias...
lunes, 31 de diciembre de 2018
Los graves sucesos de Castilblanco
Tal día como hoy 31 de diciembre de 1931, tiene lugar en Castilblanco – Badajoz- , el linchamiento de cuatro guardias civiles a manos de braceros de filiación socialista.
En los últimos días del año 1932, los braceros del municipio de Castilblanco se encontraban movilizados por la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra, una sección de la socialista Unión General de Trabajadores, pues la fuerza que el sindicalismo anarquista estaba obteniendo en el mundo rural llevó a que, para no perder militantes, el sindicato socialista se radicalizase.
Tres huelgas se sucedieron los días 20, 30 y 31 de diciembre, siendo disuelta la primera por la Guardia Civil y la segunda pacíficamente, pero la tercera, terminó en el linchamiento brutal y salvaje de cuatro miembros del Instituto Armado - un cabo y tres guardias- que murieron intentando hacer cumplir la legalidad.
Hacia el mediodía del 31 de diciembre de 1931, unas 500 personas se agolpaban junto a la Casa del Pueblo, para iniciar una manifestación hasta llegar al ayuntamiento, la cual no había sido autorizada por el alcalde, Felipe Mangano López, miembro del Partido Republicano Radical, lo que llevó al edil a enviar al cabo de la Guardia Civil, para comunicar la prohibición a los jornaleros antes de que diera comienzo la marcha.
El cabo José Blanco, se dirigió a la Casa del Pueblo junto a tres agentes y una vez allí, se dispuso a comunicar la decisión del alcalde, con su fusil reglamentario al hombro, es decir, sin hacer uso de el para evitar encrespar los ánimos, mientras sus tres compañeros esperan a cierta distancia por si debían intervenir.
Los hombres congregados ante la Casa del Pueblo, contestaron al cabo con insultos, empujones y gritos y varias esposas de los congregados, que se encontraban detrás de los otros tres agentes, intentaron sumarse a la concentración, en cuyo momento, un guardia descolgó su fusil y con él en paralelo intentó contener a las mujeres, una de las cuales forcejeó con el agente y se produjo un disparo fortuito, que hirió mortalmente a uno de los vecinos.
En ese momento, braceros y mujeres se lanzaron contra los cuatro guardias civiles que fueron linchados a golpes, patadas, garrotazos y navajazos y según el posterior informe forense se produjo un cruel ensañamiento y mutilaciones, por parte de estos. El general Sanjurjo, a la sazón responsable de la Guardia Civil, aseguró que: “ni siquiera en las cabilas más salvajes de Marruecos he visto cuerpos tan brutalmente mutilados”.
La investigación policial, acabó con 45 detenidos, con todas las garantías legales, que tuvieron como abogado defensor a Luis Jiménez de Asua, presidente de la comisión parlamentaria que había redactado la Constitución republicana.
En el juicio, que se celebró en el verano de 1933, fueron acusados 22 de los detenidos, veinte eran hombres y dos mujeres y la sentencia, condenó a siete de ellos a pena de muerte y a otros seis a cadena perpetua, aunque posteriormente se les conmutó, a los primeros por cadena perpetua y a los segundos por 20 años de prisión.
La mayoría de estos condenados fueron indultados tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, ya que el nuevo Gobierno de mayoría socialista, consideró a los condenados “presos políticos”.
En los últimos días del año 1932, los braceros del municipio de Castilblanco se encontraban movilizados por la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra, una sección de la socialista Unión General de Trabajadores, pues la fuerza que el sindicalismo anarquista estaba obteniendo en el mundo rural llevó a que, para no perder militantes, el sindicato socialista se radicalizase.
Tres huelgas se sucedieron los días 20, 30 y 31 de diciembre, siendo disuelta la primera por la Guardia Civil y la segunda pacíficamente, pero la tercera, terminó en el linchamiento brutal y salvaje de cuatro miembros del Instituto Armado - un cabo y tres guardias- que murieron intentando hacer cumplir la legalidad.
Hacia el mediodía del 31 de diciembre de 1931, unas 500 personas se agolpaban junto a la Casa del Pueblo, para iniciar una manifestación hasta llegar al ayuntamiento, la cual no había sido autorizada por el alcalde, Felipe Mangano López, miembro del Partido Republicano Radical, lo que llevó al edil a enviar al cabo de la Guardia Civil, para comunicar la prohibición a los jornaleros antes de que diera comienzo la marcha.
El cabo José Blanco, se dirigió a la Casa del Pueblo junto a tres agentes y una vez allí, se dispuso a comunicar la decisión del alcalde, con su fusil reglamentario al hombro, es decir, sin hacer uso de el para evitar encrespar los ánimos, mientras sus tres compañeros esperan a cierta distancia por si debían intervenir.
Los hombres congregados ante la Casa del Pueblo, contestaron al cabo con insultos, empujones y gritos y varias esposas de los congregados, que se encontraban detrás de los otros tres agentes, intentaron sumarse a la concentración, en cuyo momento, un guardia descolgó su fusil y con él en paralelo intentó contener a las mujeres, una de las cuales forcejeó con el agente y se produjo un disparo fortuito, que hirió mortalmente a uno de los vecinos.
En ese momento, braceros y mujeres se lanzaron contra los cuatro guardias civiles que fueron linchados a golpes, patadas, garrotazos y navajazos y según el posterior informe forense se produjo un cruel ensañamiento y mutilaciones, por parte de estos. El general Sanjurjo, a la sazón responsable de la Guardia Civil, aseguró que: “ni siquiera en las cabilas más salvajes de Marruecos he visto cuerpos tan brutalmente mutilados”.
La investigación policial, acabó con 45 detenidos, con todas las garantías legales, que tuvieron como abogado defensor a Luis Jiménez de Asua, presidente de la comisión parlamentaria que había redactado la Constitución republicana.
En el juicio, que se celebró en el verano de 1933, fueron acusados 22 de los detenidos, veinte eran hombres y dos mujeres y la sentencia, condenó a siete de ellos a pena de muerte y a otros seis a cadena perpetua, aunque posteriormente se les conmutó, a los primeros por cadena perpetua y a los segundos por 20 años de prisión.
La mayoría de estos condenados fueron indultados tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, ya que el nuevo Gobierno de mayoría socialista, consideró a los condenados “presos políticos”.
domingo, 30 de diciembre de 2018
El proceso de Burgos, principio del fin del franquismo
Tal día como hoy 30 de diciembre de 1970, el general Franco, en su mensaje de fin de año, anuncia la concesión del indulto a los seis etarras condenados a muerte en el "proceso de Burgos".
El célebre proceso, en el que se juzgaba a dieciséis militantes de ETA por actos cometidos presuntamente a finales de la década de los sesenta, dio lugar a movilizaciones a las que se sumaron sectores sociales de la lucha antifranquista.
Los asesinatos que se juzgaban eran los del mando policial Melitón Manzanas, jefe de la Brigada Político Social de San Sebastián, el 2 de agosto de 1968, así como del guardia civil de Tráfico José Pardines y del taxista Fermín Monasterio.
El proceso, celebrado en la sala de justicia del Gobierno Militar de Burgos, duró seis días, del 3 al 9 de diciembre de 1970, y hoy se considera que fue una baza jugada por la dictadura no sólo con la intención de poner en el banquillo a ETA, sino también de hacer gala de su poder y amedrentar a quienes osaran seguir por la misma vía.
La reacción popular fue inmediata y provocó huelgas en todos los sectores sociales del país: trabajadores, estudiantes y ciudadanos paralizan el País Vasco y desde el resto de España hubo múltiples muestras de solidaridad, que convirtieron la causa en una protesta antifranquista, mientras, Europa se hacía eco de la revuelta y algunas delegaciones diplomáticas españolas, fueron atacadas.
El 4 de diciembre, el Gobierno instaura el estado de excepción en Guipúzcoa, que se extiende al resto del país diez días después, en tanto que los procesados son defendidos por abogados opositores al régimen, como Gregorio Peces-Barba, Juan Maria Bandrés y José Solé Barberá.
Para acabar de añadir más presión, dos días antes del inicio del juicio, ETA había reivindicado el secuestro del cónsul alemán en San Sebastián, Eugene Beilh, que finalmente fue liberado el día de Nochebuena.
La sentencia se publica el 28 de diciembre, día de los Inocentes de ese mismo año. En el pliego de 107 folios se condena a más de quinientos años de cárcel a quince de los encausados y a la pena de muerte a seis de ellos y solo una mujer, Arantxa Arruti, es absuelta.
La reacción diplomática no se hace esperar y el Gobierno recibe presiones de países como Francia, Italia, Gran Bretaña, Alemania Federal, Dinamarca, Bélgica, Austria, Suecia, Noruega, Irlanda, Venezuela o Chile, además del propio Vaticano.
La presión popular, y los cientos de peticiones de clemencia, incluida la del Papa, y la campaña de prensa internacional arrancan finalmente el indulto del dictador cuya figura, queda debilitada.
El 30 de diciembre, en su mensaje de fin de año, Franco anuncia: “... el hacer uso de la prerrogativa de la gracia de indulto, pese a la gravedad de los delitos juzgados en Burgos", siendo condenados a la pena inferior.
Con la llegada de la democracia y tras la ley de amnistía, los procesados fueron excarcelados en 1977.
El célebre proceso, en el que se juzgaba a dieciséis militantes de ETA por actos cometidos presuntamente a finales de la década de los sesenta, dio lugar a movilizaciones a las que se sumaron sectores sociales de la lucha antifranquista.
Los asesinatos que se juzgaban eran los del mando policial Melitón Manzanas, jefe de la Brigada Político Social de San Sebastián, el 2 de agosto de 1968, así como del guardia civil de Tráfico José Pardines y del taxista Fermín Monasterio.
El proceso, celebrado en la sala de justicia del Gobierno Militar de Burgos, duró seis días, del 3 al 9 de diciembre de 1970, y hoy se considera que fue una baza jugada por la dictadura no sólo con la intención de poner en el banquillo a ETA, sino también de hacer gala de su poder y amedrentar a quienes osaran seguir por la misma vía.
La reacción popular fue inmediata y provocó huelgas en todos los sectores sociales del país: trabajadores, estudiantes y ciudadanos paralizan el País Vasco y desde el resto de España hubo múltiples muestras de solidaridad, que convirtieron la causa en una protesta antifranquista, mientras, Europa se hacía eco de la revuelta y algunas delegaciones diplomáticas españolas, fueron atacadas.
El 4 de diciembre, el Gobierno instaura el estado de excepción en Guipúzcoa, que se extiende al resto del país diez días después, en tanto que los procesados son defendidos por abogados opositores al régimen, como Gregorio Peces-Barba, Juan Maria Bandrés y José Solé Barberá.
Para acabar de añadir más presión, dos días antes del inicio del juicio, ETA había reivindicado el secuestro del cónsul alemán en San Sebastián, Eugene Beilh, que finalmente fue liberado el día de Nochebuena.
La sentencia se publica el 28 de diciembre, día de los Inocentes de ese mismo año. En el pliego de 107 folios se condena a más de quinientos años de cárcel a quince de los encausados y a la pena de muerte a seis de ellos y solo una mujer, Arantxa Arruti, es absuelta.
La reacción diplomática no se hace esperar y el Gobierno recibe presiones de países como Francia, Italia, Gran Bretaña, Alemania Federal, Dinamarca, Bélgica, Austria, Suecia, Noruega, Irlanda, Venezuela o Chile, además del propio Vaticano.
La presión popular, y los cientos de peticiones de clemencia, incluida la del Papa, y la campaña de prensa internacional arrancan finalmente el indulto del dictador cuya figura, queda debilitada.
El 30 de diciembre, en su mensaje de fin de año, Franco anuncia: “... el hacer uso de la prerrogativa de la gracia de indulto, pese a la gravedad de los delitos juzgados en Burgos", siendo condenados a la pena inferior.
Con la llegada de la democracia y tras la ley de amnistía, los procesados fueron excarcelados en 1977.
sábado, 29 de diciembre de 2018
"La Tirana", gran actriz sevillana del siglo XVIII
Tal día como hoy 29 de diciembre de 1803, se entierra la actriz sevillana María del Rosario Fernández, "La Tirana", inmortalizada por Goya en dos de sus cuadros, muerta el día anterior.
Fe una actriz española del siglo XVIII que se inició en Sevilla y se trasladó con dieciocho años a la corte para debutar en los Reales Sitios, hasta que estas representaciones fueron languideciendo y acabaron definitivamente a comienzos de 1777, por decreto del Conde de Floridablanca.
Se casó con el actor Francisco Castellanos, más conocido como "el Tirano", por interpretar papeles de carácter en las tragedias de la época, apodo con el que fue conocida su mujer en adelante.
Con él marchó a Barcelona, al objeto de iniciar temporada en un teatro en la Ciudad Condal, pero fue reclamada por la Junta de teatros de Madrid, ella como “sobresaliente de versos” - sustituir a la primera actriz en caso de necesidad -, y su marido de “supernumerario de barbas”, como se denominaban los actores de carácter ya ancianos.
La “tirana” viajó entonces a Madrid para solicitar licencia y poder seguir en Barcelona, pero le fue denegada, por lo que se vio forzada a regresar a la capital.
Al año siguiente -1782 - logró figurar como primera dama continuando así durante años, representando obras del teatro antiguo de los mejores autores; Molière, Tirso, Goldoni...
Su estilo declamatorio, fue criticado sutilmente por Fernández de Moratín que escribió: ".tiene.un estilo fantástico, expresivo, rápido y armonioso, con el cual obliga al auditorio a que muchas veces aplauda lo que no es posible entender".
Su reputación iba aumentando hasta ser considerada por unanimidad como la mejor actriz del teatro español, pero durante el verano de 1794, la actriz sufrió una grave dolencia, viajando a Sevilla para reponerse, donde estuvo hasta finales de septiembre.
El descanso no fue bastante para que su quebrantada salud se restableciese y poco después se vio obligada a pedir su jubilación y la que fue la mayor gloria del teatro del XVIII español, terminó sus días como “cobradora de lunetas”, - primeras filas de lo que hoy se conoce como patio de butaca – empezando este trabajo en 1797, cuando falleció la anterior actriz que lo ejercía.
Su estado de salud fue agravándose y falleció en su casa, el 28 de diciembre de 1803, a los cuarenta y ocho años de edad, siendo enterrada por expreso deseo suyo, en el convento de carmelitas descalzas, hoy iglesia de San José, en la calle de Alcalá de Madrid.
En 1794 Goya pintó un retrato de medio cuerpo de esta popular actriz y cinco años después otro en el que “La Tirana” posaba al aire libre, con su figura plenamente iluminada, vistiendo un escotado traje de gasa blanca y una estola de color rojizo con detalles dorados a juego con el vestido, hecho cuando estaba en su máximo esplendor en las "tablas" madrileñas.
Tantos papeles desfilaron por su corta vida, que puede decirse que fue más sus personajes que ella misma y su muerte, con 48 años el día de los inocentes de 1903, parece casi una burla del destino.
Fe una actriz española del siglo XVIII que se inició en Sevilla y se trasladó con dieciocho años a la corte para debutar en los Reales Sitios, hasta que estas representaciones fueron languideciendo y acabaron definitivamente a comienzos de 1777, por decreto del Conde de Floridablanca.
Se casó con el actor Francisco Castellanos, más conocido como "el Tirano", por interpretar papeles de carácter en las tragedias de la época, apodo con el que fue conocida su mujer en adelante.
Con él marchó a Barcelona, al objeto de iniciar temporada en un teatro en la Ciudad Condal, pero fue reclamada por la Junta de teatros de Madrid, ella como “sobresaliente de versos” - sustituir a la primera actriz en caso de necesidad -, y su marido de “supernumerario de barbas”, como se denominaban los actores de carácter ya ancianos.
La “tirana” viajó entonces a Madrid para solicitar licencia y poder seguir en Barcelona, pero le fue denegada, por lo que se vio forzada a regresar a la capital.
Al año siguiente -1782 - logró figurar como primera dama continuando así durante años, representando obras del teatro antiguo de los mejores autores; Molière, Tirso, Goldoni...
Su estilo declamatorio, fue criticado sutilmente por Fernández de Moratín que escribió: ".tiene.un estilo fantástico, expresivo, rápido y armonioso, con el cual obliga al auditorio a que muchas veces aplauda lo que no es posible entender".
Su reputación iba aumentando hasta ser considerada por unanimidad como la mejor actriz del teatro español, pero durante el verano de 1794, la actriz sufrió una grave dolencia, viajando a Sevilla para reponerse, donde estuvo hasta finales de septiembre.
El descanso no fue bastante para que su quebrantada salud se restableciese y poco después se vio obligada a pedir su jubilación y la que fue la mayor gloria del teatro del XVIII español, terminó sus días como “cobradora de lunetas”, - primeras filas de lo que hoy se conoce como patio de butaca – empezando este trabajo en 1797, cuando falleció la anterior actriz que lo ejercía.
Su estado de salud fue agravándose y falleció en su casa, el 28 de diciembre de 1803, a los cuarenta y ocho años de edad, siendo enterrada por expreso deseo suyo, en el convento de carmelitas descalzas, hoy iglesia de San José, en la calle de Alcalá de Madrid.
En 1794 Goya pintó un retrato de medio cuerpo de esta popular actriz y cinco años después otro en el que “La Tirana” posaba al aire libre, con su figura plenamente iluminada, vistiendo un escotado traje de gasa blanca y una estola de color rojizo con detalles dorados a juego con el vestido, hecho cuando estaba en su máximo esplendor en las "tablas" madrileñas.
Tantos papeles desfilaron por su corta vida, que puede decirse que fue más sus personajes que ella misma y su muerte, con 48 años el día de los inocentes de 1903, parece casi una burla del destino.
viernes, 28 de diciembre de 2018
La llamada “Operación Antropoide”
Tal día como hoy 28 de diciembre de 1941, se inicia la Operación Antropoide, el asesinato del líder nazi Reinhard Heydrich, uno de los artífices de la “solución final”.
En el año 1941, Heydrich fue enviado por Heinrich Himmler, jefe de las SS, a Praga y de este modo, Himmler alejaba a quien le hacía sombra ante Hitler y asimismo enviaba a la capital checa a uno de los más competentes y temidos de la cúpula de las temibles SS.
Heydrich se instaló en el Castillo de Praga y su gestión diezmó la resistencia checa, responsable de diversos sabotajes, y aumentó la fabricación de material militar, lo que provocó beneficios laborales pero a su vez imponía la mano dura en el gobierno.
La hábil política de Heydrich, llevó a la población checa a aceptar de muy buen grado la ocupación alemana, gracias a las condiciones de vida excepcionalmente favorables que había impuesto a cambio de una producción militar eficiente para el Tercer Reich.
Para Londres era vital que muriera Heydrich y que esa muerte causara una masacre en alguna ciudad, por la represalia que acarrearía tal acción, que daría como resultado final, que la población checa se volcaría a apoyar decididamente a la resistencia.
Para ello se planeó el atentado, cuya operación comenzó la noche del 28 de diciembre de 1941 con la llegada de dos comandos checos, provenientes del Reino Unido, que fueron lanzados en paracaídas junto con comandos británicos y comenzaron a estudiar los hábitos de desplazamiento de Heydrich, advirtiendo que empleaba la misma ruta y siempre a la misma hora.
Tres guerrilleros, se apostaron en un recodo del camino por donde pasaría Heydrich el día fijado, pero para su sorpresa, no apareció a la hora estimada, por lo que pensaron en abortar la misión y cuando ya iban a abandonar, advirtieron que su vehículo venía en camino y sin escolta.
Al llegar a la curva prevista, el coche redujo la velocidad y en ese momento Gabčík – uno de los miembros del comando- empuñó su metralleta con la intención de abrir fuego, pero el arma se escasquillño y Heydrich, se levantó del asiento y se aprestó con su pistola, a repeler el ataque.
En ese momento, una granada estalló junto al coche, alcanzando la espalda de Heydrich, siendo auxiliado y llevado al hospital de Praga, donde insistió en ser atendido solo por médicos alemanes, pero este retraso en recibir atención médica, probablemente le costó la vida, pues cuarenta y ocho horas después se provocó una septicemia generalizada, que en ocho días le causó la muerte.
El cuerpo de Heydrich, fue llevado a Berlín y se le dio un funeral apoteósico, donde el mismo Hitler estuvo presente, mostrándose en todo momento apesadumbrado por su muerte.
Hitler quiso realizar represalias contra los checos, pero como eso perturbaría la producción necesaria para la guerra, las SS “solo” ejecutaron a 340 habitantes del pueblo de Lídice, hombres, mujeres y niños.
La Operación Antropoide fue el único intento para asesinar a un importante líder nazi, que tuvo éxito.
En el año 1941, Heydrich fue enviado por Heinrich Himmler, jefe de las SS, a Praga y de este modo, Himmler alejaba a quien le hacía sombra ante Hitler y asimismo enviaba a la capital checa a uno de los más competentes y temidos de la cúpula de las temibles SS.
Heydrich se instaló en el Castillo de Praga y su gestión diezmó la resistencia checa, responsable de diversos sabotajes, y aumentó la fabricación de material militar, lo que provocó beneficios laborales pero a su vez imponía la mano dura en el gobierno.
La hábil política de Heydrich, llevó a la población checa a aceptar de muy buen grado la ocupación alemana, gracias a las condiciones de vida excepcionalmente favorables que había impuesto a cambio de una producción militar eficiente para el Tercer Reich.
Para Londres era vital que muriera Heydrich y que esa muerte causara una masacre en alguna ciudad, por la represalia que acarrearía tal acción, que daría como resultado final, que la población checa se volcaría a apoyar decididamente a la resistencia.
Para ello se planeó el atentado, cuya operación comenzó la noche del 28 de diciembre de 1941 con la llegada de dos comandos checos, provenientes del Reino Unido, que fueron lanzados en paracaídas junto con comandos británicos y comenzaron a estudiar los hábitos de desplazamiento de Heydrich, advirtiendo que empleaba la misma ruta y siempre a la misma hora.
Tres guerrilleros, se apostaron en un recodo del camino por donde pasaría Heydrich el día fijado, pero para su sorpresa, no apareció a la hora estimada, por lo que pensaron en abortar la misión y cuando ya iban a abandonar, advirtieron que su vehículo venía en camino y sin escolta.
Al llegar a la curva prevista, el coche redujo la velocidad y en ese momento Gabčík – uno de los miembros del comando- empuñó su metralleta con la intención de abrir fuego, pero el arma se escasquillño y Heydrich, se levantó del asiento y se aprestó con su pistola, a repeler el ataque.
En ese momento, una granada estalló junto al coche, alcanzando la espalda de Heydrich, siendo auxiliado y llevado al hospital de Praga, donde insistió en ser atendido solo por médicos alemanes, pero este retraso en recibir atención médica, probablemente le costó la vida, pues cuarenta y ocho horas después se provocó una septicemia generalizada, que en ocho días le causó la muerte.
El cuerpo de Heydrich, fue llevado a Berlín y se le dio un funeral apoteósico, donde el mismo Hitler estuvo presente, mostrándose en todo momento apesadumbrado por su muerte.
Hitler quiso realizar represalias contra los checos, pero como eso perturbaría la producción necesaria para la guerra, las SS “solo” ejecutaron a 340 habitantes del pueblo de Lídice, hombres, mujeres y niños.
La Operación Antropoide fue el único intento para asesinar a un importante líder nazi, que tuvo éxito.
jueves, 27 de diciembre de 2018
El Tratado de la Comunidad de Estados Independientes
Tal día como hoy 27 de diciembre de 1991, se declara el fin de la URSS a partir de la ratificación del “Tratado de la Comunidad de Estados Independientes” (CEI).
En 1991, la disolución de la Unión Soviética era algo inevitable debido a su colapso político y económico y el 8 de diciembre, nació la idea de esta Comunidad de Estados abierta a todas las repúblicas de la antigua Unión Soviética, así como a todas aquellas que compartían los mismos objetivos.
El 21 de diciembre, los líderes de once de las quince ex repúblicas soviéticas se reunieron en Kazajistán firmando el tratado y así mientras la CEI quedaba ratificada, la Unión Soviética era oficialmente disuelta y cuando cuatro días después, Gorbachov renunció como Presidente, lo hizo en realidad de un país que ya no existía.
La CEI, surgida a imitación de la Unión Europea, tiene a su cargo la coordinación de comercio, finanzas, leyes y seguridad de sus estados miembros aunque en realidad todo ello es poco más que una organización simbólica carente de poder ejecutivo.
Durante los Juegos Olímpicos de 1992, por primera y única vez, la CEI participó con un equipo unificado, y también se envió a Miss Universo 1992 una única candidata que representó a toda la organización, pero desde 1993 cada estado miembro ha competido bajo su propia bandera nacional en todos los foros.
El futuro de la CEI depende de las relaciones entre Rusia y Ucrania -las más poderosas - pues una excesiva occidentalización de ésta última podría ponerla en peligro.
También cabe pensar que la propia Rusia puede acabar abandonando la CEI si su mantenimiento se demostrase muy costoso o conflictivo, y si tal cosa sucediese esta dejaría de existir casi con total seguridad.
Actualmente, entre el 2003 y 2005, líderes de tres países de la CEI fueron depuestos, en Georgia, Ucrania, y Kirguistán y sus nuevos gobiernos tomaron un giro claramente pro-occidental, tratando de alejarse de la influencia de Moscú y acercarse a la Unión Europea y a Estados Unidos.
De estos sólo Kirguistán, tras una revuelta popular, volvió a la esfera de influencia rusa, con la ayuda de su fuerza militar, con lo que pudo retornar a las anteriores condiciones, y retomar sus relaciones bilaterales.
En el caso ucraniano, su postura indecisa sobre si se adhiere a la UE o a la CEI le han llevado a no formalizar sus relaciones con ninguno de ellos y sobre todo, con las antiguas repúblicas soviéticas ligadas a Rusia.
En 1991, la disolución de la Unión Soviética era algo inevitable debido a su colapso político y económico y el 8 de diciembre, nació la idea de esta Comunidad de Estados abierta a todas las repúblicas de la antigua Unión Soviética, así como a todas aquellas que compartían los mismos objetivos.
El 21 de diciembre, los líderes de once de las quince ex repúblicas soviéticas se reunieron en Kazajistán firmando el tratado y así mientras la CEI quedaba ratificada, la Unión Soviética era oficialmente disuelta y cuando cuatro días después, Gorbachov renunció como Presidente, lo hizo en realidad de un país que ya no existía.
La CEI, surgida a imitación de la Unión Europea, tiene a su cargo la coordinación de comercio, finanzas, leyes y seguridad de sus estados miembros aunque en realidad todo ello es poco más que una organización simbólica carente de poder ejecutivo.
Durante los Juegos Olímpicos de 1992, por primera y única vez, la CEI participó con un equipo unificado, y también se envió a Miss Universo 1992 una única candidata que representó a toda la organización, pero desde 1993 cada estado miembro ha competido bajo su propia bandera nacional en todos los foros.
El futuro de la CEI depende de las relaciones entre Rusia y Ucrania -las más poderosas - pues una excesiva occidentalización de ésta última podría ponerla en peligro.
También cabe pensar que la propia Rusia puede acabar abandonando la CEI si su mantenimiento se demostrase muy costoso o conflictivo, y si tal cosa sucediese esta dejaría de existir casi con total seguridad.
Actualmente, entre el 2003 y 2005, líderes de tres países de la CEI fueron depuestos, en Georgia, Ucrania, y Kirguistán y sus nuevos gobiernos tomaron un giro claramente pro-occidental, tratando de alejarse de la influencia de Moscú y acercarse a la Unión Europea y a Estados Unidos.
De estos sólo Kirguistán, tras una revuelta popular, volvió a la esfera de influencia rusa, con la ayuda de su fuerza militar, con lo que pudo retornar a las anteriores condiciones, y retomar sus relaciones bilaterales.
En el caso ucraniano, su postura indecisa sobre si se adhiere a la UE o a la CEI le han llevado a no formalizar sus relaciones con ninguno de ellos y sobre todo, con las antiguas repúblicas soviéticas ligadas a Rusia.
miércoles, 26 de diciembre de 2018
La coronación del emperador Carlomagno
Tal día como hoy durante la noche del 25 al 26 de diciembre del año 800, Carlomagno es coronado como el primer emperador del renacido Imperio romano occidental.
Carlomagno, rey de los francos, había marchado hacia Roma en noviembre de 799 ante la petición de ayuda del papa León III asediado por sus adversarios en la ciudad.
León III pertenecía a una familia modesta y no contaba con el apoyo de la nobleza romana, muchos de los cuales estaban emparentados con el anterior pontífice, los cuales organizaron una emboscada durante una procesión en abril de 799, en la que el Papa resultó herido, siendo depuesto y recluido en un monasterio bajo la acusación de adulterio, consiguiendo escapar y reunirse con Carlomagno para solicitar su ayuda.
La llegada del rey franco a Roma logró calmar los ánimos, convirtiéndose de hecho en el arbitro de la situación al hacer que León III, para apaciguar a los nobles realizase un “juramento de purificación”, tras lo cual ambos tomaron parte en la misa de Navidad en la Basílica de San Pedro.
Según Eginardo - biógrafo de Carlomagno – durante la noche del 25 de diciembre del año 800, cuando Carlomagno se había arrodillado en actitud devota ante el altar, el Papa León III se aproximó por detrás colocándole de improviso la corona de emperador romano, a lo que – al parecer – el rey franco reaccionó con sorpresa.
Aunque probablemente, Carlomagno esperaba ser emperador, el Papa demostró gran inteligencia y astucia defendiendo sus intereses, ya que el concepto medieval del poder era que este provenía de Dios y por lo tanto al coronar al emperador dejaba claro que era él como representante de Dios en la tierra, quien le confería el poder, aparte de asegurarse la protección imperial.
Hecho esto, el Papa se arrodilló a los pies del nuevo emperador y los clérigos – de forma evidentemente preparada - comenzaron a recitar la letanía de la coronación, mientras los ciudadanos de Roma aplaudían.
La coronación imperial de Carlomagno es uno de los grandes acontecimientos políticos del Medievo y uno de los mayores mitos político-religiosos de Occidente, pues que un germano como Carlos, de indudable capacidad pero con escasa sutileza para comprender muchos de los entresijos teóricos del poder - pues no sabía leer ni escribir - fuera elevado a tan alta dignidad era un hecho revolucionario, ya que la legitimidad del Imperio Romano residía en Bizancio..
De cualquier forma, Carlomagno pasó a ser, no sólo gran estratega militar, sino también un promotor de las ciencias, reuniendo en su corte de Aquisgram – “la segunda Roma” - a los más importantes eruditos de la época a quienes encargó la recopilación de los conocimientos que se tenían, propiciando una “revolución cultural”, que hizo que todo lo que el mundo moderno sabe sobre la Antigüedad, se lo deba al legado cultural derivado del “renacimiento carolingio”.
El centro de su reinado - Francia, Alemania, Italia y los países del Benelux - 1150 años después, fundarían la Comunidad Económica Europea.
Carlomagno, rey de los francos, había marchado hacia Roma en noviembre de 799 ante la petición de ayuda del papa León III asediado por sus adversarios en la ciudad.
León III pertenecía a una familia modesta y no contaba con el apoyo de la nobleza romana, muchos de los cuales estaban emparentados con el anterior pontífice, los cuales organizaron una emboscada durante una procesión en abril de 799, en la que el Papa resultó herido, siendo depuesto y recluido en un monasterio bajo la acusación de adulterio, consiguiendo escapar y reunirse con Carlomagno para solicitar su ayuda.
La llegada del rey franco a Roma logró calmar los ánimos, convirtiéndose de hecho en el arbitro de la situación al hacer que León III, para apaciguar a los nobles realizase un “juramento de purificación”, tras lo cual ambos tomaron parte en la misa de Navidad en la Basílica de San Pedro.
Según Eginardo - biógrafo de Carlomagno – durante la noche del 25 de diciembre del año 800, cuando Carlomagno se había arrodillado en actitud devota ante el altar, el Papa León III se aproximó por detrás colocándole de improviso la corona de emperador romano, a lo que – al parecer – el rey franco reaccionó con sorpresa.
Aunque probablemente, Carlomagno esperaba ser emperador, el Papa demostró gran inteligencia y astucia defendiendo sus intereses, ya que el concepto medieval del poder era que este provenía de Dios y por lo tanto al coronar al emperador dejaba claro que era él como representante de Dios en la tierra, quien le confería el poder, aparte de asegurarse la protección imperial.
Hecho esto, el Papa se arrodilló a los pies del nuevo emperador y los clérigos – de forma evidentemente preparada - comenzaron a recitar la letanía de la coronación, mientras los ciudadanos de Roma aplaudían.
La coronación imperial de Carlomagno es uno de los grandes acontecimientos políticos del Medievo y uno de los mayores mitos político-religiosos de Occidente, pues que un germano como Carlos, de indudable capacidad pero con escasa sutileza para comprender muchos de los entresijos teóricos del poder - pues no sabía leer ni escribir - fuera elevado a tan alta dignidad era un hecho revolucionario, ya que la legitimidad del Imperio Romano residía en Bizancio..
De cualquier forma, Carlomagno pasó a ser, no sólo gran estratega militar, sino también un promotor de las ciencias, reuniendo en su corte de Aquisgram – “la segunda Roma” - a los más importantes eruditos de la época a quienes encargó la recopilación de los conocimientos que se tenían, propiciando una “revolución cultural”, que hizo que todo lo que el mundo moderno sabe sobre la Antigüedad, se lo deba al legado cultural derivado del “renacimiento carolingio”.
El centro de su reinado - Francia, Alemania, Italia y los países del Benelux - 1150 años después, fundarían la Comunidad Económica Europea.
martes, 25 de diciembre de 2018
La historia del día de Navidad
Tal día como hoy 25 de diciembre desde hace casi dos mil años, se celebra en el mundo cristiano el nacimiento de Jesús.
En el Imperio Romano, las celebraciones del dios Saturno – Saturnales - tenían lugar durante la semana del solsticio de invierno, siendo este un acontecimiento social muy importante que llegaban a su apogeo el 25 de diciembre.
Los primeros discípulos de Cristo no celebraban la Navidad, y por divergencias entre ellos sobre la fecha de su nacimiento, se adoptó por convención el 25 de diciembre como fecha oficial del natalicio y el 06 de enero como la Epifanía.
Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I declaró en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha y finalmente el papa Liberio en el año 354, decretó este día como el nacimiento oficial de Jesús de Nazaret.
Otros mantienen que tal fecha fue adoptado en el siglo IV, como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I “el Grande” se convirtiera al cristianismo, con intención de instaurar un festival religioso común y poder convertir a los romanos.
También hay quien afirma que la fiesta surgió del festival pagano del "Nacimiento del Sol Invicto", instituido por el emperador romano Aurelio el 25 de diciembre de 274, ya que el alargamiento del día, debía ser el símbolo del esperado "renacimiento" del Imperio, y que la adoración a los dioses, había llevado a Roma a gobernar el mundo entero.
Es totalmente improbable que ese día fuera la fecha exacta del nacimiento de Cristo, y la fiesta pagana que instituyó el emperador Aurelio ese día, pudo ser también un intento de dar un sentido pagano a una fecha que ya era importante para los cristianos.
A su vez, los cristianos adoptaron más tarde también la fiesta del "Nacimiento del Sol Invicto" para referirse, al nacimiento de Jesús, entendido como el "Sol de la Salvación" o el "Sol de la Justicia".
Hoy la Navidad es celebrada por los cristianos, pero también por los no cristianos y hasta por los ateos, que la usan como festividad de convivencia social y familiar.
En el Imperio Romano, las celebraciones del dios Saturno – Saturnales - tenían lugar durante la semana del solsticio de invierno, siendo este un acontecimiento social muy importante que llegaban a su apogeo el 25 de diciembre.
Los primeros discípulos de Cristo no celebraban la Navidad, y por divergencias entre ellos sobre la fecha de su nacimiento, se adoptó por convención el 25 de diciembre como fecha oficial del natalicio y el 06 de enero como la Epifanía.
Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I declaró en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha y finalmente el papa Liberio en el año 354, decretó este día como el nacimiento oficial de Jesús de Nazaret.
Otros mantienen que tal fecha fue adoptado en el siglo IV, como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I “el Grande” se convirtiera al cristianismo, con intención de instaurar un festival religioso común y poder convertir a los romanos.
También hay quien afirma que la fiesta surgió del festival pagano del "Nacimiento del Sol Invicto", instituido por el emperador romano Aurelio el 25 de diciembre de 274, ya que el alargamiento del día, debía ser el símbolo del esperado "renacimiento" del Imperio, y que la adoración a los dioses, había llevado a Roma a gobernar el mundo entero.
Es totalmente improbable que ese día fuera la fecha exacta del nacimiento de Cristo, y la fiesta pagana que instituyó el emperador Aurelio ese día, pudo ser también un intento de dar un sentido pagano a una fecha que ya era importante para los cristianos.
A su vez, los cristianos adoptaron más tarde también la fiesta del "Nacimiento del Sol Invicto" para referirse, al nacimiento de Jesús, entendido como el "Sol de la Salvación" o el "Sol de la Justicia".
Hoy la Navidad es celebrada por los cristianos, pero también por los no cristianos y hasta por los ateos, que la usan como festividad de convivencia social y familiar.
Joaquín Camargo “El Vivillo”, el final del bandolerismo andaluz
Tal día como hoy 25 de diciembre de 1907, el bandolero Joaquín Camargo Gómez "el Vivillo", es detenido en Argentina donde vivía con nombre falso.
En los primeros años del siglo XX se vivieron los últimos episodios del bandolerismo andaluz, con las cuadrillas de “el Vizcaya”, “el Pernales”, “el Vivillo” y otros que fueron sangrientamente reprimidos por la Guardia Civil.
Joaquín Camargo, “El Vivillo” nació en Estepa – Sevilla - en 1866, convirtiéndose en el décimo de dieciséis hermanos, siendo apodado así por la agudeza y agilidad mental que tuvo desde pequeño
Una infancia de privaciones le llevaría a probar suerte como contrabandista en Gibraltar, tras huir de casa y malvivir en múltiples oficios. Cuando el negocio del contrabando se puso peligroso, corrió a refugiarse a la Serranía de Ronda, dónde crearía su propia cuadrilla de malhechores y desde entonces se mezclaría su historia con su propia leyenda: entre la maldad y la generosidad, entre la culpabilidad y la inocencia.
Su fama comenzaría a forjarse entre asaltos y tiroteos por las sierras andaluzas, convirtiéndose, junto al “Pernales”, en protagonista de los últimos, y más sonados episodios de bandolerismo, hasta que las partidas de estos bandoleros fueron aniquiladas por la Guardia Civil.
Pero “El Vivillo”, haciendo honor a su apodo, logró eludir el cerco de la Benemérita y escapó a la Argentina, con el nombre de Antonio Barceló Rubio, donde sería capturado, siendo extraditado posteriormente, mientras en España otros cometían atracos que le achacan a él..
Llegó a Cádiz en febrero de 1909 siendo recibido con enorme expectación y haciendo declaraciones a la prensa, en las que se declaró inocente de los delitos que le acusaban, esperando que fuesen descubiertos los numerosos "vivillos" que habían cometido fechorías haciéndose pasar por él, mientras firmaba – como si fuese una celebridad - fotografías a las personas que se le acercaban.
Sería absuelto de todos los crímenes imputados y explotando su fama, en 1911 dictó sus “Memorias”, iniciando después una nueva vida como picador de toros, aprovechándose de sus dotes como caballista, aunque esta etapa duró poco y decidió marcha de nuevo a Argentina.
Era tan importante entonces el personaje, que el periódico republicano “El Popular” de Málaga, el 6 de septiembre de 1911 relataba el paso por la ciudad del bandolero con estas palabras: “A bordo del trasatlántico Satrústegui, que zarpó ayer rumbo a Buenos Aires, marchó el célebre ex bandido Joaquín Camargo "El Vivillo", que llegó a Málaga con el propósito de tomar pasaje para América en el primer correo. Le acompañaba su mujer y sus hijos. En nuestra población permaneció hospedado en una casa de huéspedes, hasta ayer por la tarde, que embarcó en el referido trasatlántico. Piensa "El Vivillo " establecerse en Buenos Aires, donde se dedicará a negocios mercantiles”.
Solo cuatro años después, moría su esposa Dolores, sumiéndose desde entonces en una profunda depresión que le llevó a ingerir una solución mortal de cianuro potásico en julio de 1929.
Acabó así, a los 64 años, la vida de Joaquín Camargo Gómez “El Vivillo” y la noticia de su muerte llegó a España cuando su fama ya había pasado, mereciendo sólo una breve nota en los periódicos. "El Vivillo" era ya tan solo historia.
En los primeros años del siglo XX se vivieron los últimos episodios del bandolerismo andaluz, con las cuadrillas de “el Vizcaya”, “el Pernales”, “el Vivillo” y otros que fueron sangrientamente reprimidos por la Guardia Civil.
Joaquín Camargo, “El Vivillo” nació en Estepa – Sevilla - en 1866, convirtiéndose en el décimo de dieciséis hermanos, siendo apodado así por la agudeza y agilidad mental que tuvo desde pequeño
Una infancia de privaciones le llevaría a probar suerte como contrabandista en Gibraltar, tras huir de casa y malvivir en múltiples oficios. Cuando el negocio del contrabando se puso peligroso, corrió a refugiarse a la Serranía de Ronda, dónde crearía su propia cuadrilla de malhechores y desde entonces se mezclaría su historia con su propia leyenda: entre la maldad y la generosidad, entre la culpabilidad y la inocencia.
Su fama comenzaría a forjarse entre asaltos y tiroteos por las sierras andaluzas, convirtiéndose, junto al “Pernales”, en protagonista de los últimos, y más sonados episodios de bandolerismo, hasta que las partidas de estos bandoleros fueron aniquiladas por la Guardia Civil.
Pero “El Vivillo”, haciendo honor a su apodo, logró eludir el cerco de la Benemérita y escapó a la Argentina, con el nombre de Antonio Barceló Rubio, donde sería capturado, siendo extraditado posteriormente, mientras en España otros cometían atracos que le achacan a él..
Llegó a Cádiz en febrero de 1909 siendo recibido con enorme expectación y haciendo declaraciones a la prensa, en las que se declaró inocente de los delitos que le acusaban, esperando que fuesen descubiertos los numerosos "vivillos" que habían cometido fechorías haciéndose pasar por él, mientras firmaba – como si fuese una celebridad - fotografías a las personas que se le acercaban.
Sería absuelto de todos los crímenes imputados y explotando su fama, en 1911 dictó sus “Memorias”, iniciando después una nueva vida como picador de toros, aprovechándose de sus dotes como caballista, aunque esta etapa duró poco y decidió marcha de nuevo a Argentina.
Era tan importante entonces el personaje, que el periódico republicano “El Popular” de Málaga, el 6 de septiembre de 1911 relataba el paso por la ciudad del bandolero con estas palabras: “A bordo del trasatlántico Satrústegui, que zarpó ayer rumbo a Buenos Aires, marchó el célebre ex bandido Joaquín Camargo "El Vivillo", que llegó a Málaga con el propósito de tomar pasaje para América en el primer correo. Le acompañaba su mujer y sus hijos. En nuestra población permaneció hospedado en una casa de huéspedes, hasta ayer por la tarde, que embarcó en el referido trasatlántico. Piensa "El Vivillo " establecerse en Buenos Aires, donde se dedicará a negocios mercantiles”.
Solo cuatro años después, moría su esposa Dolores, sumiéndose desde entonces en una profunda depresión que le llevó a ingerir una solución mortal de cianuro potásico en julio de 1929.
Acabó así, a los 64 años, la vida de Joaquín Camargo Gómez “El Vivillo” y la noticia de su muerte llegó a España cuando su fama ya había pasado, mereciendo sólo una breve nota en los periódicos. "El Vivillo" era ya tan solo historia.
lunes, 24 de diciembre de 2018
El asesinato del general de la Guardia Civil, Juan Atarés
Tal día como hoy 24 de diciembre de 1985, tiene lugar el sepelio del general de la Guardia Civil retirado Juan Atarés, de sesenta y siete años, asesinado por la espalda el día anterior, por la banda terrorista ETA.
El general, en la reserva desde 1979, era un objetivo fácil para los terroristas pues habitualmente paseaba sin escolta por un parque cercano a su casa donde fue asesinado y aunque ETA ya había intentado matarlo, siempre se había negado a llevar escolta.
Los asesinos - Mercedes Galdós, autora de los disparos, y José Legorburu - le siguieron por el mismo camino en que paseaba y sin mediar palabra, por la espalda, le dispararon tres tiros, dos de los cuales impactaron en la nuca, ocasionándole - según la posterior autopsia - la muerte prácticamente en el acto, y el tercero le alcanzó en la espalda, en una “hazaña de inigualable valentía por parte de los terroristas”, como calificó en su día la prensa el hecho.
Posteriormente salieron corriendo del lugar, hasta donde un tercero les esperaba en un coche, conducido por María Cruz Azcona, con el motor en marcha, huyendo en él, el cual horas después la policía localizó abandonado.
El general, había protagonizado un incidente con el entonces ministro de Defensa y vicepresidente del Gobierno Manuel Gutiérrez Mellado en noviembre de 1978 en Cartagena, cuando en un coloquio ante una reunión de oficiales del Ejército y Guardia Civil sobre la Constitución, se levantó y en actitud muy excitada, pronunció frases contra el Gobierno y la Carta Magna.
Un pequeño grupo de asistentes le aplaudió y Gutiérrez Mellado le ordenó que saliese de la sala, pero cuando iniciaba su marcha volvió sobre sus pasos y, dirigiéndose al vicepresidente lo llamó "embustero" y "traidor", frases el parecer dirigidas contra su afirmación de que “el fin de ETA estaba próximo” pues él “estaba harto de enterrar guardias civiles y carecía de ánimos para seguir consolando a viudas y huérfanos".
El teniente general Gutiérrez Mellado, ordenó entonces que los que estuviesen de acuerdo con Atarés, saliesen también de la sala, pero nadie lo hizo, cerrándose el acto en medio de una gran tensión y siendo el general Atarés juzgado en un consejo de guerra del que saldría absuelto, quedando en situación de reserva.
ETA - como siempre hizo – eligió una víctima fácil, sin riesgo para sus comandos y de fuerte repercusión en el ámbito militar y tal como ya es tradición en nuestro país, los asesinos – convictos en otros muchos crímenes - se encuentran desde hace muchos años en libertad.
El general, en la reserva desde 1979, era un objetivo fácil para los terroristas pues habitualmente paseaba sin escolta por un parque cercano a su casa donde fue asesinado y aunque ETA ya había intentado matarlo, siempre se había negado a llevar escolta.
Los asesinos - Mercedes Galdós, autora de los disparos, y José Legorburu - le siguieron por el mismo camino en que paseaba y sin mediar palabra, por la espalda, le dispararon tres tiros, dos de los cuales impactaron en la nuca, ocasionándole - según la posterior autopsia - la muerte prácticamente en el acto, y el tercero le alcanzó en la espalda, en una “hazaña de inigualable valentía por parte de los terroristas”, como calificó en su día la prensa el hecho.
Posteriormente salieron corriendo del lugar, hasta donde un tercero les esperaba en un coche, conducido por María Cruz Azcona, con el motor en marcha, huyendo en él, el cual horas después la policía localizó abandonado.
El general, había protagonizado un incidente con el entonces ministro de Defensa y vicepresidente del Gobierno Manuel Gutiérrez Mellado en noviembre de 1978 en Cartagena, cuando en un coloquio ante una reunión de oficiales del Ejército y Guardia Civil sobre la Constitución, se levantó y en actitud muy excitada, pronunció frases contra el Gobierno y la Carta Magna.
Un pequeño grupo de asistentes le aplaudió y Gutiérrez Mellado le ordenó que saliese de la sala, pero cuando iniciaba su marcha volvió sobre sus pasos y, dirigiéndose al vicepresidente lo llamó "embustero" y "traidor", frases el parecer dirigidas contra su afirmación de que “el fin de ETA estaba próximo” pues él “estaba harto de enterrar guardias civiles y carecía de ánimos para seguir consolando a viudas y huérfanos".
El teniente general Gutiérrez Mellado, ordenó entonces que los que estuviesen de acuerdo con Atarés, saliesen también de la sala, pero nadie lo hizo, cerrándose el acto en medio de una gran tensión y siendo el general Atarés juzgado en un consejo de guerra del que saldría absuelto, quedando en situación de reserva.
ETA - como siempre hizo – eligió una víctima fácil, sin riesgo para sus comandos y de fuerte repercusión en el ámbito militar y tal como ya es tradición en nuestro país, los asesinos – convictos en otros muchos crímenes - se encuentran desde hace muchos años en libertad.
domingo, 23 de diciembre de 2018
El cautiverio de Dostoievsky en Siberia
Tal día como hoy 22 de diciembre de 1849, el escritor ruso Fiodor Dostoievsky es sometido a un falso fusilamiento.
Dostoievsky fue uno de los principales escritores de su época en la Rusia Zarista, siendo considerado como uno de los el mejores conocedores del alma humana de todos los tiempos.
En 1843, acabó sus estudios de Ingeniería Militar, pero dos años después dejó el ejército y empezó a escribir su novela “Pobres gentes” con notable éxito, aunque las siguientes tuvieron críticas muy negativas, lo que le sumió en una depresión.
En abril de 1849 fue arrestado y juzgado bajo el cargo de conspirar contra el zar Nicolás I, siendo condenado a muerte y conducido para fusilarlo frente al pelotón con los ojos vendados en el patio de la prisión, simulando hacerlo y haciendo que escuchase los disparos, pese a que su pena había sido conmutada por trabajos forzados en Siberia.
La historia demuestra que los horrores y privaciones del encarcelamiento pueden inspirar obras perdurables y los autores que han tenido la fuerza intelectual para soportarlo, han sido recompensados con perspectivas excepcionales sobre la psicología y el comportamiento humano.
Dostoievski también experimentó un cambio profundo debido a su experiencia carcelaria. Ya había publicado su primera novela, "Pobres gentes", cuando fue detenido en 1849 por su participación en un grupo de intelectuales de izquierda de San Petersburgo.
Como ya se ha dicho, después de varios meses en la cárcel, fue condenado a muerte, llevado con otros presos de su grupo y puesto frente al pelotón de fusilamiento, pero a última hora, el zar detuvo su ejecución, pese a lo cual, Dostoievski pasó cuatro años de trabajos forzados en un gulag de Siberia, donde su condición de persona educada enardecía a otros reclusos. "Se irritan y son demasiado toscos y amargados", le escribió a su hermano.
En 1880 publicó su obra maestra, “Los hermanos Karamazov”, que condensa los agudos análisis psicológicos, la relación del hombre con Dios, la angustia del hombre moderno y las contradicciones de la libertad humana.
Murió el 9 de febrero de 1881 en su casa en San Petersburgo, de una hemorragia pulmonar asociada a un ataque epiléptico y poco antes de morir, describiría a su hermano los sufrimientos que padeció aquellos años en Siberia:
“En verano, encierro intolerable; en invierno, frío insoportable. Todos los pisos estaban podridos. La suciedad de los pavimentos tenía una pulgada de grosor; uno podía resbalar y caer... Éramos apilados como anillos de un barril... Ni siquiera había lugar para dar la vuelta. Era imposible no comportarse como cerdos, desde el amanecer hasta el atardecer. Pulgas, piojos, y escarabajos por celemín”.
Dostoievsky fue uno de los principales escritores de su época en la Rusia Zarista, siendo considerado como uno de los el mejores conocedores del alma humana de todos los tiempos.
En 1843, acabó sus estudios de Ingeniería Militar, pero dos años después dejó el ejército y empezó a escribir su novela “Pobres gentes” con notable éxito, aunque las siguientes tuvieron críticas muy negativas, lo que le sumió en una depresión.
En abril de 1849 fue arrestado y juzgado bajo el cargo de conspirar contra el zar Nicolás I, siendo condenado a muerte y conducido para fusilarlo frente al pelotón con los ojos vendados en el patio de la prisión, simulando hacerlo y haciendo que escuchase los disparos, pese a que su pena había sido conmutada por trabajos forzados en Siberia.
La historia demuestra que los horrores y privaciones del encarcelamiento pueden inspirar obras perdurables y los autores que han tenido la fuerza intelectual para soportarlo, han sido recompensados con perspectivas excepcionales sobre la psicología y el comportamiento humano.
Dostoievski también experimentó un cambio profundo debido a su experiencia carcelaria. Ya había publicado su primera novela, "Pobres gentes", cuando fue detenido en 1849 por su participación en un grupo de intelectuales de izquierda de San Petersburgo.
Como ya se ha dicho, después de varios meses en la cárcel, fue condenado a muerte, llevado con otros presos de su grupo y puesto frente al pelotón de fusilamiento, pero a última hora, el zar detuvo su ejecución, pese a lo cual, Dostoievski pasó cuatro años de trabajos forzados en un gulag de Siberia, donde su condición de persona educada enardecía a otros reclusos. "Se irritan y son demasiado toscos y amargados", le escribió a su hermano.
En 1880 publicó su obra maestra, “Los hermanos Karamazov”, que condensa los agudos análisis psicológicos, la relación del hombre con Dios, la angustia del hombre moderno y las contradicciones de la libertad humana.
Murió el 9 de febrero de 1881 en su casa en San Petersburgo, de una hemorragia pulmonar asociada a un ataque epiléptico y poco antes de morir, describiría a su hermano los sufrimientos que padeció aquellos años en Siberia:
“En verano, encierro intolerable; en invierno, frío insoportable. Todos los pisos estaban podridos. La suciedad de los pavimentos tenía una pulgada de grosor; uno podía resbalar y caer... Éramos apilados como anillos de un barril... Ni siquiera había lugar para dar la vuelta. Era imposible no comportarse como cerdos, desde el amanecer hasta el atardecer. Pulgas, piojos, y escarabajos por celemín”.
sábado, 22 de diciembre de 2018
Cuando Buffalo Bill fue artista de circo
Tal día como hoy 22 de diciembre de 1889, durante su gira por Europa, Buffalo Bill actua en Barcelona con el circo en el que demostraba sus habilidades.
En las Navidades de 1889, el último mito del lejano oeste americano, el gran William “Buffalo Bill” Cody, valiente coronel e intrépido explorador, llegaba a Barcelona para exhibir las habilidades que le habían convertido en una leyenda.
William Frederick Cody, como se llamaba en realidad, había alcanzado su fama como explorador y soldado del ejército estadounidense, asegurando que el apodo de “Buffalo Bill” le venía porque siendo el encargado del avituallamiento de los obreros que construían el ferrocarril “Kansas Pacific Railway”, les había proporcionado en año y medio más de 4.000 búfalos para comer.
Fuese o no cierto, Bill supo sacar partido a esta fama de cazador de búfalos, luchador contra pieles rojas y vida de aventurero, que comenzó antes de cumplir 14 años, cuando se alistó en el ejército como explorador para guiar a los soldados en territorio indio.
Tenía 38 años cuando decidió fundar el espectáculo que le llevaría a recorrer durante 20 años toda Norteamérica y las principales capitales europeas, con una compañía de cientos de trabajadores entre los que figuraban terribles “cowboys” y “pieles rojas”.
Desde los rumores de su posible paso por España meses atrás, hasta la llegada al puerto de Barcelona el 21 de diciembre de 1889, cualquier detalle de la compañía de Buffalo Bill era digno de interés para los periódicos: el buque que les traería, los permisos del Ayuntamiento, sus enormes gastos en publicidad, la cabalgata que recorrería el centro de Barcelona...
A pesar del éxito alcanzado en Barcelona y en sus giras por Europa y América, en 1913 quebró la compañía, que fue liquidada con todas sus pertenencias a través de la subasta en Nueva York.
El coronel Cody asistió para ver por última vez a su caballo,“Isham” que había montado desde hacía 25 años y durante la subasta uno de los que pujaban dijo: “No puedo ofrecer más porque no tengo dinero. Pero si el que se quede con el caballo no lo devuelve al coronel Cody, yo se la robaré para entregárselo.”
Sin embargo el que lo compró tenía la misma intención y, al parecer, cuando Buffalo Bill se enteró de que el caballo volvía a su poder, rompió a llorar emocionado.
Cuatro años después - 10 de enero de 1917- lejos ya de la fama, el coronel Cody moría y la función se acababa de manera definitiva y para siempre.
viernes, 21 de diciembre de 2018
El Atentado de Lockerbie
El 21 de diciembre de 1988 un avión Boeing 747 de la compañía aérea estadounidense Pan American, en vuelo regular, explotó en el aire y sus restos cayeron sobre la ciudad escocesa de Lockerbie, muriendo las 259 personas que viajaban a bordo y 11 personas más en tierra.
La explosión ocurrió poco después del despegue del aeropuerto de Londres, y fue debida a un explosivo plástico de unos 450 gramos colocado en un radiocassette dentro del equipaje del compartimento de carga, que llevó a la rápida destrucción de la aeronave, pues la explosión hizo que la parte delantera, se desprendiera del resto y cayera durante dos minutos antes de chocar con tierra, mientras el resto del fuselaje despidió personas de sus asientos y luego se estrelló en los arrabales de la ciudad.
Los vientos de 190 km/h en la zona, esparcieron las víctimas a lo largo de 130 km y el número total de muertos ascendió a 270 personas de 21 países diferentes, incluyendo a 11 personas de la ciudad de Lockerbie.
El suceso, es conocido como el “atentado de Lockerbie” y fue un ataque a un símbolo de los Estados Unidos, con 189 de las víctimas estadounidenses y se convirtió en el más mortífero ataque contra civiles estadounidenses hasta los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Después de tres años de investigación, entre Scotland Yard, la CIA y el FBI, se presentó una acusación de asesinato contra Abdelbaset al-Megrahi, un agente de la inteligencia libia y jefe de seguridad de las Aerolíneas Árabes Libias, pero este país se negó a entregarlo, por lo que la ONU estableció sanciones contra él, a partir de 1992.
Las sanciones de las Naciones Unidas y unas prolongadas negociaciones con el líder libio Gadafi dieron lugar a la entrega del acusado en 1999 a la policía escocesa, siendo Al-Megrahi condenado por asesinato y sentenciado a 27 años de prisión.
Siempre sosteniendo su inocencia, Al-Megrahi cumplió su condena en la prisión de Greenock, cerca de Glasgow, hasta el 20 de agosto de 2009, en que fue liberado por razones humanitarias al padecer un cáncer terminal de próstata.
En octubre de 2002, Libia ofreció una compensación de unos 10 millones de dólares estadunidenses por cada víctima, y aceptó formalmente la responsabilidad por el atentado, por lo que en el 2003, las Naciones Unidas levantaron las sanciones contra el país.
El 23 de febrero de 2011, durante las protestas contra el régimen libio, el exministro de Justicia de este país, Mustafa Abdel Jalil, aseguró que el presidente libio Muamar el Gadafi, fue el que ordenó personalmente, el atentado terrorista de Lockerbie.
jueves, 20 de diciembre de 2018
La ejecución del Justicia de Aragón, Juan de Lanuza
Tal día como hoy 20 de diciembre de 1591, es ejecutado Juan de Lanuza, Justicia Mayor de Aragón, tras su defensa de los Fueros de Aragón.
Los acontecimientos que dieron lugar a estos hechos, hay que situarlos en el siguiente contexto: Antonio Pérez, había ejercido el cargo de secretario del rey Felipe II hasta 1579, año en el que fue arrestado por el asesinato de Escobedo – secretario de don Juan de Austria - y por abusar de la confianza real al conspirar contra el rey.
Tras escapar de su prisión, Perez, huyó a Zaragoza, donde pidió la protección de los fueros aragoneses, pero Felipe II, desconfiando de que los tribunales aragoneses condenaran a Antonio Pérez, usó un tribunal contra el que los fueros y la Justicia aragonesa no podían oponerse: la Inquisición y Antonio Pérez fue acusado de herejía.
En el 24 de mayo de 1591, a petición de los inquisidores, se trasladó a Pérez a la prisión que la Inquisición tenía en la Aljafería, donde sus seguidores tras violencia y amenazas, consiguieron que fuera devuelto a la cárcel ordinaria.
Cuando Felipe II recibió noticia del motín, ordenó que fuerzas que se estaban preparando para intervenir en Francia, se concentraran cerca de la frontera con Aragón, mientras Antonio Perez, intentó fugarse de la cárcel y, descubierto, el Justicia ordenó su trasladado a una prisión más segura.
Tras mucha discusión se dispusao el traslado de Antonio Pérez a la cárcel de la Inquisición el 24 de septiembre, pero dos días antes murió el Justicia Juan de Lanuza y Perellós y le sucedió en el cargo su hijo Juan de Lanuza y Urrea, de solo veintiséis años.
El inquisidor presentó la reclamación al nuevo Justicia, que las estudió y declaró ajustada a derecho, pero al aproximarse los coches de la Inquisición, los partidarios de Pérez atacaron a los guardias, permitiendo a este salir de la ciudad en dirección a Francia, murieron más de treinta personas, en el tumulto.
Cuando la noticia llegó a Felipe II, este decidió mandar a su ejército para restablecer la autoridad de la justicia y la noticia de esto conmocionó a todo el reino, y aunque en Zaragoza la opinión parecía unánime a la resistencia, en el resto de Aragón se veía con desconfianza y muchos señores, incluso auxiliaron al ejército real con víveres y gente armada
El ejército de Felipe II, entró en Aragón el 7 y el 8 de noviembre, y avanzó sin oposición alguna mientras el Justicia y sus fuerzas se hallaban en Utebo y sabiendo que su fuerza era muy inferior y muy indisciplinada, decidió abandonar a sus tropas y huir.
Juan V de Lanuza volvió a Zaragoza, donde fue capturado y decapitado por orden real en la plaza del mercado y la misma suerte corrieron muchos de los que lideraron la revuelta, mientras Pérez escapó a Francia y más tarde a Inglaterra, en donde estimuló la leyenda negra contra el monarca, muriendo en 1611.
En 1592 Felipe II convocó a las Cortes de Aragón y aunque no suprimió ninguna institución aragonesa, estas fueron reformadas: el rey tenía ahora el derecho a nombrar a un virrey no aragonés; podía retirar de su puesto al Justicia de Aragón; la Corte de Justicia se puso bajo su control y finalmente, se modificaron aspectos del sistema legal aragonés.
La mayoría de historiadores coincide en que Felipe II estaba en posición de haber acabado con los fueros y crear una estructura centralizada pero a pesar de ser un monarca absoluto, no se encontraba a disgusto reinando a través de virreyes y Consejos, aunque no perdió la oportunidad para erosionar a la nobleza aragonesa limitando los fueros y privilegios.
Los acontecimientos que dieron lugar a estos hechos, hay que situarlos en el siguiente contexto: Antonio Pérez, había ejercido el cargo de secretario del rey Felipe II hasta 1579, año en el que fue arrestado por el asesinato de Escobedo – secretario de don Juan de Austria - y por abusar de la confianza real al conspirar contra el rey.
Tras escapar de su prisión, Perez, huyó a Zaragoza, donde pidió la protección de los fueros aragoneses, pero Felipe II, desconfiando de que los tribunales aragoneses condenaran a Antonio Pérez, usó un tribunal contra el que los fueros y la Justicia aragonesa no podían oponerse: la Inquisición y Antonio Pérez fue acusado de herejía.
En el 24 de mayo de 1591, a petición de los inquisidores, se trasladó a Pérez a la prisión que la Inquisición tenía en la Aljafería, donde sus seguidores tras violencia y amenazas, consiguieron que fuera devuelto a la cárcel ordinaria.
Cuando Felipe II recibió noticia del motín, ordenó que fuerzas que se estaban preparando para intervenir en Francia, se concentraran cerca de la frontera con Aragón, mientras Antonio Perez, intentó fugarse de la cárcel y, descubierto, el Justicia ordenó su trasladado a una prisión más segura.
Tras mucha discusión se dispusao el traslado de Antonio Pérez a la cárcel de la Inquisición el 24 de septiembre, pero dos días antes murió el Justicia Juan de Lanuza y Perellós y le sucedió en el cargo su hijo Juan de Lanuza y Urrea, de solo veintiséis años.
El inquisidor presentó la reclamación al nuevo Justicia, que las estudió y declaró ajustada a derecho, pero al aproximarse los coches de la Inquisición, los partidarios de Pérez atacaron a los guardias, permitiendo a este salir de la ciudad en dirección a Francia, murieron más de treinta personas, en el tumulto.
Cuando la noticia llegó a Felipe II, este decidió mandar a su ejército para restablecer la autoridad de la justicia y la noticia de esto conmocionó a todo el reino, y aunque en Zaragoza la opinión parecía unánime a la resistencia, en el resto de Aragón se veía con desconfianza y muchos señores, incluso auxiliaron al ejército real con víveres y gente armada
El ejército de Felipe II, entró en Aragón el 7 y el 8 de noviembre, y avanzó sin oposición alguna mientras el Justicia y sus fuerzas se hallaban en Utebo y sabiendo que su fuerza era muy inferior y muy indisciplinada, decidió abandonar a sus tropas y huir.
Juan V de Lanuza volvió a Zaragoza, donde fue capturado y decapitado por orden real en la plaza del mercado y la misma suerte corrieron muchos de los que lideraron la revuelta, mientras Pérez escapó a Francia y más tarde a Inglaterra, en donde estimuló la leyenda negra contra el monarca, muriendo en 1611.
En 1592 Felipe II convocó a las Cortes de Aragón y aunque no suprimió ninguna institución aragonesa, estas fueron reformadas: el rey tenía ahora el derecho a nombrar a un virrey no aragonés; podía retirar de su puesto al Justicia de Aragón; la Corte de Justicia se puso bajo su control y finalmente, se modificaron aspectos del sistema legal aragonés.
La mayoría de historiadores coincide en que Felipe II estaba en posición de haber acabado con los fueros y crear una estructura centralizada pero a pesar de ser un monarca absoluto, no se encontraba a disgusto reinando a través de virreyes y Consejos, aunque no perdió la oportunidad para erosionar a la nobleza aragonesa limitando los fueros y privilegios.
miércoles, 19 de diciembre de 2018
Los últimos “maquis” de Andalucía
Tal día como hoy 19 de diciembre de 1950, en Algatocín - Málaga - muere en un enfrentamiento con la Guardia Civil el "maqui" Juan Martínez Toledo "Caracoles".
Fue miembro del grupo guerrillero de la CNT capitaneado por Bernabé López Calle el “Comandante Abril” y uno de los últimos en ser abatido por la Guardia Civil.
En 1949, durante la formación de la “Agrupación Fermín Galán”, se le confió a “Caracoles” el mando del tercer sector que incluía los distritos de Montejaque, Benaoján y Grazalema, interviniendo en mayo de ese año en el secuestro de José Merencio Troya, un rico terrateniente de Algodonales, al que acompañaban al ser secuestrado entre otras personas la mujer e hijo del teniente coronel Oliete jefe de la Guardia Civil.
El jefe de la partida le exigió que les diera un millón de pesetas y Merencio, tras ver que sólo querían dinero y que no sabían la verdadera identidad de sus acompañantes, los convenció para que se quedaran solo con él, pues no era la primera vez que los bandoleros habían asesinado a sus víctimas sin importarle sexo ni edad.
No es difícil de imaginar cual hubiese sido el final de la esposa y el hijo del teniente coronel, si los bandoleros hubieran conocido su verdadera identidad.
La petición inicial fue rebajada hasta 250.000 pesetas, de todas formas, la cifra era por sí sola una fortuna para la época y Merencio envió a su chofer a Algodonales para realizar la gestión del dinero entre familiares y amigos.
Ya por la tarde, regresó el chofer con lo exigido, por lo que los secuestradores tras contar los billetes se marcharon y cuando la Guardia Civil inicio su persecución, estaban ya escondidos en la sierra.
Las partidas de bandoleros de la sierra de Cádiz tuvieron un mal final, pues muchos murieron en enfrentamientos con la Guardia Civil; otros serían detenidos cuando intentaban huir hacia África y algunos se entregaron voluntariamente, colaborando en la detención de antiguos compañeros.
Lo que empezó siendo “el maquis guerrillero” degeneró en el "bandolerismo", que sin encontrar el apoyo esperado y viendo en definitiva la imposibilidad del triunfo, fueron abandonados a su suerte por sus dirigentes, que dejaron de enviarles el dinero y las armas necesarias par seguir combatiendo al régimen franquista.
“Caracoles” fue abatido junto con cinco más, el 19 de diciembre 1950 en el "Cortijo María Jesús" del término de Algatocín -Málaga- , por efectivos de la Guardia Civil en una emboscada cuando se hallaban comiendo, con disparos hechos a quemarropa.
Fue miembro del grupo guerrillero de la CNT capitaneado por Bernabé López Calle el “Comandante Abril” y uno de los últimos en ser abatido por la Guardia Civil.
En 1949, durante la formación de la “Agrupación Fermín Galán”, se le confió a “Caracoles” el mando del tercer sector que incluía los distritos de Montejaque, Benaoján y Grazalema, interviniendo en mayo de ese año en el secuestro de José Merencio Troya, un rico terrateniente de Algodonales, al que acompañaban al ser secuestrado entre otras personas la mujer e hijo del teniente coronel Oliete jefe de la Guardia Civil.
El jefe de la partida le exigió que les diera un millón de pesetas y Merencio, tras ver que sólo querían dinero y que no sabían la verdadera identidad de sus acompañantes, los convenció para que se quedaran solo con él, pues no era la primera vez que los bandoleros habían asesinado a sus víctimas sin importarle sexo ni edad.
No es difícil de imaginar cual hubiese sido el final de la esposa y el hijo del teniente coronel, si los bandoleros hubieran conocido su verdadera identidad.
La petición inicial fue rebajada hasta 250.000 pesetas, de todas formas, la cifra era por sí sola una fortuna para la época y Merencio envió a su chofer a Algodonales para realizar la gestión del dinero entre familiares y amigos.
Ya por la tarde, regresó el chofer con lo exigido, por lo que los secuestradores tras contar los billetes se marcharon y cuando la Guardia Civil inicio su persecución, estaban ya escondidos en la sierra.
Las partidas de bandoleros de la sierra de Cádiz tuvieron un mal final, pues muchos murieron en enfrentamientos con la Guardia Civil; otros serían detenidos cuando intentaban huir hacia África y algunos se entregaron voluntariamente, colaborando en la detención de antiguos compañeros.
Lo que empezó siendo “el maquis guerrillero” degeneró en el "bandolerismo", que sin encontrar el apoyo esperado y viendo en definitiva la imposibilidad del triunfo, fueron abandonados a su suerte por sus dirigentes, que dejaron de enviarles el dinero y las armas necesarias par seguir combatiendo al régimen franquista.
“Caracoles” fue abatido junto con cinco más, el 19 de diciembre 1950 en el "Cortijo María Jesús" del término de Algatocín -Málaga- , por efectivos de la Guardia Civil en una emboscada cuando se hallaban comiendo, con disparos hechos a quemarropa.
martes, 18 de diciembre de 2018
Verdún, el infierno de las trincheras
La batalla de Verdún tuvo lugar del 21 de febrero al 18 de diciembre de 1916 y fue la mayor y más larga batalla de la Primera Guerra Mundial entre los ejércitos alemán y francés.
La batalla tuvo lugar en el noreste de Francia cuando el ejército alemán atacó las defensas de la Región Fortificada de Verdún, para capturar las Alturas de Meuse, una excelente posición defensiva con buena observación de artillería en Verdún.
Los alemanes esperaban que los franceses utilizaran su reserva para recuperar la posición y así sufrir pérdidas catastróficas en una batalla de aniquilación, a un costo mínimo para los alemanes situados en posiciones ventajosas en las alturas.
El mal tiempo retrasó el inicio del ataque alemán hasta el 21 de febrero a pesar de muchas bajas francesas y el 6 de marzo, los franceses habían construido unas defensas más extensas, en tanto que el general francés Pétain ordenó que se realizaran contraataques, pese exponer a la infantería al fuego de la artillería alemana.
En marzo, la ofensiva alemana se extendió a la orilla izquierda del rio Mosa, pero a principios de mayo, cambiaron de táctica nuevamente e hicieron ataques locales y en junio capturaron Fort Vaux y Fleury llegando a 4 km de la ciudadela de Verdún.
En julio de 1916, el ataque alemn se redujo y entre 23 de junio al 17 de agosto, Fleury cambió de manos dieciséis veces, mientras las contraofensivas francesas recobraron gran parte del terreno perdido.
Ambos bandos se enfrentaban a una invasión de piojos y ratas, que se alimentan de vivos y muertos y que fueron las auténticas dueñas de ese infierno y mientras esperaban el siguiente ataque, los soldados jugaban a las cartas, dormían, escribían...
La lluvia empapaba los capotes y se colaba por el cuello, resbalaba por las paredes de tierra de las trincheras y terminaba convirtiéndolas en un gran charco. El frío congelaba las raciones de carne y el agua, siempre escasa en primera línea. “Ha sucedido en ocasiones que los hombres han salido de su trinchera durante la noche para beber en cualquier cráter lleno de agua”, anota un soldado alemán.
Como letrina se usaban los cráteres más cercanos, a los que se llegaba a gatas y, si era posible, de noche. Para no exponerse al fuego enemigo, los soldados sacrificaban a veces su comida y vaciaban sus latas de sardinas o carne para usarlas como orinales.
Pero la batalla más larga de la Gran Guerra, la última gran victoria del ejército francés, una victoria de prestigio, fue también un símbolo incuestionable del sinsentido de la guerra.
El éxito francés en Verdún, siguió siendo un símbolo de la determinación de Francia durante muchos años.
lunes, 17 de diciembre de 2018
La tragedia de la discoteca “Alcalá 20”
Tal día como hoy 17 de diciembre de 1983, en Madrid, fallecen 81 personas en el incendio de la discoteca Alcalá 20
Alcalá 20, era una de las salas de fiesta de moda de Madrid, a la que concurría a diario un público de jóvenes atraídos por las actuaciones y la música de rock, que quedó casi totalmente destruida por las llamas en poco más de dos horas.
El fuego se declaró, a las 4.45 horas, en los cortinajes que rodean el escenario y se debió a un cortocircuito. El local, tenía reconocido un aforo de 900 personas, pero llegó a albergar más de 1.000 personas, lo cual fue confirmado por la policía que participó en las tareas de rescate de las víctimas.
Según la narración de varios supervivientes, de las cortinas del escenario, salió una humareda que sólo fue vista por los que se hallaban cerca y por la gente escasa que ocupaba los palcos. El maitre y tres o cuatro personas más, provistos de extintores, se adentraron en el escenario y retiraron las cortinas, pero súbitamente se produjo una gran llamarada y empezó a arder toda la decoración, compuesta de plásticos y otros materiales muy inflamables.
En el interior del local, se creó una situación de enorme desconcierto, cuando por un corte de fluido eléctrico, este quedó a oscuras y esto fue uno de los elementos causantes de la tragedia.
La mayoría de los clientes comenzó a huir hacia la salida principal, pero la gente se apiñó y se atropelló entre si y a ciegas trataban de alcanzar la puerta principal notando que pisaban a otras personas tiradas sobre el suelo. Estas circunstancias explicarían que la mayor parte de las víctimas mortales lo fueran por asfixia o aplastamiento.
Bomberos, policías municipales y nacionales que iban llegando, se introdujeron con gran dificultad en la primera planta del local y durante casi dos horas, los trabajos se hicieron a la escasa luz proporcionada por linternas de mano.
El incendio de la discoteca, se saldó con 81 fallecidos. De ellos 31 murieron directamente por culpa del fuego, 13 lo hicieron por inhalación de humo y el resto aplastadas o asfixiadas al tratar de huir.
El incendio causó gran conmoción en España, tanto por el elevado número de muertes como por la juventud de las víctimas y el juicio por lo sucedido no se inició hasta finales de 1993, diez años después de los hechos.
La sentencia de la Audiencia de Madrid, llegó finalmente en abril de 1994, y condenó a dos años de cárcel por imprudencia temeraria con resultado de muerte, lesiones y daños a los cuatro dueños del local, al electricista y al funcionario encargado de inspeccionarlo, pero ningún cargo político asumió responsabilidades por el asunto.
Como si intentara resurgir de las cenizas, la antigua discoteca Alcalá 20, reabrió al público con el nombre de Adraba, en enero del año 2010.
Alcalá 20, era una de las salas de fiesta de moda de Madrid, a la que concurría a diario un público de jóvenes atraídos por las actuaciones y la música de rock, que quedó casi totalmente destruida por las llamas en poco más de dos horas.
El fuego se declaró, a las 4.45 horas, en los cortinajes que rodean el escenario y se debió a un cortocircuito. El local, tenía reconocido un aforo de 900 personas, pero llegó a albergar más de 1.000 personas, lo cual fue confirmado por la policía que participó en las tareas de rescate de las víctimas.
Según la narración de varios supervivientes, de las cortinas del escenario, salió una humareda que sólo fue vista por los que se hallaban cerca y por la gente escasa que ocupaba los palcos. El maitre y tres o cuatro personas más, provistos de extintores, se adentraron en el escenario y retiraron las cortinas, pero súbitamente se produjo una gran llamarada y empezó a arder toda la decoración, compuesta de plásticos y otros materiales muy inflamables.
En el interior del local, se creó una situación de enorme desconcierto, cuando por un corte de fluido eléctrico, este quedó a oscuras y esto fue uno de los elementos causantes de la tragedia.
La mayoría de los clientes comenzó a huir hacia la salida principal, pero la gente se apiñó y se atropelló entre si y a ciegas trataban de alcanzar la puerta principal notando que pisaban a otras personas tiradas sobre el suelo. Estas circunstancias explicarían que la mayor parte de las víctimas mortales lo fueran por asfixia o aplastamiento.
Bomberos, policías municipales y nacionales que iban llegando, se introdujeron con gran dificultad en la primera planta del local y durante casi dos horas, los trabajos se hicieron a la escasa luz proporcionada por linternas de mano.
El incendio de la discoteca, se saldó con 81 fallecidos. De ellos 31 murieron directamente por culpa del fuego, 13 lo hicieron por inhalación de humo y el resto aplastadas o asfixiadas al tratar de huir.
El incendio causó gran conmoción en España, tanto por el elevado número de muertes como por la juventud de las víctimas y el juicio por lo sucedido no se inició hasta finales de 1993, diez años después de los hechos.
La sentencia de la Audiencia de Madrid, llegó finalmente en abril de 1994, y condenó a dos años de cárcel por imprudencia temeraria con resultado de muerte, lesiones y daños a los cuatro dueños del local, al electricista y al funcionario encargado de inspeccionarlo, pero ningún cargo político asumió responsabilidades por el asunto.
Como si intentara resurgir de las cenizas, la antigua discoteca Alcalá 20, reabrió al público con el nombre de Adraba, en enero del año 2010.
domingo, 16 de diciembre de 2018
Adolf Eichmann, historia de un genocida
Tal día como hoy 16 de diciembre de 1961, en Jerusalén -Israel-, un tribunal condena al jerarca nazi Adolf Eichmann a morir ahorcado, tras un juicio en el que fue acusado de genocidio.
Adolf Eichmann fue un funcionario nazi, que ingresó en el Partido Nacional Socialista alemán cuando Hitler subió al poder, incoporándose en 1932 a las SS como soldado raso, donde alcanzó el grado de coronel.
Cuando los alemanes se anexionaron Austria en 1938, se ocupó de la deportación de los judíos de ese país, de acuerdo con la política antisemita nazi y desde 1940 dirigió la oficina de Seguridad del Reich.
Antes de 1939, cuando el gobierno alemán contemplaba la posibilidad de expulsar a los judíos en lugar de exterminarlos, Eichmann fue uno de los principales interlocutores con el movimiento sionista, y estudió la posibilidad de facilitar la emigración judía a Palestina, así como la de crear un Estado judío en Europa del Este.
Eichmann, fue el encargado de organizar la logística de transportes del Holocausto y asumió el papel de liderazgo en la coordinación de la deportación de los judíos de toda Europa a la Polonia ocupada y la construcción de las cámaras de gas.
Hombre tenaz en el cumplimiento del deber, era una persona muy dada a cumplir lo que se le exigía, y los judíos eran para él "estadísticas", aunque según sus declaraciones al ser juzgado en Israel, no era un antisemita fanático, y de hecho tenía algún parentesco con judíos, como muchos alemanes.
Estaba considerado un experto en el tema judío y en 1941 recibió orden de Goering de que pusiera en práctica la llamada “Solución final” al problema judío, que suponía la identificación, transporte y asesinato de todos ellos, en los campos habilitados a tal fin en Europa.
Eichmann puso en marcha el plan de exterminio y organizó los pelotones de matanza, reclutados entre las filas de la policía de seguridad alemana y las SS y durante tres años, dirigió el genocidio con rapidez y eficacia y pese al avance de las tropas rusas, en 1944 Eichmann exterminó a 400.000 judíos en tan solo dos meses.
Tras la derrota de Alemania, fue capturado por las tropas estadounidenses, pero logró escapar en 1946 del campo de prisioneros y tras pasar varios años en diversos países, se estableció en Brasil y más tarde en Argentina, donde trabajó en una fábrica de automóviles como Ricardo Clemente.
En 1960 fue secuestrado en Argentina, por los servicios secretos de Israel y juzgado en este país, por crímenes contra el pueblo judío, defendiéndose arguyendo que se limitó a ser un simple ejecutor de órdenes y no una figura como Heydrich o Himmler, aunque no obstante, tuvo conflictos con estos debido al excesivo celo que puso en la "solución del problema judío", yendo más allá de las órdenes recibidas, y cuando al final de la guerra Himmler decidió acabar con los asesinatos, Eichmann continuó dando órdenes para que siguieran adelante.
Después de un largo proceso, en diciembre de 1961, fue condenado a muerte y ahorcado en Tel Aviv el 31 de mayo de 1962. El día de su ejecución, no se mostró arrepentido, sino pletórico haciendo gala de que moría feliz, por haber acabado con millones de enemigos del III Reich.
sábado, 15 de diciembre de 2018
Iberia, la compañía aérea de bandera española
Tal día como hoy 14 de diciembre de 1927, desde el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos y con destino a Barcelona, sale el primer vuelo comercial de la compañía Iberia.
Este modesto viaje inaugural, más tarde se convertiría en el puente aéreo más concurrido del mundo, aunque en este caso fue un auténtico acontecimiento que contó con la presencia en el acto del rey Alfonso XIII.
El avión, con tan solo diez plazas, despegó del aeropuerto madrileño y sus privilegiados ocupantes pagaron 163 pesetas de la época por el pasaje, que era entonces una gran cantidad de dinero.
Hacía tan solo seis meses que se había constituido la compañía, por el impulso del empresario vizcaíno Horacio Echevarrieta, y toda la flota estaba compuesta por entonces de tres aviones Rohrbach Roland, con tres motores BMW y una velocidad punta de 205 kilómetros por hora, por lo que el viaje duraba más de dos horas.
En 1931 de inauguró el aeropuerto de Barajas, cambiando allí su base de operaciones e iniciando los vuelos a Canarias y poco después también a Baleares.
En los años 40 se abrirían las puertas de Europa, primero hacia las capitales cercanas, Roma, París, Londres, Lisboa y en 1946 se inaugura la ruta trasatlántica, que enlazaba la Península con Hispanoamérica.
Iberia ya había sido nacionalizada y formaba parte del Instituto Nacional de Industria y el trayecto Madrid-Buenos Aires, supuso la primera conexión de Europa con América del Sur, tras la Segunda Guerra Mundial.
El vuelo duraba 36 horas y por eso los aviones introdujeron por primera vez un servicio de azafatas, que se preocupaban por la comodidad del pasaje y le ofrecía comidas, mantas y aperitivos a bordo.
Los aviones a reacción, de los años sesenta fueron una revolución, pues al volar mucho más alto, evitaban las inclemencias meteorológicas, alcanzando además una gran velocidad e incorporando cabinas presurizadas y fuselajes más sólidos.
En 1973, se crean los famosos “chaquetas rojas” para atender en tierra a los pasajeros con problemas especiales: niños, sillas de rueda, inválidos etc y al año siguiente, debido al gigantesco tráfico entre Madrid y Barcelona, se crea el Puente Aéreo, para poder tomar vuelo sin reserva y la hora que interese.
En el 2001, Iberia deja de ser una empresa del estado para convertirse de nuevo en empresa privada cotizando en bolsa y en 2010, la unión Europea autoriza la fusión entre British Airways e Iberia y crean el grupo IAG.
En estos momentos la compañía se ve inmersa en uno de los momentos más complicados de su historia, pues desde que se hizo efectivo el proceso de integración se ha favorecido más a British Airways, que aumentó su cuota de mercado un 23% en España, en detrimento de Iberia, que la ha reducido en más de un 15%.
Solo el futuro nos mostrará la viabilidad o no, de la compañía de bandera española.
Este modesto viaje inaugural, más tarde se convertiría en el puente aéreo más concurrido del mundo, aunque en este caso fue un auténtico acontecimiento que contó con la presencia en el acto del rey Alfonso XIII.
El avión, con tan solo diez plazas, despegó del aeropuerto madrileño y sus privilegiados ocupantes pagaron 163 pesetas de la época por el pasaje, que era entonces una gran cantidad de dinero.
Hacía tan solo seis meses que se había constituido la compañía, por el impulso del empresario vizcaíno Horacio Echevarrieta, y toda la flota estaba compuesta por entonces de tres aviones Rohrbach Roland, con tres motores BMW y una velocidad punta de 205 kilómetros por hora, por lo que el viaje duraba más de dos horas.
En 1931 de inauguró el aeropuerto de Barajas, cambiando allí su base de operaciones e iniciando los vuelos a Canarias y poco después también a Baleares.
En los años 40 se abrirían las puertas de Europa, primero hacia las capitales cercanas, Roma, París, Londres, Lisboa y en 1946 se inaugura la ruta trasatlántica, que enlazaba la Península con Hispanoamérica.
Iberia ya había sido nacionalizada y formaba parte del Instituto Nacional de Industria y el trayecto Madrid-Buenos Aires, supuso la primera conexión de Europa con América del Sur, tras la Segunda Guerra Mundial.
El vuelo duraba 36 horas y por eso los aviones introdujeron por primera vez un servicio de azafatas, que se preocupaban por la comodidad del pasaje y le ofrecía comidas, mantas y aperitivos a bordo.
Los aviones a reacción, de los años sesenta fueron una revolución, pues al volar mucho más alto, evitaban las inclemencias meteorológicas, alcanzando además una gran velocidad e incorporando cabinas presurizadas y fuselajes más sólidos.
En 1973, se crean los famosos “chaquetas rojas” para atender en tierra a los pasajeros con problemas especiales: niños, sillas de rueda, inválidos etc y al año siguiente, debido al gigantesco tráfico entre Madrid y Barcelona, se crea el Puente Aéreo, para poder tomar vuelo sin reserva y la hora que interese.
En el 2001, Iberia deja de ser una empresa del estado para convertirse de nuevo en empresa privada cotizando en bolsa y en 2010, la unión Europea autoriza la fusión entre British Airways e Iberia y crean el grupo IAG.
En estos momentos la compañía se ve inmersa en uno de los momentos más complicados de su historia, pues desde que se hizo efectivo el proceso de integración se ha favorecido más a British Airways, que aumentó su cuota de mercado un 23% en España, en detrimento de Iberia, que la ha reducido en más de un 15%.
Solo el futuro nos mostrará la viabilidad o no, de la compañía de bandera española.
viernes, 14 de diciembre de 2018
El Seguro Obligatorio de Enfermedad en España
Tal día como hoy 13 de diciembre de 1942, en España se aprueba la ley que institucionaliza el Seguro Obligatorio de Enfermedad.
Ya en 1932 el ministro republicano Largo Caballero, ordenó al Instituto Nacional de Previsión, una ampliación de la cobertura sanitaria, lo que llevó al desarrollo de un trabajo de expertos, y antes de la Guerra Civil de 1936, se discutió en el Parlamento una nueva legislación que tal vez hubiera transformado al INP en un Servicio Nacional de Salud, pero el estallido de la guerra no permitió llegar a aprobar ninguna ley al respecto.
Acabada la Guerra Civil, el gobierno dictatorial de Franco, estableció el “Seguro Obligatorio de Enfermedad” - SOE-, en 1942, centrado en la curación de los trabajadores, según el cual, los médicos cobraban por un cupo definido de "familias" y en principio atendían a los pacientes en su propio domicilio, pero pronto se desarrolló una red de consultorios públicos en los que pasaron a ofrecer sus servicios los médicos generales.
Así las cosas, mediante la ley de diciembre de 1942, se constituye el Seguro Obligatorio de Enfermedad -S.O.E.-, bajo la tutela del Instituto Nacional de Previsión -I.N.P.-, y dependiente del Ministerio de Trabajo, como sistema para cubrir los riesgos sanitarios de todo trabajador, afiliado obligatoriamente por su empresario, a través de cuota vinculada al trabajo, exceptuando a los funcionarios públicos.
Este seguro, en un primer momento, marcaba límites, tanto para la asistencia médica y farmacéutica, de 26 semanas y la hospitalaria de 12 semanas, todas prorrogables, mediante servicios médicos que se realizaban a través de los consultorios de la “Obra Dieciocho de Julio”.
La financiación del S.O.E. estaba constituida por la aportación del Estado y rentas de bienes propios, así como de los trabajadores y cuotas de los empresarios, a partes iguales, siendo responsable de su pago el propio empresario al descontar a cada trabajador, la parte que le correspondía al abonar su sueldo.
Con la presentación de esta ley, comenzaron los problemas para la designación de médicos de medicina general mediante concurso-oposición, porque había pocos profesionales y poco dinero para pagar sus servicios, de manera que la captación de estos se hizo por el medio “de boca a oreja”, que surtió un efecto relativo, en tanto, que los médicos especialistas tardarían más dos años en ser contratados.
Analizando el nacimiento de esta Ley, se saca como conclusión que, nacida de un régimen autoritario y antidemocrático, para los tiempos que corrían, resultó ser de lo más progresista, como lo demuestra el que perdurara setenta años después y que todos los partidos políticos democráticos desde 1975, han desarrollado, sin hacerla desaparecer, dado que marcaba las bases de un sistema en beneficio de la sociedad y, sobre todo, de los trabajadores.
Estamos, pues, ante una ley, que pese a haber nacido en una dictadura, es progresista, porque entiende que el derecho a la salud debe ser universal.
Ya en 1932 el ministro republicano Largo Caballero, ordenó al Instituto Nacional de Previsión, una ampliación de la cobertura sanitaria, lo que llevó al desarrollo de un trabajo de expertos, y antes de la Guerra Civil de 1936, se discutió en el Parlamento una nueva legislación que tal vez hubiera transformado al INP en un Servicio Nacional de Salud, pero el estallido de la guerra no permitió llegar a aprobar ninguna ley al respecto.
Acabada la Guerra Civil, el gobierno dictatorial de Franco, estableció el “Seguro Obligatorio de Enfermedad” - SOE-, en 1942, centrado en la curación de los trabajadores, según el cual, los médicos cobraban por un cupo definido de "familias" y en principio atendían a los pacientes en su propio domicilio, pero pronto se desarrolló una red de consultorios públicos en los que pasaron a ofrecer sus servicios los médicos generales.
Así las cosas, mediante la ley de diciembre de 1942, se constituye el Seguro Obligatorio de Enfermedad -S.O.E.-, bajo la tutela del Instituto Nacional de Previsión -I.N.P.-, y dependiente del Ministerio de Trabajo, como sistema para cubrir los riesgos sanitarios de todo trabajador, afiliado obligatoriamente por su empresario, a través de cuota vinculada al trabajo, exceptuando a los funcionarios públicos.
Este seguro, en un primer momento, marcaba límites, tanto para la asistencia médica y farmacéutica, de 26 semanas y la hospitalaria de 12 semanas, todas prorrogables, mediante servicios médicos que se realizaban a través de los consultorios de la “Obra Dieciocho de Julio”.
La financiación del S.O.E. estaba constituida por la aportación del Estado y rentas de bienes propios, así como de los trabajadores y cuotas de los empresarios, a partes iguales, siendo responsable de su pago el propio empresario al descontar a cada trabajador, la parte que le correspondía al abonar su sueldo.
Con la presentación de esta ley, comenzaron los problemas para la designación de médicos de medicina general mediante concurso-oposición, porque había pocos profesionales y poco dinero para pagar sus servicios, de manera que la captación de estos se hizo por el medio “de boca a oreja”, que surtió un efecto relativo, en tanto, que los médicos especialistas tardarían más dos años en ser contratados.
Analizando el nacimiento de esta Ley, se saca como conclusión que, nacida de un régimen autoritario y antidemocrático, para los tiempos que corrían, resultó ser de lo más progresista, como lo demuestra el que perdurara setenta años después y que todos los partidos políticos democráticos desde 1975, han desarrollado, sin hacerla desaparecer, dado que marcaba las bases de un sistema en beneficio de la sociedad y, sobre todo, de los trabajadores.
Estamos, pues, ante una ley, que pese a haber nacido en una dictadura, es progresista, porque entiende que el derecho a la salud debe ser universal.
jueves, 13 de diciembre de 2018
La Masacre de Nankín, el holocausto olvidado
Tal día como hoy 13 de diciembre de 1937,en el marco de la Guerra Chino-Japonesa, los japoneses ocupan Nankín y durante seis semanas los soldados japoneses asesinan a entre 250 000 y 500 000 personas civiles.
Se da el nombre de Masacre de Nankín a los crímenes cometidos por el Ejército Imperial de Japón en Nankín y sus alrededores tras la caída de la entonces capital de la República China frente a las tropas japonesas el 13 de diciembre de 1937.
Capturada Shanghái tras una durísima batalla en octubre de 1937, los japoneses se trasladaron hacia el norte y conquistaron Nankín, donde los comandantes del ejército nacionalista chino habían huido antes de la entrada de los nipones, dejando atrás a miles de soldados atrapados en la ciudad.
Muchos de ellos, se quitaron los uniformes y escaparon a la llamada Zona de Seguridad, preparada por y para los residentes extranjeros de Nankín. Lo que ocurrió después ha sido la base de una constante controversia histórica y tensión política entre China y Japón hasta hace pocos años.
Los crímenes de guerra cometidos durante este episodio incluyen el pillaje, la violación y la matanza de civiles y prisioneros de guerra, en muchas ocasiones con extrema crueldad.
El debate entre China y Japón sobre el alcance de las atrocidades va desde la afirmación del gobierno chino de que la cifra de muertos no combatientes fue superior a 300.000 hasta la del ejército japonés, ante el Tribunal de Guerra de Tokio, después de la Segunda Guerra Mundial, de que los muertos habían sido todos militares y de que no hubo masacres organizadas contra los civiles.
No obstante, el Tribunal de Guerra de Tokio, estimó el número de muertes en 250.000, aunque más tarde, en diciembre de 2007, algunos documentos desclasificados por el gobierno de Estados Unidos, que hasta entonces habían sido secreto de Estado, arrojaron una cifra total de muertos de 500.000, contando también lo sucedido en los alrededores de la ciudad antes de su captura.
Al margen de la "guerra de cifras", el relato de testigos presenciales tanto occidentales como chinos mostró al mundo que, en el transcurso de seis semanas después de la caída de la ciudad, las tropas japonesas se entregaron a una brutal orgía de violaciones, asesinatos, robos, incendios y otros crímenes de guerra.
La violencia no respetó a nadie: niños, jóvenes, mujeres y ancianos fueron violados, atravesados a bayonetazos, decapitados, mutilados o enterrados vivos y como prueba de la crueldad de la masacre, se halló a decenas de miles de personas enterradas con las manos atadas a la espalda.
Y un episodio especialmente truculento, fue el "concurso" entre dos oficiales japoneses, Toshiaki Mukai y Tsuyoshi Noda, para ser el primero en matar decapitados a 100 personas con una catana. Ganó Mukai, que asesinó a 106.
Tras la capitulación de Japón, ambos fueron fusilados por sus crímenes en Nankín.
Se da el nombre de Masacre de Nankín a los crímenes cometidos por el Ejército Imperial de Japón en Nankín y sus alrededores tras la caída de la entonces capital de la República China frente a las tropas japonesas el 13 de diciembre de 1937.
Capturada Shanghái tras una durísima batalla en octubre de 1937, los japoneses se trasladaron hacia el norte y conquistaron Nankín, donde los comandantes del ejército nacionalista chino habían huido antes de la entrada de los nipones, dejando atrás a miles de soldados atrapados en la ciudad.
Muchos de ellos, se quitaron los uniformes y escaparon a la llamada Zona de Seguridad, preparada por y para los residentes extranjeros de Nankín. Lo que ocurrió después ha sido la base de una constante controversia histórica y tensión política entre China y Japón hasta hace pocos años.
Los crímenes de guerra cometidos durante este episodio incluyen el pillaje, la violación y la matanza de civiles y prisioneros de guerra, en muchas ocasiones con extrema crueldad.
El debate entre China y Japón sobre el alcance de las atrocidades va desde la afirmación del gobierno chino de que la cifra de muertos no combatientes fue superior a 300.000 hasta la del ejército japonés, ante el Tribunal de Guerra de Tokio, después de la Segunda Guerra Mundial, de que los muertos habían sido todos militares y de que no hubo masacres organizadas contra los civiles.
No obstante, el Tribunal de Guerra de Tokio, estimó el número de muertes en 250.000, aunque más tarde, en diciembre de 2007, algunos documentos desclasificados por el gobierno de Estados Unidos, que hasta entonces habían sido secreto de Estado, arrojaron una cifra total de muertos de 500.000, contando también lo sucedido en los alrededores de la ciudad antes de su captura.
Al margen de la "guerra de cifras", el relato de testigos presenciales tanto occidentales como chinos mostró al mundo que, en el transcurso de seis semanas después de la caída de la ciudad, las tropas japonesas se entregaron a una brutal orgía de violaciones, asesinatos, robos, incendios y otros crímenes de guerra.
La violencia no respetó a nadie: niños, jóvenes, mujeres y ancianos fueron violados, atravesados a bayonetazos, decapitados, mutilados o enterrados vivos y como prueba de la crueldad de la masacre, se halló a decenas de miles de personas enterradas con las manos atadas a la espalda.
Y un episodio especialmente truculento, fue el "concurso" entre dos oficiales japoneses, Toshiaki Mukai y Tsuyoshi Noda, para ser el primero en matar decapitados a 100 personas con una catana. Ganó Mukai, que asesinó a 106.
Tras la capitulación de Japón, ambos fueron fusilados por sus crímenes en Nankín.
miércoles, 12 de diciembre de 2018
El Descanso Dominical, primera victoria del derecho al ocio
Tal día como hoy 12 de diciembre de 1903, en España, el Congreso aprueba el proyecto de ley que establece el descanso dominical.
La Ley del descanso dominical, es la primera norma por la que se prohibía el trabajo en domingo, por lo que el hecho de que los trabajadores descansaran un día a la semana fue una conquista social y laboral que hoy en día nadie discute, pero que causó conflicto y controversia en los inicios del siglo XX.
La ley entró en vigor el 11 de septiembre de 1904 y antes de ella el gobierno, recomendaba a los gobernadores civiles que "cuidasen de hacer observar las fiestas religiosas", es decir, que todo el mundo pudiera ir a misa los domingos, como recogían decretos anteriores a la ley, que hacían hincapié en el respeto a las cuestiones religiosas, pero no tenían el objetivo de proteger a los trabajadores.
El descanso dominical, según algunos autores, tiene su primer antecedente es una ley del emperador romano Constantino, el 7 de marzo del año 321, que establecía respetar la festividad del "Sol Invicto" - deidad pagana - y no se podría trabajar en las ciudades, pero sí en el campo, que el cristianismo acabaría por adoptar como costumbre propia.
En la Edad Media, Alfonso X en el código de las “Siete Partidas” en el siglo XIII, disponía que sus súbditos "en domingo no labren, ni hagan labores algunas, ni tengan tiendas abiertas...", para que toda la población pudiera cumplir con sus "deberes cristianos".
En el siglo XIX, no obstante, se abolieron varias de las leyes que regulaban este descanso, y se trabajaba todos los días del año, con jornadas de 10 a 18 horas diarias y aunque el domingo estaba reglado en algunas leyes, prácticamente nadie descansaba y en el campo, los jornaleros, en los meses de trabajo lo hacían "de sol a sol", es decir, jornadas de 18 horas de trabajo ininterrumpido.
El proyecto de ley fue rechazado en varias ocasiones, hasta que finalmente se aprobó el 12 de diciembre de 1903 y el 11 de septiembre de 1904 entró en vigor, aunque los empresarios y patronos, se manifestaron en contra y no se respetó en todas partes.
Pero no sólo hubo quejas entre los empresarios, ya que las clases populares, a las que en teoría iba destinada, también tuvieron voces descontentas, ya que los trabajadores, acostumbrados a que el domingo fuera un día laborable más, no sabían cómo afrontar ese tiempo libre y muchos acababan en las tabernas, cuya apertura sí se permitía.
Teniendo en cuenta su escaso salario, no es de extrañar que un ama de casa escribiera al periódico “El Imparcial” quejándose de que su marido se gastaba en la taberna "lo que les hacía falta para vivir" y añadía que "esto es lo que ha traído a esta casa, llena de paz y gloria, la ley del descanso dominical".
Pese las quejas y el malestar que generó en algunas personas, el descanso el domingo se acabó imponiendo y hoy en día, nos parecería inaceptable que alguien se viera forzado a trabajar todos los días, pero las mejoras de las condiciones de trabajo siguen generando resistencia en algunos sectores de la sociedad.
La Ley del descanso dominical, es la primera norma por la que se prohibía el trabajo en domingo, por lo que el hecho de que los trabajadores descansaran un día a la semana fue una conquista social y laboral que hoy en día nadie discute, pero que causó conflicto y controversia en los inicios del siglo XX.
La ley entró en vigor el 11 de septiembre de 1904 y antes de ella el gobierno, recomendaba a los gobernadores civiles que "cuidasen de hacer observar las fiestas religiosas", es decir, que todo el mundo pudiera ir a misa los domingos, como recogían decretos anteriores a la ley, que hacían hincapié en el respeto a las cuestiones religiosas, pero no tenían el objetivo de proteger a los trabajadores.
El descanso dominical, según algunos autores, tiene su primer antecedente es una ley del emperador romano Constantino, el 7 de marzo del año 321, que establecía respetar la festividad del "Sol Invicto" - deidad pagana - y no se podría trabajar en las ciudades, pero sí en el campo, que el cristianismo acabaría por adoptar como costumbre propia.
En la Edad Media, Alfonso X en el código de las “Siete Partidas” en el siglo XIII, disponía que sus súbditos "en domingo no labren, ni hagan labores algunas, ni tengan tiendas abiertas...", para que toda la población pudiera cumplir con sus "deberes cristianos".
En el siglo XIX, no obstante, se abolieron varias de las leyes que regulaban este descanso, y se trabajaba todos los días del año, con jornadas de 10 a 18 horas diarias y aunque el domingo estaba reglado en algunas leyes, prácticamente nadie descansaba y en el campo, los jornaleros, en los meses de trabajo lo hacían "de sol a sol", es decir, jornadas de 18 horas de trabajo ininterrumpido.
El proyecto de ley fue rechazado en varias ocasiones, hasta que finalmente se aprobó el 12 de diciembre de 1903 y el 11 de septiembre de 1904 entró en vigor, aunque los empresarios y patronos, se manifestaron en contra y no se respetó en todas partes.
Pero no sólo hubo quejas entre los empresarios, ya que las clases populares, a las que en teoría iba destinada, también tuvieron voces descontentas, ya que los trabajadores, acostumbrados a que el domingo fuera un día laborable más, no sabían cómo afrontar ese tiempo libre y muchos acababan en las tabernas, cuya apertura sí se permitía.
Teniendo en cuenta su escaso salario, no es de extrañar que un ama de casa escribiera al periódico “El Imparcial” quejándose de que su marido se gastaba en la taberna "lo que les hacía falta para vivir" y añadía que "esto es lo que ha traído a esta casa, llena de paz y gloria, la ley del descanso dominical".
Pese las quejas y el malestar que generó en algunas personas, el descanso el domingo se acabó imponiendo y hoy en día, nos parecería inaceptable que alguien se viera forzado a trabajar todos los días, pero las mejoras de las condiciones de trabajo siguen generando resistencia en algunos sectores de la sociedad.
martes, 11 de diciembre de 2018
El juicio y ejecución de Luis XVI de Francia
Tal día como hoy 11 de diciembre de 1792, en la Convención Nacional francesa, comienza el juicio contra el rey Luis XVI de Francia, acusado de traición, proceso que durará hasta el 19 de enero de 1793 y Luis XVI será condenado, siendo guillotinado el 21 de enero.
Este día, la Convención o Asamblea Nacional francesa, acusó formalmente de traición a Luis XVI, el antiguo rey, preso en el Temple, antiguo castillo templario situado en París, tras el motín que se produjo el 10 de agosto, que había derrocado la monarquía para dar paso a la República.
Luis XVI entró en la sala de Convención, conducido por el comandante de la Guardia Nacional de París y antes de tomar asiento, el presidente del tribunal le dijo: “Luis, la nación os acusa y la Asamblea Nacional ha decidido juzgaros”.
El 26 de diciembre, se abrió el proceso con la exposición de las pruebas de cargo. Los girondinos,- grupo político moderado - deseaban evitar su condena a muerte y por ello reclamaron que la sentencia fuera ratificada por el pueblo, pero Robespierre respondió advirtiendo que un llamamiento al pueblo comportaría la guerra civil.
Unos y otros trataban de convencer a la mayoría moderada de la Asamblea y el 15 de enero tuvo lugar la primera votación, en la que a la pregunta de si Luis XVI era culpable de conspiración, 691 diputados de 749, contestaron que sí y no hubo ningún no. La suerte de Luis XVI estaba echada: el rey debía morir.
La mañana del 21 de enero de 1793, recibida la comunión, Luis, llamado Luis Capeto por los revolucionarios y todavía rey de Francia, confió el encargo de dar el último adiós a sus parientes y abandonó el Temple en carroza y a las diez y cuarto de la mañana, el condenado llegó al lugar en el que se encontraba instalada la guillotina, la entonces llamada Plaza de la Revolución.
Al bajar de la carroza se quitó la chaqueta y algunos guardias trataron de atarle las manos, pero Luis se negó indignado: “Haréis lo que se os haya ordenado, pero no me ataréis nunca” y una vez alcanzado el patíbulo, el verdugo Sanson le cortó la coleta y finalmente, tuvo que acceder a que le ataran las manos.
Tras todo esto, Luis hizo ademán de volverse hacia el pueblo de Francia siendo detenido en el intento aunque llegó a decir “¡Pueblo, muero inocente de los delitos de los que se me acusa! Perdono a los que me matan. ¡Que mi sangre no recaiga jamás sobre Francia!”.
El verdugo refirió más tarde en sus memorias, que “el rey soportó todo esto con una compostura y una firmeza que nos asombró a todos” y uno o dos minutos después de las diez y veinte, fue finalmente guillotinado.
Decapitado ya, un joven miembro de la Guardia Nacional recogió la ensangrentada cabeza y la mostró al pueblo paseándose por el cadalso, mientras se oyó un rugido que proclamaba “¡Viva la República!”.
A su muerte, su hijo de ocho años, Luis Carlos, se convirtió para los monárquicos, en el Rey Luis XVII, el cual murió en misteriosas circunstancias, puede que a causa de la tuberculosis, el 8 de junio de 1795 y sólo su hermana María Teresa, sobrevivió a la Revolución.
Este día, la Convención o Asamblea Nacional francesa, acusó formalmente de traición a Luis XVI, el antiguo rey, preso en el Temple, antiguo castillo templario situado en París, tras el motín que se produjo el 10 de agosto, que había derrocado la monarquía para dar paso a la República.
Luis XVI entró en la sala de Convención, conducido por el comandante de la Guardia Nacional de París y antes de tomar asiento, el presidente del tribunal le dijo: “Luis, la nación os acusa y la Asamblea Nacional ha decidido juzgaros”.
El 26 de diciembre, se abrió el proceso con la exposición de las pruebas de cargo. Los girondinos,- grupo político moderado - deseaban evitar su condena a muerte y por ello reclamaron que la sentencia fuera ratificada por el pueblo, pero Robespierre respondió advirtiendo que un llamamiento al pueblo comportaría la guerra civil.
Unos y otros trataban de convencer a la mayoría moderada de la Asamblea y el 15 de enero tuvo lugar la primera votación, en la que a la pregunta de si Luis XVI era culpable de conspiración, 691 diputados de 749, contestaron que sí y no hubo ningún no. La suerte de Luis XVI estaba echada: el rey debía morir.
La mañana del 21 de enero de 1793, recibida la comunión, Luis, llamado Luis Capeto por los revolucionarios y todavía rey de Francia, confió el encargo de dar el último adiós a sus parientes y abandonó el Temple en carroza y a las diez y cuarto de la mañana, el condenado llegó al lugar en el que se encontraba instalada la guillotina, la entonces llamada Plaza de la Revolución.
Al bajar de la carroza se quitó la chaqueta y algunos guardias trataron de atarle las manos, pero Luis se negó indignado: “Haréis lo que se os haya ordenado, pero no me ataréis nunca” y una vez alcanzado el patíbulo, el verdugo Sanson le cortó la coleta y finalmente, tuvo que acceder a que le ataran las manos.
Tras todo esto, Luis hizo ademán de volverse hacia el pueblo de Francia siendo detenido en el intento aunque llegó a decir “¡Pueblo, muero inocente de los delitos de los que se me acusa! Perdono a los que me matan. ¡Que mi sangre no recaiga jamás sobre Francia!”.
El verdugo refirió más tarde en sus memorias, que “el rey soportó todo esto con una compostura y una firmeza que nos asombró a todos” y uno o dos minutos después de las diez y veinte, fue finalmente guillotinado.
Decapitado ya, un joven miembro de la Guardia Nacional recogió la ensangrentada cabeza y la mostró al pueblo paseándose por el cadalso, mientras se oyó un rugido que proclamaba “¡Viva la República!”.
A su muerte, su hijo de ocho años, Luis Carlos, se convirtió para los monárquicos, en el Rey Luis XVII, el cual murió en misteriosas circunstancias, puede que a causa de la tuberculosis, el 8 de junio de 1795 y sólo su hermana María Teresa, sobrevivió a la Revolución.
lunes, 10 de diciembre de 2018
La “Operación Compass”
Tal día como hoy 10 de diciembre de 1940 en Egipto, unidades militares británicas e indias atacan a las fuerzas italianas, en la “Operación Compass”.
Este operativo fue la respuesta británica a la ofensiva contra Egipto, lanzada por las tropas de Benito Mussolini en septiembre de 1940, donde la retirada italiana se convirtió en un desastre total al ser atrapados casi la totalidad de su ejército, por una fuerza menor.
El 13 de septiembre de 1940, el mariscal Graziani al mando del 10° Ejército Italiano de casi 250.000 hombres ordenó el ataque desde Libia contra Egipto, en aquel entonces colonia británica.
La superioridad de sus fuerzas era arrolladora, pues las tropas que defendían Egipto no pasaban de 36.000 hombres y la ofensiva italiana les hizo retroceder unos 100 km, pese a que sus blindados eran muy inferiores a los británicos.
El 10 de diciembre tropas indias y fuerzas acorazadas británicas, lanzaron una contraofensiva y el resultado fue una retirada italiana completamente desorganizada.
Aunque los italianos en su huida lograron pasar de Bengasi, no consiguieron evitar ser atrapado, pues el 7 de febrero la División Acorazada británica - conocida como las "Ratas del Desierto"- completó su cerco y el desastre cayó sobre ellos.
En total los italianos sufrieron la captura de 130.000 soldados, así como la destrucción de 400 tanques y 1.292 piezas de artillería.
Por su parte, los británicos consiguieron avanzar 800 km en 10 semanas y tuvieron 500 bajas, y 1225 heridos.
Para salvar el desastre de sus aliados italianos, Hitler ordenó el envió del Afrika Korps al mando del general Erwin Rommel y tras su llegada, la guerra en África dio un giro total en favor del Eje.
Este operativo fue la respuesta británica a la ofensiva contra Egipto, lanzada por las tropas de Benito Mussolini en septiembre de 1940, donde la retirada italiana se convirtió en un desastre total al ser atrapados casi la totalidad de su ejército, por una fuerza menor.
El 13 de septiembre de 1940, el mariscal Graziani al mando del 10° Ejército Italiano de casi 250.000 hombres ordenó el ataque desde Libia contra Egipto, en aquel entonces colonia británica.
La superioridad de sus fuerzas era arrolladora, pues las tropas que defendían Egipto no pasaban de 36.000 hombres y la ofensiva italiana les hizo retroceder unos 100 km, pese a que sus blindados eran muy inferiores a los británicos.
El 10 de diciembre tropas indias y fuerzas acorazadas británicas, lanzaron una contraofensiva y el resultado fue una retirada italiana completamente desorganizada.
Aunque los italianos en su huida lograron pasar de Bengasi, no consiguieron evitar ser atrapado, pues el 7 de febrero la División Acorazada británica - conocida como las "Ratas del Desierto"- completó su cerco y el desastre cayó sobre ellos.
En total los italianos sufrieron la captura de 130.000 soldados, así como la destrucción de 400 tanques y 1.292 piezas de artillería.
Por su parte, los británicos consiguieron avanzar 800 km en 10 semanas y tuvieron 500 bajas, y 1225 heridos.
Para salvar el desastre de sus aliados italianos, Hitler ordenó el envió del Afrika Korps al mando del general Erwin Rommel y tras su llegada, la guerra en África dio un giro total en favor del Eje.
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