Tal día como hoy 11 de septiembre de 1926, se produce en Roma,un atentado contra Benito Mussolini, en el que resultan heridos 8 transeúntes y del que él sale ileso.
Como consecuencia, se cierran los periódicos de la oposición, se disuelven los partidos políticos y organizaciones, no afines al régimen y se persigue a sus afiliados y dirigentes, se restaura la pena de muerte y se crean Tribunales "especiales" ,compuestos por miembros de la milicia fascista, para la Defensa del Estado.
Seis meses antes, el 7 de abril de 1926 Violeta Gibson disparaba contra el Duce en Roma con consecuencias leves: la bala atravesaba la nariz del dictador, que ya en su domicilio se pronunciaba: "Tranquilícense ustedes. Todo esto no ha sido más que una amable broma y un tiro de pistola".
Gibson fue arrestada al instante, salvándola así, de un más que probable linchamiento y fue conducida a la cárcel. Poco a poco, se iban conociendo más datos de la supuesta agresora: era irlandesa, tenía 50 años y un año atrás, había intentado suicidarse. Todo parecía indicar, que se trataba de una persona, desequilibrada.
Los diarios de medio mundo, se hicieron eco del suceso, mientras Gibson era ingresada en un sanatorio. Un año más tarde, la agresora volvía a casa, después que un tribunal, la declarara irresponsable, por enfermedad mental.
Este fue el segundo atentado que sufría el dictador. El primero -que no se llegó a materializar- fue urdido por Tito Zaniboni y programado para noviembre de 1925. Escondido en el hotel, Dragoni, Zaniboni esperaba al Duce fusil en ristre . No salió bien: el ataque fue abortado y el agresor detenido. Pero a Mussolini aún le aguardaban más sustos...
El 11 de septiembre de 1926, el fundador del fascismo, salía ileso de un nuevo intento de agresión: un joven anarquista, lanzó una bomba de mano, que topó con el coche del Duce, pero que explosionó, en el suelo. Repuesto del sobresalto, Mussolini siguió con sus quehaceres, como si nada y el agresor fue detenido. Gino Lucetti - así se llamaba el joven aunque las primeras informaciones, le atribuyeron otro nombre- era marmolista.
El siguiente ataque que sufrió el dictador, tuvo consecuencias trágicas... pero no para él. El 31 de octubre de aquel fatídico, año disparaban a Mussolini en un acto en Bolonia, pero la bala no le alcanzaba. El agresor, un chico de tan solo 15 años, fue linchado in situ: en el cadáver, hallaron signos de estrangulación y 14 puñaladas.
Días más tarde, la policía encontraba un cuaderno, que parecía demostrar que el atentado, podría haber sido premeditado. Zamboni, que así se llamaba el agresor, fue linchado y fue enterrado, poco después.
Ninguno de los atentados, tuvo consecuencias graves, para el dictador , lo cual hizo creer a sus seguidores, que estaba protegido, por el destino.
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