domingo, 24 de julio de 2022

Historia del emperador Federico I Barbarroja

  

Tal día como hoy 24 de julio de 1177, en Venecia, delante de una comisión cardenalicia tiene lugar la readmisión de Federico en la Iglesia. Federico I Barbarroja promete solemnemente obediencia al Papa Alejandro III y a sus sucesores, poniendo de este modo fin al cisma eclesiástico

Federico I Barbarroja, fue el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico desde 1155 hasta su muerte el 1190. Su apodo viene de su característica barba rojiza. Fue elegido rey de Alemania y coronado en marzo de 1152, coronado rey de Italia en 1155 y coronado rey de borgoña en 1178.

Federico I de Hohenstaufen nació a mediados de diciembre de 1122 en Haguenau, hijo de Federico II duque de Suabia y Judit de Baviera. Participó en las reuniones informales del Sacro Imperio Romano Germánico durante el reinado de su tío, el rey Conrado III.

A principios de 1147 se unió a la Segunda Cruzada. Su tío Conrado II había hecho el voto cruzado en público en diciembre de 1146. El padre de Federico se opuso enérgicamente a la cruzada de su hijo, supuestamente debido a su próxima muerte y la necesidad de que Federico Barbarroja cuidara de su madre. Federico se casó con Adelaida de Vohburg en 1147 y su padre murió en abril, cuando, mientras el ejército cruzado cruzaba el Imperio Bizantino, un cruzado enfermó y se detuvieron en un monasterio a las afueras de Adrianópolis, en donde lo robaron y mataron.

Conrado ordenó a Federico que lo vengara, con lo que, el recién nombrado duque de Suabia, arrasó el monasterio, capturó y ejecutó a los ladrones. Conrado III intentó llevar el ejército cruzado por tierra a través de Anatolia, pero los constantes ataques turcos cerca de Dorylaeum lo volvieron demasiado difícil y se retiró de vuelta a Constantinopla.

La retaguardia fue aniquilada durante la retirada y Conrado envió a Federico por delante para informar al Rey Luis VII de Francia y para solicitar ayuda. Los dos ejércitos avanzaron juntos hasta que Conrado cayó enfermo en Éfeso y regresó a Constantinopla en barco junto a Federico.

Con barcos bizantinos el ejército alemán salió de Constantinopla en marzo y llegó a Acre en abril. Después de la pascua, Conrado y Federico visitaron Jerusalén y tras el consejo en Palmarea se unieron al ataque de Damasco.

El asedio de Damasco duró apenas cinco días y terminó en una gran derrota para los cruzados, con lo cual en septiembre, el ejército germano zarpó de Acre. Cumpliendo el acuerdo con Manuel I Comnenos, los alemanes atacaron al rey Roger II de Sicilia en cooperación con los bizantinos.

Cuando Conrado murió en febrero de 1152, el testamento del rey cedía el derecho al trono a Federico en lugar de a su hijo de seis años. Durante su reinado, Federico, intentó devolver al imperio la grandeza de los tiempos de Carlomagno. Ordenó la paz general en los territorios y medio entre los nobles para evitar guerras civiles.

Debido a su matrimonio sin hijos, pidió la nulidad del matrimonio al Papa e intentó casarse con una noble de la corte de Constantinopla para asegurar alianzas. Federico realizó seis expediciones a Italia, conquistando los territorios y obtuvo los diferentes títulos de rey de cada territorio. En Roma tuvo un altercado con el Papa Adriano IV que lo llevó a una enemistad duradera.

Federico regresó a Alemania para sofocar alguna rebelión y en ese momento crecieron las tensiones entre el Papado y el Emperador. Tras la muerte del Papa Adriano IV en 1159 la sucesión se llevó a cabo entre dos papas rivales, Alejandro III y el antipapa Víctor IV, ambos buscando el apoyo de Federico.

Federico exigió al Papa Alejandro presentarse ante él. Alejandro se negó y Federico reconoció a Víctor IV como papa legítimo en 1160. En Italia creció el sentimiento anti alemán y se proclamó la Liga Lombarda que apoyaba al Papa en contra del Emperador. Tras una gran derrota en Legnano cerca de Milán, Federico inició negociaciones de paz con Alejandro II y la Liga Lombarda.

En 1187 el nuevo Papa, Gregorio VIII, estaba más preocupado por los informes de Tierra Santa que la lucha de poder de Barbarroja y proclamó la tercera Cruzada. En marzo de 1188, el Obispo de Würzburg predicó un sermón alentando a una cruzada. Federico preguntó a la asamblea de nobles si debía tomar la cruz, ante la aclamación total de la asamblea, Federico, tomó la cruz.

En abril de 1189 Federico partió hacia Tierra Santa con un ejército de 100.000 hombres. Los cruzados pasaron por Hungría, Serbia y Bulgaria antes de llegar al territorio bizantino, pero una alianza secreta entre el emperador Isaac II Angelos y Saladino dificulta a Federico el paso por el territorio bizantino.

En marzo de 1190 el ejército de Barbarroja se embarcó desde Gallipoli hacia Asia Menor. Derrotaron a los turcos en las batallas de Filomelio e Iconio. La proximidad del ejército de Barbarroja preocupó a Saladino, que envió tropas del asedio de Acre hacia el norte, para contener el avance de los alemanes.

El emperador Federico I Barbarroja decidió atajar a lo largo del río Saleph, pero mientras cruzaba el río, el caballo del emperador resbaló y Barbarroja se hundió en el río debido al peso de su armadura. La muerte de Federico provocó que miles de soldados alemanes abandonaran el ejército y regresaran a sus casas, a través de los puertos de Siria y Cilicia. Solo 5.000 soldados llegaron a Acre.

El hijo de Barbarroja, Federico VI de Suabia, continuó con los restos del ejército alemán con el objetivo de enterrar al emperador en Jerusalén, pero los esfuerzos por conservar al emperador en vinagre fracasaron, y sus restos se dispersaron por diferentes iglesias de Tierra Santa.

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