Tal día como hoy 5 de junio de 1968, el senador Robert Kennedy es asesinado en el Hotel Ambassador en Los Ángeles después de ganar las primarias presidenciales de California.
El asesinato de Robert F. Kennedy, senador de los Estados Unidos y hermano del también asesinado presidente John F. Kennedy, tuvo lugar a la madrugada del miércoles 5 de junio de 1968 en Los Ángeles, California. Robert F. Kennedy fue asesinado durante las celebraciones de su exitosa campaña en las primarias de California en su intento de obtener la nominación demócrata para la presidencia de los Estados Unidos.
El perpetrador fue un joven inmigrante palestino de veinticuatro años de edad llamado Sirhan Sirhan, quien hasta hoy en día permanece encarcelado por el crimen cometido. Debido a la cantidad de reporteros en la escena del crimen, el tiroteo fue grabado en audio, mientras el resto de los eventos se recogió en filmación cinematográfica.
El cuerpo de Kennedy estuvo en exhibición en la Catedral de San Patricio de Nueva York por espacio de dos días hasta el sábado 8 de junio, en que se le rindió la misa funeral. Su cuerpo fue enterrado cerca de su hermano John en el Cementerio Nacional de Arlington. Su muerte motivó que a partir de entonces el Servicio Secreto se hiciera cargo de la protección de los candidatos presidenciales.
Como ocurriera con la muerte de su hermano, el asesinato de Robert Kennedy y las circunstancias en torno a ello han desatado una gran variedad de teorías conspirativas, particularmente en relación a la existencia de un segundo ejecutor.
También de declaraciones y entrevistas a personas importantes que han abordado el suceso o tuvieron alguna participación en él, como Juan Romero, el chico del autobús cuya vida quedó marcada al sujetar el cuerpo inerte de Robert mientras moría en la cocina del Hotel Ambassador, o el actor y director de cine Emilio Estévez, quien llevó el asesinato a la gran pantalla con la película 'Bobby', de 2016.
Es más, durante una visita al set de rodaje, Estévez presentó a Pease a una persona que afirmaba haber sido testigo de cómo otro hombre que no era Sirhan disparaba a bocajarro al presidente demócrata.
Según Estévez, es más fácil procesar al tipo que ya tienes detenido que enfrentarse a una conspiración de la que apenas conocen detalles”. “Una vez que dices la primera mentira, tienes que continuar con el engaño para mantener intacta la primera mentira. Y en algún momento la mentira se volvió demasiado grande como para fallar”.
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