jueves, 12 de enero de 2023

Ramón Gómez de la Serna

Tal día como hoy 12 de enero de 1963 murió en Buenos Aires el periodista y escritor español, Ramón Gómez de la Serna.

Gómez de la Serna dejó una prolífica obra, pero es sin duda conocido por sus famosas greguerías, creaciones literarias que el escritor definió como la suma de humor y metáfora.

Gómez de la Serna nació en Madrid en 1888. Licenciado en derecho por la Universidad de Oviedo, consagró su vida exclusivamente a la actividad literaria, en la que se mostró como un escritor fecundo y pionero de un tipo de literatura que, dentro de la más pura vanguardia, se erige como una construcción personal de gran originalidad.

Sus primeras obras muestran una actitud crítica e innovadora frente al panorama literario español, dominado por la generación del 98 -Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Azorín, Ramiro de Maeztu-..., y coinciden con la dirección, asumida desde 1908, de la revista Prometeo, receptora y difusora de los primeros manifiestos vanguardistas en España, de los que fue su primer e incondicional defensor e impulsor. Animador indiscutible de la vida literaria madrileña, en 1914 creó una de las tertulias más frecuentadas y famosas con que ha contado Madrid, la del Café Pombo.

Su particular visión de la literatura, concebida dentro de los presupuestos del arte por el arte, sin ningún intento de reflexión ideológica, dio lugar a un género inventado por él, "las greguerías", definidas por el propio autor como "metáfora más humor". Consisten en frases breves, de tipo aforístico, que no pretenden expresar ninguna máxima o verdad, sino que que retratan desde un ángulo insólito realidades cotidianas con ironía y humor, a base de expresiones ingeniosas, alteraciones de frases hechas o juegos conceptuales o fonéticos.

Su vasta producción literaria incluye desde artículos y ensayos, hasta dramas de tema erótico y obras más o menos novelísticas, muchas de ellas basadas en una trama truculenta, al modo de los folletines costumbristas, que por las incoherencias en la narración, las imágenes de tipo surrealista de la expresión se convierten en una forma de absurdo que destruye todo sentimentalismo y las acerca a lo patético y grotesco.

Aplaudida por José Ortega y Gasset, la obra de Ramón Gómez de la Serna ejerció una influencia inmediata en los jóvenes poetas de la generación del 27: el culto a la metáfora, en efecto, caracterizó los comienzos de Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca e incluso del joven Miguel Hernández. También en Hispanoamérica apreciaron su obra Pablo Neruda y, posteriormente, el mexicano Octavio Paz.

En 1936, a raíz del estallido de la guerra civil española, Gómez de la Serna se exilió en Buenos Aires con su esposa, la escritora Luisa Sofovich, y en 1948 publicó la obra autobiográfica Automoribundia, testimonio de su vida y compendio de su estilo y su personal concepción literaria.

Su obra está llena de estas sabrosas metáforas insólitas que a todos nos dibujan una amplia sonrisa en el rostro. A continuación reproducimos 10 greguerías de Ramón Gómez de la Serna.
 
1 «Como daba besos lentos duraban más sus amores»
 
2 «Si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de saludarte»
 
3 «Un tumulto es un bulto que le sale a las multitudes»
 
4 «Tocar la trompeta es como beber música empinando el codo»
 
5 «Donde el tiempo está más unido al polvo es en las bibliotecas»
 
6 «Los rosales son poetas que quisieron ser rosales»
 
7 «La luna es un banco de metáforas arruinado»
 
8 «El filósofo antiguo sacaba la filosofía ordeñándose la barba»
 
9 «El pensador de Rodin es un ajedrecista a quien le han quitado la mesa»
 
10 «Los arcos de triunfo son elefantes petrificados»

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