jueves, 10 de diciembre de 2015

Averroes, una mente libre en un mundo de fanáticos.

Tal día como hoy 10 de diciembre de 1198, muere Abul Walid Muhammed Ibn Ruchd, más conocido por “Averroes”, considerado uno de los más grandes filósofos de al-Andalus.

Nacido en Córdoba, Averroes continuó la tradición jurídica de su familia y alcanzó, siendo muy joven, fama de gran jurisconsulto, estudiando al mismo tiempo teología y literatura y dándose a conocer también como médico de gran valía.

A finales del siglo XII después de la invasión de los almohades, una ola de fanatismo religioso invadió Al-Ándalus y Averroes fue desterrado cerca de Córdoba, prohibiéndose sus obras, muchas de las cuales - de lógica y metafísica - se perdieron definitivamente por causa de la censura y otras solo han podido sobrevivir a través de traducciones en hebreo y latín, pero no en árabe.

Los primeros califas almohades, le habían tenido en gran estima, le confiaron varias misiones y le animaron a profundizar en la filosofía, a los que Averroes se mostró reticente porque conocía los riesgos de estudiarla, ya que se tendía a identificarla con la herejía, pero la actitud de los califas le animó a hacerlo, conquistando con sus lecciones a los soberanos los cuales le hicieron regalos, le  nombraron médico de corte y en 1182 , “cadí de los cadíes” de Córdoba.

Sin embargo, en 1195, el califa, cediendo a las presiones de los teólogos, que veían en la filosofía, un peligro para la religión, publicó un decreto contra estas disciplinas y confinó en Lucena a Averroes, que vio cómo se quemaban sus obras en la plaza pública mientras era insultado por la plebe fanatizada.

Tres años después, en 1198, el califa revocó sus edictos y volvió a llamarle a la corte, pero murió pocos meses después en Marrakesh.

Averroes fue conocido en Occidente como "el Comentador" por haber traducido y divulgado las obras de Aristóteles y, entre sus grandes inquietudes, destacó la de delimitar las relaciones entre filosofía y religión, diferenciando el conocimiento humano y el divino.

Sostuvo la existencia de un alma universal, de la que la inteligencia sería una simple manifestación, y contra lo sostenido por islámicas y cristianos, mantuvo que para el individuo no existe ninguna esperanza de eternidad, ya que el alma está destinada a morir con el cuerpo.

Tales ideas, le acarrearon su condena al exilio y despertaron la sospecha de herejía, de manera que también la iglesia, condenó las tesis de los pensadores aristotélicos seguidores de Averroes, iniciándose una polémica filosófica que no terminaría hasta el Renacimiento.

Su pensamiento sobre la superioridad de la razón sobre la fe, y el valor de la filosofía natural como  algo opuesto a la teología, le convirtió en guía para la mentalidad científica moderna y al mismo tiempo en enemigo irreconciliable para los fanáticos religiosos musulmanes, que entonces como ahora, mantenían al pueblo musulmán en la ignorancia, la fanatización y la barbarie.
https://www.youtube.com/watch?v=EXbYrd9ahtg


3 comentarios:

  1. Un personaje como Averroes resulta siempre incómodo. Los almohades (al-muyaidines) eran fanáticos en su mayoría. Cómo renunciar a su paraíso de huríes... De aquellos polvos.

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  2. Un personaje como Averroes resulta siempre incómodo. Los almohades (al-muyaidines) eran fanáticos en su mayoría. Cómo renunciar a su paraíso de huríes... De aquellos polvos.

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  3. Cierto Pedro: Para todos los fanáticos - sean estos los que sean - la gente que piensa, es siempre sospechosa y peligrosa. En eso, poco hemos avanzado hoy día.

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