sábado, 27 de enero de 2024

Felipe III "El Piadoso" y el privilegio real, para celebrar corridas en plazas de toros

Tal día como hoy, el 27 de enero de 1612, el rey Felipe III , conocido como "El Piadoso" , otorgó un privilegio real, para que las corridas se celebrasen en espacios cerrados, origen de las plazas de toros y antesala, de lo que hoy conocemos como Fiesta. Lo concedió en Valencia, al empresario Ascanio Manchino, unos derecho,s con los que se fue haciendo sucesivamente negocio.

El 27 de enero de 1612, ahora se cumplen cuatro siglos, el rey, otorgó el primer privilegio real, para la celebración de las corridas, en cosos cerrados, origen de las actuales plazas de toros.

Destinado originariamente, a la ciudad de Valencia, luego este privilegio se fue extendiendo, ya por compra ya por merced real, al resto de España. Está considerado, como el auténtico arranque histórico, de la Fiesta tal como hoy la concebimos: celebrada en una plaza cerrada y con objetivo directo, de obtener ganancias económicas, que en su época, se destinaban generalmente a beneficencia.

Fue un privilegio concedido a la ciudad de Valencia, dictado a favor de don Ascanio Manchino, que luego fue pasando a sucesivos titulares a título de venta. Y a partir de Valencia en todas las demás provincias, existieron ya privilegios similares,en unas ocasiones comprados al poder real y en otras ocasiones otorgados, por merced para explotar el beneficio, que dejaban tales fiestas.

De estos hechos da cuenta, en su Gran Diccionario Tauromáquico , José Sánchez de Neyra, quien se refiere a esta efemérides en los siguientes términos: "El interés privado, divisó ya por entonces un objeto de lucro, en la afición del público a las fiestas de toros". 

Así es que muchos particulares, solicitaron y obtuvieron de los monarcas, privilegios para dar funciones en cosos cerrados, y el primero de que nosotros tenemos noticia lleva la fecha de 27 de enero de 1612.

En él su majestad el rey D. Felipe III hizo merced en forma de privilegio, por tres vidas, á favor de Ascanio Manchino, del derecho de la renta de los corros de toros de la ciudad de Valencia; privilegio que luego fue vendido, en cantidades crecidas, por los sucesores del que podríamos llamar, empresario. "No se desdeñaban de serlo, ó al menos de desempeñar este papel, personajes de importancia".

También Felipe III, según se cuenta el tratado técnico del "Cossío", ordenó erigir, en 1617, los edificios de la Plaza Mayor de Madrid, "con tal mira, y cuyos primitivos planos propuso a su arquitecto favorito Gómez Mora". Y se dice antes: "... haciendo que en los planes de reformas urbanas, se incluyera la construcción de plazas públicas, dispuestas para que desde el balconaje de sus edificios, pudieran presenciar los acaecimientos de su ámbito, gran número de personas".

Explica el Cossío, - la gran enciclopedia taurina -que esa costumbre, se imitó en poblaciones más pequeñas, para que en las fiestas públicas, pudieran asistir el mayor número de espectadores. "Mas esto servía tan solo, a fines de públicas diversiones, y resultaba inadecuado, cuando el toreo llegó a ser una profesión retribuida y primero instituciones benéficas, o cuerpos patrióticos, como las Reales Maestranzas , y luego asentistas y empresarios, trataron de obtener beneficios, de la celebración de la fiestas taurinas".

Y resume el citado tratado:  "Se sintió así la necesidad de un recinto cerrado, con accesos para el público, susceptibles de ser vigilados, y ello solo podía lograrse en edificios independientes y construidos con tal fin".


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