Tal día como hoy 13 de diciembre de 2010 fallecía en Madrid tras ser operado de un tumor de esófago el cantaor Enrique Morente, considerado uno de los principales renovadores del flamenco en España.
Enrique Morente fue un cantaor de flamenco español considerado como uno de los principales renovadores del género. Inició su carrera artística a edad muy temprana cantando en las tabernas; muy pronto, en su adolescencia, se trasladó a Madrid para entrar en contacto con los ambientes flamencos de la capital.
Allí aprendió de los viejos cantaores, como Pepe el de la Matrona, Manolo de Huelva y Bernardo el de los Lobitos; Morente era conocido en aquellos años como Enrique el Granaíno. Ya desde la década de 1960, en la que realizó sus primeras actuaciones, adquirió fama como uno de los más sólidos valores del flamenco joven, y pronto se consagraría como uno de los artistas más completos del cante.
Su primera grabación fue Cante Flamenco en 1969. Con una voz muy personal y un amplísimo registro, buscaba nuevas vertientes a los estilos tradicionales. Gran apasionado de la poesía, incorporó a su cante textos de diversos autores españoles, como en los álbumes Homenaje flamenco a Miguel Hernández o Se hace camino al andar, en los que musicó versos de Miguel Hernández y Antonio Machado, y otros dedicados a Jorge Guillén, San Juan de la Cruz, Al-Mutamid, Lope de Vega o José Bergamín. Adaptó incluso al flamenco algunos de los temas del cantautor canadiense Leonard Cohen.
Pese a no conocer la notación musical, compuso piezas para teatro, cine y televisión. Asimismo, su enorme versatilidad y creatividad le impulsó a realizar sólidas apuestas de integración entre la música culta y el flamenco, como en Misa Flamenca en 1991 o Alegro, Soleá y Fantasía de Cante Jondo en 1995.
En 1996 grabó junto al grupo Lagartija Nick el álbum Omega, en el que se fusionaban flamenco y rock. En 1998 publicó Lorca, en el que rendía tributo al poeta granadino Federico García Lorca. Y en El Pequeño reloj, puso voz a los poemas de Francisco de Quevedo, Gustavo Adolfo Bécquer y León Felipe, entre ritmos tan dispares como los de la música sefardí, el jazz o las sinfonías de Ludwig van Beethoven. En septiembre de 2005 presentó un trabajo muy especial, Morente sueña la Alhambra, una visión oscura, poética y mestiza del monumento granadino y de las imágenes que le inspiraba su ciudad natal.
La trayectoria de Enrique Morente mereció, entre otros galardones, el Premio del Cante de la Cátedra de Flamencología de Jerez -1972-, el Premio Nacional de Música Popular -1978 - y el Premio Nacional de Música - 1995-. Aunque algunos consideraron herética su evolución, su obra ejerció fuerte influencia y contó con gran número de seguidores.
Enrique Morente y Camarón de la Isla fueron, sin duda alguna, los dos cantaores que más contribuyeron a la renovación y a la apertura del flamenco sin derribar por ello sus elementos tradicionales.
Sus hijos, Estrella, Soleá y José Enrique, también han heredado la tradición musical familiar y se dedican al cante.
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