martes, 2 de enero de 2024

La invasión del Rin por los pueblos bárbaros

 

Tal día como hoy, 2 de enero del año 406, los pueblos bárbaros, cruzan el congelado río Rin en masa e invaden el Imperio romano

La invasión del Rin, fue un conflicto bélico, que enfrentó a un conglomerado de pueblos bárbaros, con el Imperio romano de Occidente.​

En el año 406, varios pueblos que habitaban al norte del Danubio, abandonaron sus asentamientos y se desplazaron hacia el oeste, hasta llegar al territorio de los francos junto al Rin. Tras el fracaso de estos —quienes en ese momento eran aliados del Imperio— en rechazarlos, la coalición cruzó el río, de manera sorpresiva y entró en la Galia sin que las tropas fronterizas, pudiesen hacer nada para evitarlo.​

Tras acabar con las defensas fronterizas, la coalición se dividió en varios grupos y extendió la destrucción, por un buen número de ciudades. En la primavera del 407, Constantino de Britania, cruzó el canal de la Mancha y desembarcó con el ejército rebelde en las Galias, donde las tropas imperiales existentes allí, se le unieron en masa.

Lo primero que hizo, fue asegurar la frontera del Rin, para evitar que los pueblos ribereños,aprovechasen la ocasión y también entrasen, en el territorio imperial.​ Posteriormente, se enfrentó a los invasores, en algún lugar de la provincia de Germania  y consiguió infligirles, una sonada derrota, tras lo que continuó hacia el sur, por el valle del Ródano, donde recuperó sus ciudades incluida Arlés, en la que estableció su cuartel general.​

Estilicón, general romano de origen vándalo y jefe militar del gobierno de Rávena, reaccionó y envió durante el otoño del 407 una expedición a la Galia, pero no para combatir a los invasores sino para acabar con Constantino. Este dejó a un lado la lucha contra la coalición bárbara y se centró en defender su posición, frente al ataque del gobierno de Rávena.​

Por su parte y por la población se buscaron, acuerdos de paz con los invasores, quienes también estaban interesados en ellos, para obtener algún tipo de asentamiento, tras las derrotas sufridas.​ 

Constantino, pudo rechazar el ataque de Rávena y con la Galia relativamente pacificada, envió su general Geroncio, con tropas a Hispania donde tuvieron éxito y consiguieron que el ejército estacionado allí, también se uniese a ellos. El emperador Honorio, debilitado tras la muerte de Estilicón y con los godos invadiendo Italia, llegó a un acuerdo con Constantino, y lo reconoció como coemperador.

La situación cambió cuando, en el 409, Geroncio se rebeló contra Constantino y nombró a Máximo como emperador en Hispania. Concentró, entonces, las tropas hispanas en la Tarraconense y se dispuso a pasar a la Galia, para acabar con su antiguo jefe. La coalición bárbara, por su parte, veía peligrar su situación en la Galia, por el fin de las hostilidades entre Constantino y Honorio así como por la actuación de bagaudas en Armórica.

Acordó, entonces, pasar a Hispania, cosa que hicieron durante el otoño de ese año. Tomaron varias ciudades en el norte para pasar el invierno y al llegar la primavera del 410, extendieron la destrucción y los saqueos, por las indefensas provincias, a excepción de la Tarraconense, donde tenían sus bases las tropas de Geroncio. Ya entrado el año 411, acordaron repartirse las provincias y crearon en ellas, sus propios reinos independientes de los romanos.​

La invasión del Rin está calificada, como "uno de los eventos más famosos en la historia del Imperio Romano" y se considera que "contribuyó de manera decisiva, en su caída". El paso del grueso del ejército de Britania a la Galia, dejó a la isla desprotegida y a merced de los ataques, de pictos, anglos y sajones.

El Imperio, ya no fue capaz de recuperar la Galia e Hispania en su totalidad y los ingresos que obtenía de sus provincias, se resintieron y redujeron su capacidad militar. La situación se agravo, cuando vándalos y alanos, cruzaron el estrecho de Gibraltar y se hicieron con las provincias africanas, que eran la mayor fuente de ingresos para el gobierno de Rávena. 

El fracaso de este en recuperarlas en el año 468 condenó al Imperio a su desaparición algo que ocurriría apenas ocho años más tarde

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