viernes, 8 de julio de 2022

El Terror Blanco en Francia

 

Tal día como hoy 8 de julio de 1815, el rey Luis XVIII de Francia, regresa a París tras el período de los Cien Días, que abarca desde el 20 de marzo de 1815, fecha del regreso de Napoleón a París desde su exilio en Elba, al 28 de junio de 1815 en que fue derrotado en Waterloo.

Comenzó así la Segunda Restauración que pondrá en marcha una serie de atrocidades, conocidas posteriormente como el Terror Blanco, cuando los partidarios de la monarquía asesinen a cuantos apoyaron el retorno de Napoleón.

Aunque el rey y sus ministros se opondrán a la violencia, jamás serán enérgicos en tomar medidas concretas para detenerla.

El Terror Blanco se denomina en Francia a dos episodios de represión y terror llevados a cabo por monárquicos y antijacobinos el primero, y por conservadores antibonapartistas el segundo, contra sus oponentes. Su color emblemático era el blanco, por ser este el color de la monarquía borbónica. En contraposición, se llamó Terror Rojo al período represivo inmediatamente anterior, en el que fueron los jacobinos sus instigadores y ejecutores.

La primera ola de terror blanco fue llamada reacción termidoriana porque tuvo lugar bajo la Convención termidoriana, entre 1794 y1795, tras los días del mes de termidor -mes veraniego del calendario republicano- que dieron fin al régimen del Terror.

Persiguió a los Jacobinos en reacción al terror rojo recién acabado. En 1799, bajo el Directorio, el terror blanco fue dirigido hacia los jacobinos y otras corrientes republicanas.

En 1815, después de la caída de Napoleón y al llegar al trono Luis XVIII, grupos clandestinos de monárquicos emprendieron asesinatos y masacres de personalidades y militares republicanos, bonapartistas y liberales, con la complicidad de las autoridades que se encargaban de la represión oficial y de la depuración de las instituciones.

La represión fue alentada por los ultra-realistas, liderados por el conde de Artois y futuro Carlos X, hermano del rey Luis XVIII

1 comentario:

  1. Curioso que Francia sigue siendo, al menos en parte, jacobina y centralista, vecina de una España donde ha habido sus tiempos de liberalismo (?) e indudablemente es federalista. Un federalismo asimétrico que quieren los abusadores que todos conocemos.

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