Tal día como hoy 6 de agosto del 133 a C los romanos arrasan la ciudad celtibérica de Numancia,
Las legiones romanas de Publio Escipión arrasan la ciudad de Numancia, símbolo de resistencia al poder romano, tras haber sido sitiada y asediada durante algo más de nueve meses.
Sus habitantes la han defendido con valentía, y muchos prefieren suicidarse el día anterior a su entrega antes que caer bajo la dominación romana.
Numancia es una desaparecida población celtíbera situada sobre el Cerro de la Muela, a siete kilómetros al norte de la actual ciudad de Soria.
En el año 153 a. C. tiene lugar el primer conflicto grave con Roma, al dejar entrar en la ciudad a unos fugitivos de la tribu de los bellos, procedentes de la ciudad de Segeda, situada entre Mara y Belmonte de Gracián, en Zaragoza.
Los numantinos consiguieron derrotar a un ejército de 30.000 hombres mandados por el cónsul Quinto Fulvio Nobilior, pero su jefe, Caro de Segeda, murió en la batalla.
Tras veinte años repeliendo los continuos e insistentes ataques romanos, en el año 134 a. C., el Senado romano confirió a Publio Cornelio Escipión Emiliano “El Africano Menor” la labor de destruir Numancia.
Escipión finalmente puso sitio a la ciudad, levantando un cerco de nueve kilómetros apoyado por torres, fosos, empalizadas, etc.
Tras trece meses de hambruna y enfermedades, agotados sus víveres, los numantinos decidieron poner fin a su situación en el verano del año 133 a. C. Algunos de ellos se entregaron en condición de esclavos, mientras que la gran mayoría decidieron suicidarse.
Tras su victoria, Escipión impondrá el supremo castigo de la destrucción y reducción a cenizas de la ciudad, además de prohibir su reconstrucción para que quede como ciudad maldita
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