domingo, 6 de diciembre de 2015

"Miguel de Molina", historia de un artista folclórico perseguido.


Tal día como hoy 6 de diciembre de 1992, el rey Juan Carlos, concede la cruz de la Orden de Isabel la Católica al cantante malagueño Miguel Frías, mas conocido como "Miguel de Molina", por sus aportaciones a la cultura de Sudamérica.

Miguel Frías de Molina, conocido artísticamente como “Miguel de Molina” fue un cantante de copla nació en Málaga, que de niño estudió en un colegio de religiosos, pero cuando adolescente trabajando de limpiador en un burdel, una prostituta intentó acostarse con él, lo rechazó pues ya tenia definida su orientación homosexual.

En 1931 decide dedicarse a cantar, triunfando en Madrid y sobretodo en Valencia con : “El día que nací yo, Triniá, La bien pagá y Ojos verdes”, entre las más famosas, convirtiéndose en uno de los referentes del género de la copla, por su personalidad única como intérprete masculino.

Durante la Guerra Civil, actuó para las tropas republicanas, pero al llegar la dictadura de Franco se le obligó a aceptar contratos a bajo precio o, de lo contrario, le amenazaron con airear su pasado republicano, pese a lo cual finalmente fue obligado al exilio.

Bajo la acusación de “haber ayudado al ejército republicano y ser homosexual”, fue apaleado por tres individuos que se habían identificado falsamente como policías, a los que años más tarde identificaría durante una entrevista.

Finalmente, en 1942 se exilia a Buenos Aires, donde participó en varias películas, hasta que por presiones de la embajada española, debió abandonar el país por su condición de homosexual, marchando a México hasta que, años más tarde, Eva Perón hizo que volviera y se le ofrecen numerosos contratos.

En 1957 regresa brevemente a España y a los 52 años, decide terminar con su carrera artística, fijando temporalmente su residencia en Nueva York, retirándose de forma definitiva, en 1960, tras conmover a miles de argentinos..

En 1992 el gobierno español le otorgó la orden de Isabel la Católica, reconociendo su contribución personal al mundo del arte en España y Miguel de Molina, recibe en Buenos Aires, la cruz de oficial de la Orden, concedida por el rey Juan Carlos, de manos del embajador de España en Argentina, vestido de terciopelo negro y camisa roja y tocado con un sombrero cordobés.

A sus de 85 años, terminó cantando, con voz ronca por la emoción, la copla “Ojos verdes” y al final del acto dijo: "Nunca me olvidé de España, a pesar de que en algunos momentos se me trató como un perro. Pero soy feliz, felicísimo, y si mañana me muero, me muero tranquilo porque se sabrá que soy un buen tipo, a pesar de las cosas que me han colgao ".

Manifestó su deseo de ser enterrado a su muerte en Buenos Aires y, cuando falleció en aquella ciudad, en marzo de 1993, fue enterrado en el porteño cementerio de la Chacarita, en un nicho del Panteón de la Asociación Argentina de Actores.

La película “Las cosas del querer” de 1989, es una versión libre basada en su vida, que resultó un enorme éxito de taquilla y luego, en los años noventa, se hizo una segunda parte en Argentina, pero la productora de la película no le pagó derechos por utilizar “de manera libre” su historia personal.

En marzo de 2009, su original y rico vestuario, que por lo general él mismo había diseñado, fue objeto de una exposición montada por sus herederos en Madrid y en 2014, el presentador de televisión Jorge Javier Vázquez, produjo la obra de teatro "Miguel de Molina al desnudo", en honor a este grande de la copla que por su condición de homosenxual, sufrió marginación y odio.

Ojos verdes;  https://www.youtube.com/watch?v=041gXmml2xg

2 comentarios:

  1. En España, ha habido personas inteligentes, personas artistas, también personas bestias, las cuales siempre han odiado a las inteligentes y artistas y a más si eran de inclinación sexual diferente: tal como ha quedado perfectamente claro, con Miguel de Molina, Federico García Lorca, entre otros.

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  2. Cierto Manuel. En este país nuestro, durante décadas de una forma reciente y por siglos en el pasado, la divergencia – cualquier tipo de divergencia – estaba condenada a la persecución y al exterminio. La homosexualidad ha sido siempre una de esas cosas...

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