martes, 20 de diciembre de 2022

Azucena Villaflor, una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo


Tal día como hoy 20 de diciembre de 1977 bajo el mandato del dictador Jorge Rafael Videla en Argentina, Azucena Villaflor es arrojada viva desde un avión al Río de la Plata tras días de torturas. Villaflor es una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo y el suceso es conocido como los Vuelos de la Muerte.

Azucena Villaflor de De Vincenti nació el 7 de abril de 1924,  fue una activista social argentina, una de las fundadoras de la asociación de las Madres de Plaza de Mayo, dedicada a buscar a los desaparecidos durante el terrorismo de Estado en Argentina. Procedía de una familia de clase obrera. Su madre, Emma Nitz, la dio a luz con solo quince años; su padre, Florentino Villaflor, tenía 21, y trabajaba en una fábrica de lana.

A los dieciséis años empezó a trabajar como telefonista en una empresa de electrodomésticos. Allí conoció a Pedro De Vincenti, delegado sindical, con quien se casó en 1949 y con quien tuvo cuatro hijos. El 30 de noviembre de 1976, ocho meses después del comienzo de la dictadura militar argentina, uno de los hijos de Azucena, Néstor, y la novia de este, Raquel Mangin, fueron secuestrados.​

Villaflor inició su búsqueda, dirigiéndose al Ministerio de Interior, e intentando recabar la ayuda del vicario militar Adolfo Tortolo, aunque solo consiguió hablar con su secretario, Emilio Grasselli). Durante estas gestiones, conoció a otras mujeres que estaban buscando también a parientes desaparecidos.

Tras seis meses de infructuosas pesquisas, Villaflor, junto a otras personas —que se fueron conociendo en la búsqueda de sus familiares— decidieron iniciar una serie de manifestaciones para dar publicidad a su caso. El 30 de abril de 1977 ella y otras trece madres se manifestaron en la Plaza de Mayo, en el centro de Buenos Aires, enfrente de la sede del gobierno, la Casa Rosada.

Ante la orden militar de no detenerse sino "circular", decidieron caminar alrededor de la plaza. La primera marcha tuvo lugar un sábado, y desde entonces se convirtió en costumbre realizarla todos los jueves, en torno a las tres y media de la tarde.

El 8 de diciembre Alfredo Astiz había dado la señal denunciando la reunión en la iglesia de la Santa Cruz, en la cual secuestraron cinco personas además de Teresa Careaga y María Ponce, ambas madres de desaparecidos y la monja francesa Alice Domon. Azucena Villafor estaba en la casa de Emilio Mignone trabajando con la esposa de este y otras madres, muy asustadas por lo sucedido, para terminar un escrito con los nombres de sus hijos desaparecidos.

Al día siguiente, el 10 de diciembre, Azucena Villaflor fue secuestrada por un grupo armado clandestino de la Armada, la golpearon para introducirla en un auto. Según testimonios, fue recluida en el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada, donde actuó, entre otros represores, Alfredo Astiz. 

La llevaron donde depositaban a los secuestrados que mantenían más en secreto. Esa misma noche fue torturada y regresó al calabozo sin conocimiento. A los pocos días, Azucena junto a las monjas francesas y los demás secuestrados en la iglesia de la Santa Cruz fueron asesinados.

El 20 de diciembre de 1977 comenzaron a aparecer cadáveres provenientes del mar en las playas de la provincia de Buenos Aires. Los médicos policiales que examinaron los cuerpos en esa oportunidad registraron que la causa de la muerte había sido "el choque contra objetos duros desde gran altura", como indicaban el tipo de fracturas óseas, sucedidas antes de la muerte.​ Sin realizar más averiguaciones las autoridades dispusieron que los cuerpos fueran enterrados en el cementerio de la cercana ciudad de General Lavalle.

En 1984 en el marco de la investigación del Juicio a las Juntas militares se habían realizado excavaciones en el cementerio de General Lavalle, encontrándose una gran cantidad de restos óseos provenientes de los cadáveres hallados en las playas de San Bernardo y Lucila del Mar. Estos restos fueron utilizados en el juicio a las Juntas y guardados luego en 16 bolsas.

Los restos de Villaflor fueron incinerados, y sus cenizas enterradas, en el centro de la Plaza de Mayo, el 8 de diciembre de 2005, al término de la vigésimo quinta marcha de resistencia de las Madres. Sus hijos supervivientes escogieron el lugar. 

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