martes, 29 de agosto de 2023

Fleurus: una victoria clave del Imperio Español en Europa

Tal día como hoy 29 de agosto de 1622, durante la Guerra de los Treinta Años, los ejércitos español y protestante se encontraron cerca del pueblo de Fleurus,.

La Guerra de los Treinta Años, fue un conflicto que involucró a una gran cantidad de potencias europeas y que se libró, en su mayor parte, en territorio del Sacro Imperio Romano Germánico. Este conflicto se caracterizó por tener una gran complejidad política y religiosa, ya que enfrentaba a facciones católicas y protestantes, en una lucha por el control del territorio y el poder político.

En el contexto de esta guerra, el Imperio Español se encontraba en una situación difícil. Por un lado, el ejército del Conde de Tilly estaba sitiando la ciudad de Bergen-op-Zoom, lo que hacía que el general Ambrosio Spinola tuviera que mantener un ojo en el frente norte.

Por otro lado, el ejército del príncipe de Maratea estaba a punto de quedar atrapado entre dos ejércitos enemigos al este de Breda, y su línea de retirada hacia Amberes, estaba bloqueada, por el ejército invasor alemán.

En este contexto, Gonzalo Fernández de Córdoba,  general del ejército español en el Palatinado, fue reclamado a toda prisa para detener al ejército alemán. Fernández de Córdoba marchó a través de Luxemburgo y del terreno difícil de las Ardenas, y tras una habilísima estrategia consiguió interceptar a Mansfeld y Brunswick en la frontera de Brabante.

El ejército español, estaba compuesto por 53 pequeñas compañías de caballería, reunidas en escuadrones. En estos había 29 compañías de coraceros y 24 compañías de arcabuceros. Todas, excepto 4 compañías veteranas de coraceros ,habían sido reclutadas en 1621 y 1622. Estaban compuestas por reclutas valones y habían actuado pobremente en la batalla de Wimpfen.

Por su parte, la infantería española, era de calidad mixta: el tercio de Nápoles era una unidad de élite con rastros en la historia desde 1567, mantuvieron su reputación en la batalla de Wimpfen con una excelente actuación, y Fernández de Córdoba, con amplias dotes militares, la situó en el puesto de honor a la derecha, bloqueando la senda.

El regimiento Fugger y el tercio de Verdugo eran también unidades experimentadas, veteranos de la campaña en Bohemia. El resto de las unidades eran tropas de guarnición movilizadas por Córdoba para completar el frente de batalla.

El ejército enemigo, por su parte, estaba compuesto por alrededor de 18.000 hombres, entre infantería y caballería. El mando estaba dividido entre Christian von Brunswick, un líder carismático pero poco experimentado, y Ernst von Mansfeld, un veterano de la Guerra de los Ochenta Años.

La infantería estaba formada por unos 12.000 hombres, la mayoría mercenarios alemanes, aunque también había algunos regimientos holandeses y escoceses. La caballería estaba compuesta por unos 6.000 jinetes, principalmente alemanes y holandeses.

La Batalla de Fleurus comenzó el 29 de agosto de 1622, cuando los ejércitos español y protestante, se encontraron cerca del pueblo de Fleurus, en el sur de los Países Bajos. Las tropas españolas avanzaron hacia el enemigo en formación de batalla, con la infantería en el centro y la caballería en los flancos. El ejército protestante, por su parte, se desplegó en una formación similar, con la infantería en el centro y la caballería en los flancos.

El combate comenzó con una descarga de mosquetería por parte de la infantería española, seguida de una carga de caballería por los dos flancos. Los protestantes intentaron contraatacar con su propia caballería, pero fueron rechazados por la infantería española, que resistió con gran valentía y disciplina.

La batalla continuó durante varias horas, con ambos bandos luchando con ferocidad. Los españoles, lograron romper la línea enemiga, en varios puntos y presionaron hacia el centro del campo de batalla. La caballería protestante intentó flanquear a los españoles, pero fue rechazada por la infantería española, que se mantuvo firme y organizada.

Finalmente, después de varias horas de lucha, los protestantes se vieron obligados a retirarse, dejando el campo de batalla en manos de los españoles. La victoria fue completa para el ejército español, que logró infligir graves pérdidas al enemigo y capturar gran cantidad de armamento y suministros.

Gracias a esta victoria, el ejército español, logró frenar el avance enemigo en el norte de los Países Bajos y asegurar su posición en la región. Además, la victoria permitió recuperar el control de varias ciudades y fortalezas estratégicas, lo que les permitió reforzar posiciones, demostrando ser, la gran potencia militar del continente.

Por otro lado, la Batalla de Fleurus tuvo un gran impacto en el curso de la Guerra de los Treinta Años. La victoria española demostró la eficacia de la táctica de la infantería española contra los ejércitos protestantes, lo que influyó en la forma en que se libraron las batallas posteriores.



 


 

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