lunes, 16 de diciembre de 2019

Beethoven, un genio de la música clásica

Tal día como hoy, 16 de diciembre de 1770, nace Nace en Bonn -Alemania-, el compositor alemán de música clásica, Ludwing van Beethoven, considerado como el principal precursor de la transición del clasicismo al romanticismo y genio universal de la música, cuya vida artística contará con tres períodos creativos diferenciados.

Beethoven nació en la ciudad de Bonn, al oeste de Alemania y alli, durante sus primeros años de vida, estuvo expuesto a una exigente formación musical por parte de un padre obsesionado en convertirle en “el nuevo Mozart”.

Tal cuestionable ambición, unido a un no menos peligroso carácter ligado al alcoholismo, repercutió directamente en la vida personal, académica y social del joven Beethoven, no solo haciendo de él un niño introvertido y miedoso, sino un mal estudiante demasiado cansado para atender las lecciones de la escuela después de pasar las noches ensayando ante el piano.

En cualquier caso, sin justificar los medios que pulieron su talento, la realidad es que con tan solo siete años, Beethoven ya era capaz de dar recitales de piano que dejaban al público boquiabierto; entre ellos, el  organista, compositor de ópera y director de orquesta alemán, Christian Gottlob Neefe, que quedó tan impresionado con la habilidad del pequeño Beethoven, que se interesó en guiar y perfeccionar su formación.

Así, a los 10 años, Beethoven abandonó la escuela, para dedicarse enteramente a la música y a los 16, la nobleza de Bonn le financió un viaje a Viena para aprender de los mejores, entre ellos, del mismo Mozart; pero al poco de llegar a la capital de la música, su madre cayó gravemente enferma y tuvo que regresar a Bonn.

Dice la tradición que Beethoven tuvo la oportunidad de tocar el piano en un recital en el que Mozart estaba presente y lo dejó tan fascinado que llegaría a decir: “Este joven hará hablar al mundo”.

Tras la muerte de su madre, su padre cayó en una profunda depresión que obligó a Beethoven a hacerse cargo de sus hermanos pequeños tocando la viola y dando clases de piano.

Por suerte para él, no tuvo que alargar este tipo de trabajos por mucho tiempo, pues su extraordinario talento cada vez era más conocido y eran varias las personas interesadas en financiar su completa dedicación a la música.

Y así pasó más de 10 años en Viena como un músico económicamente independiente hasta que, pasados los 30, empezara a experimentar serios problemas auditivos.

Beethoven probó diferentes procedimientos para curar su sordera, pero nada funcionó. Tal fue su impotencia, que pensó en el suicidio, pero no obstante, siguió componiendo hasta su muerte a los 56 años, dejándonos un legado musical de nueve sinfonías, 32 sonatas, dos misas y una ópera que le consagran como uno de los mejores músicos de todos los tiempos.



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