Francis Drake nació en 1540 en Devonshire, en Inglaterra. Hijo de un terrateniente humilde, con diez años ya navegaba por el río Támesis, en una pequeña barca y en 1563 vio por primera vez el mar. Apenas tres años después, comenzó su vida como corsario junto a su primo John Hawkins, otro pirata inglés que comandaría ataques, contra buques españoles en el siglo XVI.
La aversión de ambos, hacia el Imperio español comenzó en 1568, cuando la Armada atacó sus naves, en la costa oriental del actual México. El virrey español, Martín Enríquez, les prometió un acuerdo de paz, pero se retractó a traición. Ambos primos lograron escapar, jurando debilitar al Imperio español, por todos los medios.
Drake hizo su primera expedición importante en 1572. Saqueó, varios puertos españoles en el Caribe, entre ellos el Nombre de Dios, en el istmo de Panamá, y Cartagena de Indias, en la actual costa colombiana, y capturó un convoy español cargado de oro y plata. Este viaje no solo le reportó una gran fortuna, sino que además hizo, que la reina Isabel I de Inglaterra, se fijase en él y lo designase para la misión, de atacar intereses españoles en el Pacífico.
Isabel I no reconocía el Tratado de Tordesillas, que repartía América entre España y Portugal, así que Drake se convirtió en el azote del Imperio español en los mares.
Desde que la Corona inglesa le autorizó a atacar los buques españoles en 1572, la fama de Francis Drake fue en aumento. En los años siguientes, se dedicó a asaltar las naves españolas desde el Atlántico hasta el Pacífico, hasta que en 1577, se embarcó en el viaje más grande de su vida.
Durante tres años, Drake dio la vuelta al mundo, convirtiéndose en el segundo líder en lograrlo, tras la expedición Magallanes-Elcano, y el primero inglés. No obstante, a diferencia de sus predecesores, Drake saqueó los puertos españoles en el Caribe, el Atlántico y el Pacífico durante su viaje. .
Al volver a Inglaterra, había reunido un botín de 250.000 libras, lo que le valió para que Isabel I, lo nombrase caballero en abril de 1581. De la noche a la mañana, el pirata se convirtió en un noble respetable, fue nombrado alcalde de Plymouth ese mismo año y ocupó un asiento en el Parlamento inglés, entre 1584 y 1585.
Drake fue ganándose un nombre entre la nobleza y la armada inglesa, y en 1585 terminó de coronarse con su expedición y saqueo, por las islas de Cabo Verde, en la costa occidental africana, San Agustín, en Florida, y Santo Domingo, en la actual República Dominicana.
Estos ataques, colmaron la paciencia del monarca español Felipe II, quien ordenó la incautación, de todos los barcos ingleses, atracados en puertos españoles. Esta medida desató la guerra anglo-española, que duró hasta 1604 y se saldó a favor de España.
La hazaña más heroica de Francis Drake ocurrió durante la guerra anglo-española, en 1587, cuando Isabel I le dio la misión de sabotear la “Empresa de Inglaterra” de Felipe II. Ese consistía, en invadir Inglaterra para que dejase de apoyar, a las provincias rebeldes ,de los Países Bajos y de autorizar los ataques piratas, contra buques españoles.
Sin embargo, Felipe II tuvo que retrasar su ofensiva un año, porque Drake asestó un duro golpe a la Armada española, el 29 de abril. Aquel día, el corsario atacó el puerto de Cádiz, el más importante de los españoles en el Atlántico, hundiendo una veintena de naves. Haber logrado que todo un imperio retrasase su plan e invadir Inglaterra lo convirtió en héroe nacional.
Pero la gloria sería efímera, pues Drake falló un año después, en otra misión que Isabel I le había encomendado. Tenía que comandar una expedición, para que las tropas portuguesas, se sublevasen contra las españolas, pero perdió al 75% de sus 18.000 hombres. La reina inglesa, perdió su confianza en Drake y le negó el mando de cualquier expedición hasta 1595, cuando le concedió una última oportunidad para resarcirse.
El pirata, tenía que atacar los puertos españoles en el Caribe, para que Inglaterra ganase ventaja en la guerra. Sin embargo, los años de piratería, habían escarmentado a los españoles y sus puertos estaban más protegidos, por lo que la expedición fracasó y Drake acabó, muriendo de disentería en Panamá, el 28 de enero de 1596. Su cuerpo fue lanzado al mar y sus restos nunca se encontraron
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