Fue rey del Reino Unido, los dominios de la Mancomunidad Británica y emperador de la India, desde la muerte de su padre el 20 de enero de 1936 y tras su abdicación recibió el titulo de duque de Windsor.
Desde su juventud, se le asoció a una tendencia a relacionarse con mujeres casadas de mayor edad que la suya y, tan sólo unos meses después de iniciar su reinado, Eduardo causó una crisis constitucional cuando propuso matrimonio a la celebridad estadounidense y dos veces divorciada Wallis Simpson.
El primer ministro del Reino Unido se opuso al matrimonio y Eduardo propuso entonces la solución alternativa de realizar un matrimonio morganático, según el cual podría mantenerse como rey, pero Wallis no se convertiría en reina.
Esto también fue rechazado por el gabinete británico y ante esta nueva negativa, en lugar de renunciar a su amor por la señora Simpson, Eduardo decidió abdicar y al día siguiente de hacerlo, 11 de diciembre de 1936, dio un discurso a la nación y al Imperio para explicar su decisión, siendo nombrado rey en su lugar su hermano Alberto, duque de York, que accedió al trono como Jorge VI.
Después de la emisión radiofónica, partió del Reino Unido para dirigirse a Austria, aunque no pudo reunirse con la señora Simpson hasta varios meses después, cuando su divorcio fuese efectivo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los duques de Windsor eligieron para pasarla las dictaduras del sur de Europa: la España de Francisco Franco y el Portugal de Antonio de Oliveira Salazar.
Fue destinado en un primer momento a la misión militar británica a Francia, pero fue acusado de mantener simpatías por el régimen nazi y se decidió su envio a las Bahamas como gobernador y acabada la guerra, se estableció en París hasta su muerte.
Después de la guerra, nunca se le dio ningún otro cargo oficial y pasó el resto de su vida en el retiro al lado de su esposa.
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