Tal día como hoy 11 de junio de 1979, la estrella de cine John Wayne, también conocido como el «Duque», murió de cáncer.
Una encuesta Harris publicada en 2007 le otorgó el tercer lugar entre las estrellas favoritas de los Estados Unidos, la única estrella ya fallecida de la encuesta y a la vez, la única estrella que había estado apareciendo en ella todos los años.
Su carrera fílmica comenzó en el cine mudo en la década de 1920, pero su éxito y fama se consolidaron entre las de 1940 y 1970. Su imagen ha quedado asociada, para muchos, con el wéstern y el cine bélico, a pesar de que en realidad trabajó en muchos otros géneros (biografías, comedias románticas, dramas policíacos, aventuras, etc.).
Nació en 1907 en Winterset, Iowa, y sus primeros años estuvieron marcados por la pobreza. Era un estudiante bueno y popular. Alto para su edad, fue un jugador estrella de fútbol americano en la escuela secundaria de Glendale y fue reclutado por la Universidad del Sur de California (USC).
Mientras estaba estudiando, comenzó a trabajar cerca de los estudios de filmación locales. La estrella del wéstern Tom Mix le ofreció un trabajo temporal durante un verano a cambio de entradas para los partidos de fútbol, y Duke pronto comenzó a tener pequeños roles e hizo amistad con el director de cine John Ford.
Su primer papel como protagonista fue después de dos años de trabajo en William Fox Studios, en la película La gran jornada (The Big Trail), de 1930. El director de la película, Raoul Walsh (quien descubrió a Wayne), le dio el nombre artístico de John Wayne por el general de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos Anthony Wayne. Actores de riesgo le enseñaron a cabalgar y otras habilidades utilizadas en las películas del Oeste.
A partir de 1928 y durante los 35 años siguientes, Wayne aparecería en más de 20 películas de John Ford, entre ellas La diligencia (1939), La legión invencible (1949), The Quiet Man (1952), The Searchers (1956), The Wings of Eagles (1957) y The Man Who Shot Liberty Valance (1962).
Uno de los papeles más apreciados de Wayne fue en The High and the Mighty (1954),. Su papel de un heroico aviador ganó una amplia aclamación. Island in the Sky (1953) está relacionada con esta película y ambas fueron hechas con un año de diferencia por los mismos productores y el mismo director, escritor, editor y distribuidor.
Wayne estuvo casado tres veces. Fue amigo personal de quien fuera su mejor pareja en el cine, la actriz Maureen O’Hara. La química que se estableció entre ellos en films como Río Grande y The Quiet Man los hizo una pareja muy valorada por el público. Después de su muerte O’Hara logró que el Congreso estadounidense emitiera una medalla conmemorativa en honor a John Wayne.
Tal vez debido a su gran popularidad, o a su posición como el republicano más famoso de Hollywood, el Partido Republicano le propuso presentarse como candidato a presidente en 1968. Wayne rechazó la propuesta porque no creía que el público pudiera tomar en serio a un actor en la Casa Blanca. También fue un miembro destacado de la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos.
En septiembre de 1964 se le diagnosticó un cáncer de pulmón y fue sometido a una intervención quirúrgica para extraerle el pulmón izquierdo y dos costillas. De este tratamiento sobrevivió.
El lunes 11 de junio de 1979 su estado de salud empeoró lentamente. El padre Curtis fue a verle. y estutuvieron solos quince minutos. A las 17:23 horas de ese día Wayne falleció a causa de cáncer de estómago, en el Centro Médico de la Universidad de California en Los Ángeles. Según su hijo Patrick, se convirtió al catolicismo poco antes de su muerte. Fue enterrado en el cementerio Pacific View Memorial Park, California. Para evitar una posible profanación, su esposa, enterró su cadáver en una tumba anónima, y se colocó una placa conmemorativa en un espacio sin tumba. Pidió que su epitafio fuera “Feo, Fuerte y Formal“, en español.
John Wayne concentraba toda la esencia de América en sus pies, en sus manos, en su imponente rostro curtido. Era la la representación encarnada de un territorio, la materialización del concepto de patria.
El esqueleto ideológico de muchos de sus papeles se fue intercalando de forma progresiva con la espina dorsal de su propia personalidad y la defensa explícita de unos valores conservadores tan representativos del “american way of life” que con orgullo abanderaba, pasaron a formar parte de su interpretación del mundo y de la política.
La heroicidad íntegra y solitaria del padre de familia ejemplar, del soldado entregado a la mitología de la guerra, del eterno vaquero apegado a la tierra. Intentaron matarle varias veces tanto dentro como fuera de la pantalla pero finalmente terminó siendo el cáncer y no una bala lo que acabó con su vida.
Algunas de sus frases mas célebres fueron : “La vida es dura, pero es más dura si te comportas como un estúpido”, “El valor es tener miedo a la muerte y ensillar de todos modos”. “Nunca confío en un hombre que no bebe”, “No quiero aparecer nunca en una película que pueda avergonzar al espectador. Un hombre puede llevar a su mujer, su madre y a su hija a una de mis películas sin sentirse nunca incómodo o avergonzado”.“Habla poco, habla despacio y no hables mucho”.”Nada ocurre que no esté escrito, hay que dar tiempo al tiempo” “Un hombre tiene que hacer lo que un hombre tiene que hacer” “Todas las batallas se luchan por hombres asustados que hubieran preferido estar en otro lugar”.
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