viernes, 23 de diciembre de 2022

La hazaña del avión experimental Voyager

Tal día como hoy 23 de diciembre de 1986, el avión experimental Voyager, completó el primer vuelo sin escalas alrededor del mundo sin repostar combustible, ya que aterrizó con seguridad en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en California.

La idea de dar la vuelta al mundo, nació en 1981 cuando Jeana, Dick y su hermano Burt, propusieron efectuar un viaje de tales características, además dibujaron como tendría que ser la aeronave en una servilleta. Fue así como nació el Rutan modelo 76 «Voyager».

Para tal efecto, era necesario crear un avión eficiente en el consumo de combustible y, que además fuera liviano, por lo que utilizaron en su fabricación, principalmente: Grafito, y Fibra de Vidrio. Su peso vacío era de 1.020 kg, Logrando transportar más de 4.281 litros de combustible en sus 17 tanques, distribuidos en alas, y fuselaje. La construcción del Voyager tardó 18 meses dichos trabajos se realizaron con un grupo de voluntarios, en la fábrica ubicada en el estado de Mojave, California.

Tras meses de pruebas, el 14 de diciembre de 1986, despegaba desde la Base Aérea Edwards, iniciando así su larga travesía. La aeronave se posicionó en la pista más larga del recinto -4.576 metros- e inició su carrera de despegue. Tras recorrer 3.000 metros, finalmente logra elevarse ante la mirada atónita de todos los presentes.

Superados los primeros inconvenientes, la tripulación, enfiló rumbo hacia el Oeste, sobre el Océano Pacífico, para sobrevolar Hawai. Durante toda la empresa, un centro de control ubicado en Mojave, les dió datos sobre tormentas, ciclones y otros fenómenos meteorológicos. Las comunicaciones con dicha estación fueron fundamentales, para eso el Voyager contaba a bordo con una radio HF modelo King KHF 200. Otro punto a favor, fue el correcto funcionamiento del sistema de piloto automático.

Sobre el Océano Índico, tuvieron problemas relacionados con las condiciones atmosféricas, y la transferencia de combustible entre los tanques. Ya en África, también encontraron numerosas tormentas, pero otro factor más peligroso fue la incertidumbre de sobrevolar regiones envueltas en conflictos bélicos.

Mientras se encontraban sobre el Océano Atlántico y, a pocas horas para alcanzar la costa de América del Sur, el motor trasero se detuvo por falta de aceite. Mientras Jeana iba a los mandos, Dick comenzó a bombear aceite para rellenar el tanque. Finalmente, el 23 de diciembre de 1986, aterrizaba en la Base Edwards ante 55.000 espectadores y cadenas de radio, televisión y diarios. Concluyendo una odisea que realizó en: 9 días, 3 minutos y 44 segundos. Recorriendo 40.212 kilómetros a una velocidad de 186 km/h .

Dada la magnitud de la proeza, la Federación Aeronáutica Internacional, les concedió el reconocimiento de distancia recorrida y el de velocidad sin escalas ni reabastecimiento, los cuales hasta el día de hoy no son batidos por aeronaves de su categoría. Otro premio que recibieron sus tripulantes, diseñador y equipo fue el Trofeo Collier, máxima distinción que otorga Estados Unidos a su tripulación, cuya finalidad es demostrar la eficiencia, rendimiento y seguridad de los vehículos aéreos o espaciales.

Actualmente el Voyager  descansa en el Museo Nacional del Aire y del Espacio, en Washington D.C, Estados Unidos.

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