Tal día como hoy 29 de diciembre de 1587, acusado de difamación, Lope de Vega es detenido en el corral de comedias de la Cruz, de Madrid y encarcelado.
Félix Lope de Vega - llamado “Fénix de los ingenios y Monstruo de la Naturaleza”, por Miguel de Cervantes - procedía de familia humilde y cursó estudios universitarios en Alcalá, pero no consiguió el grado de bachiller, teniendo una vida sentimental sumamente agitada y llena de lances amorosos.
El motivo de esta denuncia y su detención, fue debido a unos libelos difamatorios contra la comedianta Elena Osorio - Filis en sus escritos - y su familia, por un desengaño amoroso con ella, causa por la cual, Lope de Vega acabó siendo desterrado de la corte, aunque este caso no seria el único ya que en 1596, después de ser indultado del destierro, fue procesado nuevamente por amancebamiento con Antonia de Trillo.
Lope se casó dos veces, la primera con Isabel de Urbina – la Belisa de sus versos - tras haberla raptado, y luego con Juana de Guardo en 1598, sin que ello fuese óbice para mantener una vida amorosa muy intensa al margen de sus matrimonios, ya que tuvo relaciones con numerosas mujeres, incluso después de haber sido ordenado sacerdote.
En el caso de Helena Osorio, su familia tras conocer los libelos escritos por él, presentó una querella ante el “alcalde de Casa y Corte” y la tarde del 29 de diciembre, Lope fue detenido mientras asistía a una representación teatral en el Corral de la Cruz, y conducido a la cárcel de la Corte en la calle de Atocha de Madrid, acusado de difamación.
En el juicio, fue acusado por dos testigos, de ser autor de los injuriosos libelos, ante lo que Lope alegando que era menor de edad, solicitó que se le nombrase un curador, aunque en realidad, ya sobrepasaba unos meses la mayoría de edad, fijada entonces en los 25 años.
En su declaración, negó la acusación y aunque afirmó conocer los libelos, dijo que no eran suyos, ya que “tiene a Elena Osorio por mujer muy honrada”, explicando que se dedicaba a escribir comedias y que, el real motivo de la denuncia, se debía a un tema comercial, ya que había dejado de darles sus obras a los denunciantes para que estos las vendiesen.
Sin embargo, pese a la oratoria desplegada, sus argumentos no convencieron el tribunal y en enero de 1588 fue condenado a “cuatro años de destierro a cinco leguas de la Corte, y a dos del reino de Castilla”, pero desde la cárcel Lope siguió injuriando a Elena y su familia, por lo que tras una nueva querella, se dictó la sentencia definitiva, en la que se aumenta el castigo de destierro a ocho años.
Confirman la sentencia de vista en grado de revista, con que los cuatro año de destierro desta Corte y cinco leguas sean ocho...y no los quebrante, so pena de muerte los del reino, y los demás, de servirlos en galeras al remo y sin sueldo, con costas.
Así, con semanas de cárcel y condena de destierro, terminan los apasionados amores de Lope con Elena Osorio, su gran pasión de juventud, de la que dicen sus cronistas; “No es probable que aquel fuese el primer amor de Lope, pero es seguro que aquella pasión fue intensa y vehemente”.
Fue, sin duda, su primera borrasca amorosa, pero no sería, ni mucho menos, la última, pues entre sus amantes se pueden citar a Marina de Aragón, Micaela Luján -Camila Lucinda-, con la que tuvo dos hijos, Marcela y Lope Félix, - Amarilis - y Marta de Nevares - Marcia Leonarda- además de las ya antes citadas.
Nada lograba frenar las pasiones amatorias, de este genio de la literatura y también de otras cosas.
Aquí, queda más que aclarado, que no guarda relación alguna, entre cultura y comportamientos en la vida, con respecto a respetar a las demás personas -al menos bajo mi punto de vista-, me refiero al comportamiento demostrado por este buen señor FÉLIX LOPE DE VEGA, con relación a las mujeres, y no me digan que si él, buscaba y encontraba, no es culpa de él. Yo digo que con engaños, se consiguen muchas cosas, y por ello no quiere decir, que sea correcto.
ResponderEliminarLos genios como Lope, son excepcionales en todo Manuel. Poco importa hoy como fuese su vida amorosa y los escándalos judiales que ellos le ocasionaran, porque lo que al final prevalece es su maravillosa literatura. Solo algunos, que buscamos a veces otras cosas en la Historia, sacamos a relucir estas cosas, que, cuando se le estudia su figura, nadie advierte.
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