Tal día como hoy 27 de junio de 1844, mientras estaban en prisión, Joseph Smith y su hermano Hyrum fueron asaltados por un grupo de detractores que lograron entrar en su celda y matarlos a tiros. El líder de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también conocido como movimiento mormón, se convirtió en un mártir para sus fieles.
Joseph Smith fue un personaje controvertido desde sus primeras apariciones en público. Según su propio testimonio, las distintas corrientes religiosas existentes en la costa este colonial le hicieron dudar sobre qué religión escondía la verdad y cuál le llevaría hasta la salvación.
Con catorce años vio una aparición en la que Dios y Jesús le dijeron que todas las iglesias estaban equivocadas. Tuvo otras dos visiones: en una de ellas el ángel Moroni le reveló la localización de unos discos de oro grabados y en otra (1827) se le permitió desenterrarlos y se le encomendó la tarea de traducirlos para publicar el Libro de Mormón en marzo de 1830.
A este hecho le siguieron años de crecimiento en número de fieles y los constantes intentos por crear comunidades donde instalarse, seguidos del rechazo del resto de colonos y su traslado hacia territorios cada vez más al oeste.
Smith tomaba elementos del cristianismo y del judaísmo pero basaba gran parte de los detalles que constituían su religión en las llamadas “revelaciones”, momentos en los que el propio Dios hablaba a través de él.
Entre las prácticas más conocidas y que más problemas le trajeron fue la defensa de la poligamia, por entonces muy mal vista e ilegal en los Estados Unidos. Smith llegó a crear su propia banca para recaudar las aportaciones de los fieles y constituyó grupos armados con los que defenderse pero sin mucho éxito.
Las comunidades en las que se instalaban los aceptaban al principio, pero cuando veían que se convertían en una mayoría y que podían influir en el gobierno local los echaban.
El asentamiento más exitoso que tuvo Smith fue la ciudad de Nauvoo, donde llegó a ser alcalde. En 1844, un periódico local publicó informaciones en las que acusaba a Joseph Smith de ser un estafador y utilizar la excusa de la religión mormona para enriquecerse y satisfacer sus ansias de sexo y poder, Smith ordenó cerrarlo y esto provocó disturbios violentos.
Smith y su hermano fueron llevados a Carthage para un juicio pero una turba enfurecida acabó con sus vidas antes que llegaran a los tribunales.
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