lunes, 23 de enero de 2023

El estado de emergencia climática y el cambio climático

 

Tal día como hoy 23 de enero de 2020 el Gobierno de España declaró el estado de emergencia climática en nuestro país.

El conocido como estado de emergencia climática es una medida que pueden adoptar Gobiernos, ciudades y otras entidades a modo de respuesta ante el cambio climático. Reconoce una situación crítica a nivel medioambiental, así como la inclinación a buscar soluciones.

En la gran mayoría de los casos, cuando se declara el estado de emergencia climática una de las principales estrategias va encaminada a reducir las emisiones de CO2 a medio plazo.

Sin embargo este no es el único objetivo a perseguir. Determinados países han tomado diversas medidas como la prohibición de venta de coches de gasolina o diésel a partir del año 2030, la prohibición de instalar calderas de gas y petróleo, o la prohibición de utilizar objetos de plástico de un solo uso.

Además de dichas prohibiciones se impulsan las energías renovables, solar y eolica, la refosteración y la expansión de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Con la declaración por parte del Gobierno del estado de emergencia climática en España, por el momento lo único que está claro es que el ejecutivo apoyará diferentes medidas para reducir la polución.

En los próximos años el Gobierno propone,en primer lugar, comprometerse con una serie de objetivos en beneficio del clima. En segundo lugar, promover la aprobación de la Ley de Cambio Climático. En tercer lugar, fijar un plan de acción para la descarbonización. Y, en cuarto lugar, crear una asamblea ciudadana para tratar las cuestiones del cambio climático, del mismo modo que en Francia.

Cuando hablamos de cambio climático nos referimos sobretodo a la variación global del clima de la Tierra. Estos cambios tienen mucho que ver con el aumento del "efecto de invernadero", el aumento de la presencia de ciertos gases en la atmósfera evita que el calor del sol escape aumentando la temperatura en la Tierra.

La naturaleza y sobretodo la acción humana, han hecho que los gases de efecto invernadero  -especialmente CO₂ - aumenten un 30% en el último siglo. Como consecuencia la temperatura global ha subido y el clima está cambiando. Pero no es solo que los veranos sean más calurosos, o que el polo norte haya perdido ‘unos kilómetros’ de hielo. A largo plazo el cambio climático provocará la extinción de especies, aumentará el nivel del mar haciendo desaparecer ciudades costeras,… En definitiva, complicando la vida en la Tierra.

Y lo peor es que si no actuamos, no habrá vuelta atrás. No podemos revertir los efectos que ya estamos viviendo, pero si reducir el impacto que causamos. Por supuesto, la energía limpia y renovable es nuestra primera apuesta. Reducir las emisiones y el impacto en el medio, con energía de origen renovable.

Apostar por el autoconsumo eléctrico es el siguiente paso en el camino. Una instalación fotovoltaica en el tejado -especialmente en viviendas unifamiliares- garantizará energía limpia, directamente en el tejado, no generarás ningún impacto en el medio y reducirá la factura de la luz.

Ser eficientes en el consumo de energía también es clave para reducir el cambio climático. No solo consumir lo necesario, sino hacerlo de forma eficiente y responsable.

El transporte es una de las actividades que más contaminan y que podemos cambiar fácilmente usando menos el coche privado, siempre que se puedan utiliza medios de transporte sostenibles como la bicicleta, o bien desplázate en transporte público.

Para largas distancias, lo más sostenible es el tren, por encima del avión, causante de gran parte de las emisiones de CO₂ emitidas a la atmósfera. Si eres de los que prefiere conducir en coche, recuerda que cada kilómetro que aumentas la velocidad, aumentan considerablemente las emisiones de CO₂ y el gasto de combustible.

También es importante intentar que todos los productos sean locales y que sean de temporada: evitando las importaciones que suponen emisiones extra por el transporte. Así como evitar en la medida de lo posible los embalajes excesivos y los alimentos procesados.

Como ciudadanos está en nuestra mano exigir al Gobierno un cambio visible y a escala nacional en sus políticas de sostenibilidad. Empezando por tomar medidas urgentes para poder cumplir los compromisos del Acuerdo de París y el Protocolo de Kyoto y reducir el calentamiento global o al menos frenarlo.

También es necesario un cambio estructural para movernos de forma más sostenibles. Fomentar el transporte público y el uso de la bicicleta, son buenas opciones. Pero también revisar y potenciar las ayudas del plan Movea para el coche eléctrico, que actualmente son escasas e insuficientes  y que en 2017 se agotaron en 24 horas.

Seguir promoviendo la producción de energías renovables es otro punto en el camino. Y también necesitamos exigir una adecuada gestión de residuos, de nada sirve que nosotros reciclemos si el Gobierno no los gestiona de forma adecuada y sostenible.

Más bien, evita la pérdida de bosques y flora natural, son el pulmón del mundo. Sin ellos ¡nos quedamos sin oxígeno para respirar! Por eso hay que tomar medidas para evitar provocar incendios en las visitas a la montaña o al campo.

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