Tal día como hoy, 28 de febrero del 1844, se estrenó en Madrid la obra teatral cumbre de José Zorrilla: "Don Juan Tenorio", drama romántico que transcurre en la Sevilla de 1545, durante los últimos años de reinado de Carlos I, en el que se desarrolla el amor imposible entre el protagonista don Juan y doña Inés.
El drama está dividido en dos partes. La primera, se divide en cuatro actos y transcurre en una sola noche y la segunda parte, se divide en tres actos y también transcurre durante una sola noche. Zorrilla emplea un castellano moderno, pero salpicado con arcaísmos, así como el italiano en algunas partes de la obra.
La historia tiene lugar en Sevilla, iniciándose un año después de hacer una apuesta don Juan Tenorio y don Luis Mejía, para ver quién podría ser más malvado y mujeriego. Cuando se reúnen en una taberna para comparar sus hazañas, tras contar los muertos en duelos y las mujeres seducidas, está claro que don Juan es el ganador.
Entonces, ambos rivales deciden hacer una nueva apuesta, y don Juan apuesta con don Luis, que le quitará su prometida, doña Ana de Pantoja y que además conquistará a una novicia, que se encuentra en un convento.
Al enterarse del desafío, el Comendador don Gonzalo de Ulloa, padre de doña Inés, la cual está en un convento destinada a casarse con don Juan, niega su consentimiento y deshace el compromiso.
Don Juan le escribe una carta de amor a doña Iñés y luego la rapta del convento, donde había vivido desde niña, y ambos terminan enamorándose locamente. Don Luis y don Gonzalo llegan a la casa de don Juan y se enfrentan a él en un duelo, pero los dos acaban muertos, por lo que este huye a Italia.
Tras haber trascurrido cinco años, don Juan vuelve a Sevilla y visita el cementerio donde están enterrados don Luis, don Gonzalo y doña Inés, quien murió de pena al saber que no podía estar con su amado.
Doña Inés también ha hecho una “apuesta” con Dios: si logra el arrepentimiento de don Juan antes de su muerte los dos se salvarán, pero si no lo consigue se condenarán eternamente. Don Juan regresa a su casa y allí se le aparece el espíritu de don Gonzalo para intentar conducirlo al infierno, pero el de doña Inés le pide que se arrepienta.
El amor entre doña Inés y don Juan es tan fuerte, que el protagonista se arrepiente de sus pecados, la novicia gana la apuesta y ambos suben al cielo rodeados de ángeles, cantos e imágenes celestiales.
La obra está llena de ecos del Siglo de Oro, como los elementos carnavalescos - máscaras, disfraces, etc - tan típicos de la literatura barroca, siendo una refundición del "Burlador de Sevilla", de Tirso de Molina y del "Convidado de piedra", de Antonio Zamora, obras ambas del Siglo de Oro.
Hace años, antes de que llegara a España la fiesta de Hallowen, en el mes de noviembre el día de difuntos, se representaba cada año en muchas ciudades y se emitía por televisión, Don Juan Tenorio.
Don Juan Tenorio, obra completa: https://www.youtube.com/watch?v=C-ZS8GuLPUA
Relación efemérides históricas; cuentos, reflexiones, poesias...
jueves, 28 de febrero de 2019
miércoles, 27 de febrero de 2019
La “suspensión” del servicio militar en España
Tal día como hoy 27 de febrero de 1904, el Congreso de los Diputados aprueba el proyecto de ley, sobre el servicio militar obligatorio en España.
Hasta el siglo XVIII el reclutamiento en España se realizaba con enganches pagados y levas de vagos, mendigos y gente marginada, hasta que en 1704 con la llegada de la dinastía Borbónica, se introdujo el reclutamiento por "quintas", llamado así porque se elegía a uno de cada cinco mozos mediante sorteo.
Las Cortes de Cádiz en 1812, instauraron la obligatoriedad del servicio militar de todos los varones sin discriminaciones y se abolieron las exenciones, de que habían gozado sectores privilegiados, aunque era un barniz pues se permitía redimirse mediante pagos en metálico o presentando un sustituto, lo que hizo decir que el servicio militar solo lo hacían los pobres.
En 1912, Canalejas quiso adoptar otra solución, creando un servicio obligatorio para todos con la figura del "soldado de cuota" y de acuerdo con este sistema, nadie se libraba totalmente del servicio militar, aunque se seguían ofreciendo ventajas, pues pagando una cuota permanecían en filas menos tiempo.
En la época franquista era obligatorio para todos y desde que se “entraba en Caja” hasta la licencia absoluta o "indefinida" se debía pasar revista en la cartilla militar, con la oportuna diligencia.
Al final del franquismo, se produjeron los primeros casos de objeción de conciencia y cientos de ellos fueron encarcelados por negarse a prestarlo, hasta que en 1984 se reguló la objeción, con un sistema de servicio social sustitutorio, que duplicaba el tiempo de servicio.
El servicio militar obligatorio ya figuraba en nuestra Constitución de 1812: ”Ningún español podrá excusarse del servicio militar cuando y en la forma que fuese llamado por la ley”, decía su artículo 361. Esta prestación fue recogida en las sucesivas constituciones y, en contra de lo que se piensa, sigue vigente en la actual.
Lo que es novedoso en nuestra actual Constitución, es que la defensa nacional ha dejado de entenderse un asunto exclusivo de los ejércitos y ahora debe contemplarse como un derecho-deber de todos los españoles, según dice el artículo 30 de la actual Constitución: “Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España”.
El Servicio Militar, fue abolido en España por ley en diciembre de 2001, pero aunque hay quien cree que la "mili" ha sido suprimida de forma definitiva, esto es incierto, pues la Constitución Española, entre los derechos y deberes fundamentales - que son imprescriptibles - establece el deber de defender a España.
Por lo tanto, lo que una ley ha dejado en "suspenso" otra puede activarlo.
Toque de Diana :https://www.youtube.com/watch?v=ziwKmA-yIFs
Hasta el siglo XVIII el reclutamiento en España se realizaba con enganches pagados y levas de vagos, mendigos y gente marginada, hasta que en 1704 con la llegada de la dinastía Borbónica, se introdujo el reclutamiento por "quintas", llamado así porque se elegía a uno de cada cinco mozos mediante sorteo.
Las Cortes de Cádiz en 1812, instauraron la obligatoriedad del servicio militar de todos los varones sin discriminaciones y se abolieron las exenciones, de que habían gozado sectores privilegiados, aunque era un barniz pues se permitía redimirse mediante pagos en metálico o presentando un sustituto, lo que hizo decir que el servicio militar solo lo hacían los pobres.
En 1912, Canalejas quiso adoptar otra solución, creando un servicio obligatorio para todos con la figura del "soldado de cuota" y de acuerdo con este sistema, nadie se libraba totalmente del servicio militar, aunque se seguían ofreciendo ventajas, pues pagando una cuota permanecían en filas menos tiempo.
En la época franquista era obligatorio para todos y desde que se “entraba en Caja” hasta la licencia absoluta o "indefinida" se debía pasar revista en la cartilla militar, con la oportuna diligencia.
Al final del franquismo, se produjeron los primeros casos de objeción de conciencia y cientos de ellos fueron encarcelados por negarse a prestarlo, hasta que en 1984 se reguló la objeción, con un sistema de servicio social sustitutorio, que duplicaba el tiempo de servicio.
El servicio militar obligatorio ya figuraba en nuestra Constitución de 1812: ”Ningún español podrá excusarse del servicio militar cuando y en la forma que fuese llamado por la ley”, decía su artículo 361. Esta prestación fue recogida en las sucesivas constituciones y, en contra de lo que se piensa, sigue vigente en la actual.
Lo que es novedoso en nuestra actual Constitución, es que la defensa nacional ha dejado de entenderse un asunto exclusivo de los ejércitos y ahora debe contemplarse como un derecho-deber de todos los españoles, según dice el artículo 30 de la actual Constitución: “Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España”.
El Servicio Militar, fue abolido en España por ley en diciembre de 2001, pero aunque hay quien cree que la "mili" ha sido suprimida de forma definitiva, esto es incierto, pues la Constitución Española, entre los derechos y deberes fundamentales - que son imprescriptibles - establece el deber de defender a España.
Por lo tanto, lo que una ley ha dejado en "suspenso" otra puede activarlo.
Toque de Diana :https://www.youtube.com/watch?v=ziwKmA-yIFs
martes, 26 de febrero de 2019
El destierro del general Kindelán en Canarias
Tal día como hoy 26 de febrero de 1946, Franco destierra a Canarias al general Alfredo Kindelán Duany, ferviente partidario de la monarquía.
Kindelán en 1926, fue Director General de Aeronáutica con Primo de Rivera y tras el fracaso de la dictadura a la que apoyó, hubo de exiliarse a Francia y Suiza.
En 1934 regresa a España para colaborar en la sublevación del 18 de julio de 1936, que dio lugar a la guerra civil, nombrándole Franco Jefe del Aire y haciéndose cargo de todas las fuerzas aéreas sublevadas.
Kindelán confiaba en Franco solo como una oportunidad para restaurar la monarquía y tras la victoria de este en 1939, no dudó en considerar el régimen franquista una regencia y buscó siempre la restauración de Alfonso XIII.
Cuando en la Segunda Guerra Mundial el gobierno de Franco se alinea con la Alemania Nazi, Kindelán se muestra proclive a los aliados y en agosto de 1945, después de atacar al dictador en un polémico discurso pro-monárquico, pierde su cargo en la academia militar.
A raíz de ahí su libro “Mis cuadernos de guerra”, en que hablaba de la contienda civil, se retrasa y sufre la censura, al eliminarse un pasaje crítico con las decisiones de Franco en el frente del norte.
Cuando en 1946 se da a conocer el llamado “manifiesto de Lausana” donde se pide la restauración de Juan de Borbón, Franco identifica a Kindelán como el cabecilla del manifiesto y ordena su encarcelamiento, pero aconsejado para que tenga en cuenta sus servicios y su edad de 67 años, cede y le envía al exilio a las Islas Canarias, a más de dos mil kilómetros de Madrid.
Durante sus últimos años, Kindelán fue parcialmente rehabilitado, ocupando su puesto en la Academia de Historia y recibiendo el título de Marqués de Kindelán, aunque esto fue interpretado como una ironía de Franco, burlándose del hecho de que, el título de marqués se lo otorgaba él, y que a pesar de sus esfuerzos, todavía no estaba viviendo en la monarquía que tanto deseaba.
Alfredo Kindelán murió en Madrid, el 14 de diciembre de 1962, con España aún bajo el franquismo.
Kindelán en 1926, fue Director General de Aeronáutica con Primo de Rivera y tras el fracaso de la dictadura a la que apoyó, hubo de exiliarse a Francia y Suiza.
En 1934 regresa a España para colaborar en la sublevación del 18 de julio de 1936, que dio lugar a la guerra civil, nombrándole Franco Jefe del Aire y haciéndose cargo de todas las fuerzas aéreas sublevadas.
Kindelán confiaba en Franco solo como una oportunidad para restaurar la monarquía y tras la victoria de este en 1939, no dudó en considerar el régimen franquista una regencia y buscó siempre la restauración de Alfonso XIII.
Cuando en la Segunda Guerra Mundial el gobierno de Franco se alinea con la Alemania Nazi, Kindelán se muestra proclive a los aliados y en agosto de 1945, después de atacar al dictador en un polémico discurso pro-monárquico, pierde su cargo en la academia militar.
A raíz de ahí su libro “Mis cuadernos de guerra”, en que hablaba de la contienda civil, se retrasa y sufre la censura, al eliminarse un pasaje crítico con las decisiones de Franco en el frente del norte.
Cuando en 1946 se da a conocer el llamado “manifiesto de Lausana” donde se pide la restauración de Juan de Borbón, Franco identifica a Kindelán como el cabecilla del manifiesto y ordena su encarcelamiento, pero aconsejado para que tenga en cuenta sus servicios y su edad de 67 años, cede y le envía al exilio a las Islas Canarias, a más de dos mil kilómetros de Madrid.
Durante sus últimos años, Kindelán fue parcialmente rehabilitado, ocupando su puesto en la Academia de Historia y recibiendo el título de Marqués de Kindelán, aunque esto fue interpretado como una ironía de Franco, burlándose del hecho de que, el título de marqués se lo otorgaba él, y que a pesar de sus esfuerzos, todavía no estaba viviendo en la monarquía que tanto deseaba.
Alfredo Kindelán murió en Madrid, el 14 de diciembre de 1962, con España aún bajo el franquismo.
lunes, 25 de febrero de 2019
La primera ley de divorcio de España
Tal día como hoy, 25 de febrero del año 1932, las cortes republicanas aprobaron por primera vez en la historia de España la Ley del Divorcio, una importante novedad legal y un paso hacia adelante en la igualdad de sexos y la defensa de la mujer dentro del matrimonio, que se convirtió, además, en la Ley más progresista de Europa en la época.
La Constitución de 1931, durante la II República española, proclamaba que : “La familia está bajo la salvaguardia especial del Estado. El matrimonio se funda en la igualdad de derechos para uno y otro sexo, y podrá disolverse por mutuo disenso o a petición de cualquiera de los cónyuges con alegación en este caso de justa causa”.
Hasta entonces, el matrimonio y el divorcio se regía por el Código Civil de 1889, que afirmaba: “El matrimonio se disuelve por la muerte de uno de los cónyuges.” y por lo tanto, la Ley de Divorcio suponía una importante novedad legal, ya que, según los republicanos era “una de las leyes que más contribuirán a la liberación de la mujer de la tiranía, a que había estado sometida en la monarquía”.
Teniendo presente que la nueva Constitución admitía el divorcio, el 4 de diciembre de 1931 el ministro de justicia Álvaro de Albornoz, presentó a la Cámara el proyecto de ley, para someterlo a discusión durante el mes de febrero y el día 3 de dicho mes, comenzó el debate, perfilándose dos claras tendencias en la Cámara, una a favor y otra en contra de la Ley.
Se presentaron varias enmiendas a la totalidad, que fueron rechazadas y también a un artículo de especial importancia, el tercero, que trataba de las causas del divorcio, en el que la Ley intentaba que los dos cónyuges aparecieran en pie de igualdad, ya que en todo el texto legal, había un intento de tratar por igual a los dos sexos o, en todo caso, de favorecer a la mujer, que podía verse, más perjudicada que el varón por el divorcio.
Después de largos debates, el 24 de febrero quedó aprobado el dictamen de la Ley y al día siguiente, 25 de febrero se procedió a su aprobación definitiva, con 260 votos a favor y 23 en contra.
En 1936, el índice de divorcios en España era de 165 por cada mil matrimonios, por tanto, se puede afirmar que la Ley no dio lugar a una crisis de la institución familiar, tal como habían advertido algunos, sino que el uso moderado que se hizo de ella, pareció confirmarla como válvula de seguridad para matrimonios rotos, y permitir establecer las condiciones para emprender una nueva experiencia matrimonial.
Sin embargo, la Ley tuvo una importancia fundamental desde el punto de vista ideológico, al presentarse como una defensa de la mujer -aunque los autores católicos defendían todo lo contrario - y un paso adelante en el camino por la igualdad de derechos de los sexos, hasta el punto, que fue considerada, en su época, como la Ley más progresista de Europa.
El 23 de septiembre de 1939, esta ley fue deroga por el régimen franquista, y declaras nulas todas las sentencias de divorcio, a instancia de una de las partes.
La Constitución de 1931, durante la II República española, proclamaba que : “La familia está bajo la salvaguardia especial del Estado. El matrimonio se funda en la igualdad de derechos para uno y otro sexo, y podrá disolverse por mutuo disenso o a petición de cualquiera de los cónyuges con alegación en este caso de justa causa”.
Hasta entonces, el matrimonio y el divorcio se regía por el Código Civil de 1889, que afirmaba: “El matrimonio se disuelve por la muerte de uno de los cónyuges.” y por lo tanto, la Ley de Divorcio suponía una importante novedad legal, ya que, según los republicanos era “una de las leyes que más contribuirán a la liberación de la mujer de la tiranía, a que había estado sometida en la monarquía”.
Teniendo presente que la nueva Constitución admitía el divorcio, el 4 de diciembre de 1931 el ministro de justicia Álvaro de Albornoz, presentó a la Cámara el proyecto de ley, para someterlo a discusión durante el mes de febrero y el día 3 de dicho mes, comenzó el debate, perfilándose dos claras tendencias en la Cámara, una a favor y otra en contra de la Ley.
Se presentaron varias enmiendas a la totalidad, que fueron rechazadas y también a un artículo de especial importancia, el tercero, que trataba de las causas del divorcio, en el que la Ley intentaba que los dos cónyuges aparecieran en pie de igualdad, ya que en todo el texto legal, había un intento de tratar por igual a los dos sexos o, en todo caso, de favorecer a la mujer, que podía verse, más perjudicada que el varón por el divorcio.
Después de largos debates, el 24 de febrero quedó aprobado el dictamen de la Ley y al día siguiente, 25 de febrero se procedió a su aprobación definitiva, con 260 votos a favor y 23 en contra.
En 1936, el índice de divorcios en España era de 165 por cada mil matrimonios, por tanto, se puede afirmar que la Ley no dio lugar a una crisis de la institución familiar, tal como habían advertido algunos, sino que el uso moderado que se hizo de ella, pareció confirmarla como válvula de seguridad para matrimonios rotos, y permitir establecer las condiciones para emprender una nueva experiencia matrimonial.
Sin embargo, la Ley tuvo una importancia fundamental desde el punto de vista ideológico, al presentarse como una defensa de la mujer -aunque los autores católicos defendían todo lo contrario - y un paso adelante en el camino por la igualdad de derechos de los sexos, hasta el punto, que fue considerada, en su época, como la Ley más progresista de Europa.
El 23 de septiembre de 1939, esta ley fue deroga por el régimen franquista, y declaras nulas todas las sentencias de divorcio, a instancia de una de las partes.
domingo, 24 de febrero de 2019
Julio Anguita, un político coherente y honesto
Tal día como hoy 24 de febrero de 1988, Julio Anguita González toma posesión del cargo de nuevo secretario general del Partido Comunista de España, tras ser elegido el día anterior, en el XXII Congreso del partido.
Julio Anguita, fue un referente en el pensamiento de izquierda comunista, siendo secretario general del Partido Comunista, entre los años 1988 y 1998 y coordinador de Izquierda Unida hasta el año 2000.
Con su dirección, la coalición alcanzó sus mayores éxitos electorales, nunca conocidos en nuestro país, superando los 2 millones de votos y 21 diputados y tras su marcha, IU inició una fase de contínuo declive, que le llevó a conseguir tan sólo 2 diputados en 2008, lo que hizo que se llamase jocosamente a la coalición, “Izquierda hundida.”
Maestro nacional, se distinguió siempre por la oratoria y pedagogía en sus discursos y exposiciones haciendo siempre gala de integridad y honestidad.
Aunque era miembro de una familia de militares, se alejó de la tradición familiar al realizar estudios de Magisterio y posteriormente licenciarse en Historia en la Universidad de Barcelona.
En septiembre de 1997, aclaraba que su partido sólo había aceptado la Monarquía de forma temporal, durante la Transición, para llegar al consenso siempre y cuando se desarrollase la constitución. Equiparó en lo político al PSOE y al PP y llamó a la militancia para recuperar la lucha en la calle.
Lo que más llama la atención de Anguita - en un país de políticos venales y corruptos - es que ha sido de los pocos que tras estar más de ocho años como parlamentario, ha renunciado a la pensión de jubilación como ex diputado y recibe solo la de maestro de escuela.
Al margen de que se esté o no, de acuerdo con sus ideas políticas, Julio Anguita como persona, se caracteriza por su entereza y coherencia, así, cuando su hijo murió siendo periodista en la guerra de Irak, al conocer la noticia, condenó la guerra y a quienes las sustentan, pero no “paseó” su cadáver indecorosamente por juzgados y tribunales buscando una indemnización, como hicieron otros.
En el 2015, en plena asamblea de Izquierda Unida en Coín -Málaga- Anguita pronunció unas demoledoras palabras que hoy cobran sentido, en clara alusión a los que incitan a movilizarse en las calles después de que la derechista VOX, consiguiera doce escaños en Andalucía.
“Lo único que os pido es que midáis a los políticos por lo que hacen, por el ejemplo. Y aunque sea de la extrema derecha, si es un hombre decente y los otros son unos ladrones, votad al de la extrema derecha. Votad al honrado, al ladrón no lo votéis aunque tenga la hoz y el martillo. Esta es la diferencia de un pueblo inteligente”, finalizaba Anguita.
Es muy difícil, entre los actuales políticos en activo, encontrar alguno con esta coherencia, honestidad y honradez.
Julio Anguita, fue un referente en el pensamiento de izquierda comunista, siendo secretario general del Partido Comunista, entre los años 1988 y 1998 y coordinador de Izquierda Unida hasta el año 2000.
Con su dirección, la coalición alcanzó sus mayores éxitos electorales, nunca conocidos en nuestro país, superando los 2 millones de votos y 21 diputados y tras su marcha, IU inició una fase de contínuo declive, que le llevó a conseguir tan sólo 2 diputados en 2008, lo que hizo que se llamase jocosamente a la coalición, “Izquierda hundida.”
Maestro nacional, se distinguió siempre por la oratoria y pedagogía en sus discursos y exposiciones haciendo siempre gala de integridad y honestidad.
Aunque era miembro de una familia de militares, se alejó de la tradición familiar al realizar estudios de Magisterio y posteriormente licenciarse en Historia en la Universidad de Barcelona.
En septiembre de 1997, aclaraba que su partido sólo había aceptado la Monarquía de forma temporal, durante la Transición, para llegar al consenso siempre y cuando se desarrollase la constitución. Equiparó en lo político al PSOE y al PP y llamó a la militancia para recuperar la lucha en la calle.
Lo que más llama la atención de Anguita - en un país de políticos venales y corruptos - es que ha sido de los pocos que tras estar más de ocho años como parlamentario, ha renunciado a la pensión de jubilación como ex diputado y recibe solo la de maestro de escuela.
Al margen de que se esté o no, de acuerdo con sus ideas políticas, Julio Anguita como persona, se caracteriza por su entereza y coherencia, así, cuando su hijo murió siendo periodista en la guerra de Irak, al conocer la noticia, condenó la guerra y a quienes las sustentan, pero no “paseó” su cadáver indecorosamente por juzgados y tribunales buscando una indemnización, como hicieron otros.
En el 2015, en plena asamblea de Izquierda Unida en Coín -Málaga- Anguita pronunció unas demoledoras palabras que hoy cobran sentido, en clara alusión a los que incitan a movilizarse en las calles después de que la derechista VOX, consiguiera doce escaños en Andalucía.
“Lo único que os pido es que midáis a los políticos por lo que hacen, por el ejemplo. Y aunque sea de la extrema derecha, si es un hombre decente y los otros son unos ladrones, votad al de la extrema derecha. Votad al honrado, al ladrón no lo votéis aunque tenga la hoz y el martillo. Esta es la diferencia de un pueblo inteligente”, finalizaba Anguita.
Es muy difícil, entre los actuales políticos en activo, encontrar alguno con esta coherencia, honestidad y honradez.
sábado, 23 de febrero de 2019
El asesinato del presidente Francisco Madero
Tal día como hoy 22 de febrero de 1913, asesinan en México al presidente del país Francisco Madero, junto con el vicepresidente José María Pino.
Francisco Ignacio Madero Gonzalez, fue un político mexicano, cuya proclamación en contra del gobierno dictatorial de Porfirio Díaz, suele considerarse el inicio a la Revolución mexicana de 1910.
Elegido candidato a la presidencia, Madero fue encarcelado por orden del dictador en San Luis Potosí, bajo los cargos de conato de rebelión y ultraje a las autoridades.
De la cárcel se evadió a Texas, desde donde promulgó el “Plan de San Luis”, una llamada a las armas que provocaría la renuncia del presidente Díaz en 1911, seguida de una guerra civil de diez años en la que morirían más de un millón de mexicanos.
Una vez derrotado el dictador, se celebraron elecciones en las que triunfó Madero, que en sus quince meses de gobierno quiso reconciliar la Revolución con los restos del antiguo régimen, pero la división del movimiento revolucionario dio al traste con sus planes.
Su mandato se caracterizó porque, aunque estableció un régimen de libertades y democracia parlamentaria, no satisfizo las aspiraciones de cambio social de las masas revolucionarias y su gobierno, aún siendo democrático, se identificó poco con las clases marginadas, lo que provocaría varios alzamientos armados, entre el que destaca el del campesino Emiliano Zapata.
Ante estas rebeliones, el general Victoriano Huerta, comandante en jefe de las fuerzas que debían defender México, depuso a Madero y pese a la promesa de respetar su vida y facilitar su exilio a la isla de Cuba, le hizo asesinar simulando su fuga.
Madero fue trasladado al Palacio de Lecumberri, junto al vicepresidente y a su llegada se les informó que debían entrar por la puerta trasera, en ese momento Madero advierte que atrás no había ninguna puerta. Seguidamente los automóviles se detuvieron y se obligó a bajar a Madero y en cuanto bajó se le disparó en la cabeza, muriendo instantáneamente.
El vicepresidente Pino, también fue obligado a bajar de su auto, al bajar el teniente que le custodiaba le disparó y al ver el fin de Madero trató de huir, herido por el primer balazo, gritando "¡Socorro, me asesinan!", tras esto el teniente y los soldados que los acompañaban le dispararon.
La versión oficial del suceso fue: “Al llegar al tramo final del camino a la Penitenciaría, fueron atacados por un grupo armado, en medio del ataque los prisioneros trataron de huir por lo cual resultaron muertos”.
Los cadáveres, fueron enterrados en fosas en la parte trasera de la Penitenciaría, además se disparó contra los automóviles para confirmar la versión oficial de los hechos y al día siguiente se difundió la noticia.
Sin embargo irónicamente, Madero que no había conseguido en vida mantener unidos a los revolucionarios, se convirtió tras su muerte en símbolo contra el usurpador Victoriano Huerta, hasta que este fue derrocado.
Francisco Ignacio Madero Gonzalez, fue un político mexicano, cuya proclamación en contra del gobierno dictatorial de Porfirio Díaz, suele considerarse el inicio a la Revolución mexicana de 1910.
Elegido candidato a la presidencia, Madero fue encarcelado por orden del dictador en San Luis Potosí, bajo los cargos de conato de rebelión y ultraje a las autoridades.
De la cárcel se evadió a Texas, desde donde promulgó el “Plan de San Luis”, una llamada a las armas que provocaría la renuncia del presidente Díaz en 1911, seguida de una guerra civil de diez años en la que morirían más de un millón de mexicanos.
Una vez derrotado el dictador, se celebraron elecciones en las que triunfó Madero, que en sus quince meses de gobierno quiso reconciliar la Revolución con los restos del antiguo régimen, pero la división del movimiento revolucionario dio al traste con sus planes.
Su mandato se caracterizó porque, aunque estableció un régimen de libertades y democracia parlamentaria, no satisfizo las aspiraciones de cambio social de las masas revolucionarias y su gobierno, aún siendo democrático, se identificó poco con las clases marginadas, lo que provocaría varios alzamientos armados, entre el que destaca el del campesino Emiliano Zapata.
Ante estas rebeliones, el general Victoriano Huerta, comandante en jefe de las fuerzas que debían defender México, depuso a Madero y pese a la promesa de respetar su vida y facilitar su exilio a la isla de Cuba, le hizo asesinar simulando su fuga.
Madero fue trasladado al Palacio de Lecumberri, junto al vicepresidente y a su llegada se les informó que debían entrar por la puerta trasera, en ese momento Madero advierte que atrás no había ninguna puerta. Seguidamente los automóviles se detuvieron y se obligó a bajar a Madero y en cuanto bajó se le disparó en la cabeza, muriendo instantáneamente.
El vicepresidente Pino, también fue obligado a bajar de su auto, al bajar el teniente que le custodiaba le disparó y al ver el fin de Madero trató de huir, herido por el primer balazo, gritando "¡Socorro, me asesinan!", tras esto el teniente y los soldados que los acompañaban le dispararon.
La versión oficial del suceso fue: “Al llegar al tramo final del camino a la Penitenciaría, fueron atacados por un grupo armado, en medio del ataque los prisioneros trataron de huir por lo cual resultaron muertos”.
Los cadáveres, fueron enterrados en fosas en la parte trasera de la Penitenciaría, además se disparó contra los automóviles para confirmar la versión oficial de los hechos y al día siguiente se difundió la noticia.
Sin embargo irónicamente, Madero que no había conseguido en vida mantener unidos a los revolucionarios, se convirtió tras su muerte en símbolo contra el usurpador Victoriano Huerta, hasta que este fue derrocado.
viernes, 22 de febrero de 2019
“La Colmena”, una de las mejores novelas españolas contemporaneas
Tal día como hoy, 22 de febrero del año 1951, Camilo José Cela publicó en Argentina una de sus obras cumbre: “La Colmena”. La censura franquista mantuvo la novela durante años en un cajón, al no tolerar las abundantes alusiones al sexo y el ambiente homosexual y carcelario.
La novela, no pudo publicarse en España hasta el 1955, a pesar de que el autor era protegido de Juan Aparicio, un influyente político del régimen, pero el nombramiento de Manuel Fraga y la insistencia de Cela, conllevaron la autorización de la primera edición española, incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX, según el periódico “El Mundo”
La novela está compuesta de seis capítulos y un epílogo, que desarrollan episodios que están mezclados con otros que ocurren simultáneamente, de forma que el argumento se rompe en multitud de pequeñas anécdotas, que conforma un conjunto de vidas cruzadas, como si fueran las celdas de una colmena.
La trama se desarrolla en Madrid en 1943, en plena posguerra, basada en un espacio reducido pero con bastantes personajes que intervienen poco en el transcurso de la obra y dan una visión social general y entre los personajes que aparecen, escasean los de las clases más acomodadas y los de la clase obrera y sectores marginados, predominando la clase media baja y la pequeña burguesía, venida a menos.
El autor, interviene de dos formas contradictorias; en la mayoría de los casos, se limita a mostrar y describir desde fuera, sin penetrar en el interior de los personajes, aunque otras veces, sin embargo, adopta una actitud omnisciente y comenta con ironía las actitudes de tales personajes.
La colmena, fue examinada por la censura civil y eclesiástica. La primera por parte del poeta Leopoldo Panero, que aconsejó su publicación, y la segunda por el cura Andrés de Lucas Casla, que hizo un informe muy crítico y desfavorable que prevaleció, y por eso la obra tuvo que imprimirse en Buenos Aires en 1951 con algunos pasajes censurados también allí, por el peronismo.
Finalmente pudo publicarse en España en 1955 sin pasajes censurados, sobre todo los referidos a su contenido sexual explícito y escabroso.
La obra de Cela desde el principio, y sin necesidad de someterse a ningún control ideológico, supo separarse de la España oficial y escribir unas obras críticas que pusieron de manifiesto el desánimo y la miseria económica y social, en que había sumido al país el nuevo régimen.
Aunque Cela tiene interés por presentar su obra como testimonio, no se limita a registrar unos hechos, sino que realiza una importante elaboración literaria.
La película "La colmena" dirigida por Mario Camus en 1982, relata la historia de esta novela, ambientada en el Madrid de la posguerra, en donde la población sufre las consecuencias de la Guerra Civil y un grupo de tertulianos se reúnen todos los días en el café "La delicia".
La Colmena (Trailer y secuencias ): https://www.youtube.com/watch?v=MlCf33ruSCk
La novela, no pudo publicarse en España hasta el 1955, a pesar de que el autor era protegido de Juan Aparicio, un influyente político del régimen, pero el nombramiento de Manuel Fraga y la insistencia de Cela, conllevaron la autorización de la primera edición española, incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX, según el periódico “El Mundo”
La novela está compuesta de seis capítulos y un epílogo, que desarrollan episodios que están mezclados con otros que ocurren simultáneamente, de forma que el argumento se rompe en multitud de pequeñas anécdotas, que conforma un conjunto de vidas cruzadas, como si fueran las celdas de una colmena.
La trama se desarrolla en Madrid en 1943, en plena posguerra, basada en un espacio reducido pero con bastantes personajes que intervienen poco en el transcurso de la obra y dan una visión social general y entre los personajes que aparecen, escasean los de las clases más acomodadas y los de la clase obrera y sectores marginados, predominando la clase media baja y la pequeña burguesía, venida a menos.
El autor, interviene de dos formas contradictorias; en la mayoría de los casos, se limita a mostrar y describir desde fuera, sin penetrar en el interior de los personajes, aunque otras veces, sin embargo, adopta una actitud omnisciente y comenta con ironía las actitudes de tales personajes.
La colmena, fue examinada por la censura civil y eclesiástica. La primera por parte del poeta Leopoldo Panero, que aconsejó su publicación, y la segunda por el cura Andrés de Lucas Casla, que hizo un informe muy crítico y desfavorable que prevaleció, y por eso la obra tuvo que imprimirse en Buenos Aires en 1951 con algunos pasajes censurados también allí, por el peronismo.
Finalmente pudo publicarse en España en 1955 sin pasajes censurados, sobre todo los referidos a su contenido sexual explícito y escabroso.
La obra de Cela desde el principio, y sin necesidad de someterse a ningún control ideológico, supo separarse de la España oficial y escribir unas obras críticas que pusieron de manifiesto el desánimo y la miseria económica y social, en que había sumido al país el nuevo régimen.
Aunque Cela tiene interés por presentar su obra como testimonio, no se limita a registrar unos hechos, sino que realiza una importante elaboración literaria.
La película "La colmena" dirigida por Mario Camus en 1982, relata la historia de esta novela, ambientada en el Madrid de la posguerra, en donde la población sufre las consecuencias de la Guerra Civil y un grupo de tertulianos se reúnen todos los días en el café "La delicia".
La Colmena (Trailer y secuencias ): https://www.youtube.com/watch?v=MlCf33ruSCk
jueves, 21 de febrero de 2019
La operación “Semana Grande”, en la II Guerra Mundial
Tal día como hoy 21 de febrero de 1944 la aviación estadounidense inicia un bombardeo intensivo sobre las fábricas de armamento alemanas en la llamada operación "Semana Grande".
La Luftwaffe fue desde sus comienzos un arma ofensiva, pues los alemanes no habían previsto la necesidad de proteger su espacio aéreo, ni incluso después de haber sido forzados a ponerse a la defensiva durante el invierno de 1942-1943.
Por lo tanto, siguieron fabricando aviones de bombardeo, hasta que por último se dio prioridad a la aviación de caza y la defensa se convirtió en su principal objetivo.
En 1943, en vista del rápido deterioro de la posición militar alemana, se vieron obligados a dedicar cada vez más unidades a misiones de defensa y como consecuencia de ello, en 1943, los Aliados había sufrido tantas pérdidas que hicieron una suspensión temporal de sus incursiones.
En febrero de 1944, los norteamericanos lanzaron una ofensiva aérea que llegó a conocerse como "Semana Grande", pues si lograban la superioridad aérea, la invasión de Europa podría realizarse, y tras esta operación, el dominio del cielo había pasado irrevocablemente al lado de los Aliados.
Durante la "Semana Grande", entró en combate el caza P-51 Mustang, uno de los mejores de la guerra, cuyo número aumentó sin cesar y los alemanes se vieron cada más, reducidos a situaciones defensivas, de forma definitiva.
A partir de esa fecha la Luftwaffe fue sometida a una enorme presión y las pérdidas de sus mejores pilotos de caza se hicieron insoportables, por lo que el día del desembarco de Normandía, no era ni sombra de lo que fue.
Pese a la posterior entrada en servicio, de los revolucionarios aviones a reacción de la Luftwaffe, la suerte de la guerra, estaba ya decidida.
miércoles, 20 de febrero de 2019
La sangrienta Batalla de Iwo Jima
Tal día como hoy 20 de febrero de 1945 en Japón, se inicia la “Batalla de Iwo Jima”.
Este fue uno de los combates más sangrientos de la Segunda Guerra Mundial, entre el ejército de los Estados Unidos y el Imperio del Japón, en la isla de Iwo Jima.
Los japoneses habían construido defensas, trincheras y fortines camuflados tanto en las pocas zonas llanas como en las montañosas de la isla, y diseñaron una red de galerías y refugios donde protegerse de los bombardeos.
Para el asalto se reunió una escuadra de cerca de 500 navíos con 250.000 hombres, de los cuales 70.000 eran marines veteranos de la guerra del Pacífico, frente a poco más de 20.000 soldados japoneses.
La operación bautizada como "Aislamiento", preveía tomar la isla en 10 días, pero a los 34 días de batalla, se habían registrado por primera vez en el conflicto más bajas estadounidenses que japonesas.
El 25 de marzo de 1945, un grupo de unos 200 soldados japoneses supervivientes, se lanzaron en una “Carga Banzai” contra los estadounidenses enfrentándose en cuerpo a cuerpo, lo cual supuso la muerte de todos ellos y de 100 muertos y 200 heridos entre los estadounidenses.
Al día siguiente, el mando de los EE.UU. declaró la isla bajo su control definitivo, registrándose 24.480 bajas norteamericanas y 20.703 japoneses, con solo 216 supervivientes.
La extraordinaria resistencia japonesa, inclinó la balanza a favor del lanzamiento de las bombas atómicas para evitar millares de bajas aliadas y aunque el general Eisenhower consideró que Japón estaba ya derrotado, nadie le hizo caso.
Posteriormente, todo demostraría que el gobierno japones pensaba que la única alternativa era terminar la guerra, pero tal vez por motivos de prestigio o para mostrar al mundo su nueva arma, Estado Unidos dejó caer dos bombas atómicas sobre japón.
Este fue uno de los combates más sangrientos de la Segunda Guerra Mundial, entre el ejército de los Estados Unidos y el Imperio del Japón, en la isla de Iwo Jima.
Los japoneses habían construido defensas, trincheras y fortines camuflados tanto en las pocas zonas llanas como en las montañosas de la isla, y diseñaron una red de galerías y refugios donde protegerse de los bombardeos.
Para el asalto se reunió una escuadra de cerca de 500 navíos con 250.000 hombres, de los cuales 70.000 eran marines veteranos de la guerra del Pacífico, frente a poco más de 20.000 soldados japoneses.
La operación bautizada como "Aislamiento", preveía tomar la isla en 10 días, pero a los 34 días de batalla, se habían registrado por primera vez en el conflicto más bajas estadounidenses que japonesas.
El 25 de marzo de 1945, un grupo de unos 200 soldados japoneses supervivientes, se lanzaron en una “Carga Banzai” contra los estadounidenses enfrentándose en cuerpo a cuerpo, lo cual supuso la muerte de todos ellos y de 100 muertos y 200 heridos entre los estadounidenses.
Al día siguiente, el mando de los EE.UU. declaró la isla bajo su control definitivo, registrándose 24.480 bajas norteamericanas y 20.703 japoneses, con solo 216 supervivientes.
La extraordinaria resistencia japonesa, inclinó la balanza a favor del lanzamiento de las bombas atómicas para evitar millares de bajas aliadas y aunque el general Eisenhower consideró que Japón estaba ya derrotado, nadie le hizo caso.
Posteriormente, todo demostraría que el gobierno japones pensaba que la única alternativa era terminar la guerra, pero tal vez por motivos de prestigio o para mostrar al mundo su nueva arma, Estado Unidos dejó caer dos bombas atómicas sobre japón.
martes, 19 de febrero de 2019
El atentado contra el dictador Rafael Videla
Tal día como hoy 18 de febrero de 1977, el dictador argentino Rafael Videla resultó ileso de un atentado, al estallar una bomba junto a su avión.
La “Operación Gaviota” fue un intento de asesinato dirigido contra el dictador argentino, por parte de la organización guerrillera Ejército Revolucionario del Pueblo y ejecutado por miembros del grupo en el aeropuerto Jorge Newbery.
El procedimiento fue la colocacion de cargas explosivas en las canalizaciones, bajo las pistas de despegue, que serían detonadas por control remoto por alguien situado en la costa que -simulando ser un pescador- lo acionaría cuando el avión pasara sobre la posición.
El 24 de Marzo, Videla y otros jerarcas del régimen, embarcaron en el avión, pero la carga principal falló y sólo detonó la segunda situada a unos 15 metros al costado de la pista y, aunque la onda expansiva provocó una sacudida al avión, no causó ningún daño de consideración que impidiera realizar el despegue.
Los organizadores del atentado “Ejército Revolucionario del Pueblo” era una guerrilla marxista-leninista cuyo objetivo era reemplazar el sistema capitalista argentino por uno comunista.
La explosión dejó un cráter de 5 metros de diámetro y el periódico clandestino “Estrella Roja”, publicó un comunicado de la organización:
“Parte de Guerra al pueblo argentino,18 de febrero de 1977: En el día de la fecha, la unidad especial del ERP procedió a hacer detonar una carga explosiva debajo de la pista principal del Aeropuerto Jorge Newbery con el objetivo de destruir el avión presidencial y al asesino Videla.
Por causas de orden técnico no se logró el objetivo El brazo de la justicia popular es largo y sabe ajustar cuentas con los asesinos y torturadores. El puño de acero de la vanguardia armada del pueblo sabrá luchar hasta lograr el triunfo total sobre la más bárbara y sangrienta dictadura militar que jamás haya soportado nuestro país.”
Tras la recuperación de la democracia en 1983, Rafael Videla, en diciembre de 2010, fue condenado a prisión perpetua por el caso de los fusilamientos en la Unidad Penitenciaria de San Martín, y el 5 de julio de 2012, fue de nuevo condenado a 50 años de prisión, por encontrarlo autor penalmente responsable, de los delitos de sustracción, retención y ocultamiento de bebés y niños durante la dictadura.
Murió en prisión en el penal de Marcos Paz, de Argentina, el 17 de mayo de 2013.
La “Operación Gaviota” fue un intento de asesinato dirigido contra el dictador argentino, por parte de la organización guerrillera Ejército Revolucionario del Pueblo y ejecutado por miembros del grupo en el aeropuerto Jorge Newbery.
El procedimiento fue la colocacion de cargas explosivas en las canalizaciones, bajo las pistas de despegue, que serían detonadas por control remoto por alguien situado en la costa que -simulando ser un pescador- lo acionaría cuando el avión pasara sobre la posición.
El 24 de Marzo, Videla y otros jerarcas del régimen, embarcaron en el avión, pero la carga principal falló y sólo detonó la segunda situada a unos 15 metros al costado de la pista y, aunque la onda expansiva provocó una sacudida al avión, no causó ningún daño de consideración que impidiera realizar el despegue.
Los organizadores del atentado “Ejército Revolucionario del Pueblo” era una guerrilla marxista-leninista cuyo objetivo era reemplazar el sistema capitalista argentino por uno comunista.
La explosión dejó un cráter de 5 metros de diámetro y el periódico clandestino “Estrella Roja”, publicó un comunicado de la organización:
“Parte de Guerra al pueblo argentino,18 de febrero de 1977: En el día de la fecha, la unidad especial del ERP procedió a hacer detonar una carga explosiva debajo de la pista principal del Aeropuerto Jorge Newbery con el objetivo de destruir el avión presidencial y al asesino Videla.
Por causas de orden técnico no se logró el objetivo El brazo de la justicia popular es largo y sabe ajustar cuentas con los asesinos y torturadores. El puño de acero de la vanguardia armada del pueblo sabrá luchar hasta lograr el triunfo total sobre la más bárbara y sangrienta dictadura militar que jamás haya soportado nuestro país.”
Tras la recuperación de la democracia en 1983, Rafael Videla, en diciembre de 2010, fue condenado a prisión perpetua por el caso de los fusilamientos en la Unidad Penitenciaria de San Martín, y el 5 de julio de 2012, fue de nuevo condenado a 50 años de prisión, por encontrarlo autor penalmente responsable, de los delitos de sustracción, retención y ocultamiento de bebés y niños durante la dictadura.
Murió en prisión en el penal de Marcos Paz, de Argentina, el 17 de mayo de 2013.
lunes, 18 de febrero de 2019
Giordano Bruno y el Papa Clemente VIII
Tal día como hoy 17 de febrero de 1600, la Inquisición de Roma, quema vivo al matemático, poeta y astrónomo italiano, nacido en Nápoles, Giordano Bruno.
Las teorías cosmológicas de Giordano, sostenían que el Sol era solo una estrella más y que el universo había de contener un infinito número de mundos habitados, lo cual difería de la visión sostenida por la Iglesia católica, que mantenía que la tierra era el único mundo habitado.
Sin embargo, en 1600 no había postura oficial de la Iglesia sobre esto y no era por tanto una herejía decirlo, por lo que Giordano fue quemado en la hoguera como hereje, y no por sus escritos en apoyo de la cosmología de Copérnico.
Él afirmaba, entre otras cosas, que Cristo no era Dios, sino solo un mago excepcionalmente hábil o que el diablo se salvaría al final de los tiempos, por lo cual en 1576 fue acusado de desviarse de la doctrina religiosa.
En enero de 1593 se le encarceló, estando durante ocho años en los calabozos de la inquisición mientras se disponía el juicio, por blasfemia, herejía e inmoralidad y sobre los múltiples sistemas solares y la infinitud del universo.
Giordano Bruno se reafirmó en sus ideas y el Papa Clemente VIII, ordenó que fuera entregado a las autoridades seculares, con sentencia en que se le declaraba herético, impenitente, pertinaz y obstinado, siendo expulsado de la Iglesia y quemados sus trabajos en público.
No fue, sin embargo, la afirmación de que el sol fuera solo una estrella el motivo de la condena, ni que hubiese vida en otros planetas, sino el hecho de la existencia de “otros Papas”.
Este tema, no pudo ser admitido por Clemente VIII, ya que - según razonaba su santidad - él era único Papa en el universo y al admitir Giordano que existían otros mundos, también debía haber en esos planetas otros Papas, lo cual era, para él, de todo punto inadmisible.
Quizás por eso, se cambió el “protocolo”, pues siempre se mataba al hereje y después se quemaba su cuerpo y en este caso Giordano fue quemado vivo.
Menos mal que su “santidad”, se llamaba “Clemente”...
Las teorías cosmológicas de Giordano, sostenían que el Sol era solo una estrella más y que el universo había de contener un infinito número de mundos habitados, lo cual difería de la visión sostenida por la Iglesia católica, que mantenía que la tierra era el único mundo habitado.
Sin embargo, en 1600 no había postura oficial de la Iglesia sobre esto y no era por tanto una herejía decirlo, por lo que Giordano fue quemado en la hoguera como hereje, y no por sus escritos en apoyo de la cosmología de Copérnico.
Él afirmaba, entre otras cosas, que Cristo no era Dios, sino solo un mago excepcionalmente hábil o que el diablo se salvaría al final de los tiempos, por lo cual en 1576 fue acusado de desviarse de la doctrina religiosa.
En enero de 1593 se le encarceló, estando durante ocho años en los calabozos de la inquisición mientras se disponía el juicio, por blasfemia, herejía e inmoralidad y sobre los múltiples sistemas solares y la infinitud del universo.
Giordano Bruno se reafirmó en sus ideas y el Papa Clemente VIII, ordenó que fuera entregado a las autoridades seculares, con sentencia en que se le declaraba herético, impenitente, pertinaz y obstinado, siendo expulsado de la Iglesia y quemados sus trabajos en público.
No fue, sin embargo, la afirmación de que el sol fuera solo una estrella el motivo de la condena, ni que hubiese vida en otros planetas, sino el hecho de la existencia de “otros Papas”.
Este tema, no pudo ser admitido por Clemente VIII, ya que - según razonaba su santidad - él era único Papa en el universo y al admitir Giordano que existían otros mundos, también debía haber en esos planetas otros Papas, lo cual era, para él, de todo punto inadmisible.
Quizás por eso, se cambió el “protocolo”, pues siempre se mataba al hereje y después se quemaba su cuerpo y en este caso Giordano fue quemado vivo.
Menos mal que su “santidad”, se llamaba “Clemente”...
domingo, 17 de febrero de 2019
La ópera Madame Butterfly, una historia real
Giacomo Puccini, investigaba los ambientes en los que situaría sus óperas y el caso de Madame Butterfly, además de haber sido profundamente estudiado por el compositor, fue motivo de una enorme admiración.
Para conocer los personajes con los que iba a trabajar, Puccini sostuvo largas conversaciones con una actriz japonesa que estuvo en Milán, y con la esposa del Embajador japonés en Italia y con los datos que resultaron de aquellas pesquisas, Puccini obtuvo lo que más le impresionó: Madame Butterfly había existido en la vida real.
Los habitantes de Nagasaki eran partidarios de que se recordara su ciudad como la tierra natal de Butterfly, y no solo como la que fue arrasada por la bomba atómica.
Se cuenta que la verdadera Madame Butterfly, llevaba por nombre Tojin Okitchi y había nacido en Nagasaki en 1838, siendo educada como geisha, fue muy famosa por sus encantos y cuando contaba con dieciocho años de edad le fue presentada a Towsend Harrys, que según parece fue el primer norteamericano que obtuvo permiso para residir en el Japón, ya que hasta 1853 el imperio japones no admitía la presencia de extranjeros en sus territorios.
Tojin Okitchi, debió entregarse a Harrys sin sentir absolutamente ninguna atracción por él, ya que al parecer, incluso le pareció repulsivo por su gran estatura y sus cabellos rojizos, pero este quedó prendado de la adolescente y se estableció con ella en una casita de bambú, donde tuvieron una niña.
Towsend, era entonces el Cónsul norteamericano en Shimoda, pero cuando cesaron sus funciones debió regresar a los Estados Unidos y ni su hija ni su esposa temporal, viajaron con él a los Estados Unidos.
Para entonces la geisha amaba al norteamericano, pero él, sin el valor suficiente para enfrentarse a los prejuicios raciales en su país, la dejó abandonada, motivo por el cual, Tojin Okitchi se quitó la vida lanzándose al río en 1859, cuando contaba tan solo veintiún años de edad.
Fue durante el mes de agosto de 1945, cuando la Humanidad sufrió, en Hiroshima y Nagasaki, uno de los golpes más cruentos de la Era Moderna. Dos bombas atómicas, lanzadas por la aviación norteamericana, sepultaron las dos ciudades y miles de personas perdieron la vida en ese acto.
El drama humano que se nos presenta en la escena de Butterfly, a la vista de fechas luctuosas como el 6 y el 9 de agosto, puede que propicie el que podamos descubrir nuevos y más subliminales mensajes en la obra, y que tal vez podamos también, extrapolarla a la vida real.
Esta historia se ha vuelto un clásico universal siendo adaptada a varios filmes, obras e inclusive más adelante a un musical de Broadway ambientada en el conflicto bélico USA-Vietnam, llamado “Miss Saigon”.
Madame Butterfly: https://www.youtube.com/watch?v=sdAAlKJsj7g
sábado, 16 de febrero de 2019
La masacre de My Lai
Tal día como hoy 16 de febrero de 1968, durante la Guerra de Vietnam, tuvo lugar la Masacre de My Lai, en la que una unidad del Ejército de Estados Unidos, liderada por el teniente William Laws Calley, arrasó los poblados de la zona My Lai, violando y asesinando a todos sus habitantes, entre los que se encontraban niños, mujeres y ancianos.
El 16 de marzo de 1968 las tropas de Estados Unidos lanzaron una operación en esta región, en la búsqueda de vietcongs y al teniente William Laws Calley y su sección le fue asignada la zona My Lai, en la que durante cuatro horas, Calley y sus hombres violaron a las mujeres y las niñas, mataron el ganado y prendieron fuego a las casas hasta dejar el poblado arrasado por completo.
Para terminar, reunieron a los supervivientes en una acequia y Calley disparó su arma contra ellos y ordenó a sus hombres que hicieran lo mismo hasta matar a todos los habitantes de la zona, ancianos, mujeres y niños, que se estima debieron ser entre 347 y 504.
Unos días después, el Ejército norteamericano facilitó información oficial, donde admitía unos 120 muertos, de los cuales 90 eran vietcong no civiles y 30 vietcong civiles, pero sólo se habían incautado tres armas del vietcong.
La masacre de My Lai, no fue la única, pero si la que más escándalo provocó en Estados Unidos y el mundo, cuando se evidenció que Calley era un oficial poco preparado y no apto para el mando, y como no supo aguantar las presiones y críticas de sus superiores, decidió cometer una matanza y hacer ver a los asesinados como enemigos abatidos.
Pero el sistema estadounidense para marcar objetivos contribuyó mucho a casos como éste ya que la selección de oficiales se hacía sobre el material humano disponible y no sobre el necesario para el mando.
No hubo cobertura de prensa de la masacre hasta que el editor Seymour Hersh, finalmente emitió la noticia el 13 de noviembre de 1969 y una semana más tarde se publicaron fotos del hecho.
Finalmente, solo 23 personas fueron condenadas por los tribunales militares y el teniente Calley fue juzgado y condenado, pero sólo permaneció tres años bajo arresto domiciliario y fue indultado por el presidente Richard Nixon.
Un acto de este tipo, que recordaba los cometidos por los nazis, daba la razón a los estadounidenses pacifistas, que sostenían que la guerra de Vietnam no era una guerra justa y que sus exigencias, se fundaban en actos reales y mucho más numerosos de lo que se declaraba oficialmente.
Años después, el ejército norteamericano utilizó la matanza de My Lai como ejemplo, para ilustrar los errores en los que se puede caer y cómo evitarlos en sucesivas actuaciones.
El 16 de marzo de 1968 las tropas de Estados Unidos lanzaron una operación en esta región, en la búsqueda de vietcongs y al teniente William Laws Calley y su sección le fue asignada la zona My Lai, en la que durante cuatro horas, Calley y sus hombres violaron a las mujeres y las niñas, mataron el ganado y prendieron fuego a las casas hasta dejar el poblado arrasado por completo.
Para terminar, reunieron a los supervivientes en una acequia y Calley disparó su arma contra ellos y ordenó a sus hombres que hicieran lo mismo hasta matar a todos los habitantes de la zona, ancianos, mujeres y niños, que se estima debieron ser entre 347 y 504.
Unos días después, el Ejército norteamericano facilitó información oficial, donde admitía unos 120 muertos, de los cuales 90 eran vietcong no civiles y 30 vietcong civiles, pero sólo se habían incautado tres armas del vietcong.
La masacre de My Lai, no fue la única, pero si la que más escándalo provocó en Estados Unidos y el mundo, cuando se evidenció que Calley era un oficial poco preparado y no apto para el mando, y como no supo aguantar las presiones y críticas de sus superiores, decidió cometer una matanza y hacer ver a los asesinados como enemigos abatidos.
Pero el sistema estadounidense para marcar objetivos contribuyó mucho a casos como éste ya que la selección de oficiales se hacía sobre el material humano disponible y no sobre el necesario para el mando.
No hubo cobertura de prensa de la masacre hasta que el editor Seymour Hersh, finalmente emitió la noticia el 13 de noviembre de 1969 y una semana más tarde se publicaron fotos del hecho.
Finalmente, solo 23 personas fueron condenadas por los tribunales militares y el teniente Calley fue juzgado y condenado, pero sólo permaneció tres años bajo arresto domiciliario y fue indultado por el presidente Richard Nixon.
Un acto de este tipo, que recordaba los cometidos por los nazis, daba la razón a los estadounidenses pacifistas, que sostenían que la guerra de Vietnam no era una guerra justa y que sus exigencias, se fundaban en actos reales y mucho más numerosos de lo que se declaraba oficialmente.
Años después, el ejército norteamericano utilizó la matanza de My Lai como ejemplo, para ilustrar los errores en los que se puede caer y cómo evitarlos en sucesivas actuaciones.
viernes, 15 de febrero de 2019
El Danubio azul, el vals de los valses
Tal día como hoy 15 de febrero de 1867, se estrena en Viena “El Danubio azul”, del compositor austriaco Johann Strauss.
Pocos días antes, habían pedido a Strauss un vals coral "vivo y alegre" para los carnavales de aquel año y pronto terminó el encargo, del que sería el más famoso y popular de sus cuatrocientos valses.
En aquella época, Viena estaba sumida en el pesimismo como consecuencia de la derrota de Austria a manos de Prusia en la llamada “Guerra de las Siete Semanas” de 1866.
Curiosamente, el encargado de escribir la letra del vals fue el comisario de Policía, Josef Weyl, que, aprovechó la oportunidad para manifestar sus sentimientos políticos, lo cual no fue del agrado de los componentes del coro que protestaron ruidosamente cuando tuvieron que ensayar la canción.
Su indignación se trasladó también a la música y cuando el día 15 de febrero de 1867, el vals se estrenó, no pasó de tener un éxito discreto, por lo que Strauss expreso su decepción a su hermano.
No obstante poco después cuando en el verano del mismo año, el propio Strauss dirigió el vals sin coro, el éxito fue enorme y rápidamente alcanzó gran popularidad.
Invitado por el Príncipe de Gales, lo dirigió también en Inglaterra, donde fue ejecutado en seis conciertos del Covent Garden y pocas semanas después, se editaba para todo el mundo un millón de ejemplares de la partitura impresa.
Las planchas de cobre que se utilizaban para la impresión musical, sólo podían utilizarse para 10.000 ejemplares, por lo que fue necesario grabar cien planchas para la edición de El bello Danubio azul, un récord en la época.
Hoy, El Danubio Azul es considerada una de las piezas más populares de la música clásica y se ha convertido en el segundo himno nacional austriaco y pieza indiscutible del Concierto de Año Nuevo de Viena.
En hispanoamérica es tradicional en las fiestas de boda bailar un vals, siendo El Danubio Azul la pieza más frecuente y la más solicitada.
El vals Danubio Azul: https://www.youtube.com/watch?v=saJ1AVxkFXc
jueves, 14 de febrero de 2019
Historia del día de San Valentín
Tal día como hoy 14 de febrero y desde mediados
del siglo XIX se viene celebrado en el mundo occidental el “Día de
San Valentín”.
Muchos piensan que San Valentín surgió por el
interés de los grandes centros comerciales, pero su origen se
remonta a la época del Imperio Romano, ya que el santo cuya
festividad se celebra en la fecha conocida hoy como Día de San
Valentín, fue posiblemente uno de los mártires ejecutados en el año
270 durante el reinado del Emperador Claudio II.
San Valentín era un sacerdote, que ejercía en
Roma en época del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la
celebración de matrimonios entre jóvenes, porque en su opinión los
solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos
ataduras.
Valentín, habría sido ejecutado un 14 de febrero
al no querer renunciar al cristianismo y haber casado a parejas en
secreto después que el matrimonio fuese prohibido.
Sin embargo, muchas de las leyendas que lo rodean
actualmente fueron probablemente inventadas durante la Edad Media,
cuando el día festivo del 14 de febrero empezó a ser asociado con
el amor , aunque otras leyendas dicen, que es el patrono de los
enamorados porque su fiesta coincide con el momento del año en que
los pájaros empiezan a emparejarse.
En Estados Unidos hacia 1840, se comenzaron a
vender las primeras tarjetas postales de San Valentín, conocidas
como “valentines”, con símbolos como la forma de un corazón o
Cupido con sus flechas de amor y actualmente debido al auge de
Internet, se ha extendido la costumbre de intercambiar postales
virtuales.
El Día de San Valentín es típicamente
occidental, pues se remonta a la Europa romano - germánica desde
donde pasaría a los Estados Unidos y desde allí a gran parte del
mundo, habiéndose extendido también recientemente por otros países,
como China, Japón y Taiwán.
miércoles, 13 de febrero de 2019
Mata Hari, historia de una espía legendaria
Tal día como hoy 13 de febrero de 1917, el servicio de espionaje francés detuvo en un hotel de París a “Mata Hari”, la famosa bailarina, cortesana y espía holandesa. El 15 de octubre de ese mismo año, Margarita Zelle, “Mata Hari”, fue declarada culpable, condenada a muerte y ejecutada por fusilamiento tras trabajar a favor de Alemania durante la Primera Guerra Mundial.
Pocos espías han despertado tanta fascinación como Mata Hari, la legendaria bailarina holandesa de nacimiento, que vivió en Java en su juventud, donde había sido destinado su marido, un militar más de veinte años mayor que ella y de donde trajo, a su vuelta a Europa, los bailes exóticos que la hicieron famosa y su mítico seudónimo: matahari significa, en malayo, “ojo del día” o “Sol.”
Nació en Leeuwarden – Holanda -, hija de un sombrerero y a los 18 años se casó con Campbell MacLeod, un capitán de 39 años con el que se marchó a vivir a Indonesia, entonces colonia holandesa, donde él estaba destinado.
Allí tuvo dos hijos y sufrió las penurias de un marido borracho, pero también conoció la fascinación de Oriente y los secretos de las danzas javanesas, que le serían muy útiles tras el naufragio de su matrimonio y la muerte de uno de sus hijos, que la empujaron a volver a Europa en 1902.
Amparada en su exótico físico, se inventó una identidad y se lanzó al espectáculo en París como Mata Hari, especializada en danzas eróticas y pronto creció su fama y frecuentó a hombres ricos, políticos y militares que formaron su interminable lista de amantes, conociendo todas las ciudades de Europa y no pocos secretos de política gracias a confidencias de alcoba.
El estallido de la guerra en julio de 1914, la sorprendió bailando en Berlín y al parecer, aprovechó su agenda de conocidos en ambos bandos para ofrecer sus servicios al jefe del espionaje alemán, con la esperanza de poder volver a Holanda, con sus pertenencias a salvo.
Sus actividades en Madrid - donde en 1915 se veía con un oficial alemán - despertaron las sospechas de la inteligencia aliada, que empezó a vigilarla y cuando en 1916, volvió a París, el espionaje francés, que andaba tras sus pasos, le ofreció trabajar como agente doble para Francia.
Nuevamente en Madrid siguió espiando para la embajada alemana como la agente H-21, pero sus mensajes fueron interceptados por la inteligencia francesa que la tendió una trampa para que regresara a Francia y el 13 de febrero de 1917 fue arrestada y sometida a juicio, donde se la condenó a muerte acusada de aprovechar sus relaciones íntimas para trabajar como agente de Alemania.
La acusación de espionaje para Alemania, se basó en indicios tan débiles que una asociación de su ciudad natal, solicitó póstumamente - sin éxito- la revisión del caso al gobierno francés y ella misma lo negó con una célebre frase: "Una ramera, sí, pero una traidora, ¡jamás!", alegando que se acostaba con militares por placer, y no por deber.
El 15 de octubre de 1917 fue fusilada en Vincennes al amanecer, se negó a que le vendaran los ojos y antes de recibir la descarga lanzó un beso a los soldados del pelotón. Tenía 41 años y su cuerpo nunca fue reclamado por ningún familiar.
Pocos espías han despertado tanta fascinación como Mata Hari, la legendaria bailarina holandesa de nacimiento, que vivió en Java en su juventud, donde había sido destinado su marido, un militar más de veinte años mayor que ella y de donde trajo, a su vuelta a Europa, los bailes exóticos que la hicieron famosa y su mítico seudónimo: matahari significa, en malayo, “ojo del día” o “Sol.”
Nació en Leeuwarden – Holanda -, hija de un sombrerero y a los 18 años se casó con Campbell MacLeod, un capitán de 39 años con el que se marchó a vivir a Indonesia, entonces colonia holandesa, donde él estaba destinado.
Allí tuvo dos hijos y sufrió las penurias de un marido borracho, pero también conoció la fascinación de Oriente y los secretos de las danzas javanesas, que le serían muy útiles tras el naufragio de su matrimonio y la muerte de uno de sus hijos, que la empujaron a volver a Europa en 1902.
Amparada en su exótico físico, se inventó una identidad y se lanzó al espectáculo en París como Mata Hari, especializada en danzas eróticas y pronto creció su fama y frecuentó a hombres ricos, políticos y militares que formaron su interminable lista de amantes, conociendo todas las ciudades de Europa y no pocos secretos de política gracias a confidencias de alcoba.
El estallido de la guerra en julio de 1914, la sorprendió bailando en Berlín y al parecer, aprovechó su agenda de conocidos en ambos bandos para ofrecer sus servicios al jefe del espionaje alemán, con la esperanza de poder volver a Holanda, con sus pertenencias a salvo.
Sus actividades en Madrid - donde en 1915 se veía con un oficial alemán - despertaron las sospechas de la inteligencia aliada, que empezó a vigilarla y cuando en 1916, volvió a París, el espionaje francés, que andaba tras sus pasos, le ofreció trabajar como agente doble para Francia.
Nuevamente en Madrid siguió espiando para la embajada alemana como la agente H-21, pero sus mensajes fueron interceptados por la inteligencia francesa que la tendió una trampa para que regresara a Francia y el 13 de febrero de 1917 fue arrestada y sometida a juicio, donde se la condenó a muerte acusada de aprovechar sus relaciones íntimas para trabajar como agente de Alemania.
La acusación de espionaje para Alemania, se basó en indicios tan débiles que una asociación de su ciudad natal, solicitó póstumamente - sin éxito- la revisión del caso al gobierno francés y ella misma lo negó con una célebre frase: "Una ramera, sí, pero una traidora, ¡jamás!", alegando que se acostaba con militares por placer, y no por deber.
El 15 de octubre de 1917 fue fusilada en Vincennes al amanecer, se negó a que le vendaran los ojos y antes de recibir la descarga lanzó un beso a los soldados del pelotón. Tenía 41 años y su cuerpo nunca fue reclamado por ningún familiar.
martes, 12 de febrero de 2019
Conchita Piquer, un alma libre
Tal día como hoy 12 de febrero de 1927, tras volver de América, debuta en Barcelona la cantante española Concha Piquer.
Fue una de las figuras más relevantes de la copla, con interpretaciones clave como: "Ojos verdes", "Tatuaje", "Y sin embargo, te quiero", "Suspiros de España" y otras.
A los 11 años hizo su debut en un teatro de Valencia y cuando tenía sólo 16 años inicio su estancia en Estados Unidos donde pasó cinco años cantando en Broadway y en 1923, realizó un cortometraje sonoro que cuando fue encontrado en 2010, resultó ser la primera filmación sonora de la historia.
A su regreso a España, actuó en Madrid y Barcelona y en 1933 contrajo matrimonio con el torero Antonio Márquez, padre de su hija Concha Márquez Piquer.
Tras perder la voz un día en el escenario decidió retirarse para siempre, mientras Valencia le dedicó una calle y convirtió en museo su propia casa.
Doña Concha Piquer falleció el 11 de diciembre del 1990 y antes había dado instrucciones a su única hija sobre su entierro: “Conchin, que me pongas en un ataúd donde no entren bichos y vestidme con el traje de La Parrala...”
Nos ha quedado una muestra de su modernidad, al hacer algo que por aquel entonces era considerado como un pecado mortal para cualquier española, la Piquer, soltera, se quedó embarazada, sin que ella escondiese jamás su estado.
Su hija no sería reconocida en España, e hizo coincidir su parto con una actuación y viaje a Argentina, donde gozaba de la amistad de personalidades como Eva Perón, que fue madrina de la niña.
Viajaba siempre rodeada de muchos baúles, entre ellos dos llenos de aceite de oliva y a raíz de todo esto se acuñó la expresión “Hacer más kilómetros que el baúl de la Piquer”.
Doña Concha Piquer, no fue ni franquista ni antifranquista, fue sólo de ella misma: “la Piquer”, fue una mujer que pese a las prohibiciones totales de la época, hizo siempre lo que quiso porque fue, un alma libre...
Canción "Tatuaje": https://www.youtube.com/watch?v=ns72t1BrF30
Fue una de las figuras más relevantes de la copla, con interpretaciones clave como: "Ojos verdes", "Tatuaje", "Y sin embargo, te quiero", "Suspiros de España" y otras.
A los 11 años hizo su debut en un teatro de Valencia y cuando tenía sólo 16 años inicio su estancia en Estados Unidos donde pasó cinco años cantando en Broadway y en 1923, realizó un cortometraje sonoro que cuando fue encontrado en 2010, resultó ser la primera filmación sonora de la historia.
A su regreso a España, actuó en Madrid y Barcelona y en 1933 contrajo matrimonio con el torero Antonio Márquez, padre de su hija Concha Márquez Piquer.
Tras perder la voz un día en el escenario decidió retirarse para siempre, mientras Valencia le dedicó una calle y convirtió en museo su propia casa.
Doña Concha Piquer falleció el 11 de diciembre del 1990 y antes había dado instrucciones a su única hija sobre su entierro: “Conchin, que me pongas en un ataúd donde no entren bichos y vestidme con el traje de La Parrala...”
Nos ha quedado una muestra de su modernidad, al hacer algo que por aquel entonces era considerado como un pecado mortal para cualquier española, la Piquer, soltera, se quedó embarazada, sin que ella escondiese jamás su estado.
Su hija no sería reconocida en España, e hizo coincidir su parto con una actuación y viaje a Argentina, donde gozaba de la amistad de personalidades como Eva Perón, que fue madrina de la niña.
Viajaba siempre rodeada de muchos baúles, entre ellos dos llenos de aceite de oliva y a raíz de todo esto se acuñó la expresión “Hacer más kilómetros que el baúl de la Piquer”.
Doña Concha Piquer, no fue ni franquista ni antifranquista, fue sólo de ella misma: “la Piquer”, fue una mujer que pese a las prohibiciones totales de la época, hizo siempre lo que quiso porque fue, un alma libre...
Canción "Tatuaje": https://www.youtube.com/watch?v=ns72t1BrF30
lunes, 11 de febrero de 2019
La efímera vida de la primera República Española
Tal día como hoy 11 de febrero de 1873, comenzó en España la I República, tras la renuncia al trono de Amadeo de Saboya, quien fue sustituido al frente del país por el presidente Estanislao Figueras, régimen político que motivó la restauración de la monarquía borbónica.
Veintidós meses duró la I República española. Desde el lunes 11 de febrero cuando el diario “La correspondencia de España” dio la noticia de que el rey había abdicado e inmediatamente los federales madrileños se agolparon en las calles pidiendo la proclamación de la República.
La abdicación del rey Amadeo I de Saboya, estuvo motivada por las dificultades a las que tuvo que enfrentarse durante su corto reinado, de apenas de dos años, como la guerra de Cuba, el inicio de la Tercera Guerra Carlista o la oposición de los monárquicos “alfonsinos”, que aspiraban a la restauración borbónica en la figura de Alfonso de Borbón, exiliado desde 1868.
El primer gobierno de la República tuvo que afrontar una situación económica, social y política muy difícil, aunque el problema más urgente que tuvo que atender fue restablecer el orden político en España.
La primera sesión de las Cortes Constituyentes se abrió bajo la presidencia del veterano republicano José María Orense, siendo Estanislao Figueras elegido el primer presidente del Poder Ejecutivo por la Asamblea Nacional.
Entre el 10 y el 13 de mayo de 1873 se celebraron las elecciones a Cortes Constituyentes y el sufragio universal se aplicó, por primera vez, a todos los varones mayores de 21 años, ampliando todavía más el electorado, aunque el abstencionismo siguió su carrera al alza, que alcanzó el 60 por ciento del total del censo electoral.
De esta manera, la indiscutible victoria de los republicanos, con el 90 por ciento de los votos, resultaba engañosa, ya que a la indiferencia o cansancio de buena parte del electorado se unía la política de retraimiento ordenada por todos los partidos de la oposición, y solo a título individual, algunas personalidades de estas tendencias políticas ocuparon escaño como diputados.
Pero la realidad es que los republicanos se habían quedado solos, lo que suponía, de un lado, que los otros partidos cuestionaran la legitimidad del nuevo régimen y, de otro, que la soledad hiciera más visibles las tensiones latentes en el seno del republicanismo español.
Tras la caída de este primer gobierno, Pi y Margall presentó un proyecto de gobierno ante las Cortes que se basaba en la necesidad de acabar con la guerra carlista, la separación de la Iglesia y el Estado, la abolición de la esclavitud y las reformas en favor de las mujeres y los niños trabajadores.
En este clima, el 29 de diciembre de 1874, el general Arsenio Martínez Campos se “pronunció” en Sagunto a favor de la restauración de la monarquía borbónica en la persona de Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II.
Martínez Campos telegrafió al presidente del gobierno Sagasta y al ministro de la Guerra, quienes a su vez se comunicaron por telégrafo con el presidente del Poder Ejecutivo de la República, el general Serrano, que se encontraba en el Norte combatiendo contra los carlistas.
Serrano les ordenó no resistir y el gobierno aceptó sin protestar y no ofreció resistencia cuando se presentó en la sede del gobierno el capitán general de Madrid Primo de Rivera, implicado en el pronunciamiento, y les ordenó disolverse.
El 31 de diciembre de 1874 se formó el llamado Ministerio-Regencia presidido por Cánovas del Castillo, a la espera de que el príncipe Alfonso regresara a España desde Inglaterra para convertirse en el rey Alfonso XII.
Había terminado la corta vida de la Primera República Española.
Veintidós meses duró la I República española. Desde el lunes 11 de febrero cuando el diario “La correspondencia de España” dio la noticia de que el rey había abdicado e inmediatamente los federales madrileños se agolparon en las calles pidiendo la proclamación de la República.
La abdicación del rey Amadeo I de Saboya, estuvo motivada por las dificultades a las que tuvo que enfrentarse durante su corto reinado, de apenas de dos años, como la guerra de Cuba, el inicio de la Tercera Guerra Carlista o la oposición de los monárquicos “alfonsinos”, que aspiraban a la restauración borbónica en la figura de Alfonso de Borbón, exiliado desde 1868.
El primer gobierno de la República tuvo que afrontar una situación económica, social y política muy difícil, aunque el problema más urgente que tuvo que atender fue restablecer el orden político en España.
La primera sesión de las Cortes Constituyentes se abrió bajo la presidencia del veterano republicano José María Orense, siendo Estanislao Figueras elegido el primer presidente del Poder Ejecutivo por la Asamblea Nacional.
Entre el 10 y el 13 de mayo de 1873 se celebraron las elecciones a Cortes Constituyentes y el sufragio universal se aplicó, por primera vez, a todos los varones mayores de 21 años, ampliando todavía más el electorado, aunque el abstencionismo siguió su carrera al alza, que alcanzó el 60 por ciento del total del censo electoral.
De esta manera, la indiscutible victoria de los republicanos, con el 90 por ciento de los votos, resultaba engañosa, ya que a la indiferencia o cansancio de buena parte del electorado se unía la política de retraimiento ordenada por todos los partidos de la oposición, y solo a título individual, algunas personalidades de estas tendencias políticas ocuparon escaño como diputados.
Pero la realidad es que los republicanos se habían quedado solos, lo que suponía, de un lado, que los otros partidos cuestionaran la legitimidad del nuevo régimen y, de otro, que la soledad hiciera más visibles las tensiones latentes en el seno del republicanismo español.
Tras la caída de este primer gobierno, Pi y Margall presentó un proyecto de gobierno ante las Cortes que se basaba en la necesidad de acabar con la guerra carlista, la separación de la Iglesia y el Estado, la abolición de la esclavitud y las reformas en favor de las mujeres y los niños trabajadores.
En este clima, el 29 de diciembre de 1874, el general Arsenio Martínez Campos se “pronunció” en Sagunto a favor de la restauración de la monarquía borbónica en la persona de Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II.
Martínez Campos telegrafió al presidente del gobierno Sagasta y al ministro de la Guerra, quienes a su vez se comunicaron por telégrafo con el presidente del Poder Ejecutivo de la República, el general Serrano, que se encontraba en el Norte combatiendo contra los carlistas.
Serrano les ordenó no resistir y el gobierno aceptó sin protestar y no ofreció resistencia cuando se presentó en la sede del gobierno el capitán general de Madrid Primo de Rivera, implicado en el pronunciamiento, y les ordenó disolverse.
El 31 de diciembre de 1874 se formó el llamado Ministerio-Regencia presidido por Cánovas del Castillo, a la espera de que el príncipe Alfonso regresara a España desde Inglaterra para convertirse en el rey Alfonso XII.
Había terminado la corta vida de la Primera República Española.
domingo, 10 de febrero de 2019
Jarabo, la última ejecución de la justicia civil en España
Tal día como hoy 10 de febrero de 1959, en Madrid se dicta pena de muerte contra el delincuente José Manuel Jarabo, acusado del asesinato de cuatro personas
Por el amor de una mujer, José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez Morris, más conocido como “Jarabo“, asesinó a cuatro personas para deleite de la prensa de la época, que lo convirtió en el criminal más famoso de la crónica negra española contemporánea. El suceso horrorizó a la España de Franco y el ejemplar de “El Caso” que lo cubrió se convirtió en el más vendido de la historia, alcanzando la cifra de medio millón de ejemplares.
Jarabo nació en Madrid, en el seno de una adinerada familia y acabada la guerra civil, su familia se traslada a Estados Unidos y Puerto Rico, donde contrajo matrimonio, que acabó en divorcio por la condición moral de Jarabo, tras cumplir diversas condenas en EE.UU. y ser expulsado del país.
Regresa, con diez millones de pesetas a España en el año 1950, una auténtica fortuna en la época, y en tan sólo un año los gastó y se dedica a estafar y "sablear" a cuantos podía, fingiendo diversas identidades, empeñando propiedades y alhajas e hipotecando el lujoso chalet familiar.
En 1958, una de sus amantes, la inglesa Beryl Martin Jones, le exigió que le devolviera una joya de brillantes, obsequio de su marido, que Jarabo había empeñado y por la que obtuvo 4000 pesetas, mucho menos de su importe real, así como una carta autorizando la operación, que ponían de manifiesto la relación adúltera con la señora Jones.
Sin dinero para recuperar lo empeñado, el 19 de julio de 1958, Jarabo se dirigió al domicilio del prestamista y entró sin ser visto y cuando llegó al piso, la criada estaba sola y le llevó al salón, pero al poco rato, Jarabo golpeó a la criada con una plancha en la cabeza y, cuando ella trata de gritar la sujeta hundiéndole en el pecho un cuchillo. Con posterioridad, llega el prestamista y le dispara en la nuca, causándole la muerte instantánea.
Cuando la esposa del prestamista, Amparo Alonso, llega a la casa, Jarabo, se hace pasar por inspector de Hacienda y le hace creer que su esposo y la criada, han salido con unos inspectores, compañeros suyos, para aclarar un asunto de objetos robados, hasta que la mujer se da cuenta de que su aspecto no se corresponde con lo que habla y huye por la casa, él la atrapa en su dormitorio y le dispara en la nuca matándola, estando la mujer embarazada.
Acto seguido, tranquilo y sintiéndose libre de culpa se cambió de camisa, y decidió pasar la noche en el piso. El día siguiente domingo Jarabo estuvo durmiendo en la pensión donde se hospedaba y el lunes acudió a la casa de empeños como si tal cosa, y abrió la tienda con las llaves obtenidas en el piso.
Cuando, el prestamista superviviente entró para abrir su negocio, Jarabo le descerrajó dos tiros en la nuca, pero consumados los asesinatos, el “dandi ” no logró su objetivo ya que las llaves de la caja fuerte en la que los prestamistas habían guardado la joya de su amante jamás estuvo a su alcance.
El 29 de enero de 1959 se inició el juicio en el Palacio de Justicia de Madrid y la sala se llenó de famosos artistas como Sara Montiel, algún torero e incluso esposas de altos funcionarios, hambrientos del morbo y durante los cinco días que duró el juicio, Jarabo estrenó traje cada día.
Condenado a muerte, fue el último ejecutado con garrote vil por la justicia no militar. Franco firmó el "Enterado" de la ejecución, fijada para el 4 de julio de 1959, con idea de dar ejemplaridad al asunto.
La noche antes de la ejecución la pasó fumando y bebiendo y se presentó vestido de gala, aunque se vino abajo ante la visión del garrote. La historia de Jarabo fue llevada a la televisión por Juan Antonio Bardem en la serie "La huella del crimen" y protagonizada por Sancho Gracia, en 1984.
Por el amor de una mujer, José María Manuel Pablo de la Cruz Jarabo Pérez Morris, más conocido como “Jarabo“, asesinó a cuatro personas para deleite de la prensa de la época, que lo convirtió en el criminal más famoso de la crónica negra española contemporánea. El suceso horrorizó a la España de Franco y el ejemplar de “El Caso” que lo cubrió se convirtió en el más vendido de la historia, alcanzando la cifra de medio millón de ejemplares.
Jarabo nació en Madrid, en el seno de una adinerada familia y acabada la guerra civil, su familia se traslada a Estados Unidos y Puerto Rico, donde contrajo matrimonio, que acabó en divorcio por la condición moral de Jarabo, tras cumplir diversas condenas en EE.UU. y ser expulsado del país.
Regresa, con diez millones de pesetas a España en el año 1950, una auténtica fortuna en la época, y en tan sólo un año los gastó y se dedica a estafar y "sablear" a cuantos podía, fingiendo diversas identidades, empeñando propiedades y alhajas e hipotecando el lujoso chalet familiar.
En 1958, una de sus amantes, la inglesa Beryl Martin Jones, le exigió que le devolviera una joya de brillantes, obsequio de su marido, que Jarabo había empeñado y por la que obtuvo 4000 pesetas, mucho menos de su importe real, así como una carta autorizando la operación, que ponían de manifiesto la relación adúltera con la señora Jones.
Sin dinero para recuperar lo empeñado, el 19 de julio de 1958, Jarabo se dirigió al domicilio del prestamista y entró sin ser visto y cuando llegó al piso, la criada estaba sola y le llevó al salón, pero al poco rato, Jarabo golpeó a la criada con una plancha en la cabeza y, cuando ella trata de gritar la sujeta hundiéndole en el pecho un cuchillo. Con posterioridad, llega el prestamista y le dispara en la nuca, causándole la muerte instantánea.
Cuando la esposa del prestamista, Amparo Alonso, llega a la casa, Jarabo, se hace pasar por inspector de Hacienda y le hace creer que su esposo y la criada, han salido con unos inspectores, compañeros suyos, para aclarar un asunto de objetos robados, hasta que la mujer se da cuenta de que su aspecto no se corresponde con lo que habla y huye por la casa, él la atrapa en su dormitorio y le dispara en la nuca matándola, estando la mujer embarazada.
Acto seguido, tranquilo y sintiéndose libre de culpa se cambió de camisa, y decidió pasar la noche en el piso. El día siguiente domingo Jarabo estuvo durmiendo en la pensión donde se hospedaba y el lunes acudió a la casa de empeños como si tal cosa, y abrió la tienda con las llaves obtenidas en el piso.
Cuando, el prestamista superviviente entró para abrir su negocio, Jarabo le descerrajó dos tiros en la nuca, pero consumados los asesinatos, el “dandi ” no logró su objetivo ya que las llaves de la caja fuerte en la que los prestamistas habían guardado la joya de su amante jamás estuvo a su alcance.
El 29 de enero de 1959 se inició el juicio en el Palacio de Justicia de Madrid y la sala se llenó de famosos artistas como Sara Montiel, algún torero e incluso esposas de altos funcionarios, hambrientos del morbo y durante los cinco días que duró el juicio, Jarabo estrenó traje cada día.
Condenado a muerte, fue el último ejecutado con garrote vil por la justicia no militar. Franco firmó el "Enterado" de la ejecución, fijada para el 4 de julio de 1959, con idea de dar ejemplaridad al asunto.
La noche antes de la ejecución la pasó fumando y bebiendo y se presentó vestido de gala, aunque se vino abajo ante la visión del garrote. La historia de Jarabo fue llevada a la televisión por Juan Antonio Bardem en la serie "La huella del crimen" y protagonizada por Sancho Gracia, en 1984.
sábado, 9 de febrero de 2019
El general Antonio Escobar, un militar fiel a la República
Tal día como hoy 9 de febrero de 1940, es enterrado el general de la Guardia Civil del Ejército republicano Antonio Escobar, fusilado en Barcelona el día anterior.
Antonio Escobar Huerta, fue militar miembro de la Guardia Civil, que destacó en la Guerra Civil al defender a la II República a pesar de sus convicciones católicas y de la represión que hubo en ella contra la Iglesia católica, todo lo cual no le supuso contradicción para mantenerse fiel a la República durante toda la guerra.
Cuando se produce el golpe del 18 de julio de 1936, era coronel en Barcelona y su apoyo a la República resultó decisivo para la derrota de la sublevación en esta ciudad, ya que se puso a las órdenes del presidente de la Generalidad, Lluís Companys, aunque consideró un error que no se desarmara a las milicias anarquistas y las dejaran hacerse con el control casi total de la ciudad.
La quema de conventos y el asesinato de religiosos en Barcelona, le afectaron profundamente, pero mantuvo su compromiso con la República, hasta ganarse la confianza del presidente Azaña, incorporándose al Ejército del Centro, para tratar de detener el avance de los sublevados hacia Madrid, siendo herido en esta ciudad, por lo que tuvo que permanecer varios meses en el santuario de Lourdes, con permiso expreso del presidente Azaña y pese a haber podido quedarse en Francia, regresó y continuó a las órdenes del gobierno republicano.
A su vuelta, fue nombrado Director General de Seguridad de Cataluña, pero nada más llegar a Barcelona fue herido de gravedad en un atentado y ya repuesto, participó en la batalla de Brunete con la pesadumbre de saber que su hijo menor, combatía en el campo franquista y otro hijo que era falangista, moría en la batalla de Belchite.
En 1938 es ascendido a General y en enero del 1939 dirigió la Ofensiva de Valsequillo, la última emprendida por el Ejército Popular, aunque esta no consiguió influencia alguna en la guerra, que a estas alturas del conflicto, era totalmente negativa para la República.
A comienzos de febrero de 1939, los republicanos se repliegan y la operación se convierte en un nuevo fracaso del Ejército de la República, al que hay que añadir la caída de Cataluña, por lo que Escobar se convenció definitivamente de la inutilidad de continuar la guerra y participó en varias reuniones con los principales mandos republicanos y el presidente Negrín, donde expuso la necesidad de poner fin a la lucha.
Cuando el 5 de marzo de 1939, el coronel Casado se sublevó contra el gobierno de Negrín y se hace con el poder, los comunistas se negaron a secundar el golpe y en algunos lugares ofrecieron resistencia, siendo esta reprimida en Extremadura por las tropas de Escobar, que ante la posterior ofensiva final de los franquistas, se rinde al general Yagüe en Ciudad Real y aunque este le ofrece una avioneta para huir a Portugal, el prefiere compartir la suerte de sus tropas.
Irónicamente fue juzgado por los franquista por “rebelión militar”, siendo condenado a muerte y a pesar de que altos dignatarios de la Iglesia solicitaron su indulto, Franco se negó a ceder y Escobar fue fusilado en los fosos del castillo de Montjuïc, el 8 de febrero de 1940, siendo él mismo quien dirigió su propia ejecución, y el piquete ejecutor de la Guardia Civil, el que rindió luego honores militares a su cadáver.
Después de la inauguración del Valle de los Caídos, el hijo del general, oficial con Franco, solicitó que se trasladaran los restos de su padre, enterrado en el Cementerio de Montjuïc y de su hermano, José, teniente que luchó en el bando golpista, fallecido en la batalla de Belchite aunque unicamente fue autorizado el traslado de los restos del hijo y Antonio Escobar sigue en la actualidad en el cementerio de Montjuïc de Barcelona.
Antonio Escobar Huerta, fue militar miembro de la Guardia Civil, que destacó en la Guerra Civil al defender a la II República a pesar de sus convicciones católicas y de la represión que hubo en ella contra la Iglesia católica, todo lo cual no le supuso contradicción para mantenerse fiel a la República durante toda la guerra.
Cuando se produce el golpe del 18 de julio de 1936, era coronel en Barcelona y su apoyo a la República resultó decisivo para la derrota de la sublevación en esta ciudad, ya que se puso a las órdenes del presidente de la Generalidad, Lluís Companys, aunque consideró un error que no se desarmara a las milicias anarquistas y las dejaran hacerse con el control casi total de la ciudad.
La quema de conventos y el asesinato de religiosos en Barcelona, le afectaron profundamente, pero mantuvo su compromiso con la República, hasta ganarse la confianza del presidente Azaña, incorporándose al Ejército del Centro, para tratar de detener el avance de los sublevados hacia Madrid, siendo herido en esta ciudad, por lo que tuvo que permanecer varios meses en el santuario de Lourdes, con permiso expreso del presidente Azaña y pese a haber podido quedarse en Francia, regresó y continuó a las órdenes del gobierno republicano.
A su vuelta, fue nombrado Director General de Seguridad de Cataluña, pero nada más llegar a Barcelona fue herido de gravedad en un atentado y ya repuesto, participó en la batalla de Brunete con la pesadumbre de saber que su hijo menor, combatía en el campo franquista y otro hijo que era falangista, moría en la batalla de Belchite.
En 1938 es ascendido a General y en enero del 1939 dirigió la Ofensiva de Valsequillo, la última emprendida por el Ejército Popular, aunque esta no consiguió influencia alguna en la guerra, que a estas alturas del conflicto, era totalmente negativa para la República.
A comienzos de febrero de 1939, los republicanos se repliegan y la operación se convierte en un nuevo fracaso del Ejército de la República, al que hay que añadir la caída de Cataluña, por lo que Escobar se convenció definitivamente de la inutilidad de continuar la guerra y participó en varias reuniones con los principales mandos republicanos y el presidente Negrín, donde expuso la necesidad de poner fin a la lucha.
Cuando el 5 de marzo de 1939, el coronel Casado se sublevó contra el gobierno de Negrín y se hace con el poder, los comunistas se negaron a secundar el golpe y en algunos lugares ofrecieron resistencia, siendo esta reprimida en Extremadura por las tropas de Escobar, que ante la posterior ofensiva final de los franquistas, se rinde al general Yagüe en Ciudad Real y aunque este le ofrece una avioneta para huir a Portugal, el prefiere compartir la suerte de sus tropas.
Irónicamente fue juzgado por los franquista por “rebelión militar”, siendo condenado a muerte y a pesar de que altos dignatarios de la Iglesia solicitaron su indulto, Franco se negó a ceder y Escobar fue fusilado en los fosos del castillo de Montjuïc, el 8 de febrero de 1940, siendo él mismo quien dirigió su propia ejecución, y el piquete ejecutor de la Guardia Civil, el que rindió luego honores militares a su cadáver.
Después de la inauguración del Valle de los Caídos, el hijo del general, oficial con Franco, solicitó que se trasladaran los restos de su padre, enterrado en el Cementerio de Montjuïc y de su hermano, José, teniente que luchó en el bando golpista, fallecido en la batalla de Belchite aunque unicamente fue autorizado el traslado de los restos del hijo y Antonio Escobar sigue en la actualidad en el cementerio de Montjuïc de Barcelona.
viernes, 8 de febrero de 2019
María Estuardo, una reina desdichada
Tal día como hoy 8 de febrero del año 1587, María Estuardo con 45 años de edad, reina de Escocia, fue ejecutada bajo la sospecha de haber participado en el complot para matar a Isabel I de Inglaterra. La decapitación tuvo lugar en el castillo de Fotheringhay, donde María lució un vestido rojo para declararse así una mártir católica.
Cuando tenía solo seis días de vida, en 1542 se convirtió en Reina de Escocia, ya que su padre Jacobo V acababa de fallecer y la pequeña María fue trasladada, por su seguridad, a la católica Francia, tierra natal de su madre, en donde se casó con el delfín Francisco, que ascendió al trono francés cuando la monarca contaba 6 años y al llegar a la mayoría de edad dos más tarde, en 1560, ya estaba viuda, tras un corto periodo como reina consorte del país.
La prematura muerte de Francisco II de Francia, tendría grandes consecuencias para su viuda, María Estuardo, y de manera indirecta, para Isabel I de Inglaterra, por la posibilidad de la primera, de heredar el trono de Inglaterra.
Uno de los intentos de acercar posturas entre las dos reinas, fue también uno de los principales problemas: el matrimonio de María con el noble inglés, Lord Darnley. preocupó a la corona inglesa, ya que si María y Darnley tenían un heredero éste tendría opciones para heredar el trono inglés.
Los nobles escoceses tampoco apoyaron el matrimonio, por tratarse de un noble inglés y Jacobo, conde de Moray, organizó una rebelión en contra del matrimonio, pero fueron derrotados en la batalla de Chaseabout y poco después de la boda, María se quedó embarazada del que sería su futuro heredero, Jacobo VI.
Sin embargo, pronto tanto los Lores como la propia María, estaban cansados de las peticiones desmesuradas de Lord Darnley. y, una noche, de manera misteriosa, la casa donde estaba enfermo este, explotó por los aires y el rey consorte murió.
Se acusó a los Lores escoceses del asesinato, lo que demuestra la deslealtad que había entre la clase noble del momento y el Conde Bothwell, uno de los implicados en el asesinato del rey, sería el futuro esposo de María Estuardo.
Pero Bothwell adquirió demasiado poder y cuando un rey tenía mucho poder, ni sus mismos aliados dormían tranquilos, por lo que la nobleza se levantó en armas contra María y Bothwell, que fue expulsado de Escocia y María encarcelada y obligada a abdicar en su hijo, Jacobo VI.
En mayo de 1568, María consiguió escapar disfrazada de lavandera y en muy poco tiempo consiguió organizar un pequeño ejército con los pocos nobles que aún la apoyaban, siendo derrotados en la batalla de Langside, el 13 de mayo de 1568. Después de la derrota, María huyó a Inglaterra, con la esperanza de que su prima Isabel I le ayudase, pero esta la tuvo prisionera.
María Estuardo no volvería a Escocia y acusada del intento de asesinato de Isabel, terminó siendo condenada a muerte y ejecutada y el verdugo se arrodilló pidiendo perdón. “Te perdono con todo mi corazón, porque ahora, espero, darás fin a todos mis problemas”, dijo ella..
María, no fue decapitada de un solo corte sino de tres, después de que el primero rozara el cuello, el segundo lo segó excepto algún tendón, que fue cercenado finalmente por el hacha.
“Dios salve a la reina”, clamó el verdugo al levantar la cabeza, ya sin vida, de María Estuardo.
Cuando tenía solo seis días de vida, en 1542 se convirtió en Reina de Escocia, ya que su padre Jacobo V acababa de fallecer y la pequeña María fue trasladada, por su seguridad, a la católica Francia, tierra natal de su madre, en donde se casó con el delfín Francisco, que ascendió al trono francés cuando la monarca contaba 6 años y al llegar a la mayoría de edad dos más tarde, en 1560, ya estaba viuda, tras un corto periodo como reina consorte del país.
La prematura muerte de Francisco II de Francia, tendría grandes consecuencias para su viuda, María Estuardo, y de manera indirecta, para Isabel I de Inglaterra, por la posibilidad de la primera, de heredar el trono de Inglaterra.
Uno de los intentos de acercar posturas entre las dos reinas, fue también uno de los principales problemas: el matrimonio de María con el noble inglés, Lord Darnley. preocupó a la corona inglesa, ya que si María y Darnley tenían un heredero éste tendría opciones para heredar el trono inglés.
Los nobles escoceses tampoco apoyaron el matrimonio, por tratarse de un noble inglés y Jacobo, conde de Moray, organizó una rebelión en contra del matrimonio, pero fueron derrotados en la batalla de Chaseabout y poco después de la boda, María se quedó embarazada del que sería su futuro heredero, Jacobo VI.
Sin embargo, pronto tanto los Lores como la propia María, estaban cansados de las peticiones desmesuradas de Lord Darnley. y, una noche, de manera misteriosa, la casa donde estaba enfermo este, explotó por los aires y el rey consorte murió.
Se acusó a los Lores escoceses del asesinato, lo que demuestra la deslealtad que había entre la clase noble del momento y el Conde Bothwell, uno de los implicados en el asesinato del rey, sería el futuro esposo de María Estuardo.
Pero Bothwell adquirió demasiado poder y cuando un rey tenía mucho poder, ni sus mismos aliados dormían tranquilos, por lo que la nobleza se levantó en armas contra María y Bothwell, que fue expulsado de Escocia y María encarcelada y obligada a abdicar en su hijo, Jacobo VI.
En mayo de 1568, María consiguió escapar disfrazada de lavandera y en muy poco tiempo consiguió organizar un pequeño ejército con los pocos nobles que aún la apoyaban, siendo derrotados en la batalla de Langside, el 13 de mayo de 1568. Después de la derrota, María huyó a Inglaterra, con la esperanza de que su prima Isabel I le ayudase, pero esta la tuvo prisionera.
María Estuardo no volvería a Escocia y acusada del intento de asesinato de Isabel, terminó siendo condenada a muerte y ejecutada y el verdugo se arrodilló pidiendo perdón. “Te perdono con todo mi corazón, porque ahora, espero, darás fin a todos mis problemas”, dijo ella..
María, no fue decapitada de un solo corte sino de tres, después de que el primero rozara el cuello, el segundo lo segó excepto algún tendón, que fue cercenado finalmente por el hacha.
“Dios salve a la reina”, clamó el verdugo al levantar la cabeza, ya sin vida, de María Estuardo.
jueves, 7 de febrero de 2019
La Batalla del Jarama
Tal día como hoy 6 de febrero de 1937, durante la Guerra Civil española, se inicia la Batalla del Jarama.
La batalla se desarrolló entre el 6 y el 27 de febrero, iniciada con una ofensiva sorpresa del ejército sublevado para cortar las comunicaciones de Madrid, hacia Valencia y subir luego hasta Alcalá de Henares, hasta alcanzar la carretera de Barcelona.
En los cuatro primeros días, los franquistas conquistaron el valle del río Jarama, mientras unidades republicanas dispersas, se agruparon y consiguieron evitar el avance, entre ellos los combatientes de las Brigadas Internacionales.
Tras los combates iniciales, la fuerza aérea rebelde recibió serios reveses, debido a las peores prestaciones de los cazas italianos, pero el reemplazo por tripulaciones más combativas, principalmente españolas, lograron inclinar el dominio del aire al lado franquista.
El mando republicano, dividido por la enemistad de los generales Pozas Perea y Miaja, actuó negativamente al inicio de la batalla, aunque cambió esta situación al recibir el mando único Miaja, pese a lo cual, no se eliminaron las diferencias de criterio entre militares rusos y mandos españoles, que ocasionaron problemas de coordinación, como abastecimiento erróneo de municiones en momentos cruciales debido a una falta de planificación.
El 6 de febrero, los rebeldes con unos 19.000 hombres, ametralladoras pesadas y carros de combate alemanes, avanzaron hasta enfrentarse en los primeros días con algunas brigadas republicanas que sufrieron bajas estimadas en 1.800 hombres en las primeras 48 horas.
El mando republicano había acumulado fuerzas en la zona, pero el ataque de los nacionales se les adelantó y las Brigadas Internacionales todavía no estaban preparadas, de manera que algunas no llegaron al frente hasta el día 12, en parte porque no se había determinado a quien correspondía el mando.
La iniciativa cambió de bando, en este fecha cuando los franquistas no lograron tomar las metas previstas y en el aire, las escuadrillas republicanas se adueñaron del cielo castigando las lineas rebeldes, lo cual puso en aprietos a estos, aunque nuevos refuerzos impidieron la retirada de sus fuerzas.
No pudiendo ocupar el puente de Arganda, los nacionalistas trataron de ocupar Morata, pero brigadas republicanas e Internacionales frenaron el avance por la meseta, organizando una contraofensiva el día 17, para hacer retroceder al ejército nacionalista, cuyos combates duraron hasta el 27 de febrero, sin que lograsen ya que se movieran, destacando los combates por la cota llamada "El Pingarrón" que cambió varias veces de manos y que acabó en la de los nacionales.
Acabada la batalla el día 27, ambos bandos hicieron algunas operaciones secundarias e irrelevantes, pero el bando sublevado conservó el terreno conquistado, permaneciendo allí durante toda la contienda y aunque la carretera de Madrid a Valencia no logró ser tomada por estos, quedó a tiro de artillería y ametralladora, por lo que quedó inoperativa.
La batalla del Jarama se considera una de las más cruentas de la Guerra española, por el número de bajas de ambos que se mantienen entre 6.000 y 7.000 para los nacionales, y entre 9.000 y 10.000 para los republicanos, de los que más de 2.500 fueron brigadistas.
Actualmente, se conservan buen número de fortificaciones y trincheras en la zona en peligro de desaparición y se ha planteado, sin mucha colaboración de los políticos, la conveniencia de realizar un parque temático sobre la batalla y aprovechar la creación de servicios turísticos, para crear puestos de trabajo en los pueblos del entorno.
La batalla se desarrolló entre el 6 y el 27 de febrero, iniciada con una ofensiva sorpresa del ejército sublevado para cortar las comunicaciones de Madrid, hacia Valencia y subir luego hasta Alcalá de Henares, hasta alcanzar la carretera de Barcelona.
En los cuatro primeros días, los franquistas conquistaron el valle del río Jarama, mientras unidades republicanas dispersas, se agruparon y consiguieron evitar el avance, entre ellos los combatientes de las Brigadas Internacionales.
Tras los combates iniciales, la fuerza aérea rebelde recibió serios reveses, debido a las peores prestaciones de los cazas italianos, pero el reemplazo por tripulaciones más combativas, principalmente españolas, lograron inclinar el dominio del aire al lado franquista.
El mando republicano, dividido por la enemistad de los generales Pozas Perea y Miaja, actuó negativamente al inicio de la batalla, aunque cambió esta situación al recibir el mando único Miaja, pese a lo cual, no se eliminaron las diferencias de criterio entre militares rusos y mandos españoles, que ocasionaron problemas de coordinación, como abastecimiento erróneo de municiones en momentos cruciales debido a una falta de planificación.
El 6 de febrero, los rebeldes con unos 19.000 hombres, ametralladoras pesadas y carros de combate alemanes, avanzaron hasta enfrentarse en los primeros días con algunas brigadas republicanas que sufrieron bajas estimadas en 1.800 hombres en las primeras 48 horas.
El mando republicano había acumulado fuerzas en la zona, pero el ataque de los nacionales se les adelantó y las Brigadas Internacionales todavía no estaban preparadas, de manera que algunas no llegaron al frente hasta el día 12, en parte porque no se había determinado a quien correspondía el mando.
La iniciativa cambió de bando, en este fecha cuando los franquistas no lograron tomar las metas previstas y en el aire, las escuadrillas republicanas se adueñaron del cielo castigando las lineas rebeldes, lo cual puso en aprietos a estos, aunque nuevos refuerzos impidieron la retirada de sus fuerzas.
No pudiendo ocupar el puente de Arganda, los nacionalistas trataron de ocupar Morata, pero brigadas republicanas e Internacionales frenaron el avance por la meseta, organizando una contraofensiva el día 17, para hacer retroceder al ejército nacionalista, cuyos combates duraron hasta el 27 de febrero, sin que lograsen ya que se movieran, destacando los combates por la cota llamada "El Pingarrón" que cambió varias veces de manos y que acabó en la de los nacionales.
Acabada la batalla el día 27, ambos bandos hicieron algunas operaciones secundarias e irrelevantes, pero el bando sublevado conservó el terreno conquistado, permaneciendo allí durante toda la contienda y aunque la carretera de Madrid a Valencia no logró ser tomada por estos, quedó a tiro de artillería y ametralladora, por lo que quedó inoperativa.
La batalla del Jarama se considera una de las más cruentas de la Guerra española, por el número de bajas de ambos que se mantienen entre 6.000 y 7.000 para los nacionales, y entre 9.000 y 10.000 para los republicanos, de los que más de 2.500 fueron brigadistas.
Actualmente, se conservan buen número de fortificaciones y trincheras en la zona en peligro de desaparición y se ha planteado, sin mucha colaboración de los políticos, la conveniencia de realizar un parque temático sobre la batalla y aprovechar la creación de servicios turísticos, para crear puestos de trabajo en los pueblos del entorno.
miércoles, 6 de febrero de 2019
Jean Baptiste Bernadotte, el republicano que fue rey
Tal día como hoy 6 de febrero de 1818, sube al trono de Suecia el mariscal francés Jean Baptiste Bernadotte, con el nombre de Carlos XIV.
Bernadotte fue militar del Imperio napoleónico, que por sus evidentes méritos militares tuvo un rápido ascenso, manteniéndose siempre cerca de Napoleón, aunque se negó a apoyarle en los preparativos del golpe de estado de 18 de Brumario, en noviembre de 1799.
Napoleón le nombró mariscal de Francia y en la batalla de Wagram contra Austria y el 6 de julio de 1809, lideró el contingente Sajón, atribuyéndose la victoria principalmente al valor de estas tropas.
En 1810, a punto de tomar posesión del cargo de gobernador de Roma e inesperadamente, fue elegido heredero del trono de Suecia, en parte porque Bernadotte era muy popular en aquel país, debido a la caballerosidad con la que había tratado a los prisioneros suecos durante la guerra.
El 2 de noviembre de 1810, hizo su entrada solemne en Estocolmo y el nuevo príncipe fue pronto popular y querido, convirtiéndose desde su llegada en el hombre más poderoso de Suecia.
Tras la muerte sin sucesión del monarca sueco Carlos XIII, en febrero de 1818 accedió al trono con el nombre de Carlos XIV Juan, entre el fervor de sus súbditos - tanto suecos como noruegos - que estaban orgullosos de su monarca y de la buena reputación que éste disfrutaba en Europa.
Bernadotte murió en Estocolmo el 8 de marzo de 1844 y la mayor parte de su reinado fue un largo periodo de paz ininterrumpida, y de desarrollo material en ambos reinos.
No deja de ser curioso el hecho de que fue un republicano convencido, luchando contra la monarquía francesa durante la revolución, así como que los actuales reyes de Suecia, desciendan de un francés de ideas republicanas.
Tras su muerte, se le descubrió en un brazo un tatuaje que decía “Mort aux rois” -Muerte a los reyes-, sin duda grabado durante su juventud, mientras en su país caían las cabezas de cualquier persona relacionada con la monarquía.
Bernadotte fue militar del Imperio napoleónico, que por sus evidentes méritos militares tuvo un rápido ascenso, manteniéndose siempre cerca de Napoleón, aunque se negó a apoyarle en los preparativos del golpe de estado de 18 de Brumario, en noviembre de 1799.
Napoleón le nombró mariscal de Francia y en la batalla de Wagram contra Austria y el 6 de julio de 1809, lideró el contingente Sajón, atribuyéndose la victoria principalmente al valor de estas tropas.
En 1810, a punto de tomar posesión del cargo de gobernador de Roma e inesperadamente, fue elegido heredero del trono de Suecia, en parte porque Bernadotte era muy popular en aquel país, debido a la caballerosidad con la que había tratado a los prisioneros suecos durante la guerra.
El 2 de noviembre de 1810, hizo su entrada solemne en Estocolmo y el nuevo príncipe fue pronto popular y querido, convirtiéndose desde su llegada en el hombre más poderoso de Suecia.
Tras la muerte sin sucesión del monarca sueco Carlos XIII, en febrero de 1818 accedió al trono con el nombre de Carlos XIV Juan, entre el fervor de sus súbditos - tanto suecos como noruegos - que estaban orgullosos de su monarca y de la buena reputación que éste disfrutaba en Europa.
Bernadotte murió en Estocolmo el 8 de marzo de 1844 y la mayor parte de su reinado fue un largo periodo de paz ininterrumpida, y de desarrollo material en ambos reinos.
No deja de ser curioso el hecho de que fue un republicano convencido, luchando contra la monarquía francesa durante la revolución, así como que los actuales reyes de Suecia, desciendan de un francés de ideas republicanas.
Tras su muerte, se le descubrió en un brazo un tatuaje que decía “Mort aux rois” -Muerte a los reyes-, sin duda grabado durante su juventud, mientras en su país caían las cabezas de cualquier persona relacionada con la monarquía.
martes, 5 de febrero de 2019
Patricia Hearst, una niña mimada revolucionaria
Tal día como hoy 4 de febrero de 1974 secuestran a Patricia Hearst, hija del magnate de la Prensa estadounidense, que después se unió a sus captores.
Patricia Campbell Hearst, educada en selectos colegios de lujo, dio un giro radical en su vida al ser secuestrada a los 19 años por el Ejército Simbiótico de Liberación, un pequeño grupo ultra-izquierdista surgido en California en los 60 del siglo pasado.
En la noche del 4 de febrero de 1974, se la llevaron de su apartamento, siendo luego encerrada en el maletero de un coche robado y conducida hasta el lugar de su encierro.
En pocos días, pidieron canjearla por dos militantes de la organización presos en la cárcel de San Quintín, lo cual fue rechazado por las autoridades.
Al poco tiempo de cautiverio, empezó a sentir simpatía por sus captores, llegando a enamorarse de uno de ellos y dos meses más tarde, hizo saber a sus padres que había decidido formar parte del Ejército Simbiótico de Liberación, para "quedarse en él y pelear".
El 15 de abril, las cámaras de seguridad de un banco grabaron a varios asaltantes, que se llevaron 10.000 dólares y dejaron heridos a dos guardias y uno de ellos, era la “camarada Tania” como se hizo llamar Patricia Hearst.
Detenida en septiembre de 1975 junto con otros militantes, al ser preguntada por su profesión contestaba que era "guerrillera urbana".
Juzgada en enero de 1976, su abogado intentó basar su defensa en un caso extremo de “síndrome de Estocolmo”, pero ella se negó a apoyarlo, siendo condenada en marzo de 1976 a 35 años de cárcel, lo cual sería reducido a siete y más tarde, conmutada tras haber cumplido solo 22 meses e indultada definitivamente en 2001 por el presidente Clinton .
Como buena burguesa, a día de hoy y una vez acabada su “fiebre revolucionaria”, Patty Hearst disfruta de una magnífica posición económica heredada, está casada, tiene dos hijas y ha participado en varias películas.
Ahora, la millonaria Patty Hearst, guarda silencio y cede al testigo a sus hijas, Gillian, de 32 años, casada con un abogado de celebrities y que trabaja como cronista de la alta sociedad neoyorquina que edita el grupo Hearst, y Lydia, de 29 años, que es un cotizada modelo, “Estoy muy orgullosa de mi madre”, dice Lydia. “Es una de las grandes influencias en mi vida”.
Como decía Don Juan Tenorio a su criado: “Con oro, nada hay que falle...”
Patricia Campbell Hearst, educada en selectos colegios de lujo, dio un giro radical en su vida al ser secuestrada a los 19 años por el Ejército Simbiótico de Liberación, un pequeño grupo ultra-izquierdista surgido en California en los 60 del siglo pasado.
En la noche del 4 de febrero de 1974, se la llevaron de su apartamento, siendo luego encerrada en el maletero de un coche robado y conducida hasta el lugar de su encierro.
En pocos días, pidieron canjearla por dos militantes de la organización presos en la cárcel de San Quintín, lo cual fue rechazado por las autoridades.
Al poco tiempo de cautiverio, empezó a sentir simpatía por sus captores, llegando a enamorarse de uno de ellos y dos meses más tarde, hizo saber a sus padres que había decidido formar parte del Ejército Simbiótico de Liberación, para "quedarse en él y pelear".
El 15 de abril, las cámaras de seguridad de un banco grabaron a varios asaltantes, que se llevaron 10.000 dólares y dejaron heridos a dos guardias y uno de ellos, era la “camarada Tania” como se hizo llamar Patricia Hearst.
Detenida en septiembre de 1975 junto con otros militantes, al ser preguntada por su profesión contestaba que era "guerrillera urbana".
Juzgada en enero de 1976, su abogado intentó basar su defensa en un caso extremo de “síndrome de Estocolmo”, pero ella se negó a apoyarlo, siendo condenada en marzo de 1976 a 35 años de cárcel, lo cual sería reducido a siete y más tarde, conmutada tras haber cumplido solo 22 meses e indultada definitivamente en 2001 por el presidente Clinton .
Como buena burguesa, a día de hoy y una vez acabada su “fiebre revolucionaria”, Patty Hearst disfruta de una magnífica posición económica heredada, está casada, tiene dos hijas y ha participado en varias películas.
Ahora, la millonaria Patty Hearst, guarda silencio y cede al testigo a sus hijas, Gillian, de 32 años, casada con un abogado de celebrities y que trabaja como cronista de la alta sociedad neoyorquina que edita el grupo Hearst, y Lydia, de 29 años, que es un cotizada modelo, “Estoy muy orgullosa de mi madre”, dice Lydia. “Es una de las grandes influencias en mi vida”.
Como decía Don Juan Tenorio a su criado: “Con oro, nada hay que falle...”
Suscribirse a:
Entradas (Atom)