Tal día como hoy 30 de diciembre de 1885, María Cristina de Habsburgo, viuda de Alfonso XII, jura la Constitución como regente, en el Congreso de los Diputados.
María Cristina, conocida popularmente como “Doña Virtudes”, fue una mujer prudente y muy respetuosa con el orden constitucional, del que tenia una visión tan democrática, que incluso le llevó a ceder poderes a favor de las Cortes.
Fue la segunda esposa del rey Alfonso XII y regente de España, en nombre de su hijo menor de edad Alfonso XIII, siendo su mandato como Regente tan excepcional respecto a su actitud política, que sus enemigos sólo pudieron atribuirle el calificativo de “Doña Virtudes”, con el que finalmente se quedó.
María Cristina se casó con Alfonso XII, en noviembre de 1879, no congeniando a causa de su carácter tímido y tranquilo, soportando los primeros años las continuas infidelidades del rey, que desde la muerte de su anterior esposa, se había entregado a un frenesí sexual con toda clase de mujeres y solo cuando la situación fue insoportable, la reina le recriminó su conducta, aunque en sus últimos años de convivencia, parece que tuvieron mayor acercamiento.
Cuando falleció el rey en 1885, estaba embarazada del futuro Alfonso XIII, quien se convirtió en la gran esperanza para los monárquicos, mientras ella, inexperta en política, se dejó asesorar por el jefe del partido liberal, Práxedes Mateo Sagasta, con quien acabaría trabando una gran amistad.
María Cristina, en los diecisiete años que duró su regencia, observó de forma impecable sus obligaciones constitucionales y en noviembre de 1885, la víspera de la muerte del rey, Sagasta, por el partido liberal, y Cánovas del Castillo por el conservador, firmaron el llamado “Pacto de El Pardo”, para apoyar la regencia y garantizar así la continuidad de la monarquía.
En este pacto, se estableció el “turno pacífico en el poder”, entre liberales y conservadores, consolidando de esta manera la Restauración hasta principios del siglo XX, teniendo durante este tiempo la regente, un papel meramente representativo, sin tomar nunca parte en los enfrentamientos entre partidos y respetando escrupulosamente el turno acordado para formar gobierno, aunque se sintió más cercana a las posiciones liberales de Sagasta, que a las conservadoras de Cánovas.
La Regencia de María Cristina fue un período muy significativo de la historia de España, pues se produjo el desarrollo de las políticas liberales, aunque también aparecieron grandes problemas, tanto en el panorama nacional como en el Internacional.
En el terreno internacional, la guerra colonial y luego con EE UU, provocando la derrota militar y diplomática, con la pérdida de las ultimas colonias y en el plano interior, España conoció el nacimiento de regionalismos y nacionalismos periféricos, el fortalecimiento de un movimiento obrero, socialista y anarquista, y el comienzo de la descomposición de los dos grandes partidos, todo lo cual sumió al país en una grave crisis.
En 1902 Alfonso XIII alcanzó la mayoría de edad, siendo proclamado rey y desde entonces María Cristina, se retiró discretamente, dedicada a obras de beneficencia y utilizando desde entonces el título de “Reina Madre”.
El 5 de febrero de 1929, cuando se hallaba en sus aposentos, experimentó un dolor en el pecho, muriendo en pocos instante - con la misma discreción que había vivido- solo atendida por su doncella personal.
¡Que diferencia de otra reina regente, también llamada María Cristina y esposa del felón Fernando VII, que fue ejemplo de corrupción y mal gobierno !
Por lo que se ve, la felonía es contagiosa...
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