Tal día como hoy 25 de diciembre de 1989 - día de Navidad- el dictador comunista rumano Nicolae Ceauşescu y su esposa Elena son condenados a muerte y ejecutados.
Gobernó la República Socialista de Rumania desde 1967 hasta su ejecución en 1989, en la primera década por una apertura hacia Europa Occidental y Estados Unidos, sin embargo, la segunda década se caracterizó por un régimen cada vez más brutal y represivo.
Instauró un riguroso culto a su personalidad, un notable incremento nacionalista y un total deterioro de las relaciones internacionales con las fuerzas de Occidente, a semejanza de la Unión Soviética.
El 17 de diciembre de 1989, Ceaușescu ordenó al Ejército y a la policía disparar contra la población que se manifestaba contra el régimen en Timisoara, pero la rebelión se extendió y llegó a Bucarest, donde el 22 de diciembre las Fuerzas Armadas fraternizaron con los manifestantes y el matrimonio Ceaușescu fue arrestado en un control de carretera y entregado a los militares.
El 25 de diciembre Ceaușescu y su mujer fueron condenados a muerte por un tribunal militar en un juicio sumarísimo sin ninguna garantía jurídica, validez legal ni posibilidad de defenderse de las acusaciones, siendo ejecutados por fusilamiento en un cuartel militar en Targovişte.
Finalmente, en diciembre de 2010, los cuerpos de los Ceaușescu fueron enterrados juntos en una nueva tumba recubierta de granito rojo, pues anteriormente estaban enterrados en sepulcros separados varios metros.
Tras más de veinticinco años de su “asesinato legal”, se ha visto un crecimiento de la popularidad de Ceaușescu entre los campesinos, desempleados y minorías étnicas de su país.
Una vez más en la historia, la pobreza y la desesperación hace añorar a los dictadores.
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