lunes, 3 de abril de 2017

De la Ley Sálica a las Guerras Carlistas.

Tal día como hoy 3 de abril de 1830, aparece publicada en la Gaceta de Madrid, la Pragmática Sanción, mediante la cual se suprimía la Ley Sálica, introducida por Felipe V y por la que no podían reinar las mujeres en España.

La Pragmática de 1830, fue una “norma sanción ejecutiva” aprobada por Fernando VII en marzo de ese año, que había sido a su vez, aprobada por las Cortes  en 1789 a instancia y decisión de su padre  Carlos IV y que,  por razones de política exterior, no llegó a entrar en vigor.

Dicha Pragmática, anulaba a su vez el “Auto Acordado” de 1713 dictada por el rey Felipe V que, decía que, excepto en casos muy extremos, se imposibilitaba a las mujeres acceder al Trono, por lo que era conocida por “Ley Sálica” aunque, desde un punto de vista técnico, no lo fuera.

La Ley Sálica original, era un cuerpo de leyes del siglo VI del rey franco Clodoveo I, y en esencia, consistía en que prohibía que una mujer heredara el trono e incluso pudiese transmitir  derechos a sus descendientes varones, y cuyo origen remoto, era una antigua ley del pueblo de los francos salios, donde por intereses políticos y dinásticos no podía acceder al trono la hermana del heredero varón muerto, sino su tío y hermano del anterior rey.

El motivo de esto, era una razón de tipo práctico, pues, siguiendo la lógica de los salios, nunca se podía estar completamente seguro de que el hijo de la mujer del rey era realmente del rey, pero tampoco era seguro que el hijo de la hermana del rey llevara sangre real, pues la madre del rey también podía haber sido infiel a su padre al concebir a su hermana.

La razón debe buscarse en que los varones de la nobleza, recibían entrenamiento en el manejo de las armas desde temprana edad y en aquella época el rey, el primero de los nobles, combatía al frente de sus tropas con cierta frecuencia. Esto hacía preferible a un supuesto varón de la familia real, frente a una supuesta hija del rey.

En España, esta Pragmática de 1789 restablecía el sistema de sucesión de las Siete Partidas de Alfonso X de Castilla, según el cual las mujeres podían reinar si no tenían hermanos varones y la de 1830 de Fernando VII, se limitaba a publicar el texto aprobado en su día por Carlos IV, ahora convertida en Ley fundamental y por lo tanto, el derecho de las hembras a la sucesión.

Tras la muerte de su tercera esposa, el rey Fernando VII anunció que iba a casarse de nuevo, con  una mujer 22 años más joven que él, y pocos meses después del matrimonio, publicó la Pragmática asegurando así que, si tenía descendencia, aunque fuera niña ésta le sucedería, tal como en efecto sucedió, cuando su mujer la reina María Cristina, quedó embarazada de la futura Isabel II, por lo que el hermano del rey, Carlos María Isidro, heredero hasta entonces, quedó fuera de la sucesión, para  consternación de sus partidarios ultra-absolutistas.

Sus partidarios, denominados “carlistas”, no se resignaron a que Isabel fuera la futura reina y aprovechando una enfermedad del rey, presionaron a María Cristina y consiguieron que el rey - que parecía a punto de morir - firmara la anulación de la Pragmática, pero de improviso Fernando VII se recuperó y anuló el decreto derogatorio, que jamás se había promulgado, pero que sin embargo los “carlistas” se encargaron de divulgar.

A partir de entonces, los “ultra-absolutistas” adoptaron una postura de rebelión frente a Fernando VII, apoyados por la negativa del hermano de este, al negarse a prestar juramento a Isabel como heredera al trono, por lo que Fernando obligó a su hermano a abandonar España en 1833.,

Pocos meses más tarde, moría Fernando VII, - que fue felón hasta en sus últimas decisiones -, iniciándose una guerra civil por la sucesión a la Corona entre “isabelinos” -partidarios de Isabel- y “carlistas” - de su tío Carlos - en las llamadas “guerras carlistas”, que significaron un desastre total para España en todos los sentidos y supusieron en realidad, tres guerras civiles durante el siglo XIX .

La primera, entre 1833 y 1840; la segunda, de 1846 hasta 1849 y la tercera entre 1872–1876, con dos intentonas más, la llamada “Ortegada” en 1860, complot  pro carlista, del general Jaime Ortega en San Carlos de la Rápita y el “Alzamiento de Badalona” en 1900, que fue la última.

1 comentario:

  1. Excelente aportación histórica, me hace recordar a Machado: Españolito que vienes al mundo, una delas dos Españas te helara el corazón. La sguerras carlistas son un ejempoo

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