miércoles, 4 de abril de 2018

Ignacio de Loyola, el primer "papa negro"

Tal día como hoy 4 de abril del 1541, Ignacio de Loyola es elegido primer general de los jesuitas.

Ignacio de Loyola fue un militar y más tarde religioso español, surgido como líder religioso durante la Contrarreforma y su devoción a la Iglesia católica se caracterizó por la obediencia absoluta al papa.

Fue el fundador de la Compañía de Jesús de la que fue el primer general, la que prosperó durante su mandado hasta el punto, de que contaba con alrededor de mil miembros en más de cien casas repartidas en doce provincias al momento de su muerte.

Sus “Ejercicios espirituales”, publicados en 1548, ejercieron una gran influencia  en la espiritualidad posterior de la Compañia y se considera a Ignacio de Loyola una de las personalidades más notables e influyentes del siglo XVI.

Inició su carrera como hombre de armas formando parte de las tropas del reino de Castilla y en mayo de 1521, cuando tenia treinta años de edad cayó herido en la Batalla de Pamplona cuando defendía, con el grado de capitán, la ciudad de las tropas navarras.

Este hecho sería determinante en su vida, pues la lectura  de libros religiosos durante su convalecencia, lo llevaría a profundizar en la fe católica y a la imitación de los santos y propuso entonces peregrinar a Jerusalén, pero antes pararía en Montserrat y Manresa, donde comenzó a desarrollar sus Ejercicios espirituales, base de su espiritualidad.

A su vuelta de Tierra Santa, sus actividades le hicieron sospechoso de heterodoxo e incluso llegó a ser procesado en distintas ocasiones y tras ver cerradas las puertas a la predicación, decidió continuar sus estudios en París, donde cursó filosofía.

Ignacio y sus seguidores acabaron pronunciando voto de pobreza e iniciaron la Compañía de Jesús y decidieron peregrinar a Jerusalén, pero esta empresa resultó imposible, por lo que optaron por ponerse a disposición del papa.

Allí se dedicó a impartir sus Ejercicios, pero pronto sufrió las críticas de personalidades influyentes que difundieron rumores en su contra, acusándolo de ser un fugitivo de la Inquisición. Para impedir que las acusaciones prosperasen y acabasen impidiendo su actividad, Ignacio quiso que se abriese un proceso formal para así ser declarado públicamente inocente.

Después de conseguirlo, se procedió a designar al primer general de la Compañía de Jesús, resultando Ignacio designado de forma unánime por sus compañeros. Sin embargo Ignacio, rechazó la designación y pidió que la votación se repitiese, volviendo  a ser elegido en segunda votación y finalmente aceptó el cargo.

Estuvo quince años al frente de la Compañía de Jesús como General y murió el 31 de julio de 1556, siendo su cuerpo trasladado a la iglesia del Gesù, sede la Compañía.

El papa Gregorio XV lo canonizó el 12 de marzo de 1622 junto con Francisco Javier, Felipe Neri, Teresa de Jesús e Isidro Labrador.

El general de los jesuitas ha sido siempre conocido como "El papa negro", ya que existe la creencia de que este nombre alternativo ha sido adoptado para referirse al cargo por el poder oculto que la historia le ha atribuido a la Orden de la Compañía de Jesús, dentro de la Iglesia católica

El contraste entre las blancas vestimentas que usa comúnmente el Santo Padre y la sotana negra de los jesuitas produjo el singular sobrenombre.

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