El ataque a Pearl Harbor fue una ofensiva sorpresa efectuada por la Armada Imperial Japonesa en la mañana del domingo 7 de diciembre de 1941 y pretendía ser una acción preventiva destinada a evitar la intervención de la Flota del Pacífico de los Estados Unidos, en las acciones militares que el Imperio del Japón estaba planeando realizar en el Sureste Asiático contra las posesiones del Reino Unido, Francia, Países Bajos y Estados Unidos, coincidiendo esta ofensiva con el ataque al Imperio Británico en Hong Kong, Malasia y Singapur.
La base naval fue atacada por 353 aeronaves japonesas que incluían cazas de combate, bombarderos y torpederos que despegaron de seis portaaviones, resultando dañados los ocho acorazados estadounidenses atracados en el puerto, y cuatro de ellos se hundieron.
Aunque de estos ocho, dos fueron reflotados y cuatro reparados, por lo que seis pudieron volver a entrar en servicio más tarde, durante la guerra. El ataque japonés también hundió o dañó tres cruceros, tres destructores, un buque escuela y un minador.
Los norteamericanos perdieron 188 aeronaves, muriendo 2403 estadounidenses y otros 1178 resultaron heridos de diversa consideración. Sin embargo, los japoneses no atacaron la central eléctrica, el astillero, las instalaciones de mantenimiento, los depósitos de combustible y torpedos, los muelles de submarinos y el edificio del cuartel general y de la sección de inteligencia. Los japoneses perdieron 29 aeronaves y cinco minisubmarinos, además de sufrir 65 bajas entre muertos y heridos.
El ataque conmocionó profundamente al pueblo estadounidense y llevó directamente a la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, tanto en los teatros de guerra de Europa como del Pacífico.
"Tora! Tora! Tora!" fue la frase en clave, que utilizaron los japoneses para indicar que se había alcanzado con éxito la primera oleada del ataque.
Al día siguiente del ataque, 8 de diciembre, los Estados Unidos declararon la guerra al Imperio del Japón y el apoyo interno en Norteamérica a la no intervención en el conflicto mundial, que había sido fuerte, desapareció, mientras que la asistencia clandestina al Reino Unido fue remplazada por una alianza plena.
La Alemania nazi y la Italia fascista, declararon la guerra a los Estados Unidos el 11 de diciembre, en respuesta a las operaciones puestas en marcha en contra de la potencia asiática del eje.
Hay numerosos precedentes históricos de ataques militares sin previa declaración de guerra por parte de Japón, sin embargo, la inexistencia de una declaración formal por parte nipona mientras se llevaban a cabo negociaciones que parecían prosperar, llevó al presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt a calificar al 7 de diciembre de 1941 como “una fecha que vivirá en la infamia”.
Debido a que esta ofensiva se llevó a cabo sin una declaración de guerra previa y sin ningún aviso explícito, el ataque a Pearl Harbor fue juzgado en los Juicios de Tokio como un crimen de guerra.
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