Tal día como hoy 4 de julio del año 414 el emperador Teodosio II le entrega el poder a su hermana mayor Aelia Pulcheria, quien reinará como regente y se proclama Augusta, del Imperio romano de Oriente.
Aelia Pulcheria, fue una emperatriz romana oriental que asesoró a su hermano, el emperador Teodosio II durante su minoría de edad y luego se convirtió en esposa del emperador Marciano desde noviembre de 450 a su muerte en 453.
Era la segunda hija del emperador romano oriental Arcadio y la emperatriz Aelia Eudoxia. En 414, Pulcheria, de quince años, se convirtió en la guardiana de su hermano menor Teodosio II y también fue proclamada Augusta. A través de su devoción religiosa y su participación en la escena eclesiástica contemporánea, Pulcheria tuvo una influencia y poder político significativos, aunque cambiantes, durante el reinado de su hermano.
Pulcheria influyó en la Iglesia cristiana y su desarrollo teológico al participar en el Concilio de Éfeso y guiar el Concilio de Calcedonia, en el que la Iglesia se pronunció sobre cuestiones cristológicas. Posteriormente, la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Ortodoxa Oriental la reconocieron como santa.
Pronto se había distinguido por su piedad y su ortodoxia en una época de frecuentes discusiones teológicas que se convertían muchas veces en cuestiones políticas.
A la muerte prematura de sus padres asumió por dos años la regencia en nombre de su hermano Teodosio. En esta época hizo un voto de virginidad. Se retiró a un palacio en las cercanías de Constantinopla, donde vivió una vida de piedad y devoción junto a un grupo de seguidoras, aunque sin apartarse de la actualidad política del Imperio.
Cuando Teodosio II murió el 26 de julio de 450, Pulcheria se casó con
Marciano el 25 de noviembre de 450, sin violar su voto de virginidad.
Murió tres años después, en julio de 453.
En lo político su gran obra fue asegurar la continuidad del Imperio bizantino en una época de enormes convulsiones. Por su matrimonio, quedó garantizada la sucesión pacífica de la corona imperial.
En lo religioso destaca su lucha contra la herejía del monofisismo. Tuvo un importante papel en el Concilio de Calcedonia (451). En él, en el que participó con su marido Marciano, fue aclamada como la nueva Santa Elena, defensora de la ortodoxia católica.
A ella se deben también la edificación de varias iglesias en Constantinopla, algunas de ellas de gran veneración para el pueblo. Por su piedad, Pulcheria gozó de gran popularidad.
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