La Bahía de Sebastián Vizcaíno

 

Tal día como hoy 16 de diciembre de 1602, el marino español Sebastián Vizcaíno, fondea su fragata en una bahía en la actual Califonia -EE.UU.- de la que informa "haber hallado buen puerto" que sirva de refugio para las naves que anualmente vienen de Filipinas.

Tras explorarla levantará acta en la que informará, que la mencionada bahía es capaz de albergar "cualquier género de naos, abrigado de todos los vientos". Se fundará así el puerto que, en homenaje al virrey Gaspar de Zúñiga se llamará de Monte-Rey. No obstante, la descripción de Vizcaíno de las playas de Monterrey, fue tan exageradamente generosa que provocará la confusión de la expedición de Portolá de 1769.

La bahía de Sebastián Vizcaíno es una amplia bahía del océano Pacífico localizada en la península de Baja California. La bahía fue descubierta por vez primera, por los occidentales en 1539, por el navegante español Francisco de Ulloa -fallecido en 1540-, pero más tarde fue nombrada por su compatriota Sebastián Vizcaíno.

Con una línea costera de unos 480 km es una de las bahías más grandes del Pacífico en la costa oeste de América del Norte. Las riberas de la bahía pertenecen a los estados mexicanos de Baja California y Baja California Sur. En la parte norte está la isla de Cedros, la más grande de la bahía, donde hay muchos elefantes marinos.

La punta estrecha de Baja California está recorrida por las sierras de Yubay, Calmalli y Vizcaíno y es por ello una zona no muy poblada. En la zona los amantes de los animales tienen unos puntos accesibles en los que observan anualmente, en los meses de enero a marzo, el amor por el juego de las ballenas grises, que debido a la gestación de 13 meses, paran en la bahía para dar a luz.

La Reserva de la Biósfera "El Vizcaíno", fue poblada hace 10,000 años por grupos de nómadas que se dedicaban a la pesca y la recolección.

Una de sus grandes atracciones son las pinturas rupestres, que se encuentran custodiadas en bóvedas de roca por las gigantescas montañas de la Sierra de San Francisco.

Cada invierno sus dunas costeras, manglares y sorprendentes complejos lagunares, son escenario de la llegada de la ballena gris. En estas áreas las ballenas llevan a cabo la crianza y su apareamiento, siendo éstas las etapas más importantes y delicadas de su ciclo biológico.

Es habitada por tortugas, lobos marinos y algunas especies en peligro de extinción que la revisten de mayor importancia. El vizcaíno alberga una importante diversidad de fauna y flora, incluidas algunas especies endémicas y otras que se encuentran en peligro de extinción.

Su posición geográfica presenta diversos tipos de clima, desde seco hasta desértico cálido con lluvias dominantes. Con más de dos millones de hectáreas de extensión total, la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno es, sin duda, un gran espectáculo natural. 

El 30 de noviembre de 1988 fue decretada como Reserva de la Biósfera. Además, la UNESCO la declaró como Bien de Patrimonio Mundial Natural en 1993, el cual comprende la Laguna Ojo de Liebre, la Laguna San Ignacio y los alrededores.

Partes de la bahía son un refugio para las ballenas y desde 1993 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad.