miércoles, 26 de abril de 2017

La catástrofe de Chernobyl y sus consecuencias.

Tal día como hoy 26  de abril de 1986, durante una prueba en la que se simula un corte eléctrico se produce una  explosión en el reactor número 4 de la central nuclear de Chernobil  -Unión Soviética-  provocando la peor catástrofe nuclear de la historia. 31 personas mueren inmediatamente, 135.000 serán evacuadas y 215.000 reubicadas con posterioridad.

Además 30.000 personas morirán en los diez años siguientes. Se registrará una gran contaminación ambiental tras haberse liberado a la atmósfera 200 veces más radiactividad que las bombas de Hiroshima y Nagasaki juntas.

El accidente de Chernóbil1 sucedido en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin y está considerado, junto con el accidente nuclear de Fukushima I en Japón de 2011, como el más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares y constituye uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.

Aquel día, durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de la central  produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.

La cantidad de materiales expulsados radiactivos o tóxicos, que se estimó fue unas 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, causó directamente la muerte de 31 personas y a la evacuación repentina de 116 000 personas provocando una alarma internacional al detectarse radiactividad en al menos 13 países de Europa central y oriental.

Después del accidente, se inició un proceso masivo de descontaminación, que desempeñaron aproximadamente 600 000 personas denominadas liquidadores en las zonas circundantes al lugar del accidente y se aisló un área de 30 km de radio alrededor de la central conocida como zona de alienación, que sigue aún vigente. Solo una pequeña parte de los liquidadores se vieron expuestos a altos índices de radiactividad.

Dos empleados de la planta murieron como consecuencia directa de la explosión y otros 29 fallecieron en los tres meses siguientes.

Hasta hoy no existen trabajos concluyentes sobre la incidencia real, y no teórica, de este accidente en la mortalidad poblacional.

Tras prolongadas negociaciones con el gobierno ucraniano, la comunidad internacional financió los costes del cierre de la central, completado el 15 de diciembre de 2000 y se construyó un “sarcófago”, para aislar el interior del exterior, que se ha visto degradado en el tiempo por diversos fenómenos naturales, por lo que corríae riesgo de desplomarse.

En noviembre de 2016, treinta años después de la tragedia, se inauguró un nuevo sarcófago al que se denominó "Nuevo Sarcófago Seguro", una estructura móvil, en forma de arco de 110 metros de alto, 150 de ancho y 256 de largo y más de 30.000 toneladas.

Se construyó lejos del reactor y luego se ubicó sobre él mediante un sistema de raíles. Se estima que tendrá una duración de unos cien años. El coste final de la estructura fue de 1.500 millones de euros, financiado por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, junto a la colaboración de 28 países y construido por la empresa francesa Novarka.

Dentro de 100 años, habrá que pensar en construir otro nuevo...

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