viernes, 8 de febrero de 2019

María Estuardo, una reina desdichada

Tal día como hoy 8 de febrero del año 1587, María Estuardo con 45 años de edad, reina de Escocia, fue ejecutada bajo la sospecha de haber participado en el complot para matar a Isabel I de Inglaterra. La decapitación tuvo lugar en el castillo de Fotheringhay, donde María lució un vestido rojo para declararse así una mártir católica.

Cuando tenía solo seis días de vida, en 1542 se convirtió en Reina de Escocia, ya que su padre Jacobo V acababa de fallecer y la pequeña María fue trasladada, por su seguridad, a la católica Francia, tierra natal de su madre, en donde se casó con el delfín Francisco, que ascendió al trono francés cuando la monarca contaba 6 años y al  llegar a la mayoría de edad dos más tarde, en 1560, ya estaba viuda, tras un corto periodo como reina consorte del país.

La prematura muerte de Francisco II de Francia, tendría grandes consecuencias para su viuda, María Estuardo, y de manera indirecta, para Isabel I de Inglaterra, por la posibilidad de la primera, de heredar el trono de Inglaterra.

Uno de los intentos de acercar posturas entre las dos reinas, fue también uno de los principales problemas: el matrimonio de María con el noble inglés, Lord Darnley. preocupó a la corona inglesa, ya que si María y Darnley tenían un heredero éste tendría opciones para heredar el trono inglés.

Los nobles escoceses tampoco apoyaron el matrimonio, por tratarse de un noble inglés y Jacobo, conde de Moray, organizó una rebelión en contra del matrimonio, pero fueron derrotados en la batalla de Chaseabout y poco después de la boda, María se quedó embarazada del que sería su futuro heredero, Jacobo VI.

Sin embargo, pronto tanto los Lores como la propia María, estaban cansados de las peticiones desmesuradas de Lord Darnley. y, una noche, de manera misteriosa, la casa donde estaba enfermo este, explotó por los aires y el rey consorte murió.

Se acusó a los Lores escoceses del asesinato, lo que demuestra la deslealtad  que había entre la clase noble del momento y el Conde Bothwell, uno de los implicados en el asesinato del rey, sería el futuro esposo de María Estuardo.

Pero Bothwell adquirió demasiado poder y cuando un rey tenía mucho poder, ni sus mismos aliados dormían tranquilos, por lo que la nobleza se levantó en armas contra María y Bothwell, que fue expulsado de Escocia y María encarcelada y obligada a abdicar en su hijo, Jacobo VI.

En mayo de 1568, María consiguió escapar disfrazada de lavandera y en muy poco tiempo consiguió organizar un pequeño ejército con los pocos nobles que aún la apoyaban, siendo derrotados en la batalla de Langside, el 13 de mayo de 1568. Después de la derrota, María huyó a Inglaterra, con la esperanza de que su prima Isabel I le ayudase, pero esta la tuvo prisionera.

María Estuardo no volvería a Escocia y acusada del intento de asesinato de Isabel, terminó siendo condenada a muerte y ejecutada y el verdugo se arrodilló pidiendo perdón. “Te perdono con todo mi corazón, porque ahora, espero, darás fin a todos mis problemas”, dijo ella..

María, no fue decapitada de un solo corte sino de tres, después de que el primero rozara el cuello, el segundo lo segó excepto algún tendón, que fue cercenado finalmente por el hacha.

“Dios salve a la reina”, clamó el verdugo al levantar la cabeza, ya sin vida, de María Estuardo.

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