Tal día como hoy 21 de agosto de 1520 en Medina del Campo - Valladolid- las tropas de Carlos I incendian la localidad en el transcurso de la Guerra de las Comunidades de Castilla.
La quema de Medina del Campo, fue una acción militar, llevada a cabo en dicha localidad castellana, por las tropas afines al rey Carlos I, el 21 de agosto de 1520, en las primeras etapas, de la Guerra de las Comunidades de Castilla. Supuso la destrucción, de buena parte de la villa medinense y el estallido definitivo, del hasta entonces, incipiente movimiento comunero, en toda la Corona de Castilla.
Medina del Campo, uno de los núcleos comerciales más importantes de la Corona de Castilla, albergaba una importante guarnición de artillería. Tras el estallido en la comunidad de Segovia, Rodrigo Ronquillo y Antonio de Fonseca, al mando de las tropas realistas, pusieron rumbo a la villa medinense, con aproximadamente 1200 lanzas y 200 escopeteros, con el objetivo de apoderarse de la artillería, allí estacionada.
Gutierre Quijada, a la sazón corregidor de la villa, accedió a entregar las piezas de artillería a las tropas imperiales, pero los vecinos, se amotinaron en las puertas de acceso a la localidad y reunieron todas las piezas en la plaza, a sabiendas de que si se las entregaban a las tropas imperiales, estas serían utilizadas contra Segovia.
Cerca del mediodía Fonseca pregonó en el arrabal que, bajo pena de traición, se le entregara la artillería en el plazo de 15 minutos. Pero dado que no pudo presentar una provisión real, que acreditase sus requerimientos, los procuradores de la Comunidad le pidieron a Luis de Quintanilla y al abad de Medina que le comunicasen a Fonseca la negativa de la ciudad, en ese sentido.
En esta reunión, que duró cuatro horas, Antonio de Fonseca, capitán del ejército realista les manifestó a los emisarios, que no le parecía que fuese conveniente para la ciudad, arriesgarse "por seis o siete bocas de artillería". Se les pidió además que al menos le entregasen la mitad de la artillería, o que si eventualmente, se la pedían los comuneros, no se la diesen.
Finalmente, Antonio de Fonseca, cansado de esperar, dio orden de incendiar varias partes de la localidad, con el objetivo de dispersar a la multitud congregada en la plaza, junto a la artillería, pero esta no se disgregó y permaneció junto a los cañones, mientras las llamas avanzaban.
Buena parte de la villa resultó destruida, siendo especialmente significativo el caso del convento de San Francisco, lugar donde los comerciantes medinenses, guardaban sus posesiones y que ardió por completo. Algunos comuneros destacados fueron Luis de Quintanilla y Fernando de Mercado.
En vista de la situación, los comandantes realistas, dieron la orden de retirada, permitiendo así a los vecinos, acudir a sofocar las llamas y evitando, que la villa ardiera en su totalidad. El 22 de agosto, el regidor Gil Nieto fue descuartizado, en plena calle, por una multitud de vecinos enfurecidos..
Los comuneros, fueron derrotados el 23 de abril de 1521 en Villalar, y fue entonces cuando los regidores medinenses, tomaron la ciudad ante las órdenes del emperador, ofreciendo tropas, para la guerra de Carlos I, con los franceses en Navarra.
Los daños que sufrió la Villa de Medina ,por negar sus piezas ante la rebelde Segovia, hizo que se realizaran actos de hermanamiento histórico, entre Medina del Campo y Segovia. Ambas ciudades, albergan una plaza en honor de la otra, en el centro de su casco histórico, y en el caso de la capital segoviana, cuenta con una estatua del líder comunero Juan Bravo.
En la actualidad, este hecho histórico se recrea sobre el 21 de agosto en la localidad de Medina del Campo, en su Feria de Imperiales y Comuneros y se trata del acto central, de la Semana Renacentista. El Castillo de la Mota es el principal escenario donde las antorchas inundan la Villa, en un noche de batallas y guerra, por conservar su identidad.
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